jueves, 30 de abril de 2009

LAS REUNIONES DEL G-20

El G-20 nace a finales de los noventa ante la necesidad de que las economías emergentes tengan voz en el marco financiero internacional. La primera reunión fue el 15 de diciembre de 1999 en Berlín para dar solución a la crisis existente.

La cumbre extraordinaria del pasado mes de noviembre en Washington supuso que el G-20 se reuniera dos veces en un mismo año por primera vez en su historia. Francia, que disponía de dos sillas al ocupar la presidencia de la UE, cedió una de ellas al Gobierno de Zapatero. Esto conllevó a que la ministra de Economía, Elena Salgado, anunciara que solicitará formalmente la entrada de España en el G-20 como miembro permanente.
Esta reunión fue el primer paso, en medio de una recesión global, para aproximar posiciones y entablar un diálogo internacional. Se llegó a varias conclusiones: la necesidad de impulsar la economía con dinero público, una regulación del sector bancario para dotarlo de mayor transparencia, revisar las instituciones financieras internacionales, como el FMI o el Banco Mundial, y establecer las bases para que una crisis de tal magnitud no se vuelva a repetir.

La siguiente cumbre fue el 2 de abril en Londres. Aparte de los compromisos de intenciones en asuntos como el cambio climático y la Ronda de Doha, los puntos más destacados fueron:

- Dotar con medio billón de dólares adicional al FMI para reforzar su papel como prestamista internacional y, así, ayudar a los países ahogados por la crisis. Además, se ha pactado dar más relevancia dentro del organismo a los países en desarrollo. Hay que destacar el compromiso adoptado por Zapatero de que España aportará 4.000 millones de euros.
- La clave para salir de la crisis es la reactivación del comercio mundial. Así se acordó la creación de un fondo común de un billón de dólares para impulsarlo.
- La lucha contra el proteccionismo también ha sido materia de debate. El G-20 ha pactado no incurrir en medidas proteccionistas para hacer frente a la crisis a escala local. Así, se ha pactado no devaluar las divisas nacionales y evitar que los planes de rescate de la banca nacional impliquen competencia desleal con las operaciones extranjeras.
- La persecución del secreto bancario.
- Una regulación más estricta de las entidades no bancarias, como los fondos de inversión riesgo, ajenos al estricto marco legal de los bancos.

Sin embargo, ante la situación en que se encuentra la economía con una elevada tasa de paro, con caída del PIB, contracción del comercio mundial, etc., toda esta lista de intenciones está muy bien pero, lo que queremos ver son resultados.

NURIA ÁLVAREZ GONZÁLEZ

MUCHO HABLAR, POCO ACTUAR

Desde el año 1999, el G-20 ha intentado fortalecer la economía financiera y fomentar un crecimiento económico sostenible. Demasiados problemas se le han presentado los últimos tiempos ya que su papel es crucial en el impulso de los trabajos entre las economías emergentes y avanzadas para hacer frente a esta crisis económica y financiera y garantizar un futuro sostenible.

Últimamente se crearon demasiadas expectativas en torno a las cumbres del G-20 ya que las medidas que se deben de adoptar son de carácter urgente y se debería de llegar cuanto antes a acuerdos entre los diferentes representantes para comenzar a actuar de una forma coordinada en la lucha para estabilizar el sistema financiero.

En la pasada reunión del 14 de Noviembre en Washington, se llegara a un acuerdo final para abordar dicha crisis, como evitar el proteccionismo, dar más importancia a la presencia de las economías emergentes en el FMI e implantar una mayor regulación en los mercados financieros.
Entre los líderes del G-20 se ve que está complicado llegar a un acuerdo común, así el actual presidente de los EEUU, Barack Obama, declaró en la reunión del 2 de Abril que desea que la cumbre centre su atención en el restablecimiento y el aumento de los puestos de trabajo mediante la intervención del estado en la economía. Por otro lado Nicolas Sarkozy y Ángela Merkel quieren que en la cumbre del G-20 se tomen medidas concretas para sancionar a los paraísos fiscales que no cooperen y consideran que sus gobiernos ya han intervenido suficientemente en sus economías y que llegó el momento de cambiar las normas de funcionamiento de los mercados financieros en general, como también implantar cambios radicales en el funcionamiento de la Bolsa, someter a estricto control a los fondos, créditos tóxicos, derivados y al resto de instrumentos financieros de transparencia dudosa. Al final se llegó al acuerdo de que se hará una aportación de un fondo común de un billón de dólares para estimular el comercio, gran parte del cuál será destinado al FMI y para los Bancos Internacionales.
Mientras tanto España aún no forma parte de este grupo y sólo ha podido presentarse a algunas de las cumbres en calidad de “invitado”, a pesar de que hace unos días la ministra de Economía, Elena Salgado, ha anunciando que solicitará formalmente la entrada en dicho grupo como miembro permanente. En definitiva, que cada uno de los representantes “tira por lo suyo” y hay muchos otros que “no tienen ni voz ni voto”
En mi opinión deberíamos de preocuparnos menos por el dinero y más por las medidas y se deberían de crear organismos supervisores, para que las entidades no vuelvan a “tropezar en la misma piedra”. Parece que con dinero se resuelve todo, pero lo que no se resuelve son los problemas estructurales y si no se establecen medidas más exigentes en un futuro volvería a pasar lo mismo.

Catarina Yáñez Chamosa

LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LAS REUNIONES DEL G-20

A medida que va pasando el tiempo desde que la actual crisis salió a la luz de manera internacional, hemos ido observando como cada Estado está intentando aplicar medidas de solución o cuanto menos paliativas frente a ella. Que hayan sido efectivas o que sean más o menos acertadas depende de cada Gobierno, no obstante en el fondo todas ellas resultan tener una serie de características comunes que se deben a que han nacido en el seno de un acuerdo multilateral. Es por ello que las reuniones del G-20 han cobrado una especial e importante relevancia desde el año pasado, relevancia que ya tenían con anterioridad pero no en el mismo grado que el actual. Son el método más eficaz para que los Estados que en gran medida dominan las directrices básicas de la política mundial se reúnan y expongan sus puntos de vista, medidas, soluciones y sus dudas o problemas todo ello con el fin de buscar conjuntamente una solución que en el mundo actual no se encuentra actuando de manera cerrada o aislada. Los problemas de los Estados no son individuales, un problema Estatal acaba convirtiéndose en global y por ello requiere de una medida Internacional y conjunta o por lo menos que se realice un estudio conjunto de sus consecuencias y posibles soluciones. Esta relevancia actual de estas reuniones de los “super-estados” ha suscitado también dudas acerca de si su modo de llevarse a cabo es adecuado o si precisa de una seria reforma para tratar con ello de darles el justo papel que les corresponde. Para lograrlo una buena medida sería llevar a cabo un proceso de institucionalización de estas reuniones, convertirlas en una Institución Internacional con un consejo rector que las organice y las enmarque en un marco legislativo adecuado pudiendo con ello limitar actitudes arbitrarias de los Estados, convertir sus resoluciones en normas internacionales y proteger a los países no actuantes en las reuniones. Debe dotarse a estas reuniones de una organización y de un gobierno internos para lograr así realmente el carácter internacional que deben tener. Dentro de ello sería muy importante el llevar a cabo un método de inserción en estas reuniones de representantes de todos los Estados mundiales. Es lógico que el número de hablantes se haya limitado a 20 Estados pues de esta manera están representados los Estados que en realidad establecen las pautas de actuación mundiales por ser las economías más representativas a nivel global, unido a ello que con un número superior sería muy complejo y costoso el llegar a soluciones y acuerdos comunes. Pero es también muy importante que se establezca un Comité al que puedan acudir el resto de Estados por lo menos con el carácter de oyentes aunque con potestad para hacer llegar a las reuniones de los 20 propuestas y matices para que sean tenidas en cuenta. Además se lograría que las soluciones de estas reuniones fuesen llevadas a la práctica de manera internacional de una manera más efectiva si en cierto modo todos los Estados se encuentran un poco dentro de estas reuniones y no viéndolas como algo ajeno a ellas que es lo que ocurre hoy en día. Y se evitarían con ello situaciones tan extrañas como las que están ocurriendo cuando los Gobiernos de los Estados tratan de buscar por todos los medios posibles apoyos para ser incluidos en estas reuniones, cuando deberían ser todos ellos llamados a acudir a ellas, cada uno con el grado que les correspondiera por su importancia a nivel internacional.

MIGUEL ÁNGEL GUTIÉRREZ

La importancia de las reuniones del G-20.

Tras las recientes reuniones, el G-20 se ha convertido en el principal foro de coordinación en busca de posibles soluciones para la crisis económica mundial en la que nos hallamos inmersos.

La labor que realizan estas reuniones es fundamental para la reactivación de la economía mundial, ya que en ellas, mediante la participación de las más influyentes potencias del mundo junto con una representación de las principales regiones emergentes, se está consiguiendo llevar a cabo medidas conjuntas a nivel supranacional que persiguen un objetivo común, que es la recuperación económica, evitando la toma de decisiones a nivel individual que conllevaría una situación en la que las principales economías mundiales establecieran sus propias políticas económicas sin ningún tipo de regulación pudiendo desembocar en una ola de políticas proteccionistas.

En la última reunión del G-20 que tuvo lugar en Londres, se acordaron ciertas medidas con el objetivo de introducir regulaciones al liberalismo económico que tanto se había defendido en años anteriores, con la esperanza de conseguir una reactivación tanto del sistema financiero mundial como del comercio internacional.

Entre las medidas tomadas, destaca la necesidad de aumentar la transparencia en los mercados financieros. Para ello se plantearon ideas como la de acabar con los paraísos fiscales, medida ampliamente defendida por Alemania y Francia, ya que éstos son utilizados principalmente con el objetivo de realizar fraudes fiscales debido a su falta de regulación, así como la necesidad de establecer un mayor control sobre los fondos de inversión (en especial los hedge funds) y sobre las empresas calificadoras de riesgo.

Otra de las medidas tomadas, para proteger el funcionamiento del sistema financiero evitando los excesos cometidos en los últimos años consistió en establecer limitaciones a los sueldos y bonificaciones de los banqueros y de ejecutivos de las grandes empresas, buscando que su remuneración se mantenga en consonancia con los resultados a largo plazo de su decisiones. Con esto se intentará evitar la toma de decisiones arriesgadas animadas por las elevadas primas pagadas.

Además durante esta reunión, se pactaron unas ayudas económicas a los principales organismos financieros internacionales, como puede ser el aumento de 750.000 millones de dólares para los recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI), 100.000 para los bancos que se encargan de financiar el desarrollo de países emergentes y por último 250.000 millones de dólares para financiar las operaciones de comercio internacional.

Todas las medidas planteadas a lo largo de las distintas reuniones que se han venido realizando durante los últimos meses han sido acertadas aunque insuficientes, ya que aun quedan materias pendientes como pueden ser la profunda reforma que ha de realizarse en el sistema financiero o la necesidad de impulsar actuaciones para reactivar el comercio internacional.

ENRIQUE T. GARCÍA

¿Para que nos sirven las reuniones de nuestros políticos?

Esa idea de que las comidas de negocio nos sirven para mucho o para nada, lo podemos aplicar a las reuniones de nuestros mandatarios, parar que gastar dinero en estas reuniones, para llegar por ejemplo, en el año 2008, cito textualmente “comprometerse a establecer un mayor nivel de cooperación para la reglamentación del sistema financiero internacional”, eso es lo que esperamos de los representantes de 70% de la población mundial, 80% del comercio, y el 90% del PIB mundial, pues me parece que no.
Entre que las convocan, y deciden quienes van, pasan un mes, y ahí nuestros periodistas, contertulios y demás cronistas, se pasan creando falsas expectativas a todo el mundo, para depuse pasarnos u otro tanto, discutiendo porque no han llegado a un acuerdo, entonces, pienso que esas cumbres podías tener patrocinadores, que sería el sector periodístico; ¿os imagináis, próxima reunión del G-20, pagado por ABC y La Sexta?
La famosa reunión del 15 de Noviembre, fue básicamente para despedir a Bush, porque los documentos que había estaban básicamente, basados en “deben” y “deberían”. En está última los europeos hemos conocido a Barack Obama y señora, pero sin grandes ideas, encima de la mesa al final, bueno perdón una, la refundación del capitalismo, ¿pero no lo habíamos refundado?, y eso sí nos han dicho que no llegaremos a la depresión, porque todos tendrán más dinero, para todos, así que todos a consumir.
Creo que debe, haber más chica en esas reuniones, y llegar a acuerdos, que la gente los veamos, claramente, y sobre todo que los mercados y consumidores crean en esas reuniones.
Nuestros dirigentes deberían en estos momentos de grandes problemas y de gran inquietud para asalariados y empresas, ponerse de acuerdo.
Deberían acordarse de los acuerdos de Bretton Woods. Los españoles nos podríamos acordar de los de la Moncloa, momentos complicados y se llegaron a acuerdos, ¿no?
No cuento con que el G-20, valga para algo, si os acordáis del foro de Davos, acudía todo el mundo, si no estabas en ese foro, no eras nadie en el mundo financiero y político, ¿para que valía?, realmente no le conocí la utilidad, solo para los conferenciantes, para pasear. Hoy quien va, pues grandes empresarios, y artistas, pero realmente no hacen nada.
Pues salvemos el G-20 con acuerdos, que se reforme el FMI, que se limite la especulación, y acuerden más transparencia en los mercados financieros, y se implementen políticas claras de energías renovables, y se apoyen a los más desfavorecidos, del mundo

Pero me pregunto ¿nuestros dirigentes, llegarán a algún acuerdo?
Sí, uno, el de cómo salir en la foto, y el de promover el “deberíamos” en vez de “llegamos a un acuerdo”, para reformular todo en el mundo, ese día, os pido una cosa, que llaméis al 061, que me dará un infarto, porque no me lo creeré.

ANTONIO VÁZQUEZ

¿ES ÚTIL LA ACTUACIÓN DEL G-20?

El G-20 es un grupo de países que ha sido formado en 1999. Representan el 85% de la producción mundial. Agrupa en su seno a los 8 países más industrializados (el G-8), a 11 países recientemente industrializados y a la UE. No obstante, en las dos últimas cumbres, tanto España como Holanda han sido invitadas, a pesar de que ambas quedan representadas por la UE. Dicho representante varía dependiendo del país que ostente la presidencia de la UE.
Este grupo se creó para intentar resolver las crisis financieras que tuvieron lugar en la década de los 90, así como para reconocer a los países emergentes. Desde su constitución, se ha celebrado una reunión anual en la que se han realizado consultas y se han llevado a cabo cooperaciones entre los países en lo que se refiere a aspectos del sistema financiero internacional.
Sin embargo, dada la situación actual en la que nos encontramos, en el año 2008 la cumbre del G-20 ha tenido lugar en dos ocasiones. La última fue el 14 y 15 de noviembre. Se considera una de las más importantes que se han llevado a cabo. Fue realizada en Washington y propuesta por la UE. Se trató de la primera cumbre internacional para afrontar la crisis financiera y, tal como expresó el entonces presidente de los Estados Unidos, George Bush, “la primera de una serie”.
En dicha reunión, se abordaron las posibles soluciones para tratar la actual crisis, que se derivan de la reforma del sistema financiero internacional. Entre las medidas se encuentra dar más peso a las economías emergentes en el FMI y el Banco Mundial. También, evitar el proteccionismo, abogar por el libre mercado. Sin embargo, la mayoría de los países han aprobado ya medidas proteccionistas. Otras pautas que se contemplaron fueron la de crear planes fiscales con el fin de reactivar las economías, así como de aliviar las economías de las familias, y someter a todos los mercados financieros a una estricta regulación, dando un mayor control al FMI y al Banco Mundial, aunque evitando la regulación excesiva.
La segunda cumbre tuvo lugar en Europa, concretamente en Londres, el 2 de abril de este año. En la declaración final de la anterior cumbre, se fijó el 31 de marzo como plazo para haber llevado a cabo las reformas consensuadas entre los países, así como para ver lo hecho hasta ahora, y fue donde se decidió llevar a cabo esta segunda reunión.
Estuvo presidida por el Primer Ministro británico Gordon Brown. El seguimiento de las decisiones adoptadas se espera que se celebrará este otoño, después de que la presidencia del G-20 pase a Corea del Sur.
En ella, se tomaron medidas más concretas que en las de Washington. Entre ellas, perseguir el secreto bancario y la aportación de un fondo común de un billón de dólares para estimular el comercio. Una gran parte del fondo será dedicado al FMI, otra parte irá destinado a reactivar el comercio mundial y otra, para los bancos internacionales de desarrollo. Dichas medidas tienen como objetivo elevar el PIB mundial un 4% y acelerar la transición a una economía verde.
Por lo tanto, vemos que a nivel mundial los países se están implicando por dar salida a esta crisis, que es la peor desde la 2ª Guerra Mundial. Pero, ¿de verdad tienen utilidad?
Para empezar hay que decir que es complicado que los mandatarios lleguen a un consenso, pues tienen opiniones diversas (en muchos casos bastante distanciadas) sobre los diferentes asuntos. Pero no es imposible.
Muchos opinan que el motivo principal de estas cumbres es la de dar la sensación de que se está haciendo algo por superar esta situación. Pero, si no se celebrasen, ¿qué pensaríamos? Pues que no se está haciendo nada y que si se trata de una crisis a nivel mundial es lógico que se tomen medidas a nivel mundial, sin que por ello sea justo que sólo los países más desarrollados tengan voz a la hora de plantear las soluciones, así como la cantidad desorbitada de dinero que se utiliza para celebrar las cumbres.
Por ello, es acertado que se hayan hecho reuniones y que se sigan realizando, pero es preciso que se tomen medidas eficaces y que éstas se lleven a cabo, que no queden en un mero papel. La sensación de que se está haciendo algo nos proporciona algo de tranquilidad, pero si sólo se queda en eso, si no se toman medidas que realmente tengan sus frutos en la economía real, esa mera tranquilidad se retornará en un mayor desasosiego y en una mayor desconfianza sobre la capacidad de los mandatarios de salir de la crisis.
Pero ojo, hay que tener cuidado con las medidas que se adopten, puesto que las crisis, afortunadamente, pasan, pero unas medidas, acertadas o no, perduran en el tiempo; hasta que haya otra crisis.

LETICIA VÁZQUEZ

Todas para mi

Debido a los últimos acontecimientos ocurridos en el mundo, las 20 economías a priori más importantes del planeta decidieron reunirse cada cierto tiempo para debatir las medidas empleadas e intentar llegar a un acuerdo común para contrarrestar los efectos de la crisis global.

La última de estas reuniones tuvo lugar en Londres, a principios de este año. La eficacia de estas reuniones aún está en entredicho. En España casi es más conocida por no haber sido invitados que por las medidas adoptadas en ellas.

Entre las medidas más anunciadas está la de la persecución a los paraísos fiscales, algo que se viene persiguiendo desde hace años y años pero a lo que no se le ve un fin a corto plazo. Otra de las medidas anunciadas es la regulación de los salarios de banqueros y las agencias calificadoras de riesgo. La remuneración de los altos directivos también será más controlada, para evitar recompensas por decisiones arriesgadas. Así mismo, se rechaza totalmente el proteccionismo, puesto que la creación de una globalización sustentable se basa en una economía mundial abierta, tema que ya se trató en la pasada reunión y sigue siendo motivo de conflicto, puesto que ya han salido a la luz diferentes casos que nos muestran un nuevo repunte de proteccionismo.

La eficacia de dichas tardará en ser ratificada, en menos de un año ya llevamos 3 reuniones, y los resultados aún están por ver.

Pero la noticia no solo estaba de puertas a dentro. De puertas a fuera, miles y miles de personas se manifestaron durante la cumbre para expresar su repulsa al sistema capitalista, para la gran mayoría de los manifestantes, principal responsable de la crisis actual.

Tras las medidas consensuadas ahora sólo queda llevarlas a cabo con todos los países remando en un mismo rumbo para que dichas soluciones sean eficaces y nos ayuden a salir de esta crisis, a la que aún tememos seriamente.

FRANCISCO PARDO

REACCIONES AL G-20.

El grupo de los 20 o G-20 se formó en 1999 y está constituido por los 8 países más industrializados (el G-8), once países recientemente industrializados y la Unión Europea como bloque, representando en su conjunto en torno al 80% de la economía mundial. España no se encuentra incluida directamente como país, pero está representada por la Unión Europea. Este grupo se creó como foro de cooperación y consultas entre los países en todo lo relacionado con el sistema financiero internacional, con objetivo de mantener la estabilidad financiera internacional.
Por ello, ante esta grave crisis que estamos viviendo en la actualidad, son varias las ocasiones en las que se han reunido, la última el pasado 2 de abril en Londres, en la que se han llegado a acuerdos como inyectar 1 billón de dólares a la economía mundial y regular los paraísos fiscales buscando el fin del secreto bancario. Medidas todas ellas para encontrar el fin a la crisis.
Pero ante estas reuniones, teóricamente tan ideales, existen numerosos movimientos en contra, multitudinarias manifestaciones en numerosos países. Esta última reunión ha conseguido congregar 50.000 personas en Londres, 30.000 en Berlín, 25.000 en Francfort, 20.000 en Viena y un largo etcétera, bajo lemas como “no pagaremos vuestras crisis capitalistas” “pongan a la gente primero” o “las personas antes que los bancos”. La población acusa a los gobiernos del Grupo de los 20 de proteger los intereses de sus grandes grupos financieros y exigen soluciones ante una crisis que dicen no es de la ciudadanía pero que es a ellos a quien les afecta, reclaman su mayor importancia frente a los grandes bancos o empresas que dicen se han apropiado de la economía y los llevan a la actual crisis.
Por otra parte importantes publicaciones expresan en sus artículos la posibilidad que tenían de haber hecho bastante más y además destacan que todavía queda mucho por hacer.
Otras opiniones destacan el hecho de que el G-20 pretende una nueva organización bancaria pero que esta tardará varios años en conformarse y para que muestre efectos necesita más tiempo, por lo que será una lenta medida.
Desde mi punto de vista, las reuniones del G-20 pueden ser de gran utilidad ya que los representantes tienen la oportunidad de popularizar sus opiniones, además es importante que los países unan sus voces y actos, que no se preocupen sólo de ellos mismos, que se unan, que entre todos discutan y pongan en común las posibles medidas para abandonar la situación actual. Pero también es cierto que por el momento están demostrando que se reúnen para iniciar y proponer medidas pero que en realidad parece que no tienen la capacidad suficiente para tomar medidas decisivas. Además en mi opinión tendrían que, además de tomar las decisiones que se están teniendo hasta el momento, adoptar decisiones y actuar para mejorar la situación de las pequeñas y medianas empresas que tanto están sufriendo y que tan importante son para la economía en su conjunto.
Se necesitan muchas medidas para acabar con la crisis y las reuniones del G-20 pueden traer decisiones muy positivas, pero estas reuniones tienen que ser una de las muchas actuaciones para mejorar la situación actual, se necesita mucho más y espero que lo veamos pronto.

MARÍA TEJELO

IMPORTANCIA DEL G-20

La precaria situación que estamos atravesando hace que sea necesaria la unificación de fuerzas por parte de todos los países para salir lo más rápido posible de este incómodo momento. Por eso se ha constituida el g-20 como medida de apoyo para lograr un crecimiento continuo y sobre todo para evitar los posible conflictos entre países y llegar a acuerdos consensuados y no que cada uno tome las medidas que considere convenientes.
Sobre esta esta base se celebró el 15 de noviembre quizás la reunión más importante hasta el momento, tocando los principales temas para poder salir airosos de esta crisis. Lo curioso es que uno de los pilares de esta reunión ha sido y cito textualmente: “Subrayamos la importancia crítica que tiene el rechazo del proteccionismo, y el no encerrarnos en tiempos de incertidumbre financiera”, lo cual significa evitar el proteccionismo para seguir creciendo, cuando además el comercio internacional es una de las claves para que esto se produzca; y a pesar de ser apoyado por todos los países esto no se esta cumpliendo lo que hace que se cuestione la eficacia de tales reuniones.
Quiero pensar y apoyar estas reuniones como medida para buscar una solución común que favorezca a todos los países.
El 2 de este mes se ha producido otra reunión en Londres, en la que se han tratado temas de vital importancia;
1. Comercio y proteccionismo; el problema es el citado anteriormente, se ha contraído el comercio internacional y la clave esta en la reactivación de la misma, por lo tanto se han acordado evitar medidas que no recuerden al proteccionismo tales como devaluación de la moneda…
2. El FMI dándole recurso para que goce de una mayor importancia como prestamista internacional.
3. Regulación financiera y de los paraísos fiscales.

Estas medidas junto con otras propuestas, son tremendamente acertadas pero lo importante es intentar llevarlas a cabo y que no quede simplemente de cara a la galería.

IGNACIO GONZÁLEZ

EL PRINCIPIO DEL FIN

“Ante grandes males, grandes remedios”, ese es el lema de la lucha que todos los países tienen ante la crisis.

Flanqueados en unas reuniones en las que la imagen de unidad y sacar acuerdos de provecho son los únicos objetivos que persigue el público ante estos vitales encuentros, los ocho países mas industrializados del mundo, las once principales economías emergentes del mundo y la UE asisten a este importante foro, en el cual las cosas no son como parecen y transcurridos ya muchos encuentros desde aquel primer foro del G-20 del año 1.999, los actores principales han ido cambiando algo.

Al hacerse realidad el fantasma de la crisis-depresión global, nuestros queridos gobernantes y los jefes de los principales bancos del mundo, sabiamente decidieron que la imagen de unidad era lo que se debía dar ante un descomunal problema común como es la crisis; de este modo la cumbre financiera de Washington de Noviembre de 2008 fue el inicio del asentamiento de las bases de un supuesto cambio de las reglas del sistema financiero mundial; bases y principios que se asentarían en el futuro en cumbres posteriores como en la pasada cumbre de Londres del mes de Abril.

En lo que se refiere a los previos de las cumbres, no sólo en las del G-20, permanece el problema de que no se llegue a acuerdos o de que se falte a las expectativas que se generaron antes de la propia cumbre. Al ser un foro de cooperación y consulta en temas de debate del sistema financiero mundial, a los gobernantes de los distintos países, pese a estar ayudados por un ejercito de asesores se les nota la falta de rigor y conocimientos que tienen expertos en la materia como los presidentes de la FED o el BCE, aunque en estas ultimas cumbres, estuvieron invitados.

Entrando en contenido, en las dos últimas reuniones de Washington y Londres se sentaron claros puntos de reforma, como son perseguir ferozmente a los paraísos fiscales, reformar el FMI y el BM, así como afrontar políticas expansivas de aumento del gasto público por parte de cada país y de inyectar masa monetaria por parte de la FED.

El grueso de las reuniones esta protagonizado por dos bandos opuestos y uno intermedio, y por países que buscan poco a poco aumentar su cuota de poder. En la pasada cumbre de Londres, los territorios de habla inglesa EE.UU. e Inglaterra sostenían que el aumento del gasto era el camino para salir de la crisis, mientras que el bloque franco-alemán recomendaba la reforma como solución; esto unido a que las cosas cambian, y el tío Sam ya no esta tan fuerte como antes, pues China y el resto del BRIC (Brasil, Rusia, India y China), y lo países árabes reclaman un incipiente protagonismo, fundamentaban pocas esperanzas en que tras la cumbre algo cambiaría y ya se recuperaría la senda del crecimiento económico.

Ante la bisectriz de la importancia o no de estas reuniones, se podría sostener la hipótesis, de que estas reuniones, al estar mayormente protagonizadas por dirigentes políticos, si de verdad quieren darle un carácter mas puramente económico y financiero, quizás tendría que transformarse para ser mas la sensación de ser una especie de reuniones del ECOFIN, que un club selecto de gobernantes que se reúnen para dar imagen de tranquilidad y sosiego a sus votantes y opinión pública.
En el tablero de la economía mundial un huracán se ha llevado las fichas de cada uno de los países, y aunque cierto es que tras acuerdos positivos en las cumbres, síntomas de la salud financiera como son los índices bursátiles reaccionan positivamente; tras un falta de acuerdos y una reunión pobre en contenidos, el color rojo tiñe el parqué global.

En principio, parece que lo peor del huracán ha pasado, pues se ven indicios de recuperación en diversos índices macroeconómicos y una posible mejora del nivel de los precios en EE.UU, y aunque es cierto, que existen voces discordantes como la del miembro del comité ejecutivo del BCE, Jürgen Stark, quien criticó hace dos semanas los acuerdos de la cumbre de Londres de inyectar dinero a los mercados para evitar la deflación actualmente, pero crear una importante inflación en el futuro, es precisamente el futuro y el transcurso de los acontecimientos los que nos dirán si son convenientes hacer mas reuniones del G-20, como hacerlas, y si estamos o no en el principio del fin de la crisis o de la depresión global.

GERMÁN XAVIER MARTÍN

EL G20 SIGUE ANIMANDO A DESPILFARRAR EL DINERO

Aburridos nos tienen ya con esto de las reuniones del G20, que no son más que declaraciones sin fundamento ni lógica para poner freno a la actual crisis económica y financiera que se está viviendo a nivel mundial y que en definitiva no añaden nada nuevo a lo ya oído en anteriores reuniones o “Cumbres” que queda más profesional.
Pero lo cierto es que la única conclusión que se desprende de esta nueva “Cumbre” celebrada en Londres es que se continuara con el despilfarro, al haberse prometido nuevas inyecciones de liquidez a quien lo necesite acompañadas de la flexibilidad de hacer con este dinero lo que les venga en gana ante la falta de normativa, perdón, gracias a las nuevas normas del FMI.
FMI que ha anunciado tres importantes modificaciones en su normativa que no son otras que las de; dar un mayor un plazo a los préstamos, aumentar la cuantía de los préstamos a recibir por los estados y que se disminuye la rigidez de las condiciones a exigir para ser destinatario de estos préstamos.
Modificaciones que siguen el camino de las ayudas dadas en el sector privado por los gobiernos centrales de los estados y que acarrean las mismas consecuencias, consecuencias que se pueden resumir en que cuando estas ayudas se consuman sin haberse puesto fin al problema que motivaron su concesión se acudirá al FMI pidiendo más.
Por lo que estas nuevas medidas adoptadas, tal y como anuncio Jürgen Stark, miembro alemán del comité ejecutivo del BCE, no son más que inyecciones de liquidez a los mercados que dan paso a una amenaza aun mayor como es la inflación.
Por lo que a día de hoy considero que no son necesarias mas reuniones entre los líderes de los países ricos, porque por mucho que se llegue a acuerdos sobre qué medidas tomar para intentar poner fin a esta situación, está claro que estos acuerdos no van a solucionar los problemas del mundo, sobre todo si se parte de la base de que país es un mundo en si mismo, que parte de una realidad económica-financiera y unas condiciones propias y no compartidas por otros por lo que lo lógico sería buscar soluciones a medida para cada uno de ellos, siendo necesario en primer lugar determinar cuáles fueron las causas para que, una vez superado este paso poder realmente buscar soluciones al problema y no limitarse a llevar a cabo una centralización que desemboque en que el gobierno sea dueño de todo y decida sobre todo y todos, porque el gobierno en definitiva está formado por políticos y no considero que los mercados financieros lleguen a ser más eficientes si el poder económico se coloca bajo su tutela , políticos que en la mayoría de los casos carecen de la formación suficiente para afrontar esta ardua tarea y que lo único que buscan es sacar tajada del asunto.
Difícil situación económica que nos debería de servir a todos y cada uno de nosotros para reflexionar sobre lo que nos ha llevado hasta este punto y al mismo tiempo para intentar llevar a cabo una nueva visión de sobre como hacer las cosas, porque un crecimiento sin fin es imposible de sostener sobre todo si está basado única y exclusivamente en el excesivo consumo y despilfarro de los recursos.

Rebecca T. Vilariño

miércoles, 29 de abril de 2009

VAMOS A LA FIESTA

¿Por qué este artículo se titula así?, pues sencillamente porque estás reuniones hasta ahora y visto lo visto sólo valen para comer canapés y hacer turismo a costa de los contribuyentes. Me explico hasta hace poco estas reuniones sólo acudían siete países y se llamaban la cumbre del G7, eran USA, GB, Alemania, Francia, Italia, Canadá y Japón.
Así estas reuniones se veían para algunos como las reuniones de los capitalistas que opresionan al mundo, pero visto que el actual sistema está dando bocanadas ahora acuden países emergentes como Brasil, Argentina, Australia o Turquía. Así se está reconociendo poco a poco que hay que tener en cuenta cada vez más a estos países por que su peso económico está aumentando cada vez más y sobretodo porque los países desarrollados dependemos también más de sus materias primas para poder crecer.
Después en esta reunión se observó al mítico que no le quieres invitar a la fiesta y como se entera por terceras personas te está dando la vara (lo digo de forma coloquial porque así queda reflejado de mejor forma lo que ha sucedido) para que lo invites, tu no quieres porque no pinta nada, pero como tiene un amigo carismático en común lo acabas invitando, total ya que vas a gastar canapés que más da unos más, en resumen este sólo va para hacerse la foto y para el consumo interno de sus seguidores que dicen que está ayudando a resolver el problema pero en realidad sólo está allí para que sus opiniones públicas no le acusen de no hacer nada. En definitiva, en Londres la reina de Inglaterra tuvo más trabajo que si fuera una reunión del G7.
La segunda parte de la fiesta fue con las primeras damas, parte hasta ahora desconocida en este tipo de reuniones, estas se sintieron como reinas en esas cenas de gala que se metieron entre pecho y espalda. Esto no es criticable ya que en un contexto de reducción del consumo a ayudado a sector hostelero de Londres y a los servicios de catering a salvar sus cuentas anuales en este contexto de crisis.
La última parte de la fiesta es el de los denominados antiglobalización, es decir, si los capitalistas opresores tienen su propia fiesta pues los “alternativos” también. Estos hacen sus manifestaciones para protestar contra el desempleo, el cambio climático, la guerra y contra el embargo de viviendas. Claro está que todos llegaron desde sus lugares de origen en bicicleta o en el coche de San Fernando, sin duda el más ecológico de todos, porque hay que predicar con el ejemplo que eso de coger un contaminante servicio público, ya que el coche particular está proscrito para este movimiento. O sea los que no eran de las islas nadaron más que Michael Phepls en las últimas olimpiadas para llegar a Londres.
Un ejemplo es Greenpeace, que está a favor de la naturaleza y andan con esos remolcadores sacados del desguace de hace 50 años que recorren 100 millas naúticas con dos litros de agua mineral, bueno si no cogisteis la ironía os recomiendo ver la escena de Armagedon en que unos activistas de Greenpeace le están dando el día a Bruce Willis en su plataforma petrolífera.
Pero es que también dieron un empuje a la economía local ya que hicieron falta muchos policías para evitar disturbios, ayudó al sector de los funcionarios tan en crisis hoy en día, al de los cristaleros que hicieron su particular agosto y a los que estamos en el paro buscando una oportunidad en banca ya que muchos de estos activistas cogerían algún banquero, porque todo es culpa de los banqueros, hablarían con el (la violencia no está dentro de sus ideales) y tendría tal sentimiento de culpa que cogería una baja por depresión. Lástima de no estar por allí para coger estas bajas ya que aquí las cosas están negras.
En resumen estas reuniones siempre hay una uniformidad en los discursos y resoluciones pero a la hora de llevarlo a la práctica es otro cantar. Vamos que lo que pagamos esa crisis son los contribuyentes y aparte tenemos que tener suerte de haber elegido a unos representantes algo competentes (solo un poco, con eso nos llega), para poder salir lo más rápido posible de la crisis y que sus planes de rescate lo demos pagados nosotros y no nuestros nietos.
P.D coche de San Fernando = Un poquito a pie y otro caminando.

DAVID FERRACES

martes, 28 de abril de 2009

EXPECTATIVAS DEL G-20

Desde que se ha constituido, el G-20 ha contribuido durante todos estos años a fortalecer el sistema financiero internacional y a promover el crecimiento económico sostenible.
Hoy en día su papel es fundamental para afrontar y dar impulso a la actual situación económica, así como a fomentar el trabajo en las economías de los distintos países para hacer frente a la crisis actual. Se trata de restaurar la estabilidad financiera.
Debido a la incertidumbre económica a nivel global se pone de manifiesto la necesidad de adoptar medidas, la mayoría de las veces con carácter de urgencia, por lo tanto tiene que ser una prioridad el promover acuerdos de carácter internacional.
Como viene siendo habitual, y en consonancia con su política, el G-20 se reúne cada cierto periodo de tiempo y debate sobre diferentes temas incluidos en su marco de actuación. Así pues, la cumbre de Washington celebrada el 15 de Noviembre fue considerada como una de las más importantes, ya que se abordó la reforma del sistema financiero mundial. Posteriormente el 2 de Abril se celebró la llamada Cumbre de Londres en la que se adoptaron medidas para fortalecer la regulación y la supervisión, en línea con los compromisos asumidos en Washington. En esta última Cumbre se hizo pública una declaración sobre el fortalecimiento del sistema financiero, en la que se concretaban una serie de reformas importantes, tales como, la ampliación del Foro de Estabilidad Financiera, nuevos acuerdos para fortalecer la cooperación internacional y apoyar así los esfuerzos llevados a cabo por el FMI, el FSB, el Banco Mundial y el Comité de Basilea, también se han puesto de acuerdo para reforzar los marcos internacionales para la regulación prudencial y se ha acordado a su vez, que deben mejorar las normas contables para la valoración de instrumentos financieros, así como la supervisión más eficaz de las agencias de calificación crediticia.
Lo que es necesario ahora, es la puesta en marcha de las medidas tomadas y la aplicación de reformas, incluso legales.

Vanessa Lorenzo.

¡Todos a una!:

Esta afirmación creo que puede resumir lo que representa en el marco actual las famosas reuniones del G-20, una manera de consensuar esfuerzos entre las principales potencias económicas con el fin de buscar y acometer reformas que ayuden a paliar el efecto de esta crisis que nos ocupa.
Podemos pensar que estas reuniones son buenas por el simple hecho de que cinco cabezas piensan más que una. Pero no es tan sencillo, y esto es así porque cada país busca impulsar las medidas que mas le convienen. Por este motivo esto se antoja tan complicado, ya que entramos en una espiral de acuerdos de la que es muy difícil salir airoso.
Sin embargo los acontecimientos sucedidos desde la última reunión (en noviembre), tales como fusiones, rescates bancarios, quiebras de bancos y estados… anima a la cooperación entre las potencias económicas lo que nos hace pensar que estas reuniones si son útiles a pesar de que muchos las cuestiones.
Sin ir más lejos en la última reunión en Londres, tuvo como anfitrión al primer ministro Británico Gordon Brown, se acordó la necesidad de potenciar un Organismo regulador denominado Foro de Estabilidad Financiera, del cual España forma parte desde el 12 de marzo, lo que parece una recompensa al buen labor del Banco de España en los últimos años.
Este Foro, del cual son miembros instituciones como Autoridades Financieras (Ministerios de Finanzas, Bancos Centrales y Órganos Supervisores), Instituciones Multilaterales (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial) o Comités de Expertos vinculados a Banca Central, tienen como finalidad principal tres objetivos:
1: Coordinar a nivel internacional los esfuerzos de todos los organismos involucrados.
2: Promover el funcionamiento correcto y eficiente de los mercados financieros mundiales.
3: Reducir el riesgo del sistema.

Además de esta medida, los principales acuerdos a los que se llego en esta reunión de Londres son a groso modo los siguientes:
1: Restaurar el crecimiento y el empleo, adoptando sobre todo medidas fiscales innovadoras con el fin de dirigir el crecimiento hacia una economía mas ecológica.
2: Endurecer la supervisión y regulación de las instituciones financieras, con el fin de corregir y evitar los fallos que nos llevaron a esta crisis.
3: Fortalecer las instituciones financieras y convertirlas en empresas seguras y fiables 100%.
4: Promover el comercio y las inversiones mundiales, con el fin de escapar del proteccionismo que antaño provoco tanto retroceso económico, fomentando las exportaciones y el comercio exterior.
5: Garantizar una recuperación justa y sostenible para todos los países, sin dejar de lado a los más afectados por esta crisis.

Con estas medidas se pretende golpear la crisis y de esta manera ir recuperando la normalidad económica, solo el tiempo dirá si los paisanos de Fuenteovejuna estaban en lo cierto

LUIS MIGUEL CASTRO

¿Son realmente útiles las Cumbres del G-20?

Recientemente, hemos asistido a la última reunión del g-20 celebrada en Londres. No era una reunión más, era la reunión en la que estaban depositadas muchas esperanzas pues el objetivo de todos los asistentes era la de reformar el sistema financiero internacional como medida para atajar la crisis internacional. La importancia de esta última reunión se ve reflejada en que era la tercera en menos de un año, cuando a lo que estábamos acostumbrados era que se celebrara una reunión anual, pero desde que estallo la crisis financiera ya se han celebrado la reunión de Sao Paulo(2008), Washington D.C(2008) y Londres(2009).
El G-20, el grupo formado por los países industrializados los países emergentes y la UE, se ha encargado de liderar la salida de dicha crisis, y para ello se han dibujado líneas maestras como la transparencia de los productos bancarios, o la posibilidad de que los llamados paraísos fiscales dejen de serlo o den los primeros pasos para dejar de serlo, así como importantes ayudas a determinados sectores en los que la crisis está haciendo mayor daño.
Pero, ¿realmente estas reuniones sirven de algo? Personalmente, tengo la esperanza de que realmente sirvan para exponer problemas y procurar una solución consensuada para atajarlos, siempre y cuando las posibles soluciones tomadas en dichas reuniones se lleven a cabo en el menor tiempo posible, y por todos los países implicados dejando al margen posibles roces políticos entre unos y otros, es decir, no sirve de nada el tiempo que se emplea en analizar problemas, como actualmente el de la crisis financiera mundial, la toma de soluciones, si después países como Francia o Alemania se enfrentan con Reino Unido a título personal, abanderando ficticiamente la reunión los primeros cuando realmente lo que esconde dicho enfrentamiento es un desacuerdo en la forma de desarrollar el sistema bancario, pero señores han de darse cuenta que no están solos en el mundo, ni que son los únicos afectados por la crisis financiera, no es el momento de debatir si el modelo anglosajón es el culpable, o si el modelo franco-alemán es el más seguro para que esta crisis no se vuelva a repetir, es el tiempo de que todos nos pongamos a remar hacia una misma dirección para salir a flote.
Al margen de lo expuesto anteriormente, considero que la celebración de cumbres mundiales es una buena idea pero personalmente creo que el número de asistentes no es el correcto. Considero que 20 asistentes discutiendo es un número demasiado alto para poder llegar de forma eficiente a acuerdos sobre cualquier materia, pero no es solo el número, no considero lógico que a una misma reunión del grupo acudan la UE por un lado y Alemania , Francia, Italia o España por otro, ¿Qué piensan, hacer la guerra cada uno por su lado y a la vez juntos? Si están representada ya la UE, ¿Por qué van países miembros de la misma a título individual?¿No sería más eficiente que a dichas cumbres acudiesen representantes, caso de UE o EEUU, en lugar de países? Es decir, que acudan representantes de Asia, África, América, Europa, Oceanía y no 6 por parte de Europa y uno por parte de África, lo cual puede parecer un poco desigual.

FELIPE SEOANE FERREIRO

Soluciones reales o sólo medidas de cara a la galería

Desde la primera cumbre del G20 celebrada en Washington en octubre de 2008 la expectación mundial era máxima de cara a la celebración de este nuevo evento está vez en territorio europeo. Se esperaba que los acuerdos alcanzados en la cumbre sirviesen de pasos iniciales para crear un nuevo orden económico que nos permita salir de la crisis actual y evitar que esta situación se repita en el futuro.

Desde un punto de vista político, pese a las expectaciones creadas nadie tenía demasiado claro si se llegaría a acuerdos reales debido a las discrepancias iniciales existentes entre los líderes políticos participantes. Algo que se pone aún más de manifiesto si se observa los distintos puntos de vistas o medidas adoptadas por los distintos gobiernos europeos durante estos meses. Pese a las claras reticencias iniciales y al pesimismo de muchos tras la foto final todos los líderes políticos participantes alabaron las medidas adoptadas en la cumbre y expresaron su optimismo de cara a la pronta recuperación económica tras la adopción de estos acuerdos.
Estos acuerdos se han plasmado en una serie de medidas:
- Los países conocidos como paraísos fiscales serán incluidos en una lista negra, se les hará poner en conocimiento de las autoridades competentes los nombres de las personas que tienen invertido su dinero en estos lugares.
- Aquellos que no cumplan la norma anterior serán sancionados.
- Se dotará al FMI de más recursos, estos fondos serán aportados por los distintos países participantes en la cumbre y su objetivo es conseguir que esté organismo sea más eficiente a la hora de adoptar las medidas necesarias para ayudar a los países a salir de la crisis. Además estos recursos serán utilizados para ayudar a los países más desfavorecidos.

Pero la realidad tras la breve resaca inicial es un poco distinta. En la calle las medidas adoptadas no se ven reflejadas en un cambio en la situación de paro, cierre de empresas, falta de liquidez de las familias y organizaciones, reducción del consumo tanto interno como externo, deflación (palabra no admitida por el momento pero que sólo significa caídas constante y continuas en el nivel de precios, lo que pasa actualmente). Tampoco la confianza de la población parece verse mejorada.

¿Qué va a pasar pues tras los acuerdos firmados? La respuesta parece ser clara, hay que esperar a que las medidas tengan sus frutos en la economía real (si esto es posible), ya que, se empiezan a ver ya posibles signos de recuperación, como pueden ser, que el desempleo empieza a ser cada vez menor, la bolsa que siempre se adelanta a los acontecimientos empieza a subir y ha cerrado marzo positivamente, el IBEX está por encima de los 8000 puntos. Incluso algunos apuntan que EE.UU comenzará su recuperación tras el verano.

Desde mi punto de vista, las medidas no son del todo válidas para salir de la situación actual sobre todo en el corto y medio plazo.

En lo referente a España tras la cumbre nuestro presidente del Gobierno ha hecho una remodelación de algunos de los ministros entre ellos ha cambiado la cabeza visible del Ministerio de Economía, esperemos que esto sirva para que nuevas medidas afloren desde este ministerio que nos permitan mejorar en nuestra actual situación. Aunque mi pesimismo viene dado por mi creencia de que en la situación en la que nos encontramos poner sobre la mesa de nuevo el tema de la financiación autonómica no es la mejor solución a nuestros problemas.

Esperemos que Elena Salgado pueda solucionar aunque no todos si una parte de los interrogantes que se nos plantean, la inversión pública, el desempleo, el cambio de modelo económico. Aunque después de ver la eficiencia de su gran política de crear empleo en los ayuntamientos con obras públicas dejen que sea un poco pesimista.

Mª Esther Gallardo Trillo.

lunes, 20 de abril de 2009

Hacia un posible resurgimiento de la economía mundial

Desde la última reunión del G-20 correspondiente al pasado 15 de noviembre, los últimos acontecimientos financieros y el empeoramiento de las condiciones económicas en los últimos meses han provocado un replanteamiento respecto a las diferentes posiciones adoptadas por los principales líderes mundiales, con una clara tendencia hacia el multilateralismo.

El FMI y el Banco Mundial han admitido que la economía mundial se contraerá este año, así como el comercio internacional. Ante este marco de vulnerabilidad tanto en el sistema financiero como en la economía real, los Estados más representativos de la esfera económica mundial se han propuesto poner en marcha una serie de medidas que eviten un mayor deterioro en la economía.

Mientras que los países anglófonos, como EE.UU. y Reino Unido, se han decantado por un compromiso claro con las políticas de estimulo fiscal a través de la reducción impositiva y un mayor gasto público, los países de la Europa continental, con Alemania y Francia a la cabeza, han puesto el acento en la reforma de la regulación financiera a nivel global con el fin de evitar crisis de tipo sistémico como la que estamos viviendo.

Hay que reconocer que en estos momentos urge adoptar medidas de corto plazo como la coordinación global de estímulos fiscales con el fin de que no se contraiga en exceso la producción mundial para así garantizar la viabilidad y vigencia del sistema multilateral de intercambios.

Actualmente asistimos a una intensa oleada de tentaciones proteccionistas que ondean en las mentes de los responsables económicos de ciertos países, por lo que avances en las negociaciones de la Ronda de Doha se presumen muy necesarios para evitar que el comercio internacional se desplome y pueda seguir siendo un elemento generador de crecimiento y empleo.

Tras la celebración de la última cumbre del G-20 en Londres se puede decir que se han producido notables avances en cuanto a la regulación financiera y al compromiso de aportar una mayor confianza a los mercados. A continuación les resumo los hitos más relevantes alcanzados en el transcurso de la reunión:

1. apoyo a las políticas expansivas a través de los instrumentos que posee la política económica.
2. limpieza de los activos tóxicos de los balances de las principales instituciones financieras.
3. creación de un marco regulador internacional para evitar situaciones de dudosa ética empresarial
4. y por último, emprendimiento de una lucha encarnizada contra los paraísos fiscales que no hagan públicas todas sus cuentas.

En la reunión del pasado 2 de abril también se confirmó el protagonismo que adoptará en el futuro el Foro de Estabilidad Financiera como nuevo órgano de coordinación de los reguladores, con capacidad para alertar de los puntos vulnerables que aparezcan en los mercados financieros.

En definitiva, se puede decir que la reunión ha obtenido un buen resultado en base a los avances alcanzados en las distintas áreas de debate, acuerdos que se han traducido, finalmente, como un mensaje de confianza en los propios mercados. Ahora solo falta que se materialicen dicho avances y sea el comienzo de una nueva etapa económica....

Fecha: 16 de abril de 2009

RUBÉN VÁZQUEZ

viernes, 17 de abril de 2009

La crisis mundial reclama acciones mundiales.

¿Quién compone el grupo de los 20? Este organismo está formado por los 8 países más industrializados (G-8), los 11 países con las principales economías emergentes de todas las regiones del mundo y la Unión Europea como bloque, por lo tanto las decisiones que se lleven a cabo en este tipo de reuniones van a afectar en mayor o menor medida a la economía mundial, y por eso son tan importantes, por no decir fundamentales, en estos momentos de crisis.
Tenemos encima una grave crisis global y para solucionarla hay que reinstaurar la confianza en el sistema financiero y en la economía en general. Es por ello por lo que estas reuniones son necesarias en los tiempos que corren. Ningún país podrá salir sólo de esta situación, sino que se necesitan llevar a cabo medidas coordinadas entre los principales representantes de este mundo tan globalizado, y un ejemplo claro es la última cumbre que tuvo como anfitrión al primer ministro británico Gordon Brown y que se celebró el pasado dos de abril. En ella la principal conclusión fue la necesidad de crear una “superagencia” que regule todo el sistema. Esta idea consiste en la creación de un Consejo de Estabilidad Financiera para que, en cooperación con el FMI, alertar de los riesgos macroeconómicos y financieros y tomar las acciones necesarias para actuar contra ellos.
También hubo tiempo para hablar de los paraísos fiscales, los cuales están a un paso de desaparecer.
Estas reuniones deberían realizarse con una mayor periocidad ya que se pueden dar soluciones muy positivas para luchar contra la crisis actual y ¿cuándo salgamos de la crisis? También serán necesarias que este grupo de los 20,21, 22… (Ya que cada vez más países tendrán un mayor peso) se reúnan de vez en cuando y se debata sobre temas macro y micro de cada uno de los países o zonas representadas y poder detectar desajustes en la economía. El buen funcionamiento de esta superagencia va a ser vital para volver a los tiempos de bonanza y poder detectar posibles crisis futuras aunque no evitarlas, ya que la economía, queramos o no, se mueve por ciclos.

GONZALO PÉREZ.

lunes, 13 de abril de 2009

Negra Sombra

El día después de la reunión del G-20 amanece repleto de esperanzas, no dejo de leer en los primeros “rotativos” digitales frases opiniones como “la reunión de Londres puede acabar simbolizando el alumbramiento de un nuevo sistema financiero”, “Ganaron todos,…, A la salida de la histórica cumbre del G-20 celebrada ayer en Londres, todos los líderes se mostraron contentos”, “ha sido una cumbre productiva”; en la radio más de lo mismo.

Y menos mal, que hubiera sido de la maltrecha economía mundial si las primeras palabras de Gordon Brown, en lugar de versar sobre movilización de 5 millones de euros, hubieran tratado de explicar la dudosa decisión de que cada estado cargase con sus “responsabilidades” y tratase de recuperarse de la crisis por su cuenta y riesgo; o si el mediático Obama hubiera defendido la tesis contraria a la de la cumbre de Washington, dejando a los países emergentes a su suerte. Imaginaros las portadas de los periódicos, los telediarios del mediodía, las tertulias de la radio con expertos economistas, otro nuevo golpe a la confianza de los mercados, de las pequeñas y medianas empresas, de las familias.

Esta, como las anteriores, era una reunión necesaria, puede que las decisiones tomadas sean discutibles, pero; en un mundo globalizado donde caemos en la paradoja de que es más barato producir a 10.000 Km. que en el propio país, un mundo envuelto por una “negra sombra” que se ha encargado de equipar a las distintas economías; la solución tiene que pasar inopinablemente por el consenso de éstas. La situación actual mueve cifras y ratios de tal magnitud que muy pocos países, quizá China, Alemania o EEUU, podrían emanciparse con algún tipo de éxito.

No obstante solo ha sido un pequeño paso para la recuperación económica harán falta más, pasos y reuniones, si bien es cierto que las decisiones adoptadas, que por opinables no dejar de ser coherentes, -giran en torno a la inyección de solvencia a los mercados para reducir el endeudamiento y aumentar el consumo-, todavía deben adquirir virtualidad. Llevará tiempo, sobre todo se me antoja harto complicado acabar con los paraísos fiscales, y, por supuesto, la reducción de las tasas de paro. Se me antoja que la medida que tomará practicidad con mayor rapidez será la regulación a la ingeniería financiera volviendo a poner de moda las buenas prácticas. En esta celeridad debiera influir el sentimiento de culpabilidad y los remordimientos.

Sin embargo, y a pesar del título yo creo que hoy estamos mejor que ayer, en mi opinión, como siempre humilde, se ha fraguado un comienzo, y los resultados han sido mejores de los que esperaba, muy posiblemente no vislumbremos resultados positivos algunos en los meses que restan hasta la próxima cumbre que se celebrará en septiembre en Nueva York, es más, probablemente, ocurra todo lo contrario.

“negra sombra”
Cando penso que te fuches,
negra sombra que me asombras,
ó pé dos meus cabezales
tornas facéndome mofa.
Cando maxino que es ida,
no mesmo sol te me amostras,
i eres a estrela que brila,
i eres o vento que zoa.
Si cantan, es ti que cantas,
si choran, es ti que choras,
i es o marmurio do río
i es a noite i es a aurora.
En todo estás e ti es todo,
pra min i en min mesma moras,
nin me abandonarás nunca,
sombra que sempre me asombras.

Rosalía de Castro
Follas Novas
1880


JOSÉ RAMÓN BAÑA

¿ES ÚTIL EL G-20?

El G-20 nace a finales de los años noventa ante la necesidad de dar voz a las economías emergentes en el panorama financiero internacional. Con la intención de frenar la crisis que tuvo lugar hace diez años, el grupo se reunía por primera vez el 15 de diciembre de 1999 en Berlín.
El G-20 ha funcionado como un foro de cooperación que se ha reunido una vez al año en una sede rotatoria. Por medio de talleres, foros y grupos de trabajo, el G-20 trata de proporcionar informes y determinados análisis a los diferentes ministros y autoridades financieras que lo componen.
Los países del G-20 se reunieron el 15 de noviembre del 2008 por primera vez en medio de una recesión global para aproximar posiciones. En esta cita, estos países tenían que enfrentarse a una crisis que ha dado un giro radical al sector financiero, que ha hundido el comercio mundial y que entre muchas de las consecuencias de todo este devacle económico podemos mencionar el desempleo y la desestabilización de la economía de muchos países.
Los mandatarios del G20, más España y Holanda, se comprometieron a llevar a cabo una reforma de los mercados financieros en los cuales existiese una mayor transparencia y regulación.
En la declaración final adoptada tras la cumbre en Washington, los líderes del G20 se comprometieron a trabajar juntos para restaurar el crecimiento mundial y conseguir las reformas que necesita el sistema financiero, algo que debía estar puesto en marcha antes del 31 de marzo
El plan de acción para hacer frente a la crisis económica y financiera incluía la adopción a escala nacional de medidas de estímulo fiscal para hacer frente a la recesión y la puesta en marcha de medidas de supervisión para controlar a los bancos más importantes del mundo.
Ante la próxima reunión que se celebrará el 2 de abril en Londres son contrarias las opiniones que se escuchan, hay algunos que lo ven como una etapa decisiva dentro de la profunda crisis que se está viviendo frente a otros sectores más críticos que ven como a pesar de tocar los puntos más críticos y problemáticos (coordinación de los planes de recuperación, regulación del sistema financiero y el comercio internacional) pocas soluciones se van a proponer realmente para encontrar soluciones.
Pero,¿son realmente útiles estas convocatorias?
No hay que olvidarnos que quienes acuden son los países más desarrollados, que ni siquiera tratan de buscar el apoyo o la participación de la asamblea de las Naciones Unidas, porque de los estados miembros pertenecientes a este órgano solo están representados poco más del 10%
Otro punto a resaltar seria que los jefes de estado presentes ni siquiera hablan en nombre de la población que representan porque los acuerdos aquí adoptados no forman parte de programas políticos.
Las decisiones aquí adoptadas no son consultadas ni debatidas ni siquiera con la población de estos países participantes ni mucho menos con toda la población mundial.
Podemos decir que adoptan unas decisiones o unas declaraciones de voluntades a nivel general sin consulta con la población implicada.

DIGNA CARRASCO

LA UNION HACE LA FUERZA.

En estos momentos de grave crisis nuestros políticos no saben muy bien cómo actuar así que nos enfrentamos a esta situación tan complicada un poco con desconcierto y sobre todo con mucho temor. Así que la idea de que se reúnan los jefes de Estado y de Gobierno de los 20 países más importantes parece darnos un poco de tranquilidad.
El G20 es un grupo de países que fue formado en 1999. Está compuesto por los ocho países más industrializados, once países con las principales economías emergentes de todas las regiones del mundo, y la UE entendida como un bloque. España estará presente. Se trata de un foro de cooperación y consultas entre los países que lo componen en temas relacionados con el sistema financiero internacional. Es un órgano que estudia, revisa y promueve toda clase de discusiones sobre temas relacionados con los países industrializados y las economías emergentes. Busca la forma de mantener la estabilidad financiera internacional, e intenta hacer frente a temas que están más allá del ámbito de acción de otras organizaciones de menor jerarquía. Por lo que estamos ante un órgano que en teoría sería muy útil, pero que en la práctica las consecuencias de sus decisiones no tienen tanto calado en nuestra sociedad.
Desde que la crisis nos azota se han producido otras reuniones del G20, donde las buenas intenciones siempre están presentes pero que no hacen mucho para paliar la crisis. La última se va a producir en Londres, el 2 de abril. En esta cumbre se van a tratar diferentes temas como el control de los paraísos fiscales, el mayor control de los mercados financieros y de los productos, evitar cualquier medida proteccionista que pueda provocar un hundimiento más profundo en la crisis y sobre todo reforzar al FMI (Fondo Monetario Internacional) para que se puedan evitar nuevas crisis futuras.
Las expectativas sobre esta reunión son enormes. Pero poner de acuerdo a todos los países que parten de posturas distintas, porque no a todos nos afecta la crisis de la misma manera, es muy complicado así que todos tienes que poner de su parte, remar todos en el mismo sentido, para intentar llegar a unas ideas comunes que sean aplicables a todos los países y que al mismo tiempo supongan un avance hacia la salida del túnel. El objetivo es claro pero lograrlo es mucho más difícil. Gordon Brown, anfitrión de esta excepcional reunión tiene mucho que hacer para intentar el consenso de todos los países.


A partir de lo que se decida en esta reunión veremos si las economías mundiales dan un giro de ciento ochenta grados. Pero hay que tener siempre presente que estas medidas los ciudadanos no las vamos a notar de manera inmediata sino que las consecuencias se verán a medio o largo plazo.
Por lo que hay que esperar a las decisiones que se tomen el 2 de abril, esperar si se alcanza los acuerdos en la materia esperadas y si su aplicación supondrá un avance en nuestra magullada economía.

MARÍA SERRANO

jueves, 2 de abril de 2009

Digamos NO al proteccionismo

¿Qué es el proteccionismo? no son más que medidas de política económica, tales como impuestos y aranceles sobre los productos importados, para proteger los productos de un país frente al resto del mundo, intentando reducir al máximo la entrada de productos extranjeros ya que éstos se encarecen.
Es cierto, el ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra; después de una clara demostración de que el proteccionismo sólo lleva a agudizar y profundizar una crisis, como sucedió en la Gran Depresión de 1929, cuando se aprobó la ley Smoot-Hawley, que consistía en aumentar los impuestos arancelarios y que fue una de las causas del freno del comercio internacional en los años 30; pues de repente se olvidan los errores del pasado y volvemos a oír en boca de nuestros gobernantes medidas proteccionistas para frenar la crisis.
Cuando pensábamos que el camino a seguir era hacia el comercio internacional, la globalización, el libre mercado, la libertad de inversión…pues no, los Estados Unidos de nuevo pioneros, y al frente Barack Obama aprueba una cláusula denominada “Buy American”, que consiste en obligar a las empresas nacionales a comprar acero y otras materia primas “made in EE.UU”, es decir establecen una barrera comercial.
Detrás de la gran potencia vamos todos, Gordon Brown anuncia la campaña “Empleos británicos, para trabajadores británicos”, Argentina exige requisitos de licencias a diversos productos, Ecuador eleva los aranceles y anuncia el lema “Primero Ecuador”, España lanza una campaña para promover la compra y el turismo nacional… , todas estas medidas a la larga sólo servirán para frenar el libre flujo de comercio, algo que resulta sorprendente en un mundo globalizado.
Los argumentos que sostienen las ideas proteccionistas se apoyan en que en situaciones de crisis y recesión económica como la actual, es necesario proteger el empleo nacional y no seguir incrementando el déficit comercial, y creen que una forma de conseguirlo es frenar la importación de productos extranjeros y así potenciar la compra nacional, esto puede ser cierto en un corto plazo, pero no en un medio/largo plazo.
El proteccionismo trae consigo consecuencias negativas para una economía, tales como; mayores precios, los consumidores de la UE los soportan a causa de las limitaciones que existen sobre los bienes importados y por los elevados impuestos por los subsidios a los agricultores; impuestos elevados, no sólo al comprar productos importados, también se incrementan el resto de los impuestos; a la larga desempleo, y el proteccionismo limita la libertad de elegir comprar el bien que desees.
Creo que deben hacerse importantes reformas de reconversión para superar la crisis, aunque en muchos casos resulten duras, pero no debemos volver a caer en el proteccionismo.
“El proteccionismo representa lo peor de la humanidad: miedo al cambio y al desafío, y celosa envidia del genio. El proteccionista no se opone al uso de cualquier tipo de fuerza, incluso de la guerra, con tal de aplastar a su rival. Si la humanidad va a sobrevivir, entonces todos esos temores primitivos deben ser derrotados” Ken Schoolland.

María García Otero.

ECONOMÍAS DE CIENCIA FICCIÓN

La Ciencia ficción es un género que me apasiona. Su magia reside en que trata temas que aún siendo utópicos en la vida real, desde una perspectiva teórica podrían ser perfectamente posibles. De hecho, Julio Verne, considerado el padre de este género, ha sido visto por muchos como un adelantado a su tiempo, al tratar en sus novelas viajes y artilugios que verían la luz un siglo más tarde.
Grandes personalidades de la física teórica han hecho importantes contribuciones a este género; como el ya trascendente Albert Einstein.
Hay dos citas de este estudioso que me vienen al pensamiento, y ambas podrían aplicarse perfectamente a los dirigentes del panorama económico actual. Einstein decía que “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” y que “hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”.
Está claro que el hombre, por su estupidez, es la única especie que tropieza dos veces en la misma piedra y, la crisis actual da buena cuenta de ello. No en vano, surgen comentarios sobre el parecido entre la recesión actual y la que azotó al mundo en 1929, pero de lo que no se escucha tanto es de los errores que también se cometieron en el intento de salir de la Gran Depresión y que muchos dirigentes amagan estos días con repetir.
El proteccionismo fue la joya de la crisis de 1929. Con el objeto de defender la industria nacional, EEUU sube los aranceles a la importación grabando la entrada de mercancías internacionales provocando así el bloqueo de sus fronteras. El objetivo era tirar de la producción nacional para así mantener el nivel de empleo del país. A consecuencia de ello y como represalia, otros países elevaron las barreras a los productos estadounidenses, llevando el comercio mundial al estancamiento (de hecho, se contrajo en torno al 14%) y retardando la salida de la crisis. A consecuencia de la adopción de estas medidas, EEUU pasa de una tasa de paro del 8% al 25% en 1932.
A día de hoy, y gracias a actuaciones pasadas, existen acuerdos firmados en el seno de la OMC (creada tras el final de la 2º Guerra Mundial) con el objeto de regular el movimiento arancelario. Dichos acuerdos, impiden en gran medida el proteccionismo, ya que el margen de los países es más ajustado y entran en funcionamiento “firewalls” para prevenir posibles guerras comerciales, “firewalls” que no había durante la gran depresión. De todas formas, los tratados bilaterales y multilaterales poseen zonas de sombra; zonas donde los líderes mundiales se van a refugiar acuciados por la presión interna de sus países para la protección del empleo.
La solución que algunos países adoptan como “lícita” a esta encrucijada pasa por establecer, bajo las reglas de la OMC, unos aranceles muy elevados. La aplicación habitual es la de unos más bajos con lo que se fomenta el libre intercambio, pero esta horquilla les da margen para subirlos en épocas duras sin que ello suponga una violación de las reglas tratadas.
A pesar de la continua defensa del libre comercio en los diversos foros, la realidad es obvia. Son varios los países que, a pesar de tener pactadas rebajas arancelarias, han salido a la salvación de sus empresas con medidas claramente proteccionistas. Tal es el caso de los criticados rescates bancarios o de las ayudas a ciertos grupos empresariales. Francia, China, Canadá, Alemania, Rusia... la lista de países que han anunciado ayudas a su sector automovilístico es cada vez más extensa, otra forma de proteger.
Las exenciones fiscales también son otra de las armas proteccionistas. Como el caso de China, que ha elevado las exenciones fiscales para la exportación, lo que le puede permitir mantener sus precios bajos y por ende más competitivos.
Varios organismos internacionales ya están dando cuenta de la situación y han soltado la voz de alarma sobre la senda proteccionista que se está vislumbrando. Discurrir por este camino llevará a un empeoramiento de la crisis, tal y como ya sucedió en los años 30. Como decía Einstein “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Es un suma y sigue; los flujos comerciales se están viendo seriamente afectados por la crisis: el descenso de la demanda, las dificultades de las empresas para acceder al crédito que necesitan para exportar e importar... Si a eso se añaden medidas proteccionistas, la combinación puede ser letal.
La solución al problema: innovación tecnológica, reformas estructurales,… y libre comercio!. Utópico? Seguramente. Si es que al final nos encontramos en un contexto económico de ciencia ficción, donde las perspectivas teóricas, “en teoría” son perfectamente posibles pero la resolución en la práctica se vuelve una utopía. De ciencia ficción vamos!.
Debemos recordar que los problemas que tenemos se deben a que vivimos en una economía de consumo, donde el hecho de que se produzca un fallo en la cadena, genera un colapso del sistema. ¿Qué cadena? ¿Qué sistema? Creo que el video que os presento este mes solucionará muchas de estas preguntas y en cierto modo…..el porqué el proteccionismo puede ser un problema en el sistema global en el que vivimos. Disfrutadlo, merece la pena.

La Historia de las Cosas (The Story of Stuff) parte 1 de 3


La Historia de las Cosas (The Story of Stuff) parte 2 de 3


La Historia de las Cosas (The Story of Stuff) parte 3 de 3


Felipe Abad.

¿Nos están engañando?

Esta crisis a la que hemos llegado, es consecuencia de un largo proceso interno de degradación que abarca infinitos años de una democracia constitucional que falló por haber sido falseada y por no haberse remodelado al son de los tiempos y las circunstancias que los determinan.
El proteccionismo consiste en desarrollar una política económica en la que se imponen limitaciones de entrada a productos extranjeros para proteger los del propio país y evitar una gran caída de precios para la protección de muchos sectores. La realidad es otra, ya que interviniendo en la política de precios, tan solo se asegura un estatismo económico, falta de innovación empresarial, lo que impide el desarrollo del libre comercio y favorece grandes multinacionales que ya controlan gran parte del comercio mundial.
Se intenta imponer aranceles que encarezcan el producto extranjero, cosa que desde mi punto de vista no es bueno ni para las empresas foráneas, ni para los consumidores locales; el comercio es voluntario y de mutuo acuerdo y lo importante es que ambas partes salgan ganando y que el consumidor tenga la libertad de elegir por si mismo, el consumidor es quien debe de dictar cuales son las directrices de la moda, del precio o de la calidad y de los servicios que busca.
La característica más significativa de dichas políticas es la imposición de cuotas y aranceles a las empresas de fuera. Esta diferencia impositiva al final la acaba pagando el consumidor, por tanto es un impuesto que recae directamente sobre el consumidor nacional, y en consecuencia, transfiere la riqueza del individuo al estado. El precio de los aranceles está fijado por el estado de forma arbitraria, pero curiosamente ningún gobierno puede saber cual es el precio justo de mercado de un producto. Cualquier gravamen que el estado imponga a un producto extranjero tiene como finalidad incrementar sus propias arcas usando el beneficio obtenido en interés propio.
Hace unas semanas, el presidente del Gobierno declaraba que “Las políticas proteccionistas son un espejismo económico que acaba siendo perjudicial para todos", llegando a arremeter contra el proteccionismo que están propiciando países como Francia. Zapatero considera fundamental recuperar la confianza y la estabilidad de los mercados financieros para salir de la crisis económica. Ahora solo queda saber cuánto tiempo tardaremos en empezar a recuperar esa confianza…

Catarina Yáñez Chamosa

¿SERÍAN EFICACES MEDIDAS PROTECCIONISTAS?

En los tiempos actuales en los que estamos viviendo una crisis de gran importancia y sin precedentes en la historia, por mucho que se le trate de buscar un paralelismo con la gran depresión del 29, los países tratan de buscar soluciones para intentar mitigar las devastadoras consecuencias que trae consigo todo este debacle económico .
Son varios los problemas, descenso masivo del consumo, las cifras del desempleo aumentan a un ritmo vertiginoso, etc y ante esto los gobiernos tratan de aplicar diferentes medidas sobre todo para intentar proteger diversos sectores productivos nacionales.
Unas de estas medidas son las llamadas “ medidas proteccionistas”, pero, nos debemos preguntar ¿Por qué se aplican estas medidas? ¿en que sectores se aplican? ¿Son realmente una solución a los problemas existentes?
Son muchos los gobiernos que ante esta situación de descenso de consumo tratan de aplicar estas medidas a aquellos sectores que están en fase inicial de crecimiento para que éstos puedan alcanzar una mayor dimensión y experiencia en el negocio que desarrollan y esto les permita ser más competitivos. Pero esta medida proteccionista también tiene sus partes negativas, estos sectores podrían quedar adormecidos al amparo de estas medidas y otros sectores industriales buscarían también el amparo con medidas similares.
Otro punto a tratar al hablar de medidas proteccionistas sería el desempleo, punto importante y problemático. Con estas medidas se trata de defender a aquellos sectores menos competitivos con vistas a salvar los puestos de trabajo. ¿ pero , que ocurriría realmente si al adoptar esta solución los países perjudicados por impedirle vender sus productos en nuestro mercado nacional adoptaran medidas similares?
Se podrían desencadenar reacciones en cadena que dañasen el comercio internacional.
Y de forma similar ocurriría si se adoptasen estas medidas en otros sectores ( financiero, industrial, etc), se originaria una debacle en cadena, represalias de otros sectores para que adopten con ellos también estas medidas, protestas de terceros países, en síntesis podemos decir que en momentos puntuales aunque los países tengan que tomar estas medidas para proteger algunos sectores más o menos estratégicos son soluciones muy delicadas y que pueden traer consigo muchos aspectos negativos.

Digna Carrasco

Sálvese quien pueda

Después de bastantes meses de agobios y problemas no damos encontrado la solución, una piedra filosofal que nos lleve de nuevo a la senda del éxito. Con miles de empresas cayendo un día tras otro, cada uno mira su propio ombligo, la economía de su propio país. A pesar de que la filosofía del libre mercado es la que impera absolutamente en todo el mundo, a la hora de la verdad y como es lógico, cada uno mira por lo suyo.

El sector bancario y de seguros fue uno de los más afectados por la crisis económica, y como no podía ser de otro modo, el sector recibió golosas ayudas de los diferentes gobiernos con el fin de atenuar el miedo del mercado. Posteriormente el sector del automóvil también comenzó a recibir ayudas, mas a cuentagotas, pero que parece fructificar poco a poco.

El hecho de que ciertos países ofrezcan ayudas obliga a países vecinos a reaccionar, con el fin de que los primeros no capten su propia cuota de producción.

El aumento de proteccionismo dentro de un país puede tener dos efectos paralelos, uno con países terceros, puesto que éstos pueden no ver con buenos ojos que un gobierno pida a sus habitantes que consuman sólo productos nacionales, y otro dentro del mismo país, con los diferentes sectores, en este caso, con los no favorecidos con dicha protección.

El aumente de protección hace que volvamos unos cuantos años atrás. Nuestras economías se recuperarán a corto plazo debido a las ayudas, pero a largo plazo nuestros productos y nuestra competitividad se verá seriamente afectada.

Actualmente el proteccionismo parece afectar más a la industria que a la agricultura, puesto que todo el mundo necesita alimentarse y es un sector del que no podemos desabastecernos, sin embargo, la industria puede disminuir sus niveles de producción adecuándose a las necesidades del mercado, mientras que la agricultura una vez que comienza un proceso tiene que seguir hasta el final, incluso bajando los precios por debajo del umbral de coste.

FRANCISCO PARDO

LA PROTECCIÓN NO ES LA SOLUCIÓN

En situaciones como la actual, de grave crisis financiera y económica mundial, unida a las particulares crisis nacionales, (crisis en nuestro caso provocada por un descontrolado boom inmobiliario), se requiere de una cierta perspectiva y altura no solo por parte de los privilegiados economistas que pueden dirigir con sus decisiones hacia un lado o a otro este inmenso trasatlántico llamado economía mundial, sino también por parte de nuestros políticos.

En las reuniones del llamado G-20, en el foro de economía mundial de Davos, y en las distintas cumbres mundiales, es casi seguro que no se solucionan los problemas financieros globales, ni se adoptan importantes acuerdos, pero se da una imagen de globalidad y unión ante los desastres financieros, y eso es lo definitivamente importante, pues un país al margen del resto del mundo, está al margen del progreso.

Resulta pues evidente sostener el daño que puede hacerse a si mismo, un país o territorio que vaya por su cuenta, adoptando decisiones al margen de los países, o aislándose en políticas proteccionistas que no conducen a otra cosa mas que ha a agravar el problema.

En una economía como la española, lo negativo de unas políticas y actitudes proteccionistas, resulta aun más evidente que en el resto el mundo, pues nuestra economía se estuvo cimentando en la construcción, el turismo (interior y exterior) y en el ahorro exterior. Los crecimientos del PIB español del 3% y 4% de antaño, se conseguían principalmente por la financiación que obteníamos de muchos países europeos, y ahora que esa financiación no llega, las cosas se tuercen.

En una economía y en unos sectores cada día más globalizados, unas políticas o actitudes proteccionistas, perjudican mucho a la economía, pues pueden ahuyentar el ahorro exterior, provocar una mas que probable deslocalización empresarial o la aparición de grupos de presión y monopolios, lo cual limita la competencia y los beneficios para todos los agentes del proceso que se derivan de ella.

Ante cada vez menos barreras al comercio y mas competitividad, los países deben mejorar su productividad, invertir en I+D+I y preparar sus economías para ser mas eficientes cada día. En el caso español, ante las cifras de una no muy barata mano de obra y un paupérrimo puesto a nivel europeo en patentes y royalties, el proteccionismo pese a que intenta a su manera reactivar el consumo, lo agravaría mas, pues aunque incentivar el consumo es necesario, no se puede incentivar el consumo local o nacional; sino imaginemos las consecuencias para nuestro país de un veto a la exportación de vino o jamón a su país por parte de China.

Ser mas productivos y eficientes, a parte de ser una receta universal en contra de las crisis, es muy difícil de conseguir si no se es ya, y no está incluida en el libro de recetas fáciles y cortoplacistas, pero las crisis, a parte de tener efectos devastadores provocan que el ser humano aprenda de los errores que le llevaron a esa fatal situación, los corrija y mejore de cara a la inevitable próxima crisis.

Pese a estos puntos, el debate sobre la conveniencia de unas políticas proteccionistas en tiempos de debilidad económica esta en el aire, no obstante parece que no sea lo mas apropiado sostener una actitud y forma de gobernar que se base en el “consuma productos nacionales”, pues en las distintas ventajas comparativas y en la especialización de los países esta la riqueza de los mismos, y por tanto unas políticas proteccionistas no serían la solución mas adecuada.

GERMÁN X. MARTÍN GARCÍA

" Aparición preocupante de indicios de proteccionismo"

El momento que se esta atravesando ha hecho que muchos países se planteen la opción del proteccionismo como una solución para salir de la crisis global que se esta viviendo. Por definirlo de una manera simple y muy por encima se trataría de una política económica cuyo objetivo seria la protección de los productos nacionales.
Esta política que hace uno o dos años nos parecía impensable que volviese a aparecer, ahora son muchos los gobiernos que se apoyan en ella para salir de esta situación. Son muchas las medidas que se pueden aplicar para su activación, endurecimiento de las normas de importación, subida de aranceles, o lo que se esta dando en la actualidad subsidios sectoriales, lo cual hace que tengan que reaccionar los países afectados buscando su propia defensa y así llegando a una guerra comercial que podría empeorar la situación actual.
Como ejemplos de este proteccionismo del que estoy hablando y que actualmente estamos padeciendo, podría destacar aranceles de la unión europea respecto a China, los aranceles con respecto al petróleo de Corea, de Ucrania, o el conflicto entre EEUU y México.
E incluso no tenemos que irnos a otro país para escuchar estos rumores de proteccionismo, a todos nos suena el “compre español” que sugirió el ministro de Industria Miguel Sebastian, esto pese a no haberse implantado ninguna norma, es cierto, que puede traer ciertas consecuencias negativas a España, ya que otros países pueden optar por defenderse y llevar a las mismas conclusiones que las expuestas antes.
Hay que recordar que el comercio exterior fue uno de los principales “culpables” en el asombroso crecimiento económico que hemos estado viviendo en los últimos años; por lo tanto sería un pilar clave para la salida de esta situación difícil que estamos atravesando.
Pese a que existen similitudes con la gran depresión, lo cual es bastante preocupante, también es cierto que la caída del comercio exterior se debe en su mayor medida a la crisis financiera y no a las medidas proteccionistas, pero también es cierto que estas medidas están empezando a asomarse y por lo tanto hay que controlarlas, a pesar de ser uno de los objetivos de la cumbre del g-20 esto no se a cumplido y pienso que se debería de incidir de nuevo en ello y tenerlo realmente controlado, ya que las consecuencias que se pueden derivar son realmente importantes.

IGNACIO GONZÁLEZ

EL RESURGIMIENTO DEL PROTECCIONISMO

En el contexto actual, de crisis económica, con caída de los intercambios mundiales y el problema del desempleo, estamos viviendo los primeros brotes de proteccionismo.

El proteccionismo pretende sustituir los productos importados por productos nacionales, sin atender a precios ni a calidades. Para implantarlo se utilizan argumentos como la autonomía alimentaria, la protección del empleo en sectores amenazados por las importaciones o, la protección de las industrias nacientes pues de este modo, se les permitirá durante ese tiempo de protección, adquirir la experiencia y los conocimientos necesarios para posteriormente competir libremente con las extranjeras.

La cumbre de Washington celebrada en noviembre y a la que acudieron los mandatarios del G-20, concluyó con un compromiso: Afrontar la crisis financiera rechazando el proteccionismo y defendiendo el libre comercio. Sin embargo, este compromiso no se está cumpliendo y, son muchos los gobiernos que apuestan por levantar barreras comerciales e imponer trabas a la importación de productos extranjeros con el fin de proteger sus economías. Entre ellos se encuentran los siguientes:

- El plan de rescate de la industria del automóvil de Nicolás Sarcozy con fondos públicos para mantener puestos de trabajo en Francia y, el llamamiento para que las empresas francesas vuelvan a su país.
- La India y Rusia realizaron restricciones a las importaciones sobre productos sensibles para sus economías como, aceites de soja, acero y maquinaria.
- La UE estableció subsidios a la exportación de lácteos junto con aranceles antidumping contra importaciones de China y, un arancel sobre importación de biodiésel de procedencia estadounidense.
- Argentina y Brasil estudian elevar los impuestos a los vinos y productos textiles foráneos.

Estas medidas han levantado duras críticas, de ahí que, tanto la UE como la OMC, van a desarrollar una intensa actividad para limitar el proteccionismo. En la UE, la Comisión y el Tribunal de Justicia tienen un mandato claro para defender y proteger la libre competencia, la libertad de circulación, la no discriminación y, también, el pacto de estabilidad y crecimiento. La OMC tiene un sistema de resolución de disputas que funciona como un auténtico tribunal a escala global para defender estos principios de comercio sin proteccionismo. Por lo tanto, en la OMC va a haber una actividad litigiosa y de advertencia y, de lucha contra el proteccionismo a escala global.

NURIA ÁLVAREZ GONZÁLEZ

ESTO ES LA GUERRA

¿En que contexto estamos?, pues desde mi modesto punto de vista estamos en una espiral proteccionista. Y esto no parece nada adecuada en un mundo tan globalizado como en que nos encontramos y si miramos la historia vemos lo nocivo que fue en los años ’30.
¿Qué pasó en esos años?. Pues que USA subió los aranceles para proteger sus productos de la competencia exterior, para mantener su competitividad, y lo llevó bien por Wall Street y su industria. Pero como los americanos solo piensan que el resto del mundo son buenos samaritanos y que iban a soportar esta situación, es decir pensaban que el resto eran tontos, que iban a seguir comprando sus productos a pesar de las trabas que le ponían a los suyos. Pero esto no pasó y el resto reaccionó en el mismo sentido por lo que el comercio exterior mundial bajó entorno al 33% y el PIB de cada país un 14%. Esto con un gallego no pasaría porque sabemos negociar, porque siempre diríamos depende a la hora de negociar los aranceles.
Y que pasa en la actualidad, que ya no va a pasar que otras regiones prósperas rescaten a las que están en crisis como en 1993. Así vemos que países que crecieron a base de crédito como USA, Gran Bretaña y España no pueden acceder a este método para salvarse y que los países que exportan materias primas ven reducida su recaudación como Rusia no pueda hacer el papel que hicieron otros en 1993.
Por lo que están haciendo los gobiernos actualmente ante el temor que una política fiscal expansiva no les beneficie a ellos y si a un tercer país, o ayudas directas al consumo porque drenaría demanda hacia productos extranjeros (hombre si me dan una ayuda buena para comprar un coche, entre un Seat o un Audi no sé que te diga, bueno aquí en Galicia ya sabemos lo que se elige, la C15) es realizar planes de rescate que en cierta medida es una forma de proteccionismo porque alteran la competitividad de las empresas rescatadas a tener un gobierno como respaldo, o como está haciendo Obama que es la claúsula Buy American, que en las obras de infraestructuras obliga a consumir hierro y metales hechos dentro de sus fronteras. También las ayudas para evitar la deslocalización de fábricas como la de que se ha dado a Vigo o a la de GM en Aragón es una forma de realizarlo, o la de alentar a consumir solo productos nacionales es otra forma de realizarlo con la boca pequeña (aunque luego te regalen bombillas chinas).
Pero luego China e India como tienen margen para subir los aranceles los subirán ya que está política le perjudica por lo que ganamos por un lado lo perdemos por otro, así como pueden realizar políticas monetarias más fácil que en Europa alterarán el valor de su moneda para ajustarse al nuevo a este contexto y mantener la competitividad exterior.
En conclusión al final lo pagaremos el pueblo llano debido a que nuestra situación económica se empobrecerá debido a la espiral de paro e inflación que nos va a esperar y que estaremos obligados a consumir productos de menor calidad a un precio más alto debido a este proteccionismo encubierto que nos rodea.

David Ferraces

miércoles, 1 de abril de 2009

¿SE VALORAN LAS CONSECUENCIAS DEL PROTECCIONISMO?

Las políticas proteccionistas tienen como objetivo las importaciones, pero también pueden aplicarse a las exportaciones. Su fin es la defensa de los sectores estratégicos, y evitar las deslocalizaciones; en contraposición a las reglas de la competencia de la UE. Estas políticas podrían erosionar en gran medida la flexibilidad global y, por lo tanto, interrumpir el proceso de ajuste global.
En el mercado internacional, cada país utiliza sus propios mecanismos de negociación. Lo que cada estado pretende es eliminar cualquier tipo de medidas que encarezcan el comercio internacional, favoreciendo su propia industria, y las exportaciones; pero al mismo tiempo intentará evitar la entrada de productos extranjeros que puedan competir con los nacionales.
Así los países más poderosos, son lo más beneficiados al cerrar sus propias fronteras, y permitir la exportación a países más pobres. Lo que buscan es mayor libertad económica como una vía para solucionar la crisis y liberalizar el comercio global, lo que implica reducir los aranceles a la importación y dar menos subvenciones al sector agrario.
Sin embargo, el proteccionismo debería ser una herramienta para los países subdesarrollados hasta que puedan competir. En ese momento, deberían liberalizar su mercado para favorecer la adquisición de tecnología que permita mejorar su competitividad.
Los resultados de la aplicación de estas políticas proteccionistas son el encarecimiento de los productos, lo que obliga a los ciudadanos a dejar de consumir o restringir la demanda de ciertos artículos. Por otra parte, las empresas disminuyen su capacidad productiva al reducirse, en gran medida, la competencia exterior. Pero al mismo tiempo bajan las exportaciones por la dificultad de búsqueda de nuevos mercados extranjeros. Como consecuencia de todo esto empeora la actividad y el empleo, y desciende la demanda. Esta caída de la demanda afecta no sólo a España, sino que es un fenómeno global en el que está implicado todo el mundo.
Las economías más deficitarias sufren las restricciones crediticias y la merma de riqueza por las caídas brutales del precio de los activos; las exportadoras de materias primas ven evaporarse los beneficios por la bajada de los precios; y las que presentaban superávit han visto reducida su economía por la fuerte recesión. En todas, la producción y los pedidos de las empresas industriales sufren descensos no registrados desde hacía muchos años.
La mejor manera de superar esta crisis es basándonos en economías de libre mercado y dejando de aplicar las restricciones a las importaciones y los contribuciones a la producción nacional.


Begoña Requeijo

EL DILEMA DEL PRISIONERO.

Proteccionismo & libre comercio.


La magnitud que ha alcanzado la crisis económica y financiera que afecta a nivel mundial hace temer el resurgimiento de políticas proteccionistas. Es por ello que los gobernadores de distintos países han instado a sus compañeros que deben evitarse. Pero irónicamente en los últimos días se escuchan planes de gobierno contra la crisis como la cláusula “Buy American”, que insta a que los materiales utilizados en las infraestructuras americanas sean americanos. También el presidente francés ha aprobado medidas de apoyo al sector del automóvil, que sitúa en desventaja al resto de empresas del mismo sector, o las declaraciones del ministro de industria español que ha instado a los españoles a consumir productos españoles… Durante la crisis de 1929 se aplicaron duras medidas arancelarias, como la conocida Smoot-Hawley en Estados Unidos, lo que causó una espiral de políticas proteccionistas que lo único que consiguió fue agravar la consecuencia de la crisis.
La implantación de políticas proteccionistas supondría un freno a las posibles políticas encaminadas a superar la crisis y centrarnos en “defendernos” de forma individual. La economía mundial se ha normalizado completamente en un contexto de globalización por lo que el proteccionismo, en mi opinión, agravaría la situación actual y supondría un proceso de adaptación de la economía que a la larga seria más costoso que beneficioso.
Es aquí donde nace la preocupación de los gobernadores, porque saben que en cuanto un país establezca políticas proteccionistas el resto también lo hará, aunque no sea la mejor opción, como en el famoso caso del “Dilema del prisionero”, en el que aunque la mejor opción es cooperar, la desconfianza y los temores propios del contexto de actual crisis puede incentivar la aplicación de políticas proteccionistas.
Creo que esto es tan sólo el principio, pues la tensión actual y el egoísmo incitarán cada vez más a medidas e iniciativas que restrinjan la competencia y, tarde o temprano, desemboquen en un proteccionismo severo. Y esta no es la solución, pues acarreará ineficiencias, disminución de la competencia y una paralización del crecimiento económico. Espero que los gobiernos sepan mantener la mente fría en estos momentos y ante el “Dilema del prisionero” ante el que nos encontramos, se den cuenta que la mejor opción es la cooperación.

Maite Prieto Sánchez.