viernes, 28 de noviembre de 2008

MEDIDAS FUTURAS

Como todos sabemos, el G-20 se reunió en Washington el 15 de Noviembre de 2008. Una de las cosas que buscaban en esta reunión es que la crisis que nos rodea nunca más se vuelva a repetir. Para ello, además de las medidas que ya se adoptaron (como la de proporcionar liquidez, proteger los ahorros y los depósitos, etc…) se llegó a un acuerdo para la adopción de otras medidas, que son las siguientes:

Mantener los esfuerzos y tomar las medidas adicionales que sean necesarias para estabilizar el sistema financiero.
Dar mucha importancia a la política monetaria de cada nación.
Tomar medidas fiscales para estimular las demandas internas con efecto inmediato.
Ayudar a las economías emergentes, facilitándoles liquidez directa y apoyo programado.
Animar al Banco Mundial y a los BMDs a emplearse a fondo en apoyo de sus prioridades de desarrollo.
Garantizar que el FMI, el Banco Mundial y los demás BMDs cuentan con recursos suficientes para seguir haciendo su papel en la superación de la crisis.

Se prevén acciones inmediatas hasta el 31 de Marzo de 2009 y acciones a medio plazo, veremos que es lo que ocurre. No sé ustedes, pero yo no me fío mucho de las reuniones de políticos, porque me cuesta creer que puedan adoptar soluciones en una reunión tan corta de 20 personas. Ojalá todas las medidas que adoptaron sean beneficiosas y consigan que esta crisis no empeore en el año 2009, cosa que me cuesta creer.
LUCAS RIVAS

Medidas de rescate para el entorno que más nos afecta, la economía real

Después de la puesta en marcha en estas últimas semanas de un fortísimo mecanismo de rescate en favor de la economía financiera ahora le toca el turno a la economía real, que comienza a mostrar su aspecto más desagradable. La entrada en recesión de la Unión Europea, junto con las principales economías de la zona Euro, ha despertado todas las alarmas en las principales instituciones económicas en nuestro continente. Ello ha supuesto la presentación de un plan de acción, conocido como Plan Europeo de Recuperación Económica, destinado a restablecer la maltrecha confianza de los agentes económicos y la propia actividad económica a través de estímulos de tipo fiscal.

Estas medidas van en auxilio de los consumidores, mediante ayudas estatales destinadas a apoyar sus dificultades financieras, y de sectores estratégicos en dificultades, como es el caso de la automoción, así como de las propias pymes. La Comisión Europea viene de anunciar la necesidad de implicar recursos en el entorno de la política fiscal por importe de 200.000 millones de €, de los que 30.000 saldrán del propio presupuesto comunitario. El resto de recursos deberán ser aportados por el conjunto de Estados en aras a estimular sus respectivas economías.

La Comisión se muestra partidaria de incentivar fiscalmente a través de reducciones de IVA a productos que presenten determinadas características, en cuanto que sean productos ecológicos, y a los que se elaboren en las cadenas de producción relacionadas con el sector de la automoción, con el condicionante de que se fabriquen vehículos menos contaminantes. Otro de los sectores que se puede ver beneficiado de estas medidas de estimulo fiscal es el sector inmobiliario, siempre sujeto a la construcción de viviendas con mayores estándares de eficiencia medioambiental.

Esta actuación de política económica propuesta desde las principales instancias comunitarias para reactivar el crecimiento económico requiere de la adecuada coordinación entre los distintos gobiernos europeos para que tenga, si cabe, un mayor alcance. Estos son los verdaderos actores ejecutivos en este plan de recuperación económica debido a la escasa capacidad de maniobra que presenta actualmente la Comisión Europea, al representar su presupuesto apenar el 1% del PIB europeo.

La actuación propuesta por la Comisión en el plano financiero se centra en la acción del Banco Europeo de Inversiones (BEI), organismo que se ha propuesto poner en marcha nuevas líneas de crédito con la intención de facilitar la operativa a las pymes, las entidades más indefensas y con un mayor grado de desprotección frente a las adversas circunstancias financieras. Además de estas facilidades a la financiación, las pequeñas y medianas empresas podrán beneficiarse, según lo propuesto por las más altas instancias europeas, de una reducción en las cargas sociales con la intención de incentivar la contratación laboral o, por lo menos, evitar la reducción de la misma.

En medio de este contexto de intensas medidas de política económica, cabe destacar la posible rebaja de tipos por parte del BCE en la próxima reunión de diciembre, como acompañamiento a las medidas fiscales, incrementado aún más el estimulo a la demanda y, consecuentemente, al impulso a la actividad económica. Esta bajada de tipos se asienta en la drástica reducción experimentada por la inflación en los últimos meses, debido al espectacular descenso en el precio del petróleo, circunstancia que le ha aportado a la máxima autoridad monetaria el margen de maniobra necesario con el que poder acometer dicha rebaja.

Finalmente, después de desgranar las acciones de política económica susceptibles de ser puestas en marcha en los próximos días en el entorno económico europeo, tan necesarias para estimular a corto plazo la demanda y la confianza de los consumidores, merece la pena no olvidarnos de actuaciones prioritarias para un buen desempeño de la economía como son las anheladas reformas estructurales, imprenscindibles para incrementar el potencial de crecimiento en las economías europeas.

Fecha: 27 de noviembre de 2008
RUBÉN VÁZQUEZ

G-20 ¿Solución?

La evolución de los hechos ha hecho que se crease una necesidad imperiosa por una reforma para que el funcionamiento de los mercados financieros no vuelva a cometer los mismos errores. La primera medida adoptada ha sido la aprobación de los diferentes planes de rescates aprobados por los distintos gobiernos, esta primera decisión fue tomada para que no entrase el pánico, para que se calmasen los mercados, para obtener liquidez; pero es una decisión tomada para el corto plazo se necesitan mas soluciones.
La respuesta obviamente no es fácil; se ha producido una bajada de los tipos de interés para incentivar a los ciudadanos; pieza clave en la solución; a un mayor ahorro, a una inversión en depósitos, de esta manera las entidades financieras gozarían de una mayor liquidez. Todas estas medidas parecen soluciones a corto plazo.
En los últimos días se ha producido la tan ansiada cumbre del g-20 con el objetivo de constituir el nuevo sistema financiero mundial, ahora la pregunta es ¿han tomado algún tipo de medida que solvente los problemas actuales? Esta reunión ha sido celebrada para solucionan el grave problema que atraviesa el sistema financiero mundial, la necesidad de unas medidas de regulación efectivas, una regulación con mayor control y transparencia; nada de lo acordado tendrá un efecto automático contra la recesión. Aun así los gobiernos reunidos acordaron fijar la aplicación de estas conclusiones en la mayor brevedad posible, poner en marcha nuevos incentivos fiscales, pactar una nueva rebaja de aranceles antes de diciembre y acordar en un tiempo máximo de cinco meses las medidas que lleven una regulación efectiva del sistema financiero.
Medidas tales como;
Se crearán unas normas iguales para todos de manera que todos los mercados, productos y agentes financieros están regulados o sujetos a supervisión.
Una mayor atención a las agencias de calificación de riesgos.
Creación de cámaras de compensación como una medida para intentar domar el riesgo de impago.
Control a los hedge funds, introducción de una contabilidad homogénea y muchos otros.
Todas estas medidas y más que irán saliendo en los próximos días, son necesarias para salir del momento de crisis que atravesamos, pero como ya he comentado antes estas medidas no tendrán un efecto inmediato por lo tanto habrá que esperar y ver como se desarrollan los hechos.
IGNACIO GONZÁLEZ

Reuniones de urgencia para abordar una grave crisis.

Nos encontramos en una crisis económica tremendamente seria a la que no se ve salida, y los presidentes de gobierno de los distintos países barajan la posibilidad de una reforma del sistema financiero internacional, con el objetivo de rescatar a la economía global.

Por ello se reunieron los líderes del G-20, más España y Holanda en la Cumbre de Washington, en la cual parece ser que importaba más la foto que el contenido. Como en casi todas las crisis, el problema es de confianza y durará hasta que ésta se restaure. Lo que sí hemos aprendido es que en momentos críticos el mercado no la otorga, nadie cree en la mano invisible y todo el mundo vuelve la mirada hacia el Estado.

Según los mandatarios de los diferentes países se han cumplido los dos principales objetivos de la reunión, que hubiera determinación de los gobiernos y la voluntad de cooperación necesaria. El resultado de la cumbre han sido cuatro grandes compromisos: reactivación económica, reformar los sistemas financieros para poner orden y seguridad, dotar de mayor capacidad y legitimidad al FMI y al Banco Mundial, y no instaurar medidas proteccionistas.

Entre los objetivos de esa nueva política también estarán la vigilancia de los fondos de alto riesgo (hedge funds) y de las firmas de calificación riesgo, entidades a las que los especialistas acusan de haber tenido buena parte de la responsabilidad en la reciente crisis. Además, se habla de medidas para proteger el sistema financiero frente a los paraísos fiscales. También se apuesta por promover la integridad ética de los mercados financieros y proteger a los consumidores, evitando los conflictos de intereses y previniendo la manipulación ilegal, las actividades fraudulentas y los abusos.

Las medidas más destacadas de este plan de acción deberán ponerse en marcha antes del 31 de marzo de 2009. Los jefes de Estado y de Gobierno del G-20 se reunirán de nuevo antes del 30 de abril de ese año para verificar que los compromisos se han cumplido.

El gran problema en que se debate en este momento el sistema económico radica en que mientras los mercados son, o se pretende que sean, globales, los Estados son nacionales, lo que no casa y convierte en contradictorio al sistema.
Prueba de las contradicciones del sistema es que, frente al acuerdo de realizar una política fiscal expansiva, nada se dice acerca de la política monetaria. EEUU no necesita ninguna recomendación, ya que ha situado sus tipos de interés en las cotas más bajas, pero….¿y Europa? Los mandantarios europeos que se sentaban en Washington eran sólo medio mandatarios, ya que carecen de la capacidad de instrumentar la política monetaria, en manos de un señor llamado Trichet; todo queda detrás del Banco Central Europeo “autónomo”, pero…¿No se quiere refundar el capitalismo?

El Gobierno español nos intenta vender la excelente supervisión que ha realizado el Banco de España. Pero que las instituciones financieras se hayan contaminado poco de los activos basura que venían principalmente de EEUU tiene otra explicación y es el enorme endeudamiento exterior de nuestro país. Nuestros bancos no compraban activos financieros fuera sino emitían pasivos, se endeudaban. De todos modos, las supervisiones nacionales de poco sirven si los otros países no las aplican.

En mi opinión no está nada claro lo que se pretende, eso sí un comunicado lleno de buenas intenciones y la promesa de volverse a reunir en breve, creo que la reforma del sistema financiero internacional quedará para más adelante, mientras tanto los mercados respondieron en forma negativa al documento final, debido a que la Cumbre en Washington no aportó esperanzas sólidas de acciones a corto plaza para minimizar los daños.
MARÍA GARCÍA OTERO

jueves, 27 de noviembre de 2008

BONUS / MALUS

Sincronizar los sueldos de los altos ejecutivos con resultados a corto plazo ha arrastrado al sistema a forzarse más allá de lo aconsejable. Estas tensiones empresariales son las causantes de gran parte de los problemas actuales en el sistema financiero. 

Es cierto que los fallos en los organismos reguladores son motivo de que los movimientos empresariales hayan desequilibrado la economía mundial, pero no hay que desestimar el hecho de que las propias empresas no hayan sido capaces de ver que estaban poniendo en peligro su propia supervivencia y la de la sociedad que las acogía. En teoría éramos una sociedad madura, y en una sociedad madura sabemos cuando nos estamos haciendo daño y no debemos estar esperando constantemente un control por parte de un supervisor. A un niño pequeño se le prohibe fumar ya que, probablemente, no es consciente del daño que se está haciendo; a un adulto no se le prohibe porque ya debe tener la conciencia e información de los graves perjuicios que puede provocar.

La visión de las grandes corporaciones ha estado marcada por la laxitud de la propiedad que miraba para otro lado en cuanto a la gestión empresarial mientras sus plusvalías y sus dividendos fuesen al alza. En ese escenario tampoco miraban demasiado cuanto cobraba ese administrador por hacerles ganar dichas cifras, aunque ese sueldo fuese escandaloso. El dinero a raudales en muy poco tiempo nos cegó a todos.

Al final se llega a un punto en el que el administrador tiene potestad cuasi-total sobre la sociedad con el único fin de reportar grandes crecimientos y beneficios (sin importar el medio y qué futuros problemas podrían conllevar sus actuaciones). Si un año sale bien se cobra muchísimo y todo el mundo te felicita, si al año siguiente sale mal o se ve que lo que se había hecho el año anterior no era coherente con una visión a medio/largo plazo puede ser que el gestor ya no esté ahí o que, si está, se vaya con una compensación absurdamente elevada.

Una de las medidas que considero más eficaces para imponer una disciplina empresarial correcta es la de no permitir que se cobren salarios y retribuciones tan elevados sobre el resultado del año anterior. El hecho de la inmediatez de retribución implica que la visión sea a corto plazo y que sea muy fácil excusar o esquivar errores pasados. He de aclarar que no veo de manera negativa que un buen gestor, capaz de generar elevados beneficios, de mantener una estructura empresarial sólida a largo plazo, de ser responsable social, financiera y medioambientalmente, perciba un buen sueldo -aunque sea tan bueno que parezca escandaloso- siempre y cuando cumpla la condición de tener que esperar un cierto tiempo para percibirlo. Se debería cobrar por buenas gestiones que produzcan mella positiva en la empresa, no por pelotazos.

Un sistema que compensase bonus de ciertos años y malus de otros (los malus nunca se han aplicado efectivamente a los grandes gestores) conseguiría que la retribución estuviese mucho más cerca de la gráfica de evolución empresarial y que no se tomasen decisiones como las que se han tomado en años pasados por las corporaciones más influyentes de mundo: ingenierías financieras llevadas al límite, asunción de riesgos descabellados, estrategias de crecimiento sin planificación.

Hay que tomar muchas medidas para llevar a su cauce al sistema financiero pero creo que si a los máximos gestores del mismo se les tocase dónde más de les duele (el dinero) por tomar decisiones irresponsables ya se cuidarían ellos mismos de autorregularse. Esto es mucho más sencillo que conseguir una regulación fuerte, eficaz y global.

Pero como dijo el gran físico danés Niels Bohr:  “Predecir es muy difícil, especialmente si es sobre el futuro”.

OSCAR ANTON GALANTE

Santiago de Compostela, 26 de noviembre de 2008

FUNCIONAMIENTO BANCARIO

Hacia una reforma cultural después del crash, si hay un después

ADRIANA CORTÉS

El actual crash financiero –de dimensiones aún desconocidas y cuya omnipresencia tiene anonadados a los líderes de la economía mundial- plantea una serie de retos, entre los cuales uno de los más importantes es ¿qué hacer con los todopoderosos bancos una vez superado el colapso? Y, lo que es más importante, ¿cómo lograrlo?

Partimos del desmoronamiento de un sistema desde sus propias bases. Las causas del actual crash financiero no están en el terrorismo islamista, ni en los narcotraficantes colombianos ni en los países del “eje del mal”. Las causas están en el corazón de Wall Street, desde donde hizo metástasis a la Citi londinense, a Frankfurt, a Zurich y al mundo entero. Los gobernantes se han desgastado en los últimos meses en encontrar las causas técnicas y buscar soluciones aisladas que por ahora están lejos de lograr sus objetivos.

Las reformas para la “refundación del capitalismo”, como la ha llamado el presidente de turno de la Unión Europea, Nicolás Sarkozy, parten –como se ha mencionado. Insisto, sólo mencionado- de una recalificación, valga la redundancia, de las calificadoras de riesgo, de una rígida vigilancia sobre un sistema que no se ha autorregulado y de una mayor ética y transparencia en los bonos y ganancias sobredimensionados de los directivos financieros.

La reforma del sistema bancario, bajo la hipótesis de que el crash le permita una resurrección, partirá como se ha mencionado tímidamente, de la vuelta a esquemas conservadores de la banca, centrados en la captación de depósitos y la entrega a la economía a través de créditos, donde la ganancia del banquero radique en su capacidad de captar y recuperar, así como en los tipos de interés. Esto implicaría dejar de lado la excesiva complejidad de operaciones financieras casi imposibles de controlar por los entes reguladores, las inversiones de las entidades en productos no financieros y permitiría una mayor transparencia.

Aunado a ello estaría también la base de una nueva ética financiera, basada más allá de la exclusiva rentabilidad bancaria en la cual convendría estigmatizar –e incluso penalizar- a las personas cuya responsabilidad en el crash puede probarse, ante manejos quizás no ilegales pero sí oscuros e ineficientes.

Sin embargo, más allá de la ortodoxia, la verdadera reforma en el funcionamiento del mercado financiero parte de un aspecto cultural, donde los bancos y los gobiernos juegan un papel, pero la sociedad en su conjunto también. En la actual crisis todos sin excepción hemos puesto nuestro grano de arena, escuchando los cantos de sirenas de bancos que nos ofrecían créditos fáciles e ilimitados y a los cuales acudíamos para satisfacer mil y un deseos de la sociedad de consumo, de nuestra ambición individual.

La reforma parte de un sistema educativo diferente, de una mentalidad donde la barrera entre sociedad y bancos no se limite al uso del dinero plástico y del consumismo excesivo, más allá de nuestras posibilidades reales. El cambio parte de una ética y una cultura diferente, donde no señalemos exclusivamente a los bancos como los villanos del momento, sino que analicemos –y por ende cambiemos- nuestro comportamiento como consumidores y como sociedad coresponsable.


Primera reunión contra la crisis.

La reunión orientada a luchar contra los efectos de la crisis global originada en Wall Street concluyó con un acuerdo de los presidentes sobre cinco objetivos principales para reformar el sistema financiero internacional.

Los primeros análisis, de todos modos, coinciden en señalar que no es posible aún estimar el tiempo que demandarán esos cambios, así como sus características concretas, lo que seguramente será motivo de nuevas cumbres en los próximos meses.

Se señala además, tanto en países centrales como periféricos, que harán falta medidas adicionales orientadas a atenuar la recesión ya declarada en algunos países y en ciernes en otros, mientras cobran forma las transformaciones estructurales.

Las metas sobre las que hubo consenso en la cita de Washington fueron las siguientes:

- Más transparencia y responsabilidad: los productos financieros complejos deben ser más fácilmente escrutables y las compañías que los promuevan deberán publicar sus cuentas de manera amplia y correcta.

Además, tendrá que modificarse los estímulos que facilitan el riesgo excesivo.

- Regulación "sólida": las agencias de calificación serán sometidas a una supervisión más estricta. Ningún mercado, producto u operador financiero debe funcionar sin un control o una regulación "adecuada a las condiciones correspondientes".

- Reforma de los organismos multilaterales (como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial): su dirigencia y su estructura societaria deben ser modernizadas para que los países en desarrollo y emergentes obtengan mayores derechos de intervención. Los organismos deben descubrir las vulnerabilidades del sistema financiero, prever problemas y actuar rápidamente en caso de crisis.

- Impulsar la integridad de los mercados financieros: evitar las manipulaciones, el fraude y el conflicto de intereses. El sistema financiero no puede dar apoyo directo ni indirecto al terrorismo, el narcotráfico u otras actividades delictivas.

- Incrementar la cooperación internacional: las leyes y reglas nacionales deben ser armonizadas. Los organismos reguladores deben coordinar mejor su trabajo en todos los sectores del mercado. El presidente del Parlamento Europeo elogió el resultado de la cumbre del G20, pero reclamó al mismo tiempo más medidas para controlar los mercados.

El Parlamento Europeo ayudará a implementar las medidas como órgano legislativo europeo, añadió el legislador demócrata cristiano alemán. La expectativa para los próximos días se concentra ahora en las medidas concretas que cada país adopte, tanto a nivel financiero como fiscal y comercial, con miras a alentar la recuperación de una economía global en franca desaceleración.

En este sentido, las primeras señales de importancia llegaron desde Estados Unidos y Gran Bretaña. En el primer caso, el presidente electo, Barack Obama, alentó en declaraciones televisivas medidas en favor de deudores y de la industria automotriz.

Mientras, en Londres se anticipó que el presidente Gordon Brown daría a conocer en los próximos días un paquete de desgravaciones tributarias por unos 45 mil millones de dólares, como por ejemplo una rebaja en el IVA.

MANUEL R. GARCÍA

miércoles, 26 de noviembre de 2008

REFORMAR EL ORDEN FINANCIERO “A FONDO”

Mientras Obama anuncia un plan “valiente” para elevar el gasto público y bajar impuestos, Bush asegura que está dispuesto a rescatar a más bancos de ser necesario, Reino Unido anuncia un plan de 23.500 millones para reanimar la economía y Alemania prolonga su desaceleración otros seis meses más pagándolo el mercado laboral, el jefe del Ejecutivo español tras insistir en que lo sucedido en los últimos tiempos ha demostrado que el mundo está interrelacionado, ha ratificado la necesidad de reformar el orden financiero internacional "a fondo", pero, a la vez, también señaló que hay que recuperar los compromisos de los Objetivos del Milenio, pues, tras la cumbre de Washington, aseguró que las expectativas para la recuperación económica y para el combate de una recesión generalizada son mucho mayores que hace unas semanas. En su opinión, la cita ha aportado certidumbre y acuerdo sobre las medidas a aplicar para superar la crisis económica mundial, al tiempo que destacó la voluntad de cooperación de todos los países para remontar la actual situación, aunque reconoció que las reformas acordadas en la cumbre llevarán su tiempo. En este sentido, del documento aprobado podemos extraer cuatro conclusiones:
· El compromiso de reactivar la economía mundial.
· La necesidad de reforzar el funcionamiento de los mercados financieros para poner orden y seguridad.
· La reforma del FMI y el Banco Mundial para dotarlos de mayor legitimidad.
· Y el compromiso de que no habrá medidas de proteccionismo.
Y también, no menos importante, entender, según Celestino Corbacho que sería una equivocación solucionar la crisis con unas reformas laborales.
Por otra parte, desde nuestro Gobierno, ya con anterioridad, se había señalado que se adoptarán nuevas medidas en favor de las pequeñas y medianas empresas, mediante actuaciones que promuevan su capacidad de crédito y de financiación, ya que se ha prometido una fuerte acción que ayude a la actividad económica y que permita mantener los empleos a pesar de de los problemas.
Y llegados a este punto, ¿qué sucede con esa parte de la población que no se cita?, porque hablamos de los bancos, las empresas, las familias, pero…¿y qué es de los pensionistas?. Pues, obviamente, como factor importante también, las Cortes han puesto en marcha, en plena crisis económica, la maquinaria para modificar el sistema de prestaciones, una iniciativa de enorme trascendencia dado que terminará por afectar a todos los ciudadanos y que causa, siempre, inquietud en los casi 8,5 millones de pensionistas del país.
El proceso, lanzado en el arranque de una crisis económica que se prevé muy dura y prolongada, durará meses, y el motivo de la realización de los cambios ahora, entendemos que es porque los recortes en el sistema de pensiones son siempre impopulares y tienen un alto coste en imagen para la Administración que los impulsa, y mucho más si se abordan en periodos de bonanza económica como los vividos por España a lo largo de los últimos quince años.
Todo apunta a que ya hay el consenso político suficiente para dar un vuelco a las pensiones de viudedad. Las necesidades de la sociedad actual, con varios tipos de familias, son diferentes a las de hace apenas unos años, y en una economía en la que trabajan fuera de casa tanto el hombre como la mujer no tiene mucho sentido mantener semejante prestación de una forma vitalicia. De todas maneras, cualquier reforma mantendrá los derechos de los actuales beneficiarios, serán respetados. También deberán adoptarse medidas que mejoren la proporción entre lo cotizado y la cuantía de la prestación -la contributividad-, y la más barajada es alargar el periodo de cómputo para calcular la pensión, fijado ahora en los últimos quince años cotizados. Lo que parece poco probable es que se retrase la edad legal de jubilación, situada en la actualidad en 65 años.
En cuanto a las instituciones internacionales, destacar que tanto el FMI como la Comisión Europea han urgido en los últimos años a España -y a otros países- a que acometa una reforma profunda del sistema de pensiones, pues lo consideran “excesivamente generoso” en algunos capítulos, como la pensión de viudedad, y han puesto el acento en los “abusos” de los beneficios por incapacidad temporal o permanente.
Y en otros países, a mayor parte de los estados que tienen sistemas públicos de pensiones han abordado en los últimos años importantes cambios, o los tienen en agenda a la espera del momento político o económico más adecuado. Entre nuestros vecinos destaca Francia, que en una ley de 2003 ha elevado el número de años necesarios para acceder a una prestación completa -de 40 a 42-. Este país tiene la edad real más baja de retiro de Europa, situada en torno a los 59 años. En Alemania se ha alargado la edad de jubilación hasta los 67, aunque el periodo para su completa aplicación durará hasta 2029. Italia también ha abordado el problema y, tras varias huelgas generales convocadas por los sindicatos, este año se ha logrado un acuerdo para retrasar la edad de retiro y elevar el tiempo de cotización. Grecia, por su parte, deberá afrontar medidas “draconianas” si no quiere que su sistema se 'coma' los presupuestos públicos dentro de unos años.

IRENE DE CASTRO.

SOLUCIONES A LA CRISIS FINANCIERA

Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de la mayoría de los países del mundo se reunieron hace unos días, en el marco del encuentro anual del FMI para discutir una respuesta coordinada a la crisis financiera.
Los analistas claman por un abordaje concertado por parte de las potencias económicas para fortalecer el sistema bancario y así sofocar parte de la crisis que sacude a los mercados.
Restaurar la confianza es la gran prioridad. Pero la naturaleza compleja y global de los mercados hace que cualquier solución sea difícil de abordar.
Hasta ahora, los planes nacionales han fracasado. Los analistas dicen que los esfuerzos individuales de los países deben ser coherentes a nivel global y reforzados a nivel internacional.
Hacer que los mercados de dinero vuelvan a funcionar es clave para mantener el engranaje de los mercados financieros. Parece haber impulso para acordar una garantía para esos préstamos interbancarios.
El plan de Gran Bretaña para garantizar los préstamos a corto plazo entre bancos podría ser un modelo para el resto de Europa
El Fondo Monetario Internacional dijo que garantizar los depósitos y las operaciones interbancarias era "inevitable".
Un capital más fuerte podría alentar a los bancos a prestarse entre sí. Inyectar dinero de los contribuyentes a los bancos en problemas podría ser la llave para darles el capital necesario para que vuelvan a prestar.
Intentar buscar soluciones:Cumbre del G-20
Mejor regulación financiera, cambios estructurales del sistema financiero mundial, un nuevo multilateralismo y medidas concretas son algunas de las peticiones que plantearon el sábado 15 de noviembre, los países que participaron en la cumbre de Washington, en la que, finalmente, España participo.Mejorar la coordinación de las políticas económicas y establecer los cimientos de un sistema mundial de regulación y supervisión financiera.Las conclusiones finales de la Cumbre de Washington vienen a reconocer que la solución para la crisis financiera sólo puede afrontarse mejorando la supervisión del sistema financiero mundial. Además, aplicando políticas coordinadas para reactivar la economía.Constituye un éxito inicial que los 22 países asistentes se hayan puesto de acuerdo en las líneas estratégicas para combatir la crisis financiera y que el comunicado final transmite una idea de seriedad y de urgencia.Sin embargo, sólo propusieron principios genéricos de reforma del sistema financiero y líneas muy generales de actuación económica.No obstante, se dejó bien claro que el sistema financiero mundial debe reformarse sobre los principios de una mayor transparencia y rendición de cuentas de todos los agentes financieros, como quería Europa.Además, se establece un plazo, hasta marzo, para que los países coordinen sus reformas regulatorias en profundidad.Aunque no se considera necesario un supervisor global, al menos se admite la necesidad de una reforma de las instituciones multilaterales, como el FMI y Banco Mundial.

Miriam Sánchez.

martes, 25 de noviembre de 2008

A año nuevo, sistema financiero nuevo

Muchas son las voces que se alzan proclamando que el sistema financiero tal y como era conocido ha dejado de existir. El año 2009, se presenta como un año especialmente duro, la economía mundial estará inmersa en una profunda recesión económica, con una destrucción de empleo sin precedentes en la época moderna. Todo esto, intuye tener una difícil solución, lo único que parece estar claro es que las medidas adoptadas sean de forma unánime y consensuada entre Washington y los países de la UE.

Esta debacle en los mercados financieros a nivel mundial, se está trasladando a las economías reales de los distintos países, esta crisis será mucho más larga, complicada que la crisis financiera, y esto, en definitiva volverá a repercutir sobre los mercados financieros, con lo que el panorama que nos espera no es nada alentador.

En estos días, hemos asistido a un bombardeo de noticias sobre planes de actuación para salir de este atolladero, en rasgos generales se trata de un ambicioso rediseño de la arquitectura financiera, se ha renunciado a proponer una mayor regulación sobre la actividad de todos los actores de mercado financiero siempre que se garantice la transparencia y el buen gobierno de las instituciones, todo esto en busca de refundar las bases de la economía financiera capitalista.

En definitiva, se trata de actuar contra el “monstruo de las tres cabezas” como algunos se han aventurado a denominar: la liquidez, la solvencia y la refinanciación. Las medidas que se pretenden adoptar giran entorno a tres puntos básicos, como son los mayores organismos de control que doten de transparencia a los mercados, aplicación de medidas fiscales y el compromiso con el comercio y el mercado global.

En el primero de los casos, son medidas encaminadas a la creación de un “colegio de supervisores” y la implantación de un sistema de alerta financiera que ayude a detectar las debilidades de los mercados antes de que se produzcan nuevos colapsos internacionales. Por otro lado, se propone delimitar el trabajo de las agencias internacionales de calificación de riesgos, haciéndolas menos dependientes de los beneficios de las entidades cuyos productos califican, e incluyendo en sus estructuras a consejeros independientes. Incluso se establece la posibilidad de crear un listado de empresas de riesgo, que por su alto volumen de operaciones, supongan un eslabón débil para los mercados.

El segundo bloque, el de las medidas fiscales, está orientado a estimular la demanda de las economías domesticas e incrementar el ahorro de las familias. En líneas generales será, el aplazamiento del pago de las letras hipotecarias, por trabajadores por cuenta ajena que hayan terminado en el paro, autónomos que vean peligrar su negocio, desempleados en general y pensionistas por viudedad. Incrementar la deducción de la vivienda habitual y la base de la misma, y la vez aumentar el periodo de cuenta vivienda. Otro aspecto importante será, potenciar la vivienda de protección oficial y rehabilitación de edificios para facilitar el acceso a una vivienda  a todos los ciudadanos, a la vez que se  impulsa el sector inmobiliario, seriamente dañado.

El apoyo de la pequeña y mediana empresa se ve como un punto a reforzar para paliar esta crisis de la economía real y para el año 2009, se dispondrá de líneas de préstamos dirigidos a cimentar la liquidez de las mismas, refinanciar sus pasivos y ampliar su capital. En el caso español estas actuaciones ya tienen nombre y apellido. La línea ICO-Pyme, pasará de 7.000 millones de euros a 10.000 millones y se financiara el 100% del proyecto frente al 80% actual. La línea ICO-Internacionalización, que apoya a las pymes que pretenden expandirse fuera de España, dispondrá de 200 millones frente a los 150 millones actuales. La línea ICO-Emprendedores, que ayuda a quienes desean crear su propia empresa pasa de 75 a 100 millones. La dotación ICO-Crecimiento empresarial, por el contrario, se mantendrá en las cifras actuales. La línea ICO-Proinmed, destinada a financiar los proyectos de inversión en el extranjero por parte de medianas empresas, pasará de 1000 a 3000 millones de euros. Unido a ello, se prevé la rebaja del impuesto de sociedades para las pymes, reducir el tiempo de recuperación del iva en caso de cobros improbables, etc.

Otro sector seriamente dañado por el cierre del grifo de los prestamos personales, es el sector del automóvil, actualmente se están estudiando medidas que apoyen este sector clave.

Por último, en lo que se refiere al compromiso con el comercio y mercado global, existe consenso respecto al libre comercio, a rechazar cualquier síntoma de proteccionismo y de no levantar ninguna barrera de comercio. Por otro lado, cumplir los compromisos de las grandes potencias con los países del tercer mundo.

Por el momento, el Banco Central Europeo ha echado mano de la política monetaria, los mercados financieros ya han empezado a reaccionar y el precio del dinero ha caído, el euribor en todos sus plazos ha iniciado una tendencia descendente, pero siempre teniendo presente la búsqueda de un equilibrio entre el impulso a una economía al borde de la recesión y el control de la inflación. Estos días, Paul Krugman, último premio nóbel de economía, dijo en una entrevista y cito textualmente: “los lideres de la UE dicen que ya se ve la luz al final del túnel de la crisis, pero lo que no saben es que la claridad que atisban viene de una locomotora que circula a toda mecha en sentido contrario y que se los llevará por delante si no la frenan a tiempo”.

Lo que esta claro es que la crisis cambiará la banca en muchos sentidos, entre ellos, convertirá al ahorrador en el nuevo rey del sistema financiero, como antes lo era el deudor. 

ALBERTO PILLADO

LA INVIABILIDAD FRENTE A LA MESURA

¿Realmente van a cambiar los sistemas financieros?, ¿es necesaria una nueva política basada en la intervención estatal? ¿A muerto el liberalismo?... Trágico, ¿verdad? Lo que si es cierto es que estamos en una época de cambios financieros, económicos y sociales. Lógico una, la primera, crisis financiera global, ha traído consigo, una crisis económica, que evidentemente viene de la mano de problemas sociales y políticos, no hay más que ver a nuestros vecinos franceses  o a la lejana Islandia, y esto no es todo, analistas e índices gritan que el 2009 será peor, con este panorama ¿Cuánto falta para que comiencen los enfrentamientos entre los países de la vieja Europa?... Trágico.

Los gobiernos de las grandes potencias buscan culpables, léase los codiciosos banqueros, los usuarios de la banca, porque LB no son uno hermanitos de la caridad pero los millones de especuladores que compraban un inmueble para venderlo en 4 meses o las constructoras que con los beneficios de una promoción antes de pensar si quiera en sanearse adquirían nuevos terrenos ávidos de ladrillo-,  los controladores saturados de trabajo para fiscalizar, los dirigentes ignorantes (me permito recordar donde comenzó la crisis), vamos el todo vale…porque…valía y siempre se ganaba, con lo que nadie se ocupaba de vigilar la virtualidad de las ganancias. Pero como el más simple de los mecanismos de un día para otro dejo de funcionar.

Y ¿en España? Nuestro sistema bancario ha resistido, el mejor del mundo, pero qué hubiera ocurrido si el crash hipotecario estadounidense se hubiera retrasado un año, 6 meses. ¿Se hubieran concedido aquí hipotecas como las de los hombres de color de Alabama para comprar almacenes cuasi-derruidos? Una cosa es cierta la mayor dureza en los controles del Banco de España y la CNMV frente a los diversos bancos y cajas españoles ha sido la clave de nuestra envidiada situación.

Y ¿hacia dónde vamos? Se empiezan a ver diversos caminos pero cuál será el nuevo sistema que sustituya al actual es algo difícil de aventurar. Por lo de pronto ya ha desaparecido la banca de inversión americana que fue la primera víctima y posiblemente la madre de esta crisis. Asimismo las entidades financieras han saltado de su pretendida dadivosidad a una rigurosa política de concesión de créditos.

Acabemos donde acabemos parece que saber de donde venimos y porque hemos llegado a este punto nos ayudará a, por lo menos, construir un nuevo sistema donde prime el sentido común, el control y la mesura. Porque las soluciones son varias pero todas ellas pasan por una gestión razonable y equilibrada de los recursos propios de los bancos y cajas.   

“Estamos viviendo un momento histórico dentro del sector bancario. La crisis ha demostrado la inviabilidad del sistema financiero internacional vigente hasta ahora". Estas han sido las palabras utilizadas por Francisco González, presidente de B.B.V.A., para inaugurar el 10 Foro Latibex.

      JOSÉ RAMÓN BAÑA

EL MUNDO FINANCIERO TRAS LA CRISIS

Tras la fuerte crisis que están sufriendo nuestros mercados en los últimos tiempos aparecen por todas partes voces de una y otra ideología que pretenden aportar su punto de vista sobre cuales deberían ser los criterios a seguir a la hora de elaborar un nuevo modelo de actuación. Las opiniones más recurrentes son las siguientes:

-     Impedir prácticas de excesivo apalancamiento financiero.

-         Evitar conceder créditos ilimitados sobre recursos propios escasos.

-         Incrementar o reforzar el papel de organismos financieros internacionales como el FMI.

-         Crear un sistema de alerta rápida para la economía que identifique los riesgos futuros que amenacen la estabilidad económica y financiera global y tome decisiones rápidas para mitigarlos.

-         Supervisar más a las empresas encargadas del rating.

-         Evitar que los sueldos de los directivos les empujen a tomar decisiones que les hagan asumir riesgos excesivos.

Desde mi punto de vista aunque son muchas las propuestas, las soluciones a los problemas actuales y a posibles problemas futuros pasan por conseguir una mejor y mayor regulación efectiva puesto que, los mecanismos de control actuales han demostrado su ineficacia. Control, significa que las compañías analicen seriamente todos sus posibles riesgos dotando a los departamentos encargados de este tipo de actividades de mejoras sustanciales. Es necesario tener en cuenta los riesgos propios del mercado, los riesgos de impagos, etc.

También hay que tener en cuenta a las empresas encargadas de elaborar los distintos niveles de rating de las compañías y productos. Es necesaria una mayor supervisión  para evitar que situaciones tan escandalosas como la actual se vuelvan a producir, debe evitarse que productos estructurados de elevado riesgo, que han llevado a muchas compañías a la quiebra, sean clasificados como triple A. Porque esto pone de manifiesto o bien la mala praxis de los analistas o bien la imposibilidad de analizar de una manera adecuada este tipo de productos tan complejos. En base a esto último se debería poner también un mayor énfasis en las prácticas de ingeniería financiera llevada a cabo por la banca de inversión y limitar el tipo de productos a elaborar así como una mayor claridad en los mismo, es decir, que los inversores sepan con exactitud en que están invirtiendo su dinero y cual es el nivel de riesgo que están asumiendo. Debemos dotar a los organismos encargados de la supervisión de mayores recursos económicos, técnicos y humanos, esto les permitirá ser más eficientes en su labor y conseguir evitar que situaciones como la actual lleguen a colapsar la economía

El principal problema al que se tienen que enfrentar las entidades financieras en este momento, es su falta de liquidez, su estrangulamiento financiero a corto plazo, esto podría terminarse  incrementando el capital social de las mismas. Para conseguir este incremento las compañías deberían recurrir a ampliaciones en bolsa a las que acudirían sus inversores o bien dotando reservas. Es necesario para ello, que las entidades elaboren planes de viabilidad serios y rigurosos, además deben hacer que estos sean creíbles por el público. Para conseguir todo esto las compañías deberían incrementar su transparencia y emitir una mayor cantidad de información fiable al mercado.

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Además es necesario llevar a cabo importantes cambios en los sistemas de remuneración de los altos directivos de las compañías para evitar que asuman riesgos innecesarios que les permitan incrementar su salario actual pero que perjudiquen a las empresas que dirigen en el largo plazo. Es necesario que su salario no esté tan claramente vinculado a las decisiones que toman.

Pese a que en la actualidad la mayoría de las decisiones y leyes buscaban la protección de los inversores estas se han revelado ineficientes por lo que, es necesario la elaboración de una nueva normativa bancaria que proteja a los inversores y en especial medida a aquellos con un menor nivel de conocimientos financieros. Es necesario que se compruebe que cuando están llevando a cabo sus inversiones sepan en todo momento cuales son los riesgos que asumen y en que está invirtiendo su dinero el empleado bancario de turno.

Para evitar que personas con escasos conocimientos bancarios inviertan en productos extremadamente arriesgados desde mi punto de vista, es necesario primero hacer cambios en el funcionamiento interno de las compañías financieras. Es decir,  se debería ofrecer a los clientes aquello que mejor se adapte a sus necesidades concretas y no aquello que imponga la compañía para cumplir los objetivos del mes, aquellos de los que dependen los salarios de los empleados. Esta ha sido la política llevada a cabo por las entidades financieras en los últimos años y se ha puesto de manifiesto que pese a que permita cumplir los objetivos de la empresa en el corto plazo destruyen la imagen de la compañía en el medio y largo plazo. Y eso es algo difícil de cambiar, la confianza perdida es difícil de restituir.

Mª Esther Gallardo Trillo.

NECESIDAD DE UNA RESPUESTA A LA CRISIS

Todavía es pronto para saber si la reunión del G-20 celebrada en Washington el 15 de noviembre marcará un antes y un después. Los líderes del G-20 parecen haberse concienciado de la gravedad de la situación y adoptar un compromiso político para coordinar una acción económica a nivel mundial. Por tanto, se puede considerar un buen paso para terminar con una situación en la que ha prevalecido la economía financiera sobre la real, el interés especulativo sobre el interés social.

Especialmente reseñable ha sido la necesidad de reformar instituciones financieras internacionales como el FMI y el Banco Mundial y evitar el proteccionismo comercial. Así, se refuerza el control y la vigilancia sobre los mercados financieros y se abre la participación a las economías emergentes y en desarrollo. Sin embargo, es necesaria una segunda etapa en la que se concrete el desarrollo de las medidas adoptadas y así, evitar que una crisis de esta magnitud se vuelva a repetir.

Las reformas que se inicien deberán modificar las bases del actual sistema financiero internacional. Es necesario mejorar la transparencia de los mercados, especialmente en lo que se refiere a los productos financieros más sofisticados; debe intensificarse la vigilancia, sobre todo a las agencias de calificación de riesgo que fallaron; y promover la integridad ética de los mercados financieros y la protección a los consumidores, evitando conflictos de intereses y previniendo la manipulación ilegal, las actividades fraudulentas y los abusos.

Imprescindible un debate sobre Europa y para Europa. Se hace necesario, establecer medidas coordinadas que permita a los países de la UE relanzar la economía real y luchar contra el paro. Esto pasa por proteger en mayor medida a los sectores industriales en los que se destruye empleo; relanzar proyectos de inversión; y respetar los salarios de los trabajadores, esenciales para reactivar la demanda interna y la economía. Se reclama una estrategia coordinada para perseguir la evasión fiscal de empresas y particulares y, que exista una solidaridad económica europea, de tal forma que los Estados miembros con reducidos déficits y elevados saldos comerciales impulsen el crecimiento del resto de la economía europea.

En nuestro país es urgente, además, facilitar el tránsito de empleos de baja productividad a empleos de mayor valor añadido y establecer más inversiones en capital humano para adecuar el sistema educativo y la Formación Profesional a las necesidades del mercado laboral, Es imprescindible, además, la modernización de los Servicios Públicos de Empleo, para que agilicen la recolocación de las personas que han perdido su trabajo y garantizar la protección por desempleo y el gasto público en general, para contrarrestar los efectos de la crisis sobre el bienestar de los ciudadanos. Todo se traduce en más infraestructuras públicas y equipamientos sociales, políticas de I+D+i, y el fortalecimiento de las políticas activas de empleo. Las claves de una solución adecuada están también en medidas que favorezcan la liquidez de las empresas, sobre todo de las pymes; en estimular la demanda, a través de una mejora del poder adquisitivo de los salarios; e impulsar, en definitiva, el necesario cambio del modelo productivo de nuestro país.

Nuria Álvarez González

lunes, 24 de noviembre de 2008

¿ Control de las entidades financieras?

Después de todas turbulencias que se produjo en el mundo se nota que los bancos debían tener más control de sus cuentas y balances.

Esto provoca que los estados en esta época que pasan  a ser prestamistas de los bancos, están pensando o requiriendo de mas controles a los ejecutivos de banca de sus cuentas.

Las medidas que se están pidiendo son más transparencia. Pero esto me genera dudas, ¿la principal forma de transparencia?, no sería, empezar reconociendo los posibles activos tóxicos, que posean en su balance.

 Pero es importante que sean transparentes ante el estado y sobre todo el mercado, para que se recupere el mercado interbancario.

Otra medida que se está aplicando algunas entidades, Banco Santander y Barclays, es mejorar su solvencia, vía ampliación de capitales,  con la finalidad de incrementar ratio de capital, y obtener financiación para sus operaciones.

Como medidas en el panorama internacional, sería importante que los BC, aplicaran medidas que el Banco de España, les obligo a los bancos españoles en épocas pasadas de crisis,  que son:

         - Reservas especiales, en función de los beneficios de los bancos. Esto provoca que los bancos estén más fortalecidos antes estas crisis.

Como complementario de esto y a título individual, propongo:

                   ● Límite de concesión de créditos en función de lo que gane el cliente.

                   ● Límite de pago de dividendos, hasta que los beneficios no cubran un porcentaje de los créditos expendidos.

                   ● Mejora del control de la concesión de créditos por parte de los bancos.

                   ● Más transparencia de todos los productos que creen los bancos y las entidades de inversión.

Otra de las vías que se ven los bancos forzados a tomar, en grandes empresas, es a capitalizar sus créditos en acciones. Esta vía tiene un problema, que valoran sus créditos, con la intención de vender en bolsa, pero esas acciones no valen mucho, esto implica si tienen que hacer devoluciones de depósitos, pueda que no tengan liquidez. Pero es una medida a largo plazo, a este periodo encontraran grandes beneficios.

Estas son algunas medidas que se toman o creo que se deberían tomar para mejorar el sistema bancario, ¿funcionaran o funcionarían? El tiempo nos dará o quitará la razón….

Antonio Vázquez Fernández

BASES DE LA REFORMA FINANCIERA

En la actualidad, los diferentes Gobiernos están intentando tomar medidas para moderar la crisis en la que nos encontramos. Estados Unidos comenzó abriendo esta vía con el TARD (Troubled Asset Relief Program) que sería posteriormente modificado.

En Europa, tras los primeros pasos de desconcierto y descoordinación, los Gobiernos que conforman los diferentes países optaron por adoptar una estrategia basada en facilitar la financiación de los bancos, respaldada por unas garantías estatales, y en algunos casos en los que fuese necesario reforzar también, el capital de las entidades.

Cabe destacar el papel fundamental de los Bancos Centrales, que han inyectado liquidez y han realizado acciones coordinadas para rebajar los tipos de interés.

Aun así, mirando al futuro, el impacto de la crisis sobre la economía real parece extenderse en el tiempo. Es por ello, que ante el contexto de deterioro de las condiciones económicas a nivel global y la recesión conjunta a la que asistimos, haría falta una mayor cooperación macroeconómica por parte de las autoridades.

Ante dichos acontecimientos, se ha reunido el G-20 para debatir sobre las propuestas para abordar un plan de acción. Finalmente, y tras la acusada disparidad de opiniones entre Estados Unidos y la Unión Europea se emitió un comunicado conjunto en el que se concluyó  usar estímulos fiscales  para reactivar  la demanda interna. Se comienza también a apostar por los planes de inversiones públicas en los distintos países.

Debido a las posiciones encontradas ante la forma de abordar la situación de cómo regular el mercado se deberá debatir en grupos de trabajo que presentarán sus conclusiones finales antes de abril de 2009.

Al mismo tiempo el FMI apuesta por nuevas políticas fiscales y monetarias de estimulo, y la OCDE opta por la cooperación, y por la revisión de las políticas de regulación y supervisión, las cuales deberían matizarse de forma que no se puedan eludir, el detalle esta en las lagunas legales.

Vanessa Lorenzo C.

Cumbre G-20-¿Posible Solución?

El mundo que se despierte después de la tan nombrada cumbre sera prácticamente igual al mundo que se acostó antes de la misma. Bajo mi punto de vista, una reunión , por mucho que la misma  englobe a las 20 ó 23 economías más desarrolladas del planeta, no va a servir para solucionar una de las crisis mas mas importante de nuestra historia, ni para refundar el capitalismo, tal y como se venia hablando hasta estos días.

Pero, personalmente, dudo bastante que de una solo reunión se saquen soluciones demasiado concluyentes en cualquier ámbito económico, no porque no considere que reunirse para lograr la solución de problemas no sea eficaz , sino porque creo que en una sola reunión, a la que acuden 23 países, cada uno con sus problemas internos e interesados, primero en solucionar lo de casa, y después lo de los demás, no creo que sea la solución tan ansiada.

Ahí va un ejemplo, Alemania e Italia, acuden a la cumbre, ambos miembros de la UE,  en teoría para llegar a una acuerdo común, y el lunes cuando cada uno se pone al frente de su economía, deciden que para solucionar sus problemas lo más eficaz es tomar decisiones distintas, uno, Alemania, considera que lo que necesita para reactivar su economía es ejercer políticas proteccionistas para cuidar su sector automovilístico, y el otro, Italia, considera que lo que le hace falta es bajar los tipos de interés, y no precisamente  porque Italia carezca de industria automovilística o esta no se vea afectada por la crisis.

En resumen, reunirse como medida para exponer problemas y exponer posibles soluciones, esta bien, pero considero que sería más efectivo, un reunión con un número de miembros más reducido, no hablo de excluir a nadie, si no de que acudiesen representados, es decir, países como Francia, Italia, España, Alemania, que están dentro de la UE, acudan pero representados por la misma, ya que la toma de decisiones entre 4 ó 5 miembros es mas fácil que entre 23.

Hablando de medidas concretas creo, personalmente, que la crisis por la que actualmente atraviesa el sistema bancario, es más una crisis de confianza, es decir, llegado a un punto las entidades se han dejado de prestar dinero,¿Y por que pasa esto? Porque no confían unas en otras, no saben si están en una situación mejor o peor de lo que dicen estar, es decir, hay una falta total de transparencia. Por ello, creo que lo conveniente para reactivar el sistema, sería introducir medidas para obligar a las entidades a ejercer con una mayor transparencia, de cara a las demás entidades, y a los usuarios de las mismas. Por ello, creo que seria bueno identificar a las entidades que puedan estar en apuros, para además de canalizar las posibles ayudas,  aumentar la confianza entre las que no estén incluidas.

Además creo que los estados deberían plantearse el introducir mas medidas regulatorias en el ámbito de las instituciones financieras, para vigilar su correcto funcionamiento, al ser este un sector tan importante para la economía de un país.

FELIPE SEOANE

 

viernes, 21 de noviembre de 2008

¿HABERÁ MOITO QUE ESPERAR?

O informe definitivo do INE sobre o PIB do terceiro trimestre confirmou o 0,2% de contracción na economía española, a primeira dende o 1993. Pero o pior podería estar por vir. O Goberno considera agora que "non é descartable" un periodo prolongado de recesión, e o Banco de España augura en esta misma línea que o "axuste" extenderase ó 2009.

Debemos agardar para ver os efectos de todas as medidas adoptadas sobre o funcionamento dos mercados, especialmente sobre a evolución dos mercados interbancarios. Se conseguen eliminar dos balances os activos tóxicos e reducir o exceso de financiarización da economía sobre a base económica real posiblemente serán efectivas. Se así fora a confianza restableceríase novamente e o diñeiro afloraría de novo, fluíndo polos mercados entre os que teñen depósitos e os que precisan de liquidez. O euribor iría diminuíndo pola redución do marxe de seguridade sobre o tipo de intervención que están a aplicar as entidades por mor da xeración de expectativas asimétricas sobre as operacións de crédito. Os tipos  pouco a pouco irían cedendo e  o racionamento de crédito que se está a aplicar con especial severidade sobre as PEMES e as familias iríase moderando.

Non poden  repetirse os erros do pasado Son moitas, en todo caso, as voces autorizadas que insisten na necesidade dunha nova e máis efectiva regulamentación dos movementos internacionais de capitais.

As axencias de rating teñen que ter un control global para limitar a xeración e evitar a extensión de produtos financeiros tóxicos. As axencias de rating 100% privadas deixaron aparecer nos mercados produtos financeiros sofisticados de elevada rendibilidade e suposta solvencia que non era tal (futuros, derivados, hedge founds, MBS, etc.) que teñen sido os principais causantes da crise financeira que estamos a padecer.

No cumio que ven de celebrarse en Washington avogouse ademais por dar un maior protagonismo as institucións creadas nos acordos de Bretton Woods, encargando ao Fondo Monetario Internacional un novo rol de vixía da economía global e de garante da seguridade das transaccións internacionais.

As medidas de inxección de liquidez   ás entidades financeiras non contan

con unha aprobación unánime dos responsábeis das finanzas. En EEUU e Europa son moitas as voces que teñen criticado os plans de rescate porque puideran supor unha alteración das regras da competencia. A convivencia no sistema financeiro de entidades apoiadas con fondos públicos e outras que non acudan ao socorro fai que sexa imprescindíbel establecer unhas regras de xogo claras. Por outra banda, a intervención  dos estados debe ser temporal tanto na súa posición de toma de fondos como no da súa presenza nos órganos de administración das entidades financeiras. Ademais tamén se poñen reparos á obriga de que os bancos deban conceder crédito de forma xeneralizada, relaxando as normas de control, porque en palabras do gobernador do Banco de España “en el momento en que obligamos a un banco a dar crédito a quién no lo va a pagar nos hemos cargado al sistema financiero". (Miguel Angel Ferández Ordóñez , El Pais, 20 de Novembro de 2008)

É preciso, en todo caso moderar a base de crédito. As novas operacións de financiamento deben concederse sempre despois de estudos máis serios da capacidade de pagamento das débedas. Se os bancos e caixas insisten, por exemplo, no sobrefinanciamento de operacións inmobiliarias especulativas poden verse abocadas a ter que converterse  nunha especie de axencias inmobiliarias á forza, tendo que facerse cargo dun gran parque de solo sen edificar e vivendas valeiras sen demanda, e polo tanto, sen posibilidades reais de convertelas en liquidez.

É preciso, en todo caso, volver aos fundamentos do modelo bancario como intermediador entre os aforradores e a economía produtiva redirixindo un volume crecente do mesmo cara ao financiamento das empresas, especialmente das empresas innovadoras. Financiar a innovación colabora ao crecemento da economía produtiva no futuro. Esta aposta é máis custosa para a operativa bancaria xa que é preciso estudar plans de negocio, verificar que se cobren con garantías as obrigas dos prestatarios coas entidades prestamistas e decidir que operacións se apoian ou non. Por outra banda, ten máis risco, aínda que este debería ser amortecido pola creación de fondos de avais públicos para esta caste de préstamos.

Agora solo nos queda esperar...

Catarina Yáñez Chamosa

 

Cumbre del G-20

Después de la cumbre en la que se reunieron los mandatarios del G-20 más España y Holanda, se han perfilado las próximas medidas ha establecer para conseguir salir de la grave crisis internacional en la que nos encontramos.

Durante esta apresurada reunión de apenas seis horas, se abordaron temas de gran importancia para reformar y asegurar el correcto funcionamiento de los mercados financieros. 

Entre las principales medidas a corto plazo, destacan el establecimiento de incentivos fiscales y la reducción de aranceles, para aumentar la demanda agregada, incrementando la inversión y el gasto para así, reactivar la economía.

 

Además se ha hecho un especial hincapié en la necesidad de un aumento de mecanismos para garantizar la transparencia de los mercados, pero sin caer en una excesiva regulación, rechazando la idea de crear nuevos organismos de supervisión, para defender así “el libre mercado”. Esta medida, puede crear cuanto menos, controversia, ya que una de las razones, por no decir la principal, por la que nos hayamos en esta crisis financiera, ha sido la falta de regulación y transparencia.

Como medidas para aumentar la responsabilidad y transparencia de los agentes que intervienen en los mercados financieros habría que mencionar por un lado, el control establecido sobre los bancos, para evitar sus excesos, como puede ser la supresión de los sueldos ligados a actuaciones a corto plazo. Por otro lado, el incremento de la supervisión de las agencias de calificación de riesgos, aquellas que avalaban la solvencia de los productos derivados que escondían tras de si las hipotecas basuras. Todo ello sin olvidarnos del necesario control que hay que realizar sobre los hedge funds.

A más largo plazo, se han planteado problemas estructurales que afectan a los mercados financieros, como puede ser la necesidad de una revisión y armonización de las normas contables de valoración de activos para conseguir de una vez por todas una contabilidad homogénea, o la necesidad de reformar el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, dando un mayor peso a los países emergentes y asegurando que estos organismos disponen de la capacidad económica necesaria para apoyar a los países en desarrollo afectados por la crisis.

No cabe duda, que todas estas medidas planteadas son necesarias para intentar paliar la situación de recesión económica en la que nos hayamos inmersos, pero además, no podemos olvidarnos de destacar el importante papel que esta reunión puede tener para la recuperación de la confianza perdida por parte de los mercados financieros. Sin embargo, todas estas reformas no tendrán un efecto inmediato sobre la crisis. Por ello, además de las medidas comunes acordadas en esta cumbre y en las que se realizarán posteriormente, será fundamental para salir de esta situación, la actuación llevada a cabo por cada uno de los países. 

ENRIQUE T. GARCÍA MORO

jueves, 20 de noviembre de 2008

LAS MEDIDAS DE LA CUMBRE DEL G-20.

Ha llegado la hora de tomar decisiones importantes, decisiones de reforma del sistema financiero, pues la crisis ha puesto de manifiesto demasiados puntos débiles en el sistema financiero internacional. El pasado fin de semana ha tenido lugar la cumbre de los G-20 en Washington, en la que se han perfilado las directrices que supuestamente evitarán que volvamos a caer en una crisis como la actual.

La cumbre se ha esperado impacientemente, pues existía la incertidumbre de que supusiese “más Estado, menos mercado”. Pero no nos confundamos, con la regulación no desaparece la economía de mercado, basta con comparar los grandes bancos europeos con los españoles, a pesar del colapso de la burbuja inmobiliaria en un país como el nuestro, los grandes bancos españoles de momento han salido airosos, debido a la política exigida por el Banco de España, que les obligó a realizar provisiones por cada hipoteca concedida. Pero esta medida no es suficiente para frenar una crisis como la actual, el sistema financiero tiene más grietas y sobre ellas se han adoptado medidas en la cumbre.

La primera decisión acordada es la creación de un colegio de supervisores destinados a la vigilancia de los grandes bancos, motivada por la inexistencia de reglas estrictas de capitalización de las entidades financieras, lo que hasta ahora les había conducido a un alto nivel de apalancamiento que aumentaba falsamente sus beneficios y forjaba un ambiente de despreocupación por el riesgo latente en sus activos y operaciones. Al hilo de esta decisión se incorporaba otra de las intenciones de los países reunidos que es la de armonizar y examinar las normas contables ante la decepción actual respecto a la valoración de los activos.

La segunda de las medidas adoptadas es intensificar el control sobre las agencias de rating. Se trata de una de las decisiones con mayor importancia si queremos garantizar la transparencia del mercado y la protección del inversor, pues las agencias han tenido un papel fundamental en la crisis dando el visto bueno a activos respaldados por hipotecas basura.

Otra de las medidas es la creación de nuevos patrones que obliguen a los agentes participantes del mercado de derivados a incrementar la transparencia de sus operaciones. Se trata de evitar la opacidad de muchos de los productos que existen en el mercado.

También se ha decidido cambiar las normas de conducta, de forma que se eliminen las retribuciones ligadas a objetivos a corto plazo, pues provocó que se otorgasen  hipotecas sin discriminación alguna. Este es uno de los objetivos más comprometidos, tal y como está la competencia entre entidades financieras.

Ahora solo nos queda esperar con qué rapidez se aplican tales medidas y cómo las absorberá el mercado, pues de momento los mercados no se han manifestado de forma favorable, las bajadas en las bolsas mundiales no cesan y los indicadores económicos nos auguran pésimos resultados, aunque estos últimos dependerán del otro grupo de medidas, fiscales y de libre comercio, tomadas también en la cumbre de Washington.

 

Mª Teresa Prieto Sánchez.

A GRANDES CRISIS GRANDES REFORMAS

La crisis económica mundial es el resultado la liberalización financiera de las últimas dos décadas –que no fue acompañada de una nueva regulación adecuada– y del exceso de liquidez global, generado principalmente por Estados Unidos. Ambas alimentaron una euforia financiera que distorsionó la percepción del riesgo, llevando a un exceso de apalancamiento que, sumado al sobreendeudamiento de familias y empresas y a la escasa regulación del sector bancario no tradicional y de los nuevos instrumentos financieros, dieron lugar a burbujas, tanto inmobiliarias como de otros activos. El desplome de los precios de la vivienda en Estados Unidos precipitó la crisis porque el pinchazo de la burbuja generó importantes pérdidas bancarias, dando lugar a una situación en la que las instituciones financieras se encontraron con demasiada deuda y poco capital.

Esta situación fuerza  la venta de parte de sus títulos (la falta de liquidez les impedía pedir nuevos préstamos a otros bancos), lo que deprimió aún más los precios y generó nuevas pérdidas, además de dejar sin crédito al sector productivo. Este círculo vicioso de desapalancamiento y descapitalización fue a la vez imparable y global. Solo una fuerte intervención pública a finales de septiembre pudo frenarlo.

Esta crisis nos ha dado grandes lecciones. Por un lado pone de manifiesto que en un mundo financieramente muy integrado tener regulaciones nacionales y heterogéneas resulta peligroso. Por otro, que la autoregulación de los mercados financieros es una quimera y que las normas que todavía tenemos han dado lugar a incentivos perversos, que deben ser modificados. Esto además aporta una lección para los políticos, lo cuales no entendían lo que estaban haciendo durante la era de la desregulación.

Una vez conocido el porqué, debemos dar el salto al siguiente paso, que es aportar soluciones suficientes para procurar que casos como este o similares no se vuelvan a repetir, es decir, debemos sentar las bases para el establecimiento de nuevas y mejores reglas que modifiquen la estructura de incentivos a la que se enfrentan los distintos agentes con el fin de promover el crecimiento económico y evitar futuras crisis.

A nivel nacional, sería necesaria una regulación financiera que debiera limitar los niveles de apalancamiento y riesgo, aumentar la información y la transparencia en los mercados; además, redefinir y homogeneizar las reglas de valoración contable, estudiar fórmulas para aumentar los requerimientos de capital de las instituciones financieras, extender la regulación a algunos mercados financieros hasta ahora no regulados, lograr que el crédito no sea procíclico y supervisar los mercados de derivados, cuyo volumen supera los 400 billones de euros, casi siete veces el PIB mundial y cinco veces más que hace seis años. Asimismo, sería necesario supervisar  el funcionamiento de las agencias de rating para evitar los actuales conflictos de intereses que se producen cuando las propias agencias cobran de aquellas instituciones a las que evalúan.

Desde el extrarradio y atendiendo a un punto de vista internacional, caben muchos organismos que reformar, principalmente el fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Los países en desarrollo deben considerar al FMI un organismo legítimo, algo complicado porque el reparto de votos en la institución está obsoleto y no refleja el actual peso de las potencias emergentes en la economía mundial. Ha de precisarse mejor el mandato del FMI, aumentar sus recursos para prestar a los países en desarrollo (que en los próximos meses necesitarán inyecciones de liquidez), así como establecer sus funciones que serían las de supervisar el sistema financiero internacional con las nuevas reglas (tomando el papel de supervisor global con capacidad para emitir recomendaciones vinculantes, disuadir conflictos e imponer sanciones) y promover la cooperación para gestionar los riesgos financieros globales de forma multilateral y coordinada.

 

Son muchos y variopintos los puntos a tratar que, ya sea con objeto de “parchear” o reparar a fondo la economía nos van a tener en el fondo de pozo por algún tiempo. Por desgracia, la economía mundial ha tenido que entrar en crisis para que los países acepten sentarse a discutir estos temas. Pero sólo las grandes crisis abren grandes ventanas de oportunidad para las reformas.

 

FELIPE ABAD ABAD

Poderoso caballero es don dinero.
Madre, yo al oro me humillo;
él es mi amante y mi amado,
pues, de puro enamorado,
de continuo anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero es don dinero.

Francisco de Quevedo y Villegas

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Cumbre del g-20: ¿Solución o pantomima?:

Hace un par de días, nos bombardearon en noticiarios, periódicos y demás medios informativos con lo productivo que había resultado la famosa cumbre del g-20. ¿De verdad alguien se cree que se avanzo algo en esa reunión?, yo creo que seriamos unos ilusos si pensáramos que esta crisis que vivimos, se va a solucionar con un par de reuniones y algunas pequeñas restricciones.

            Es una utopía pensar de este modo ya que no podemos pretender que después de vivir en un periodo de vacas gordas y explotarlo hasta que ni el mismo capitalismo lo pudo soportar, con unas pinceladas vamos a volver a vivir de la misma manera que hace un año.

            Con este tipo de reuniones, lo que se pretende (a mi modo de ver), es mandar un mensaje de tranquilidad, y no buscar una solución inmediata que ellos mismos saben que no es posible. De este modo tranquilizando a la multitud se busca reactivar todos los sectores de la economía, primero con la búsqueda del saneamiento de los bancos, y ahora intentando reformar los mercados internacionales.

            Sin embargo sucesos como el desplome de otra inmobiliaria como es Tremón, no ayuda en absoluto a que las aguas vuelvan a su cauce y nos hace volver a la retina el caso martinsa-fadesa.

            De este modo pasan los días y recursos como la bajada de los precios del dinero medio punto por parte de BCE entre otras, no hacen mas que mostrar que lo que se busca es que la gente no saque su dinero de los bancos y de esta manera se caiga por completo el sistema financiero y nos encontremos de verdad con un problema del que costaría muchísimo recuperarse.

LUIS MIGUEL CASTRO ÁLVAREZ

 

"Necesidad imperiosa de alcanzar una regulación efectiva del sistema financiero”

La reunión mantenida el pasado fin de semana entre los principales líderes mundiales se ha resuelto con la plasmación de las grandes líneas de actuación pero sin la adecuada concreción en la medida que demandaba el mercado. Se ha puesto de manifiesto la necesidad de asumir una serie de compromisos para alcanzar una regulación efectiva dentro del sistema financiero. Entre las principales propuestas enunciadas en Washington, en presencia de las personalidades más representativas, se podrían destacar las acciones referidas a:

     la transparencia, en relación a la normalización en las normas de contabilidad y una información más clara sobre los riesgos asumidos

     la regulación, informando sobre la estructura y los principios del propio sistema de regulación

     la supervisión, mediante una adecuada revisión respecto a la valoración de los balances de las entidades y sus requerimientos de capital, así como minorar los riesgos sistémicos y las transacciones de activos financieros fuera de mercados organizados (Over The Counter, OTC)

     la gestión de riesgos, de cara a reforzar las prácticas de control de riesgo bancario y clarificar los incentivos para no tomar posiciones con demasiado riesgo

     la integridad de los mercados, con la intención de mejorar en la cooperación entre jurisdicciones para evitar conductas inadecuadas que deriven en actividades financieras ilícitas en paraísos fiscales

     y la reforma de las instituciones financieras internacionales, dando un mayor protagonismo a estos organismos supranacionales en materia de regulación y supervisión y reflejando, de manera objetiva, en su composición participativa los cambios que se han producido en los últimos años en la economía global, confiriendo una mayor participación en dichos organismos a países emergentes y en vías de desarrollo

En relación a este último punto, se puede decir que en esta reunión se ha establecido una única medida efectiva como es la elección del Foro de Estabilidad Financiera (FEF), creado en 1999 y con sede en Suiza, como el organismo encargado de redactar las principales normas financieras para atajar la falta de rigor en la actividad bancaria, tanto a nivel operativo como organizativo. A este organismo ya se le encomendó en su día la misión de mejorar el funcionamiento de los mercados financieros y evitar la propagación de las turbulencias que, curiosamente, han asomado con notable virulencia en estas últimas semanas, circunstancia que prueba, de alguna manera, la falta de efectividad de dicho organismo hasta este momento respecto a esta cuestión.

 

Entre las principales tareas asignadas al organismo supervisor encontramos la de revisar la valoración del endeudamiento de los bancos (apalancamiento financiero) y los métodos utilizados para establecer provisiones, así como el control de los tan controvertidos sistemas de retribución de los máximos ejecutivos de las propias entidades financieras. Es decir, deberá identificar puntos vulnerables y anticipar peligros potenciales que suponga una situación de inestabilidad en los mercados financieros.

Esperemos que la importante responsabilidad de dirigir y coordinar las acciones de regulación y supervisión del sistema financiero, tarea asignada a este organismo, obtenga los tan necesarios frutos y se instaure, definitivamente, la estabilidad en los mercados financieros, circunstancia que se presume imprescindible para evitar una mayor catarsis en la economía real; por cierto, la que realmente nos afecta... 

RUBÉN VÁZQUEZ