viernes, 17 de julio de 2009

¿BROTES VERDES? ¿DÓNDE?

¿Será una frase que pasará a la historia? Para ser sincera no lo creo.

Nuestra nueva Ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, haciendo un alarde de su conocimiento profundo de la economía, no se le ocurrió mejor manera de convencer a los españoles de que España va bien, plagiando la frase que utilizo Jean Claude Trichet para apuntar que ya se veían señales positivas y de estabilización. Sin embargo, no es del todo correcto.
Salgado lo que hizo fue una traducción literal de las palabras de Trichet pero, ¿realmente estamos entendiendo qué es lo que quieren decir nuestros políticos?

Muchas de las autoridades del Banco Central Europeo se han apuntado a la idea de que es demasiado prematuro hablar de una recuperación económica. Sin embargo hay que analizar en qué momento la Ministra dice esta frase. Se acercan las elecciones al Parlamento Europeo y las encuestas dan una breve ventaja al Partido Popular así que hay que evitarlo. Pero, ¿de dónde saca la ministra esta idea? Elena Salgado achaca estos brotes verdes de la economía española a las numerosísimas acciones que ha puesto en marcha el Gobierno, sin embargo, son muchos los que piensan que esas medidas como por ejemplo el cheque bebé, los 400€, compra de ordenadores y, más recientemente, los 2.000€ para la compra de automóviles, entre otras, se han formulado sin ninguna conexión entre ellas, por lo menos aparentemente. También hay que tener en cuenta las sustanciosas inyecciones de capital al sistema que sólo han sido útiles para que los bancos recuperen sus pérdidas, pero en el fondo un rescate que como contrapartida no hace llegar el crédito a las empresas y las familias. Y todo en un marco de relaciones sociales donde los ERE (Expediente de Regulación de Empleo) se hacen sin justificación, las coberturas por desempleo se adelgazan, se suprimen impuestos a las rentas de capital, se privatiza lo poco público que va quedando… Así que se podría decir que esos brotes verdes más bien tienen poco de verdes. Por lo que se podría decir que nadie termina de hacerse excesivas ilusiones. Más bien se piensa que o bien estamos en lo más profundo del ciclo negro o, los más optimistas , que estamos dejando esas profundidades incómodas de la recesión.

A mí me parece bien que intenten dar una imagen de calma, y de luz al final del túnel pero también queremos que nos digan las cosas como son. Todos los analistas hablan de que España va a ser la última en salir de la crisis porque el Gobierno no está adoptando las medidas necesarias para este momento tan importante, le interesa más al Gobierno agarrarse a sus sueldos adornando la realidad. Pero ¿nos creemos las historias que nos cuentan? Aunque las elecciones al Parlamento europeo no son un termómetro de la intención de voto de los españoles puede ser un toque de atención al Gobierno ya que a los españoles nos gustan las historias pero siempre y cuando no nos toquen el bolsillo.

María Serrano Bello

“BROTES VERDES”: ¿FICCIÓN O REALIDAD?

Se suman cada vez más voces al coro de quienes empiezan a percibir síntomas sobre el fin de la recesión mundial, como la OCDE, que aprecia signos de mejoría, citando expresamente los casos de China y, en Europa, de Francia, Italia y Reino Unido.

Siempre son de agradecer este tipo de indicadores, pero por desgracia aún estamos lejos de poder asegurar que nos hemos alejado del peligro. Como mucho, lo que parece es que la contracción de la economía se está moderando, pues aunque el gobernador del Banco de España haya hecho cávalas con la posibilidad del surgimiento de brotes iniciativos en la coyuntura económica, lo cierto es que todavía deberemos esperar a que crezcan esos brotes y ver a qué dan lugar, tanto a nivel nacional como internacional.

Así, en el caso español, el Ejecutivo se muestra conforme con las medidas tomadas en su programa anticrisis, aunque el paro sólo se esté ralentizando, con lo que aún debemos esperar a ver los resultados.

Mientras, “los entendidos” tratan de acudir a variadas estadísticas para tratar de augurar lo que sucederá, sin embargo, ni estos expertos coinciden en sus opiniones, pues no llegan a algo concluyente, pues, siendo francos, en realidad, atreverse en tales circunstancias a hacer esta clase de predicciones, es no sólo difícil, sino también muy arriesgado, debemos ser cautelosos.

La mayor parte de nuestros cálculos nos sitúan recuperándonos en un año, pero para ello, para una completa recuperación, es necesaria la limpieza de los balances financieros de las entidades bancarias., y en el caso concreto de Europa del Este, posiblemente se haya superado ya lo peor de la crisis.

Otros comentan que aún con el estímulo de los gobiernos, todavía existen movimientos de retroceso en la economía.
Los analistas se basan en las estadísticas que ofrezcan nuevos datos cada mes, y que por la naturaleza de la actividad que retratan, ofrezcan un modo de predecir lo que sucede con el crecimiento económico, y hasta incluso en el mundo laboral. Siendo así, nos podemos preguntar, y con gran lógica, cómo es posible que no alertaran lo suficiente sobre lo que se nos venía encima. Entonces, ¿a qué nos atenemos?

Resulta tremendamente complicado creer en opiniones tan optimistas cuando vemos la cruda realidad cada día y sin parecer que mejora.

La economía es la protagonista desde hace meses y meses de telediarios, periódicos, revistas…algo que atañe a nivel mundial, algo catastrófico, terrible, pero, que en mi opinión ha llegado a un punto en el que parece que se le dice al pueblo lo que necesita oír en una situación insostenible, ya que está claro que aunque el número de parados aumente con mayor lentitud, la situación no está mejorando, sino que simplemente es como aquellas noticias de las que ya no se pueden comentar novedades pero en las que se sigue hablando de ellas, aunque sea con “noticias” o “nuevos datos” que distraigan, recordando a épocas pasadas.

Algo como esto es innegable y no por entenderlo así creo ser pesimista, sino simplemente realista. Tardaremos años en recuperarnos, mas sí que considero que lo más duro y casi insoportable ha pasado, o puede que simplemente ya nos hayamos acostumbrado. Desconozco si somos totalmente capaces de diferenciar una cosa de otra.



IRENE DE CASTRO MEJUTO

¿A QUIÉN CREER?


En los últimos días, y tras meses de discursos catastrofistas, algunas voces muy autorizadas han comenzado a cambiar el signo del lenguaje y han empezado a acuñar algunas frases donde el término verde se va infiltrando entre tanta tiniebla. Las dos instituciones más destacables en nuestro entorno, el FMI y el BCE han estado barajando la posibilidad del surgimiento de pequeños claros en esta tremenda crisis económica, ya que en nuestro caso, el Ejecutivo entiende exitosas sus medidas anticrisis, aunque no dé sus resultados contra el paro, pese a que éste se está ralentizando. Si bien se precisa que todavía debemos estar a la espera y no apresurarnos a ver la luz antes de llegar al fin del túnel.

Ello debe ser así porque, en realidad no es que la crisis retroceda, sino que simple y llanamente, se ha ralentizado en algunos sectores, lo que hizo que en marzo y abril pareciese denotarse una mejoría. Y es innegable que la mayoría de los expertos lo que tratan de es de buscar cualquier pequeña mejoría para acusar una evolución positiva por muy leve que sea, y máxime después del optimismo mostrado por Obama en marzo, lo que no quiere decir, a pesar de las declaraciones del presidente de los EEUU, que todo está llegando a su fin.

Por primera vez desde otoño de 2007, el índice de abril para España fue superior al del mes anterior y anticipó una caída más moderada de la actividad económica.

Y por otra parte, podemos señalar el caso de los “brotes verdes en la economía alicantina”, pues las exportaciones y la afiliación de trabajadores extranjeros ascienden por primera después de muchos meses de hundimiento, lo que se suma a otros índices menos malos como paro y venta de pisos.

Las ventas exteriores reputaron en el tercer mes del año un 3,3% y totalizaron 307,2 millones de euros. Alicante es la única provincia que registra un incremento de la exportación, ya que en Castellón, muy afectada por su excesiva dependencia de la industria azulejera, el hundimiento en marzo fue del 30,4%. En Valencia, la caída también es muy fuerte, sin duda afectadas por el parón que sufre el mercado de la automoción en toda Europa. Y además, las importaciones alicantinas, en cambio, siguen descendiendo.



ANTONIO VÁZQUEZ FERNÁNDEZ.

martes, 7 de julio de 2009

Esos anhelados brotes verdes, son realmente verdes….?


Hemos asistido en el último año y medio a la eclosión de una profunda crisis económica originada por unas graves perturbaciones en el sistema financiero internacional. La creciente globalización de la actividad financiera en los últimos años provocó la propagación de una intensa desconfianza en el sistema, paralizando por completo la propia actividad en el sector.

En las últimas semanas se ha descontado la posibilidad de que la recesión en la economía mundial hubiese tocado fondo en este segundo trimestre del año, en base a la mejora de ciertos indicadores económicos adelantados en forma de índices de confianza de los principales agentes de la economía.

La aparición de los llamados “brotes verdes” en la economía, en base una mejora en el comportamiento de ciertos indicadores, no deja de ser algo circunstancial que requiere de cierta continuidad en el tiempo para que se puedan tener en consideración.

En un contexto económico como el actual, en el que las tasas de paro de las principales economías mundiales se encuentran en máximos sin que haya expectativas de que alivie en los próximos trimestres, y del que está pendiente una profunda reestructuración de todo el sistema financiero internacional, la recuperación económica requiere, si cabe, de un mayor empuje de los principales indicadores económicos.

La crisis financiera ha puesto al descubierto ciertas carencias en el plano regulatorio, así como ciertas debilidades de carácter estructural en el sistema financiero internacional. Una política monetaria excesivamente laxa en los últimos años, unido a una inadecuada e irresponsable gestión del riesgo por parte de las entidades financieras, ha provocado un excesivo endeudamiento en determinadas economías desarrolladas, entre las que se encuentra España.

A pesar de las buenas condiciones de partida que presentaba el sistema financiero español al comienzo de la crisis, resistiendo la primera oleada de la crisis financiera mundial, el progresivo deterioro del contexto económico internacional ha acabado por incrementar el nivel de riesgo en cuanto a la futura estabilidad financiera en España.

El menor ritmo de crecimiento del negocio bancario y el espectacular incremento de la morosidad en el último año y medio, al pasar de 0,9% de finales de 2007 hasta el 4,5% correspondiente a abril de 2009, supondrá una mayor presión en la cuenta de resultados de las entidades financieras españolas.

La fuerte exposición que presenta el sistema financiero ante el defenestrado sector inmobiliario va a provocar que muchas de las entidades financieras de nuestro país no sean inmunes a la crisis y deban afrontar una difícil etapa en los próximos dos años, teniendo en cuenta que muchas de las deudas contraídas por las inmobiliarias se han permutado por activo en las entidades financieras antes de resultar fallidas, evitando de esa manera que computen en mora y así incrementen aún más la tasa.

La situación del sistema financiero en España se deteriorará en los próximos meses, circunstancia por la cual el Gobierno ha presentado recientemente un plan de recapitalización y rescate bancario dirigido, principalmente, a entidades financieras con problemas de solvencia que acrediten viabilidad en su negocio bancario. Estas ayudas provocarán una reestructuración del sistema financiero español ya que estos fondos estarán supeditados a planes de empresa que presenten una adecuada reducción en la estructura de costes que garantice ganancias de eficiencia y se elimine, así, el sobredimensionamiento del sector.

Por todo ello, los brotes verdes que han aflorado en esta primavera puede que no aguanten las inclemencias del tiempo que supongan los rigores del próximo otoño en cuanto a los claros y oscuros que se vislumbran para la banca en un futuro próximo.
Rubén Vázquez Mazaira