miércoles, 2 de diciembre de 2009

FUSIÓN DE CAJAS: ¿UNA SOLUCIÓN O UN MAYOR PROBLEMA?


Con la crisis que estamos viviendo muchas cajas de ahorro deben buscar soluciones para mejorar su situación. Entre estas soluciones se pueden destacar dos: la intervención del Estado a través de inyección de liquidez o una fusión con otra entidad.

La primera de las posibles soluciones no creo que se trate de una buena opción ya que los rescates financieros pueden sembrar el miedo en la sociedad y esto llevaría a consecuencias muy negativas.

Respecto a la fusión de las cajas de ahorro podemos encontrar puntos positivos y puntos negativos.

Una fusión entre cajas se lleva a cabo con el fin de ganar tamaño para poder ser más eficientes. Un incremento del tamaño de una entidad conduce a muchas ventajas: una mayor competencia, consolidación y por tanto una mayor resistencia ante posibles nuevas crisis.

Sin embargo, también podemos encontrar consecuencias negativas a la fusión de las cajas de ahorro. El mayor de estos problemas es la enorme politización que envuelve a este proceso. Se supone que una fusión se lleva a cabo persiguiendo estrategias financieras, empresariales o industriales… sin embargo, es la política la que lleva la voz de mando.

El gobierno siempre ha controlado en cierta medida a las cajas de ahorro de su región y buscan seguir haciéndolo. Para ello promueven las fusiones entre cajas de la misma comunidad autónoma, creando así una gran entidad regional sobre la que seguir teniendo control.

El problema es que la unión de cajas de una misma región supondría cerrar muchas sucursales con la consecuente pérdida de empleo que supondría.

Por tanto, creo que sería necesario un exhaustivo estudio de cada caso para poder llegar a la conclusión más adecuada. Evitando dejarse persuadir, claro está, por los gobiernos ya que deberían de ser el resultado de un acuerdo entre muchos, teniendo en cuenta a los sindicatos.

Patrica lancina rouco

¿Fusión o Confusión?

La crisis ha causado estragos a numerosas entidades financieras. En España ha destacado la fragilidad de algunas cajas de ahorros, como CCM (Caja de Ahorros de Castilla La Mancha). Esto ha provocado que el Banco de España se ponga manos a la obra y “sugiera” la fusión de cajas. De esta forma se formarían entidades más grandes y con mayor capacidad de maniobra. La pregunta que nos surge ahora es, ¿fusiones interregionales o intrarregionales? Es aquí donde la política entra a escena, y donde más se complican las cosas.

Evidentemente, cada comunidad autónoma tratará de tener una entidad financiera potente y solvente, y cuanto mayor poder de control ejerza sobre ella, mucho mejor. En éstas están los partidos políticos gallegos, que en los últimos días han aprobado por unanimidad (ya es difícil que todos los partidos políticos se pongan de acuerdo, de forma unánime, en algo) una ley en la que la Xunta de Galicia tendría una presencia del 20% en los órganos de gobierno de estas entidades. De esta forma, lo que se consigue es que la toma de decisiones de estas entidades esté totalmente politizada.

Pero, ¿qué se busca con las fusiones, que sean más rentables y solventes, o que estén más politizadas? A mi parecer, la perspectiva que se pretendía con las fusiones, se está perdiendo.

En Galicia, este tema trae cola; Alberto Núñez Feijoó está deshojando la margarita, y pretende que las dos cajas gallegas se pongan de acuerdo para adoptar una solución final. A la política gallega le gustaría una fusión de las cajas gallegas, ya que se convertiría en una entidad importante a nivel nacional. Pero, si toda (o casi toda) la política gallega pretende una fusión de las cajas gallegas, ¿dónde está el problema?

El principal problema está en Caixanova, que no quiere adoptar la solución final de la fusión, ¿por qué? Porque no quiere que le hagan lo que hizo en el pasado.

Caixanova surge de la fusión de la caja de ahorros de Vigo, de Ourense y de Pontevedra. Como consecuencia, el mando de Caixanova lo tomó fundamentalmente la dirección de la caja más fuerte, es decir, la caja de ahorros de Vigo. Poco a poco, la gente de Ourense y Pontevedra fue perdiendo poder. La dirección de Caixanova ya sabe como funcionan estas fusiones y no quiere quedarse fuera ante una posible alianza de las dos entidades gallegas. Por el contrario, Caixa Galicia pretende la fusión ya que en este caso es el pez grande, que se comería al pequeño, así que, por ellos no hay ningún problema.

La cuestión es, ¿queremos cajas regionales o cajas rentables y solventes? ¿Por qué no fusiones interregionales, pero que tengan cierto sentido? Las fusiones interregionales podrían significar una forma de diversificación de clientes, no es lo mismo el perfil del cliente gallego al perfil del cliente catalán, o andaluz, o madrileño, por citar algunos.

Creo que las fusiones deberían tener como prioridad la constitución de entidades solventes y con una perspectiva de largo plazo sostenible, y que los clientes no se vean afectados por los procesos de fusión. Y creo que, tanto clientes de entidades como trabajadores de éstas están muy confusos con la situación actual.

David Casás Cheda

¿Será beneficiosa o no la fusión de las cajas gallegas?

Esta es una pregunta que puede tener múltiples y difíciles respuestas , y que todos nos hacemos.

La fusión será un proceso de un alto coste laboral y dinerario. Los informes que manejan las dos cajas gallegas sobre su posible fusión varían de forma ostensible.

Según los datos de Caixanova , la unión de las dos entidades supondría la reducción de 2000 puestos de trabajo y el cierre de 400 oficinas, y los de Caixa Galicia pasan a tener 200 sucursales de excedente y 800 puestos de trabajo, unos datos cuanto menos preocupantes en un entorno de crisis como el que estamos viviendo.

Lo que si tenemos todos claro es que se está poniendo en marcha un plan de bancarización del sector financiero cuyo objetivo es sanear las entidades, pero lo que están provocando realmente es la caída de muchas entidades de ahorro.

Los consumidores de banca gallegos rechazan una fusión entre las dos cajas gallegas, porque su visión de futuro es una situación de “monopolio”, que va a conllevar a una reducción de sus derechos.

Por otro lado, según la CECA(Confederación Española de Cajas de Ahorros) la posible unión de las dos Cajas crearía la cuarta caja por volumen de activos, sólo por detrás de La Caixa , Caja Madrid y Bancaja, una posición nada despreciable.

Pero, la mayor preocupación, es que lo más probable es que la sede social, o el control de las cajas gallegas se traslade fuera de Galicia, como ya pasó en su día con otras entidades, aspecto que no nos gusta en absoluto; aunque si con ello se genera una mayor potencialidad y reactivamos la actividad inversora no nos va a quedar más remedio que aceptarlo, por el bien de todos.

Mº Dolores Miras Jorge

Fusión y discusión

El número de cajas de ahorro se ha reducido casi a la mitad en 20 años en España, en 1984 existían 81, en la actualidad son 46, un número de empresas “sin ánimo de lucro” que parece reducido pero tan solo 7 cajas son realmente fuertes y solventes. El resto son cajas provinciales que en época de bonanza simplemente lo han hecho bien, actualmente estamos tratando de superar una de la crisis más importantes de nuestra historia económica y la prensa nacional no para de lanzarnos mensajes de fusiones sobre las distintas cajas de ahorro. ¿Analicemos esto?

La fusión nos permite ser más competentes en el mercado, pero ser más competentes no significa que tengamos más dinero para malgastarlo como se ha hecho estos últimos años. Sino que ser más competentes significa poder llegar a otros mercados, a otras comunidades.

La fusión produciría múltiples despidos, probablemente sí, pero es una situación que no se podía aguantar. Demasiadas contrataciones cuando la banca electrónica aun tiene que despegar.

Cierres de cientos de oficinas. Si, no es normal tantas y tantas oficinas de la misma entidad en distancias tan cortas.

El problema es ¿quién fusiona a quién?

Una fusión Caixanova - Caixagalicia, después de las múltiples reuniones que han tenido sus directores generales parece que no han llegado a un acuerdo, parece que ninguno quiere perder autoridad sobre el otro, dos ciudades en juego, miles de oficinas en juego. Tampoco sería una decisión sabia fusionar estas dos cajas, debido a que si nos fusionamos para ser más competitivos y poder ampliar mercado de este modo no estaríamos cruzando nuestras fronteras.

Por otro lado el presidente de la Xunta no ve con buenos ojos una fusión de una caja gallega con otra de fuera de la comunidad. Suponiendo que las cajas de ahorro son sin ánimo de lucro y su objetivo siempre esconde un fin social, el papel de estas dentro de las comunidades autónomas sería muy importante, a nadie le gustaría que esas obras sociales se trasladen a otros puntos del país, es decir, quien no ha ido a exposiciones, conciertos o cualquier tipo de evento cultural en nuestras ciudades respaldados por nuestras cajas.

El banco de España cree que la fusión es necesaria para el sostenimiento del sistema, el sostenimiento del sistema seria efectivo si los analistas de riesgos analizaran realmente el riesgo de financiación de muchas operaciones que se han hecho con muy poca cabeza. De hecho hay cajas de ahorro muy pequeñas y que lo han hecho muy bien, pocas…

En definitiva, si una fusión se consolida para poder ampliar su negocio (sus obras sociales) con el mínimo de despidos, bienvenidas sean.

Francisco Javier Vidal Ferro

FUSIÓN O NO FUSIÓN, ESA ES LA CUESTIÓN

No podemos posicionarnos radicalmente, ya que existen pros y contras, de todas maneras, expongo las razones de porque no comparto una fusión, aunque con matices:

· No comparto una fusión entre cajas de una misma Comunidad, ya que conllevaría para empezar una reestructuración laboral muy importante, y por tanto, los EREs serían la primera consecuencia, ya que al existir una duplicidad de mercado, la reducción de oficinas y la correspondiente reducción de la plantilla sería al menos de un 30%. En consecuencia, en el caso de la fusión entre Caixa Galicia y Caixa Nova, provocaría una crisis muy importante en el mercado laboral y precisamente en el mercado gallego.

· Ahora bien, si existe una posible fusión entre Caixa Galicia, Caja Madrid y la CAM, habrá seguramente una reducción importante de la plantilla, pero eso sí sensiblemente inferior a la fusión entre cajas de una misma Comunidad. Por tanto, sería de las dos opciones quizás la mejor, no solo por las razones esgrimidas, sino también porque tales “Fundaciones” fusionadas vendrían a convertirse en la segunda mayor caja de España, tras “La Caixa” catalana.

· Por último, no debemos olvidar que una fusión interprovincial provocará un desplazamiento fiscal muy serio, ya que en el ejemplo anteriormente referido, seguramente la sede fiscal de Caixa Galicia se trasladará a Madrid y con ello el rendimiento fiscal que la Comunidad Gallega venía percibiendo. En consecuencia, dicha fusión provocaría un déficit fiscal muy grave, y no solo eso sino que también pudiera ser que las obras sociales, que no olvidemos son la causa imperativa de creación de las cajas, se reduzcan trágicamente en nuestra comunidad gallega.

Respecto a este último punto, importante es el hecho referido a que las cajas son Fundaciones y como tales, sus fines son las obras sociales, hecho que evidentemente se pone en duda, ya que con las fuertísimas inversiones realizadas en bienes inmuebles, provocaron la catástrofe financiera que la mayoría de las cajas tienen en sus cuentas de resultados. Es por esto que lo primero no es una fusión, es un sentimiento de culpabilidad y de arrepentimiento por parte de sus directivos por un despilfarro excesivo y descontrolado, ya que desearía conocer el aquí firmante, a cuantas personas han concedido las cajas hipotecas con unos ingresos menores de 1000€, si bien no son hipotecas subprime “per se”, la diferencia entre ellas es de tan solo 1000€.

Las cajas como entidades con un fin social se han comportado como bancos o entidades eminentemente privadas, lo cual ha provocado desde mi humilde punto de vista, una competencia desleal, y lo que es más grave, ha provocado una facilitación del crédito que ha llevado a facilitar hipotecas a diestro y siniestro, con las consecuencias que ello ha conllevado.

Las fundaciones sociales han especulado como la Banca, o incluso peor, ya que de facto existen mayores problemas en las cajas que en bancos, y no solamente por lo anteriormente referido sino también por las manipulaciones realizadas por los respectivos gobiernos comunitarios, o por los alcaldes, especuladores hasta el enloquecimiento, de turno.

Por lo que, y en consecuencia, lo urgente no es fusionar, es regular a estas “Cajas de Satre”.

Santiago Vazquez Martinez

¿SIP?¿Fusión?¿ La mejor solución?


Yo no se cual es la mejor solución para las cajas, en especial para las cajas gallegas de las que tanto se esta hablando estos días en todas las tertulias de las ciudades gallegas. Lo que si tengo muy claro es que no deben ser los políticos los que tomen la decisión, al igual que no son los directivos de las cajas los que toman las posiciones políticas. Me parece muy bien que desde los partidos políticos se pretenda mantener la “galleguidad” de las cajas pero esto no puede ser a costa del futuro de las mismas. Deben tener en cuenta todas las opciones con las que cuentan y evaluar cual es la mejor solución, no solo pensando en el presente sino también en el futuro. Si la mejor solución es una SIP, adelante, si es una fusión, adelante también, pero no por imposición de ningún partido político.

Cada una de estas opciones tendrá unos pros y unos contras que deben ser bien analizados por los directivos ya que son los únicos que cuentan con toda la información para evaluarlas. Conocen la situación de los balances, las cuentas de resultados, la situación de los empleados, etc. Muchos de estos datos no son conocidos por la mayor parte de la gente y lo único que podemos hacer nosotros es especular con lo que va a ocurrir. Hay que estudiar muy bien lo que va a ocurrir con los empleados, con las oficinas (puesto que muchas de ellas seguramente tendrán que cerrar), con la morosidad, con el riesgo asumido con los clientes (puesto que de tener clientes comunes el riesgo con esos clientes aumentaría de forma considerable), también con los inversores que pueden preferir diversificar sus inversiones en distintas entidades perdiendo las cajas importantes activos, etc. Demasiados datos como para tomar la decisión a la ligera.

Por mi parte creo que la mejor opción seria una SIP o una fusión con entidades de fuera de Galicia, ya que creo que se podrían producir mayores sinergias. En Galicia habría que cerrar muchas mas oficinas para mantener esa “galleguidad” que tanto se reclama, lo que supone tener que pre jubilar a mucha gente y despedir a otros muchos. Tampoco se aprovecharía el mayor conocimiento de otras entidades en sus respectivas zonas de actuación, lo que en muchos casos puede facilitar la expansión por el resto de España. Seguro que hay otras muchas razones en contra, como mínimo hasta las 14 que en su día Gayoso comunico a los empleados de Caixanova, pero estoy seguro que también hay muchas razones para la fusión de Caixanova y Caixa Galicia, probablemente mas de 14.

¿Se resolverá esta semana el misterio?

Francisco Doval Lois

¿Fusión?, si con sinergias


De las 45 cajas de ahorro que hay en nuestro país, al menos una tercera parte ha manifestado su conformidad de realizar una fusión para superar las dificultades derivadas de la actual crisis económica y del sector. El asunto es que todos los movimientos de las cajas siguen una misma tendencia, que es la de mantener una actitud de ámbito localista, o autonómico si se quiere, para que así se conserve el poder sobre ellas dentro de su respectiva comunidad de origen. En otras palabras buscan uniones con otras cajas que estén dentro de su misma comunidad autónoma. Esta actitud limita en mucho las posibles sinergias derivadas de una fusión más abierta, que no se centre en mantener el estatus de instrumento político que tienen las cajas para las comunidades autónomas.

No olvidemos la finalidad de obra social de las cajas, por ello han de estar politizadas, en todas sin excepción son los partidos políticos que rigen en cada situación los que conforman su consejo de administración mayoritariamente escogiendo a sus miembros, y en este asunto no debería haber polémica ya que su fin es la obra social.

Otra cuestión es que los resultados de la caja, su gestión, sus objetivos en lo social y sus proyectos sean mejores, peores o nefastos pero deben apostar por la sociedad y por su mejora. Otra cuestión es que los intereses del poder no dejen compartir el bastón de mando para así poder hacer de las cajas entidades solventes y competitivas.

Opino que las fusiones no deberían limitarse a lo comunitario o a un color político, sobre todo cuando esta el dinero de todos en ellas y muchos puestos de trabajo en juego. Existen fórmulas perfectamente válidas de colaboración que tendrían como resultado sinergias muy beneficiosas para las entidades y que las llevarían a estar representadas en un territorio más amplio, y tendrían un coste laboral bajo o nulo. Porque los partidos están en esas cajas para defender los intereses y lo mejor para los ciudadanos, y si tienen que colaborar para ello debe hacerlo, y apostar por los sectores que van a crear empleo y que pueden ser estratégicos en el futuro de un país o de una comunidad autónoma.

Por tanto, que dejen de condonar deudas a partidos políticos y de estar con los dirigentes para estar con los ciudadanos y que hagan lo mejor para nuestro futuro. Si hay que modificar la ley que regula a estas entidades financieras para que sean independientes y también decirle como o a que a destinar sus beneficios o parte de ellos que se haga.

Jorge Gonzáles

LAS CARTAS SOBRE LA MESA


El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, aboga por la rápida fusión de un tercio de las 45 cajas de ahorros que hay en España. Estas entidades, que no cotizan, y muchas de las cuales están politizadas, vinculadas a gobiernos autonómicos y con una estructura de propiedad opaca, arrebataron cuotas de mercado a los bancos en el momento álgido del pasado ''boom'' inmobiliario, y ahora cuentan con aproximadamente la mitad de las hipotecas morosas.

Este es uno de los problemas que se presentan, puesto que se necesita “despolitizar las cajas de ahorro” para profesionalizar su gestión e independizarla de los poderes regionales, aunque bien es cierto que para los partidos políticos se trata de una herramienta estratégica y difícilmente quieren deshacerse de ella.

El otro dilema sería la elección o conveniencia de la modalidad de fusión, por una parte, las entidades pueden optar por integrarse (fusionarse) con otra u otras cajas de su propia región o fuera de esta. Si bien, en este caso la compañía más grande absorbería al resto y en caso de pertenecer a una misma comunidad conllevaría el cierre de muchas sucursales con sus evidentes consecuencias.

Por otra parte, podrían optar por una alianza mediante el Sistema Institucional de Protección el cual supone la integración de las cuentas de las entidades en un único grupo consolidado. Las cajas que lo forman comparten las políticas de riesgo, la gestión financiera y la tesorería, la auditoria y el control interno y tienen un común acceso a los mercados mayoristas. Cada una de ellas conserva la personalidad jurídica, la marca comercial propia, la identidad corporativa, la actividad comercial y la obra social. De este tipo de fusión virtual resulta un grupo de mayor tamaño, que alcanza niveles de solvencia y capitalización más altos, obtiene calificación única y constituye una única unidad a supervisar. Y que logra mayor eficiencia sin necesidad de reducir redes, ni recortar empleo.

Sin embargo, para los analistas, el SIP no es más que una vía lenta de integración. Estos sistemas implican, necesariamente, la cesión de soberanía de las entidades a la nueva sociedad común. Una cesión, que según los expertos, está condenada a crecer con los años.

Se trata entonces, de decidir qué es lo más conveniente, intentando separar las razones políticas y atendiendo a las económicas, que son las que verdaderamente deben de tenerse en cuenta en este proceso. Es decir, no se trata de que salgan cajas catalanas, andaluzas, valencianas o gallegas más grandes pero menos eficientes , sino que surjan cajas más grandes, más ancladas en territorios grandes, con ratios de solvencia más sólidos, y con más capacidad para captar recursos y disputar créditos en los mercados. En un escenario global como el actual, se requiere más músculo para ayudar a la economía a salir de la crisis.

Las cartas están sobre la mesa.

David Paz saavedra

LA FUSIÓN DE CAJAS

Las fusiones existen desde siempre, a partir del nacimiento de las empresas, pero ha sido a lo largo del siglo XX cuando mayor auge han tomado y cuando se les ha sometido a un profundo estudio desde prácticamente todos los ángulos (financiero, económico, social, político, etc.).

Cuando hablamos de fusión debemos tener en cuenta que se da cuando se unen dos o más empresas, anteriormente independientes, en una sola organización.

La crisis que se está viviendo en el sistema financiero de nuestro país, debido a la poca solvencia que poseen los bancos, es notablemente el detonante de que la fusión bancaria tome mayor importancia frente a otro tipo de fusiones empresariales.

Actualmente, numerosos bancos o cajas se fusionan con el fin de tratar de disminuir sus gastos de transformación (gastos operativos y gastos de personal) y para tratar de mantener la cartera de clientes, ampliando su potencial de negocios.

Actualmente en todos los medios nos informan sobre proyectos de fusiones como Caja España y Caja Duero en Castilla León, Caja Mediterráneo (CAM) y Bancaja en Valencia, o Caixa nova y Caixa Galicia, que atañe directamente a nuestra comunidad, etc.

Pero en Galicia, todavía no está nada claro todo lo que se refiere a la fusión de Caixa Galicia con Caixanova.

Debido a que hay dos grupos claramente diferenciados: los políticos y los presidentes de las cajas. Los cuales exponen sus opiniones en base a sus propios intereses sin tener en cuenta el impacto social que conlleva esta fusión en la Comunidad Autónoma de Galicia. Esto implica, que nunca se pondrán de acuerdo mientras cada grupo mire por sus beneficios y no por los beneficios comunes.

En el ámbito laboral bancario, a pesar de las garantías que se les ofrece a los trabajadores, este tema suscita diversas opiniones. Porque la gran desventaja de las fusiones, son los despidos masivos que acarrea el cierre de numerosas sucursales.

A día de hoy, ninguna de las dos cajas quiere perder su independencia ni prestigio en el mercado financiero. Por lo que se deduce, que esta fusión o no fusión se prolongará durante un tiempo.

En mi opinión, considero que la mejor solución para Galicia es que Caixa Galicia y Caixanova se fusionen. Porque ninguna de las dos entidades son lo bastante solventes para mantenerse a flote por sí solas, en esta situación de crisis financiera. Así, mediante esta fusión se creará una entidad gallega más sólida y competente en el mercado financiero.

MIRIAM YÁÑEZ FERNÁNDEZ

Sobrevivir a la crisis.

La última modificación sufrida por el sistema financiero español, y que se está llevando a cabo este mismo año se basa en la fusión de un gran número de Cajas de Ahorro. La idea se compone de dos fases claramente diferenciadas: la primera sería la fusión de Cajas en una misma Comunidad Autónoma y la segunda iría más allá, llegando a fusiones entre entidades de distintas regiones.

El objetivo de estos procesos de unión entre entidades es el de fortalecer la solvencia, rentabilidad y liquidez de las mismas y hacerlas nuevamente viables, tras la crisis financiera con la que convivimos y que puede poner fin a un sector tan atomizado como éste, además de evitar la intervención del Banco de España.

La principal causa de las fusiones entre Cajas de Ahorros ha sido el gran impacto que ha tenido la crisis inmobiliaria en ellas, unido a una política de riesgos demasiado “blanda”. Esto ha propiciado que los índices de morosidad se disparen hasta un 4%, bastante superiores a los de los Bancos, en los que dicho índice se sitúa por debajo del 3%. Si además tenemos en cuenta que la diversificación geográfica de las Cajas de Ahorro es muy escasa, comprobamos la debilidad de éstas ante los efectos de la crisis.

Entre las consecuencias negativas más importantes destaca la eliminación de numerosos puestos de trabajo, derivada del cierre de sucursales y centralización del negocio. Aunque al parecer existe la “promesa”, poco creíble desde mi punto de vista, de que los puestos de trabajo se mantendrán íntegramente y se realizarán pre-jubilaciones, es un tema que preocupa, especialmente a los sindicatos, y que provoca opiniones diversas en la sociedad.

Actualmente, el proceso más avanzado es el que llevan a cabo Unicaja y Caja de Jaén, que aprobarán su fusión en el mes de diciembre, y al que se unirá también CajaSur. En Castilla y León, Caja España y Caja Duero también continúan con su integración. Y otra que está en proceso es la realizan las Cajas catalanas Caixa Sabadell, Caixa Terrassa y Caixa Manlleu.

En el caso de Galicia, las dos Cajas que operan en el territorio son Caixa Galicia y Caixanova, creadas ya a través fusiones de otras Cajas gallegas más pequeñas. Ante la situación económica actual, es posible que la mejor solución y la que más posibilidades tiene sea la fusión de ambas, tras la que se formaría una gran Caja Gallega que adquiriría un importante tamaño, con unos 76 millones de euros en volumen de activos, aproximadamente (datos de 2008 – CECA).

Sin embargo, esta idea no convence a las entidades gallegas, que se resisten a perder su independencia y liderazgo y argumentan que la competencia entre ellas es la que las hace progresar y mejorar en sus servicios.

En definitiva, y ante la inexistencia de un acuerdo, es posible que la decisión, por el momento, sea esperar a que la situación económica actual mejore y poder esquivar así la unión.

Desde mi punto de vista, las fusiones pueden ser una gran oportunidad para que las Cajas de Ahorro salgan de la crisis, siempre que se limite el fuerte impacto negativo que producirá el cierre de un elevado número de sucursales así como los despidos previstos de miles de trabajadores del sector.

Lucía Márquez Quiza.

ALIANZA INDECISA


La situación actual que presencian en estos momentos las cajas gallegas es bastante complicada, ya que las opiniones de la fusión o no fusión entre ambas no están nada claras.

En primer lugar nos encontramos a la Xunta de Galicia, la cual aporta en un primer momento un aspecto a favor de que se realice la fusión. El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, se ha reunido reiteradas veces con los presidentes de ambas cajas para conocer el estado de las mismas, informes económicos, opiniones y más datos que sean importantes a la hora de la tomar la decisión más apropiada para Galicia, según comento el presidente de la Xunta en varios periódicos de la comarca.

Luego nos encontramos la posición de Caixanova y Caixagalicia.

La visión que nos presenta Julio Fernández Gayoso, el presidente de Caixanova, es totalmente opuesta a la fusión. Los motivos generales que explican a esa negativa respuesta desde un primer momento se debe, por la gran pérdida de empleos y de competitividad. Por el contrario, Caixagalicia está de acuerdo con la fusión entre las cajas gallegas, ya que según los estudios que han realizado el resultado sería favorable, y Galicia saldría mucho más beneficiada. La caja del norte, si la fusión no se lleva a cabo, optaría por realizar una visión virtual “SIP” con otras cajas de España a poder ser una situada en el centro y otra en el sur, para así Caixagalicia liderar la parte del noroeste en España y ser más competitiva.

¿Cuál será la opción más beneficiaria para Galicia y las cajas Gallegas?

La decisión entre presidentes no está clara, esto conlleva a un desconcierto entre la gente, porque haciendo todos los informes necesarios aun no hay acuerdo, lo que da a pensar que los objetivos entre los presidentes no son los mismos.

Sabemos que es una decisión difícil y consecuente para la economía Gallega, por lo que hay que pensar y estudiar todos los factores que influyen. A parte de los datos económicos que son fundamentales para la toma de decisión, existen otros factores de gran importancia que hay que tener en cuenta para realizar la fusión.

Uno de ellos es el mercado. El mercado más fuerte en ambas está situado en el noroeste de España, especialmente en Galicia. En el resto de la península ambas cajas están en expansión por lo que no serian mucho más competitivas en esas zonas.

En Galicia, ambas cajas tienen un mercado fuerte, muchas sucursales y un gran número de empleados. La fusión supondría cierres de oficinas por su duplicación y con llevaría a pérdidas de empleo.

Podemos concluir que una fusión tiene que buscar eficiencia, ser competitiva, lograr una mayor expansión; lo cual en esta operación desde mi punto de vista no sería tan beneficioso para Galicia. Sería más rentable, que las Cajas Gallegas realizasen “SIP” con otras cajas de diferentes puntos de España, para así poder lograr una mayor expansión, ser más competitivos y como he dicho anteriormente lograr la eficiencia.

Consecuentemente, es mejor tener dos cajas con mayor solvencia, fuertes y poco politizadas.


Rossana Santiago Allo

LA FUSIÓN DE LAS CAJAS DE AHORROS. ¿CAIXA GALICIA Y CAIXANOVA?


En estos momentos, en los que se empieza a recuperar la confianza en las entidades financieras que habían sufrido un duro traspiés después de la suspensión de pagos de Lehman Brothers, se están planteando en España reducir el número de Cajas de Ahorros mediante procesos de fusión.

Obviando el resto de entidades financieras, en España hay 45 cajas de ahorro, cifra que a mi modo de ver es especialmente elevada y por tanto considero que este proceso de fusión es necesario para buscar un número eficiente de entidades financieras.

No obstante, considero que los procesos de fusión que se están hablando no se basan en parámetros estratégicos ni de negocio, sino que se centran única y exclusivamente en términos políticos.

Decisiones de carácter puramente político son los procesos de fusión de las cajas catalanas y las cajas andaluzas; así como el resto de las conversaciones que se mantienen en la actualidad, entre los que me gustaría centrarme en las negociaciones más cercanas a nosotros: la posible fusión entre Caixa Galicia y Caixanova

En estos momentos se está en negociaciones para la fusión entre ambas y personalmente me parece irresponsables las palabras de D. Alberto Nuñez Feijoo promoviendo “la creación de un grupo solvente y que garantice la galleguidad de las cajas”.

Evidentemente el objetivo principal de la fusión es la mejora de la solvencia de ambas entidades, pero anteponer la galleguidad de las cajas de ahorros a una coherente estrategia empresarial o a los puestos de trabajo que previsiblemente se perderán, me parece una decisión poco acertada.

Con esto no quiero decir que si existen datos objetivos que favorezcan la fusión entre las cajas gallegas, no se deba llevar a cabo. Pero con los datos de pérdida de empleos; considerando que Caixanova posee una red comercial con más de 500 oficinas, (de las que según su página web, 427 están en Galicia) y Caixa Galicia casi 900 oficinas (aproximadamente 500 en Galicia); se me antoja complicado que no existan otras opciones que sean más beneficiosas para la entidad resultante de la fusión.

Hay que ser conscientes de que para la Xunta es muy importante tener al menos una entidad que facilite su financiación por eso considera prioritario que las decisiones se tomen en Galicia.

Sin embargo, esta decisión que han tomado todos los gobiernos autonómicos, creo que no tiene en cuenta el bien general, puesto que en un mundo globalizado deberían pensar con metas superiores a las que tienen actualmente.

Como conclusión cabe decir que es necesario un importante proceso de fusiones y que se basen en argumentos únicamente económicos que busquen objetivos superiores a los que actualmente tienen los políticos de este país.

Javier Lejo

¿ES NECESARIO LA FUSION DE LAS CAJAS GALLEGAS?



Hoy el tema que nos ocupa tiene que ver con las cajas y las autonomías y con el hecho de si es necesario que se fusionen para ser más fuerte.

En el caso gallego las dos cajas más importante Caixa Galicia y Caixanova están a punto de dar el gran salto, es más, se da por hecha la futura fusión entre las dos. La operación estaría avalada por la Xunta.

Aunque aun desde las entidades niegan la operación. A día de hoy ambas siguen diciendo que no hay acuerdo, que no se han producido conversaciones a ningún nivel.

El presidente de la Xunta exige a las dos entidades que se siente a hablar seriamente del tema y que den soluciones en la menor brevedad posible.

En cualquier caso, fuentes del sector dan por cerrada la futura fusión de entidades, cerrando así la posibilidad de que cajas no gallegas entren en la operación quedando todo dentro de la comunidad.

A principios de agosto, fuentes financieras señalaban el interés de Caja Madrid por fusionarse con Caixa Galicia y la CAM. Una operación que convertiría a la entidad madrileña en la primera caja española por delante de La Caixa. Pero tanto la Xunta como Caixa Galicia se apresuraron a negar la operación

Sin embargo la Xunta, al igual que el resto de gobiernos autonómicos, tiene la última palabra en este tipo de procesos, según la Ley de Cajas de Ahorros vigente. El Ejecutivo gallego vería con buenos ojos una fusión siempre y cuando sea entre cajas gallegas.

Esto abre otro debate, es bueno no ir más allá de la autonomía y así preservar la galleguidad de las cajas. Si en realidad esta fusión llega a buen puerto a la situación de las dos entidades, se vería con bueno ojos por parte de todo el sector político. La pregunta sería si se pierde oportunidades mejores de fusión por no salir de Galicia y de ser así si la Xunta daría el visto bueno.

La Xunta puede aprobar el acuerdo con otras cajas siempre que sea aprobado por unanimidad en el Parlamento de Galicia pero se debe a un acuerdo aprobado a inicios de noviembre que le obliga a preservar la galleguidad de las cajas. Una vía es levantar los vetos de forma limitada, exigiendo que el contrato de SIP firmado con terceros garantice los centros de decisión en Galicia.

ISMAEL GUERRERO MENA

¿TIERRA DE NADIE?

Ya con sus antecedentes en los Montes de Piedad a iniciativa de los franciscanos, la imposibilidad de seguir otorgando préstamos gratuitos a las clases más desfavorecidas sin retribución alguna y sólo a costa de limosnas y donativos puso de manifiesto que ni si quiera la buena voluntad es sostenible por sí sola.

Siempre he pensado que las Cajas se encontraban intencionadamente situadas en un limbo en cuanto a su estratégica combinación entre forma jurídica y regulación.

Fundaciones Privadas de carácter social. Se definen como tales, pero carecen de propietarios particulares. Pertenecen por tanto la sociedad. ¿Cuál exactamente? A los Órganos de Gobierno se les encomienda liderar su control, pese a que la última palabra sobre su futuro corresponde a las Asambleas de las Cajas implicadas.

Nacidas en un estado liberal que renuncia a toda intervención y sólo sometido a la lógica implacable del mercado y del lucro privado, han constituido el único freno corrector a la polarización de los Bancos. Éstos, aunque presumiendo de falsos márgenes y a la espera del rebote del diferencial, siguen ganado más y más terreno. Si las Cajas quieren seguir con su propósito deben minorar la ventaja “in creciendo” que les llevan los primeros. Inminente debe ser una mejora estratégica. Urgente teniendo en cuenta el gran deterioro de sus activos como consecuencia del estallido de la burbuja Inmobiliaria y los gigantescos índices de morosidad.

En el análisis de las múltiples y variadas declaraciones sobre el asunto, el fervor de los dirigentes de estas instituciones contrasta brutalmente con la aparente o fingida neutralidad de los cargos públicos. Debemos aceptar con total normalidad el debate político absolutamente sangriento sobre cuestiones cuya relevancia, interés y utilidad social son infinitamente menores y, en cambio, en esta tesitura reina el mutismo entre nuestros gobernantes. La Voz de Galicia nos mantuvo en vilo una larga semana de noviembre para descifrar o intuir entre líneas la opinión que le merecía al señor Feijoo la rotunda, repetida y explícita negativa a fusiones locales del Presidente de Caixanova. Por otro lado, la Vicepresidenta Económica declara que: “(...) las Cajas, como Entidades Privadas que son, deben ser ellas las que se ordenen. “ Palpable es la profundidad del trasfondo que tiene el insistir en el “no dar opinión”. Rozando el absurdo en ocasiones; como fueron las declaraciones de señor Alcalde de Pontevedra. Éste excusaba su silencio en su condición de edil. Inmediatamente después, daba su parecer precisando torpemente que lo hacía en calidad de ciudadano. Como si una no fuera inalienable de la otra.

Se podrá estar o no a favor de fusionarse, pero si el centro de la discusión gira en torno a la situación geográfica de las Sedes, con todas las implicaciones que ello conlleva, entonces el dilema es otro y las motivaciones deducibles.

Menos cometidos son cuando hablamos de parcelas de poder. Aunque sobradamente legítimas son estas luchas. ¿Acaso no se dan en las Entidades Privadas y de manera mucho menos transparente? ¿Cambiar el Presidente De Caja de Turno? “Casualmente”, una media de cada cuatro años. Un sentir democrático que se echa en falta en el ala Privada del Sector.

Aún y con todas las dificultades que aquello suponía, allá por febrero de 2007, las declaraciones del Gobernador del Banco de España calentaban el debate abierto sobre la internacionalización de las Cajas, animándolas a seguir los pasos de los “grandes” en sus andaduras hacia las Américas u otros destinos. Cierto es, que el año precedente había sido glorioso para la Banca Española. Unos buenos resultados impulsados por los márgenes de intermediación logrados a su vez por la subida de tipos del 2005.Con todo lo favorable del ambiente de aquel momento, el planteamiento de fusiones de Cajas con el fin de ganar masa crítica provocaría el mismo revuelo de hoy..Y esto, por lo de siempre: el conflicto de intereses políticos por pertenecer Comunidades Autónomas distintas sin contar los obstáculos legales para la operación.

Hoy las pretensiones son mucho más humildes. Al menos salir lo mejor parado posible de una re estructuración forzada e inevitable.

La Unión de Cajas no implicará necesariamente la creación de una gran entidad. Además , tampoco llevará aparejado el que las entidades reciban apoyo financiero del FROB. Es decir, si la suma de sus respectivos patrimonios no alcanza el mínimo exigido por el Gobierno. Si además tenemos en cuenta todos los efectos que supondría la duplicidad de oficinas o las pérdidas derivadas de marketing, conviene tener en cuenta que existen otras opciones para adaptar el sistema Financiero. Vías intermedias como es la constitución de un Sistema De protección Institucional (SIP). Permitiría el mantenimiento de sus respectivas marcas, les facilitaría el cumplimiento de ciertos requisitos de la Autoridad Monetaria, continuar con sus actividades sociales y permitiéndoles mantener su negocio minorista, o lo que es lo mismo, el groso de su actividad. El sentimiento de país como argumento en contra es totalmente inmaduro.

Catalina Martínez

Fusión de cajas, ¿si o no?

En la actualidad unos de los temas más candentes en el sector financiero es la fusión de las cajas.

Existen opiniones para todos los gustos, pero lo que está claro es que hay casos (no todos) en los que se deben realizar dichas fusiones, por ejemplo, en el caso de entidades que realmente estén pasando momentos delicados y una fusión con otra entidad más fuerte evite su desaparición.

Entre los aspectos positivos destacan: la posibilidad de mejorar la eficacia y supervivencia a medio y largo plazo, y la potenciación de los recursos.

Los aspectos negativos más importantes son: la reducción de plantilla y en el caso de absorción de una caja por otra de otra comunidad autónoma, sería la pérdida de poder financiero de las empresas de la comunidad de la caja absorbida.

Además de las fusiones propiamente dichas, también se pueden llevar a cabo SIPs (Sistema Institucional de Protección). Se trata de una fusión “virtual” en la que las entidades afectadas tendrían que poner en común -como mínimo- la política de finanzas, tesorería, mercado de capitales y política de riesgos. Bajo esta fórmula, los consejos de las entidades se mantendrían operativos durante un tiempo determinado hasta proceder la fusión definitiva. También podrían quedar durante ese tiempo sus marcas comerciales actuales.

Otra cuestión a tener en cuenta es si la fusión se lleva a cabo entre entidades de una misma comunidad autónoma o de distintas. Como se ha comentando antes, en el caso de fusiones entre cajas de distintas comunidades se pierde poder financiero de las empresas de la comunidad de la entidad absorbida, además del traslado de los servicios centrales a la otra comunidad, lo que conlleva una reducción de plantilla importante. En el caso de fusiones entre entidades de una misma comunidad se da el problema de la existencia de demasiadas oficinas muy próximas unas a otras, lo que exige el cierre de muchas oficinas y el despedido de muchos empleados.

En el caso de estas fusiones, se llevan a cabo prejubilaciones de empleados con los que se reduce el impacto sobre el desempleo. En este caso entra en juego el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) que tiene 2 objetivos: gestionar los procesos de reestructuración de entidades y contribuir a reforzar los recursos propios en los procesos de integración. Con lo cual las entidades se verán respaldadas y ayudas en este proceso.

En definitiva, se debería proceder a fusiones sólo en los casos de entidades en mala situación y con muchas dificultades. Lo difícil es posicionarse en que es mejor, las fusiones entre entidades de una misma comunidad o de distintas comunidades, ya que las dos opciones tienen unas desventajas muy importantes (el tema del desempleo y cierre de oficinas en caso de fusiones de un mismo territorio y la pérdida de poder de financiación de las empresas de las comunidades en las que sus cajas han sido absorbidas).

Alejandro Santamariña Dörr

viernes, 27 de noviembre de 2009

Fusiones entre cajas: ventajas e inconvenientes.

En España, al menos 15 cajas de ahorros deberían unirse con otras. Éstas son las rotundas palabras del señor Fernández Ordóñez, actualmente Gobernador del Banco de España. Quince es un tercio del total de cajas de ahorros que hay en todo el país. El objetivo de estas fusiones es reestructurar el sector y lograr la salud financiera.

Como todo en esta vida, esta cuestión también tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Empezaré por lo que, en mi opinión, son las ventajas de tales fusiones. En primer lugar, si tenemos menos cajas, éstas serán más fuertes, por lo que podrán ser más competitivas y ofrecer mejores productos y condiciones a sus clientes. Tendrán menos dificultades económicas ante otra posible crisis y su cartera de clientes será más amplia. Al tener más clientes, tienen más dinero con el que poder hacer más y mejores inversiones, así como más dinero para dejarle a la gente que necesite un préstamo. Una fusión es, además, la mejor opción para evitar que ninguna caja de ahorros española llegue a quebrar.

Siguiendo con los inconvenientes, resulta que determinadas fusiones, por ejemplo las producidas entre entidades de una misma Comunidad Autónoma, podrían destruir empleos, ya que tener varias sucursales de la misma caja en pequeños espacios, como pueden ser determinados pueblos, es innecesario. Por lo tanto, mantener a todas esas sucursales sería insostenible para la entidad resultante de la fusión. Entonces, la solución sería cerrar alguna de ellas, y su consecuencia, el despido de no pocos empleados. Por otra parte, si en un territorio sólo hay una caja de ahorros autonómica la competencia no es tan alta, los clientes tienen menos opciones entre las que elegir. Por eso, una fusión que solamente agrupe a entidades de la misma Comunidad Autónoma no es la solución más eficiente al problema.

La cuestión, entonces, no es decir un no rotundo a las fusiones. Las fusiones son necesarias, pero creo que no pueden ser el producto de las prisas. Es mejor hacer un exhaustivo examen de la situación de cada una de las cajas que necesitan unirse a otras como solución a sus problemas, analizar los pros y los contras de cada una de las opciones de fusión que se presenten y negociar hasta llegar a la mejor solución posible para todos. Para ello, es imprescindible centrarse únicamente en el sistema de cajas de ahorros que tenemos ahora y en el que queremos conseguir con las fusiones, dejando al margen todo tipo de intereses políticos.


Beatriz Abal

¿Por qué una fusión?

En el momento tan profundo de crisis que estámos pasando sobre todo en el mundo financiero, las cajas de ahorro en España se encuentran en una gran y dificil encrucijada, pues están a punto de ver cómo su futuro puede decidirse en dos posibles caminos: por un lado tenemos una posible intervención del Banco de España, y como segunda opción se perfila una posible fusión con otra entidad.

Lo más lógico es por supuesto, la segunda opción, pues la intervención de las cajas por el Banco Central puede causar el pánico inicial de los acreedores de la misma, y las consecuencias de tal hecho no son demasiado buenas.

Por otra parte, y continuando con esta segunda opción que es la que nos ocupa, la fusión puede terminar o disfrazar los problemas con una adquisición por parte de otra caja, que es lo que realmente se busca en estos momentos de crisis financiera. Y es que los datos hablan por si sólos: al menos 15 de 45 cajas de ahorros estarían dispuestas a fusionarse con otras entidades para conseguir la supervivencia.

Pero; ¿Para qué una fusión? Pensando con mentalidad empresarial y fruto de un buen management, para fortalecer no sólo su la solvencia, rentabilidad y liquidez, sino para que el mercado recupere su confianza en ellas tras esta época de crisis.

El problema que aprecio es que da la impresión de que todos estos movimientos de las cajas poco tienen que ver con las citadas estrategias empresariales y financieras, y más con la política, pero no a la política económica que se estudia en la universidad.

Pero como éste es un tema que puede levantar ampollas, creo que lo principal a comentar aquí es que las fusiones deben de realizarse para mejorar la situación en la que se encuentran las entidades afectadas, dejando a un lado las manidas conveniencias políticas a las que estamos tan acostumbrados La fusión como estrategia empresarial puede tener un resultado diverso, aunque lo que se pretende en un principio es mejorar una situación, que puede empeorar si no se hace bien: pueden resultar convenientes o inconvenientes, e incluso totalmente irrelevantes, pero lo más importante es evitar que la situación inicial que pretendemos cambiar quede igual o peor, mirando con lupa el hecho de que aunque puede haber algunas fusiones muy interesantes para mejorar la eficacia de la entidad, si se terminan juntando dos empresas con dificultades, lo único que obtendremos es un problema doble, o lo que es peor, una entidad más grande y con problemas mucho más grandes.

Alejandro Pampín Saavedra

Galicia ante su gran oportunidad


Durante los últimos meses, estamos siendo testigos del inevitable proceso de reestructuración del sector financiero español, manifestado esencialmente en una frenética carrera de fusiones y alianzas que involucra a la práctica totalidad de las cajas de ahorros del país.

Una vez más, la necesidad de tomar decisiones de gran trascendencia en momentos clave, ha demostrado la incapacidad de Galicia para conseguir que todos los estamentos implicados (poderes públicos, capital privado, sindicatos…) alcancen un compromiso común que derive en la construcción de un proyecto ambicioso y de futuro para nuestra comunidad. Mientras en Cataluña, Castilla y León o Andalucía ya se han puesto en marcha procesos de fusión intrarregionales (a pesar del presumible coste en forma de cierre de sucursales y prejubilaciones que a buen seguro implicará) nuestros dirigentes todavía no han alcanzado una decisión final sobre la conveniencia de construir una gran caja global que pueda actuar como soporte para la viabilidad y el desarrollo económico de Galicia.

El principal argumento que se ha utilizado para oponerse a la fusión de Caixa Galicia y Caixanova califica la operación como excesivamente costosa y poco viable. Los estudios realizados en relación a una potencial alianza estiman que serían necesarios unos 1.100 millones de euros aproximadamente en concepto de ayudas públicas. Esta cantidad tendría que solicitarse a través del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), y constituiría una financiación similar a la solicitada por las cajas catalanas (Catalunya, Manresa y Tarragona) y ligeramente superior a la requerida por las cajas castellanas (Caja España y Caja Duero). Según distintos análisis, esta prestación pública sería suficiente para afrontar unas mil prejubilaciones y el cierre de unas doscientas oficinas, por lo que el citado problema de viabilidad podría solventarse en su mayor parte mediante este procedimiento.

Desde la Xunta de Galicia se enuncian como premisas de obligado cumplimiento tanto el mantenimiento de la galleguidad de ambas instituciones como la permanencia de los centros de decisión en Galicia. Resulta obvio que cualquier proceso de fusión con entidades de fuera de la comunidad estaría abocado a una absorción total de nuestras cajas a medio plazo, por lo que esa eficiencia a corto plazo que se persigue, implicaría que en el futuro, el daño para el tejido económico, industrial y social gallego sería irreversible. No debemos olvidar que el papel de las cajas de ahorros va más allá del mero ámbito económico, ya que sus beneficios deben repercutir en la promoción del empleo, el fomento de la cultura y el apoyo a los sectores productivos regionales. Y es precisamente esa excepcionalidad, la que debe hacer recordar a sus directivos cuáles fueron las motivaciones que provocaron el nacimiento de este modelo de entidades y quiénes son realmente sus propietarios.

Por todo ello, creo que el coste de la “no fusión” en el caso de que las dos cajas siguieran sus caminos por separado, sería realmente ruinoso para Galicia y debería ser considerado como un acto de irresponsabilidad, no sólo a nivel económico sino también a nivel social. Parecería incomprensible que después de asistir a las oportunidades perdidas en relación al sector energético (en especial el fracaso de Fenosa), el hundimiento del sector lácteo o las dificultades de los sectores ganadero y pesquero, el conjunto de la sociedad gallega, con sus representantes políticos a la cabeza, permitiera el desmembramiento de nuestro sector financiero por causa de ambiciones e intereses privados.


Rubén Río García

FUSIÓN O NO FUSIÓN, ESA ES LA CUESTIÓN

El tema de moda estos días en Galicia es la fusión entre Caixa Galicia y Caixanova, no se habla de otra cosa, tanto en el entorno financiero, como en la calle; fusión o no fusión, esa es la cuestión.

Antes de realizar cualquier juicio habría que demostrar la inviabilidad futura de cada una de estas cajas por separado, esto lo debería hacer el Banco de España o la Xunta de Galicia. Deberían emitir un informe preciso sobre la situación de las entidades y así se acabaría con la incertidumbre de este debate.

Ambas cajas, según la información publicada en sus memorias, presentan unos ratios de solvencia por encima del 10%, esto es 2 puntos por encima del mínimo legal exigido. Por este motivo creo que una fusión entre ambas no aportaría una mejora apreciable en los niveles de solvencia de la entidad futura.

También cabe decir que el proceso de fusión tardaría entre 4 y 6 años, desviando la mayor parte de las fuerzas en el proceso de integración y pudiendo mermar en los procesos de crecimiento interno y en la eficiencia.

Otra consecuencia de la fusión sería el importe que se destinaría a la Obra Social de la caja futura, ésta tendrá que dar prioridades y algunos de los sectores que actualmente son objetivo de las cajas, quedarían desatendidos.

Pero sobre todo, la más importante de las consecuencias sería el Impacto Social. Según la memoria del 2008, Caixa Galicia contaba con 891 oficinas, de las que 464 se encontraban en Galicia; Caixanova contaba con 585, de las que 415 estaban operativas en Galicia. Los empleados de Caixa Galicia ascendían a 5.378 y los de Caixanova 3.270

Con la crisis éstas dos entidades ya han cerrado un pequeño número de oficinas, pero con la fusión implicaría la reducción de un gran número de oficinas, aproximadamente unas 300, con lo que serían la destrucción de unos 1.500 empleos. Además implicaría la reducción de personal en los servicios centrales, unos 300 empleos.

Con lo que el impacto sobre el empleo sería de 1.800 puestos de trabajo, con el coste económico que generaría; y además hay que añadir los puestos de trabajo indirectos generados en las sucursales (limpiadoras, personal de seguridad, transporte, correo, mensajería, etc).

Por todo lo mencionado hasta ahora, os habreis dado cuenta que opino que es beneficiosa la existencia de las dos cajas. Estoy a favor de una fusión de una caja de nuestra Comunidad con entidades de otras regiones, ya que de esta manera no se tendría que cerrar tantas oficinas y destruir tantos empleos.

Para finalizar decir que las fusiones de las entidades no se deberían hacer por razones políticas, dejando que un dirigente, del partido que sea, decida para su propio interés o del partido, algo que debería ser por razones económicas de la comunidad.


Montse Gondar Lores

La fusión de las Cajas de Ahorros, un tema a debate.

Las consecuencias de la crisis, el aumento de la tasa de paro y la caída del PIB, han tenido efectos muy negativos en estas entidades financieras. Los índices de morosidad de las Cajas de Ahorro han aumentado considerablemente, y éstas tienen cada vez más problemas para cubrir dicha morosidad con sus recursos propios. Una fusión de las cajas podría ser la solución a este problema y, también, ayudaría a captar capitales en los mercados mayoristas, ya que una caja más fuerte, conseguida por medio de la fusión, siempre será más atractivo para este sector que una caja pequeña.

En el caso se Caixa Galicia y Caixanova, una fusión de ambas entidades tendría efectos positivos para Galicia, ya que se mantendrían miles de puestos de trabajo en esta comunidad y no se perderían centenares de trabajadores cualificados, algo que es muy importante para el desarrollo socioeconómico de una región. El último y, posiblemente el más importante, punto ha tener en cuenta, es que si esta fusión llegara a realizarse, Galicia tendría una de las grandes Cajas de Ahorro de España.

Ana Ramallal Bravo

jueves, 26 de noviembre de 2009

EN BUSCA DE LA EFICIENCIA DE LAS CAJAS

La actual crisis financiera internacional se desató tras el estallido de la burbuja financiera que se había fraguado en Estados Unidos, con las ya conocidas hipotecas “subprime”.

En España este no fue el único problema, puesto que sufríamos nuestra propia burbuja inmobiliaria que tenía que estallar en cualquier momento. Un indicativo muy claro es que en 2006 la construcción en territorio español fue de 900.000 viviendas (tanto como Francia, Alemania y Reino Unido juntos). Lo que unido a los fuertes incrementos en los precios de venta han provocado, por un lado el aumento de la morosidad en los pagos hipotecarios y por otro el descenso en la venta de viviendas.

El problema es que la gran mayoría de los créditos concedidos a los promotores de viviendas para llevar a cabo sus ambiciosos proyectos, fueron realizados por cajas de ahorro. Debido a que las cajas tiene sus riesgos mucho menos diversificados que la banca privada y sus cuentas son mucho menos transparentes (ya que no cotizan en bolsa), el estallido de la burbuja inmobiliario española les ha afectado en gran medida.

Las cajas españolas han visto como sus ratios de morosidad se incrementaban hasta límites ciertamente preocupantes tras el parón en la construcción. El ejemplo más conocido hasta la fecha es el de Caja Castilla-La Mancha, la cual tuvo que ser intervenida por el Banco de España tras multiplicar por siete su morosidad desde el 2007 al 2008. Por otro lado podríamos destacar también el caso de Caja Sur que presenta la morosidad más elevada acercándose al 8%.

Debido a estos problemas la viabilidad de las cajas españolas se ha puesto en entredicho, por lo que las noticias sobre posibles fusiones han estado a la orden del día en los últimos meses.

En mi opinión la fusión entre ciertas cajas es una necesidad dentro del sistema financiero español, pero la principal controversia surgida, ha sido si las uniones deberían ser de carácter interregional o no.

El principal objetivo de las fusiones suele ser el aprovechamiento de sinergias positivas. Para que dichas sinergias sean más efectivas las alianzas deberían producirse entre cajas de diferentes Comunidades Autónomas, ya que en caso de ser dentro de la misma, la exposición al riesgo de crédito continuaría siendo la misma.

Creo que todo el mundo es consciente de que esta sería la medida más aconsejable, pero el problema de fondo es más político que económico. Esto es así porque las cajas han estado sometidas, en mayor o menor medida, a los políticos de los gobiernos regionales en muchas ocasiones y éstos no quieren que dicho control desaparezca, por lo que intentan crear una gran caja regional. Aunque para ello tengan que pedir ayudas multimillonarias para sanear sus cuentas, pero que les permita continuar teniendo algo de poder sobre ellas.

Si esperan recibir ayudas estatales, deberían estar sujetas a ciertas condiciones de eficiencia y competitividad exigidas por el mercado, sin cerrar las puertas a ninguna fusión de carácter interregional. De otro modo lo único que se conseguiría sería atajar problemas pequeños para convertirlos en uno mayor, que a la larga podría ser irremediable.

Enrique Abuín Carnés

NECESARIA REESTRUCTURACIÓN

Llevamos tiempo escuchando hablar de las cajas y seguiremos teniéndolas a diario en los periódicos de nuestro país como mínimo hasta el verano que viene, cuando Fernández Ordóñez, gobernador del Banco de España pretende tener finalizado el proceso de fusiones.

Es evidente que la situación actual no es buena y es necesaria una reestructuración del sistema financiero español. El principal problema con el que se encuentran las cajas es la cuota de mercado alcanzada durante el boom inmobiliario, lo que las hace altamente vulnerables debido a la exposición al posible impago de hipotecas o bancarrota de promotores. Como digo, éste es el principal problema, pero no el único, ya que la solución de éste pasa por los gobiernos autonómicos que dificultan que se pueda actuar con la eficiencia que se le supone al libre mercado, anteponiendo intereses políticos a intereses de viabilidad empresarial y financiera.

Mientras estos problemas no se resuelvan, los bancos tienen una irrepetible oportunidad para quedarse con el codiciado negocio de las cajas, hasta ahora difícil de alcanzar debido a las ventajas con que éstas cuentan (posibilidad de ofrecer tipos más altos, posibilidad de participar en bancos sin que éstos participen en ellas o reparto del 18% de beneficio a obra social frente al superior reparto en dividendos por parte de los bancos, en torno al 45%).

Desde un punto de vista objetivo está muy claro que la solución pasa por la tijera, ya que con prácticamente la misma cuota de mercado, los bancos operan con 20.000 empleados y 9.000 oficinas menos. Pero la eficiencia también debe venir desde arriba y la injerencia política debería reducirse al mínimo, modificando la Ley de Cajas, facilitando las fusiones desde el punto de vista jurídico y no cerrándose a fusiones entre distintas regiones ya que se puede evitar un solapamiento de clientes y sucursales que no beneficia ni a las cajas ni a la competencia, y las sinergias podrían ser mayores. Así mismo y aunque la actuación del FROB debería ser mínima (ni el contribuyente tiene por qué pagar los problemas de ninguna entidad ni a las entidades debería interesarles la excesiva utilización de un fondo cuya devolución se paga al 7%), sí debería ser igual para todos como ya lo ha sido en Europa, evitando las desigualdades que se podrían producir de la utilización o no del fondo.

Por tanto, que ninguna entidad se duerma y salga pronto a buscar pareja, para no arrepentirse después de tener que bailar con la más fea.


Paulo Rocamonde Lago

Paulo Rocamonde Lago

¿Solvencia y galleguidad?

La reorganización del sistema bancario que protagonizan las cajas de ahorros desde hace unos meses, continúa avanzando. Ayer mismo, Caixa Penedés y Caixa Laeitana, han aprobado iniciar los pasos para una fusión que supondrá la creación de la novena caja de España por volumen de activos.

En Galicia, todos los días tenemos alguna nueva noticia sobre la posible fusión de Caixa Galicia y Caixa Nova. Ambas persiguen el reforzamiento económico pero sus presidentes de momento tienen más desencuentros que encuentros...

Desde luego que Caixa Nova no está predispuesta a la fusión y maneja dos informes firmados por un reconocido consultor de las principales cajas del país y por la prestigiosa firma Deloitte. En estos informes se desaconseja la fusión ya que no son entidades que se complementen y por tanto, en vez de resolver un problema se estaría creando uno mayor.

Caixa Nova es favorable a alianzas diferentes, como las SIP(Sistema Institucional de Protección), contempladas por el Banco de España y que ya se han puesto en práctica en otros territorios.

Esto consiste en que las cajas aliadas podrán compartir servicios y establecer garantías recíprocas, controlando el riesgo de crédito y de las garantías individuales a través de un órgano central de coordinación de carácter individual e independiente.

Las cajas participantes son jurídicamnete independientes y adquieren mayor fortaleza financiera pero manteniendo su identidad y su labor de obra social.

En esta negociación están mediando Xunta y oposición favorables a la fusión y argumentando dos condiciones imprescindibles: solvencia y galleguidad, galleguidad y solvencia. Ciertamente, el marco para la posible fusión parece q se estrecha...Eso sí, con galleguidad, algunos se refieren a que las cajas tengan sus centros de decisión en Galicia.....

Los sindicatos, que hasta ahora rechazaban la fusión entre las dos entidades ante la posible pérdida de 1.000 puestos de trabajo, aceptan la fusión si es condición imprescindible para su supervivencia y con garantías para no reducir personal.

Todo esto me hace pensar en otra posible fusión, la interregional. Yo creo que puede ser la opción más ventajosa, sobretodo para los empleados. Con la fusión de dos cajas de una misma comunidad, es inevitable el cierre, tanto de sucursales poco rentables como de aquellas que coincidan en un mismo lugar, al margen de su rentabilidad.

Para alguna gente esto puede ser un drama; hay numerosas voces que piden una gran alianza ya, que surja una sólida caja gallega que reinvierta en Galicia, tanto en cédito como en obra social, pero el hecho de que la alianza sea con una caja “foránea” no quiere decir que todo lo comentado no se produzca.

Galicia son los gallegos y los empleados de estas entidades y lo prioritario en los tiempos que corren es su estabilidad laboral.

Laura Fernández López

¿Subimos o bajamos?

Como buenos gallegos, ni en esto nos ponemos de acuerdo, pero por lo menos es de agradecer que de antemano sepamos la postura de cada una de las partes implicadas en este tema. A estas alturas, todo hijo de vecino está enterado de la noticia y las razones “oficiales” que cada parte da para mantener su postura. En pocas palabras, Caixa Galicia, más grande, del norte, en peor situación económica y deseosa de fusionarse. Por otro lado, Caixanova, recelosa de esta situación, de menor tamaño, del sur, con unos datos mejores (que no por ello buenos) pero con la tranquilidad de tener mucho que decir. Y como árbitro la Xunta, en el centro, sin dar una opinión clara (por lo menos hasta el momento en que escribo estas líneas) . Pero tome la decisión que tome, todos los que temen por la enésima huída (poco queda ya aquí) del capital a otros parajes de España, podrán seguir con esa incerteza: Si no se fusionan es porque es un favor que se le da a la dirección del partido en Madrid, y si se fusionan el gobierno se lava las manos y defiende su galleguidad en el corto plazo (véase próximas elecciones) pero en realidad puede que simplemente se le haya allanado el camino a la misma caja del caso anterior para, en vez de un gran pez, esperar un tiempo para comerse al gran pez resultante de la fusión.

En el fondo, pase lo que pase a mi me da la sensación de que con la fusión la que sale perdiendo es Galicia. Se concentraría el poder financiero en una sola mesa de decisión, las colas de paro se llenarían de empleados de ambas entidades (¿Cuántos pueblos hay en Galicia que en la misma calle tienen la oficina de turno de Caixa Galicia y la de Caixanova unos metros más adelante?) y además de que la competitividad desaparecería. Y si no hay fusión, cada uno por su lado y a arreglárselas como buenamente pueda cada una, pero ninguna de las dos con la suficiente fuerza como para seguir como hasta ahora, siendo la única solución viable pactos con otras cajas, o, como comentamos anteriormente, con otras posibles fusiones. Y es aquí a donde quería llegar. Me parece que nos han hablado tanto de fusiones, pactos y absorciones durante estos meses que tenemos asimilado que el futuro pasa por fusionarse, pactar y absorberse con quien buenamente se pueda, pero si es entre nosotros, mejor que mejor. Es decir, que estamos mal y hay que buscarse la vida. Pero esta última frase aún no se la he escuchado a ninguno de los actores principales, ni se lo voy a escuchar, me parece. Borrón y cuenta nueva, parece. Una gran caja gallega y vuelta a empezar. Y como gallega que sería, que mejor que empezar con un sonoro “Malo Será” que tan de moda está estos días.

Daniel Fernández

miércoles, 25 de noviembre de 2009

LA FUSIÓN O NO FUSIÓN DE LAS CAJAS

Un tema que inquieta actualmente a las Comunidades Autónomas es el de la fusión o no de las cajas comarcales.

Una de estas comunidades es Galicia, donde se plantean dos alternativas, la fusión o alianza entre Caixanova y Caixagalicia; otra es Cataluña donde la fusión se plantea entre Caja Sabadell, Terrassa, Girona, y Manlleu; en Valencia entre Caja Mediterráneo (CAM) y Bancaja, y en Castilla y León entre Caja Duero, Caja España y Caja Burgos, en ésta última Comunidad también se plantean la posibilidad de fusión interregional con IberCaja.

En general, no creo que esto de la fusión de cajas sea lo más idóneo, aunque igual tiene algún punto positivo. Creo que hay que tener en cuenta muchos factores, como cuentas de resultados de las cajas, balances, beneficios o indicadores de morosidad, y ver si realmente sale beneficiada la mayoría.

Porque aquí hay dos posturas: la del político y la del económico (las cajas). Cada uno tira hacia sus intereses y no estarán de acuerdo. Los políticos proponen cosas sin contar con los presidentes de las cajas, y quién mejor que ellos saben como funcionan Por otra parte están las patronales y sindicatos que también hay que contar con su opinión, ya que gracias a esta fusión muchas sucursales se van a cerrar y a despedir a muchos empelados, y esto ya es algo negativo.

Y si estamos en una época de crisis y se piensa en solucionar esta situación, no creo que este debate calme mucho el ambiente, además, ¿realmente esta idea mejorará las condiciones laborales y los beneficios sociales?

En la Comunidad Valenciana el vicepresidente económico del Consell, Gerardo Camps apoya totalmente la fusión entre CAM y Bancaja, pero la patronal y el presidente de CAM no están de acuerdo.

CAM y Bancaja son de las cajas más importantes de España (3ª y 4ª en ranking respectivamente) y como es lógico ambas tienen mucho peso, por lo que habría que mirar los distintos ratios de cada una de ellas y compararlos, y si lo hacemos comprobaríamos que Bancaja es más solvente, mientras que CAM es más eficiente, y aunque parece que se compensarían una con la otra no creo que lo correcto fuese fusionarlas, sería complicar las cosas y no saldría rentable, y aunque crecerían en tamaño no implicaría menor riesgo.

En lo que si estoy de acuerdo con algunos altos cargos es que creo que es una decisión que deberían tomar las propias cajas, y evaluar ellos si la fusión les beneficiaría o no.

Lidia Sandá López

Sobrevivir a la crisis

La última modificación sufrida por el sistema financiero español, y que se está llevando a cabo este mismo año se basa en la fusión de un gran número de Cajas de Ahorro. La idea se compone de dos fases claramente diferenciadas: la primera sería la fusión de Cajas en una misma Comunidad Autónoma y la segunda iría más allá, llegando a fusiones entre entidades de distintas regiones.

El objetivo de estos procesos de unión entre entidades es el de fortalecer la solvencia, rentabilidad y liquidez de las mismas y hacerlas nuevamente viables, tras la crisis financiera con la que convivimos y que puede poner fin a un sector tan atomizado como éste, además de evitar la intervención del Banco de España.

La principal causa de las fusiones entre Cajas de Ahorros ha sido el gran impacto que ha tenido la crisis inmobiliaria en ellas, unido a una política de riesgos demasiado “blanda” que ha propiciado que los índices de morosidad se disparen hasta un 4%, bastante superiores a los de los Bancos, en los que dicho índice se sitúa por debajo del 3%. Si además tenemos en cuenta que la diversificación geográfica de las Cajas de Ahorro es muy escasa, comprobamos la debilidad de éstas ante los efectos de la crisis.

Entre las consecuencias negativas más importantes destaca la eliminación de numerosos puestos de trabajo, derivada del cierre de sucursales y centralización del negocio. Aunque al parecer existe la “promesa”, poco creíble desde mi punto de vista, de que los puestos de trabajo se mantendrán íntegramente y se realizarán pre-jubilaciones, es un tema que preocupa, especialmente a los sindicatos, y que provoca opiniones diversas en la sociedad.

Actualmente, el proceso más avanzado es el que llevan a cabo Unicaja y Caja de Jaén, que aprobarán su fusión en el mes de diciembre, y al que se unirá también CajaSur. En Castilla y León, Caja España y Caja Duero también continúan con su integración. Y otra que está en proceso es la realizan las Cajas catalanas Caixa Sabadell, Caixa Terrassa y Caixa Manlleu.

En el caso de Galicia, las dos Cajas que operan en el territorio son Caixa Galicia y Caixanova, creadas ya a través fusiones de otras Cajas gallegas más pequeñas. Ante la situación económica actual, es posible que la mejor solución y la que más posibilidades tiene sea la fusión de ambas, tras la que se formaría una gran Caja Gallega que adquiriría un importante tamaño, con unos 76 millones de euros en volumen de activos, aproximadamente (datos de 2008 – CECA).

Sin embargo, esta idea no convence a las entidades gallegas, que se resisten a perder su independencia y liderazgo y argumentan que la competencia entre ellas es la que las hace progresar y mejorar en sus servicios.

En definitiva, y ante la inexistencia de un acuerdo, es posible que la decisión, por el momento, sea esperar a que la situación económica actual mejore y poder esquivar así la unión.

Desde mi punto de vista, las fusiones pueden ser una gran oportunidad para que las Cajas de Ahorro salgan de la crisis, siempre que se limite el fuerte impacto negativo que producirá el cierre de un elevado número de sucursales así como los despidos previstos de miles de trabajadores del sector.


Lucía Márquez Quiza.