jueves, 25 de febrero de 2010

“Estado actual de los índices bursátiles”

Se denomina índice bursátil a la ponderación matemática de un conjunto de los valores más representativos del mercado en el que cotizan siguiendo criterios de liquidez, y cuya función es reflejar la evolución de los precios de dichos valores (crecimiento, decrecimiento, variaciones de valor…).
Existen numerosos índices bursátiles en el mundo, entre ellos, los más importantes son el FTSE 100, el DAX 30, el EUROSTOXX 50 y el IBEX 35 en Europa, el DOW JONES y el NASDAQ 100 en Estados Unidos y el NIKKEY 225 en Japón. La mayoría de ellos, en mayor o menor medida están situados en una fase bajista, como consecuencia de la crisis iniciada en el año 2008 en Estados Unidos a causa de las ya famosas hipotecas “subprime”, y que todavía no deja ver signos positivos en la economía mundial.
En la actualidad, al encontrarnos sumergidos en una crisis financiera importante, las noticias económicas no son nada favorables en ningún aspecto. En el caso de los índices bursátiles, en concreto el español, el IBEX 35, está demostrando su debilidad más que nunca, al ser incapaz de recuperar la tendencia alcista, y rozar ya los 10.000 puntos.
Las principales causas de esta tendencia bajista que sufre el índice español son, además de la tan mencionada crisis financiera, la desconfianza de los inversores desde el punto de vista macroeconómico, y el hecho de que la Bolsa de Wall Street se haya convertido en el índice de referencia de la bolsa española, lo que hace que los resultados del IBEX 35 dependan no solo de nuestra coyuntura económica, sino de la evolución de la economía americana.
La confianza es uno de los factores más influyentes en la evolución de los mercados bursátiles, más aún que la propia evolución y resultados de las empresas que forman los índices. De esta forma, cuando la confianza desaparece a causa de alguna noticia negativa, los clientes dejan de invertir, lo que provoca una caída de los índices bursátiles de forma generalizada.
En cuanto a la influencia de lo que ocurre en la Bolsa de Nueva York, los últimos datos indican que Wall Street ha ayudado a los mercados internacionales. La Reserva Federal tomó la decisión de mantener los tipos de interés bajos, y de esta manera favorecer la recuperación económica. Esto ha hecho crecer la confianza de los inversores americanos, y ya de paso, también la de los europeos, y por este motivo, el IBEX 35 ha logrado recortar sus pérdidas y cerrar la última sesión con una caída del 0,57%, nada que ver con el enorme desplome que se veía venir desde primeras horas del día.
Como conclusión podemos decir que el IBEX 35 está siendo el peor indicador de todas las bolsas europeas, llegando incluso a duplicar las pérdidas del resto de plazas. Y no parece que la recuperación esté cerca, de hecho, aunque la Bolsa de Nueva York ya ha presentado algún síntoma de mejoría, los datos de ventas de casas nuevas en Estados Unidos nos muestran una caída del 11% en enero, es decir, la tasa anual más baja en décadas. Este mal dato macroeconómico podría provocar un nuevo desplome en un breve período de tiempo. Sólo nos queda esperar.

Lucía Márquez Quiza

EL CONSTANTE AZOTE EN EL MERCADO DE VALORES

Como hemos visto el Ibex – 35 a finales de enero (21/01/2010) cierra con una caída del 2,3%, por diversos motivos que se irán arrastrando con el paso del tiempo, por un lado están los relacionados con la banca, en la que se producen fuertes descensos en Santander y BBVA; y por otro lado por datos externos, como el fuerte incremento de las peticiones de subsidio por desempleo en EEUU, en contra de lo previsto, o el incremento chino (PIB) que despertó los temores inflacionistas.
La situación se mantenía, incluso paso a ser por momentos alcista, pero el 4 de febrero del 2010, se produjo la mayor caída del ibex desde octubre del 2008. El ibex cayó un 5,94%, colocándose con 10 241,70 puntos. Ninguno de los 35 valores se ha salvado, siendo los más castigados los de la construcción y los financieros; Santander fue uno de los que experimentó mayor caída (- 9,40% ), pero le seguían BBVA, Telefónica, Repsol, Iberdrola…también Ferrovial protagonizó una gran caída (-11,34%).
Todo esto viene provocado por la situación de desconcierto en la que vivimos; con unas cifras de desempleo altísimas, la constante perdida de productividad, el incremento del déficit público, la pasividad de los sindicatos y fuerzas sociales, el descuento internacional, y la confusión sobre la reforma de las pensiones.
También las bolsas de Lisboa (-4,86%) Atenas (-3,33%) París (-2,75%) (Fráncfort (-2,45%) Londres (-2,17%), se vieron afectadas.
Por otro lado el mercado de divisas del euro también pierde posiciones frente al dólar, vemos que vive un notable abaratamiento, el cambio está en 1,3860 unidades.
Los inversores extranjeros ante la situación toman medidas a la hora de comprar deuda pública española. Exigirán mayor rentabilidad para quedarse con los bonos y, por otro lado, se dotan contra el riesgo de impago adquiriendo seguros, los llamados “CDS” (credit default swaps, se tratan de instrumentos que protegen contra el impago de la deuda)
A partir de aquí la situación fue siendo alcista por momentos, hasta el día de hoy (22 de febrero de 2010) que le ibex cae 0,99% (10 570 puntos), debido a que los bancos no aguantan la presión.
El Banco de España eleva el 30% la provisión que bancos y cajas deberá realizar sobre el valor de tasación de los activos inmobiliarios.
Algunas de las caídas son la de BBVA que cae un 1,03%, Santander un 1,97 %, pero la más alta fue la de Inditex un 2,49%. También tuvo lugar alguna subida como por ejemplo: Bankinter, Acerinox, o BME.
Por otro lado Fed, incrementa los tipos de interés a los bancos, esta decisión podría causar nerviosismo a corto plazo, además de una mayor volatilidad.
Las malas noticias desde el sector farmacéutico y financiero, y nuevas dudas sobre la situación real de Grecia fueron recortando el optimismo de inversores hasta dejar los mercados en números rojos.
En el mercado continuo, Prisa repuntaba casi un 4% en los primeros minutos de cotización tras firmar "un acuerdo de principios" con sus bancos acreedores para extender el vencimiento del préstamo puente de 1950 millones de euros hasta el 19 de mayo del 2013.
La jornada también comenzó con la suspensión de cotización de SOS
Corporación Alimentaria, compañía que se encuentra sumergida en el proceso de renegociación de su deuda, que se sitúa en unos 1.200 millones
de euros que prevé reducir a la mitad en dos años.
En Europa, los principales indicadores mostraban repuntes en la apertura de la sesión y Francfort avanzaba un 0,34%, seguido de París, con un 0,19%.
En el mercado de divisas, el euro mantiene posiciones frente al dólar y al inicio de la sesión bursátil el cambio entre las dos monedas quedaba fijado en 1,3618 unidades.
Desde el punto de vista del análisis técnico, en la actualidad se pueden observar señales de todo tipo, desde tendencias alcistas, como bajistas, hasta figuras chartistas, que enfocan optimismo en el corto plazo. Esto no aclara la situación, y no nos ayuda a saber que estrategia seguir, realmente lo único que se respira en el entorno es, miedo.
En el caso de ibex los 10.000 puntos son ahora la zona de soporte, y la resistencia a batir, nivel por encima del cual podríamos apreciar los primeros síntomas de fortaleza, se sitúan en los 11.170 puntos.
Lidia Sanda Lopez

INCERTIDUMBRE EN LOS MERCADOS

Como hemos podido comprobar, la situación de desconfianza a nivel macro de los países desarrollados ha provocado fuertes caídas en los índices bursátiles durante el 2010.
La sensación de incertidumbre se deja entrever a la hora en la que las bolsas reaccionan de manera espectacular ante la mínima noticia que salga a la luz.
Durante el último mes desde que se ha puesto en duda la fiabilidad del gobierno griego, hemos visto numerosos ataques a nuestro país aunque nuestra situación no tenga nada que ver.
El problema es que ante la mínima duda de que algo pueda ir mal, se forma una bola de nieve que acaba desencadenando en numerosas pérdidas de los índices bursátiles.
Esto podría ser debido a que desde que comenzó la recuperación bursátil en marzo del 2009, la subida no ha ido acompañada de buenas noticias a nivel internacional. Si bien es cierto que los principales países como Estados Unidos, Alemania o Francia muestran síntomas de recuperación, aún queda un largo camino por recorrer en especial en los demás países de la Unión Europea.
La situación que vivimos en estos momentos en las bolsas es de total incertidumbre y aunque parezca que se están empezando a recuperar de las pérdidas sufridas hace dos semanas ante el temor de un posible “default” de países europeos, las subidas de los últimos días no transmiten mucha confianza debido a la escasez de volumen con la que se están produciendo.
Una cosas está clara, la globalización de los mercados es cada vez mayor y los índices estadounidenses suelen ser los que marcan la pauta a seguir, ya que observando los gráficos de las bolsas más representativas a nivel mundial se pueden comprobar que aunque las subidas y bajadas pueden ser más o menos pronunciadas, la senda que siguen es prácticamente idéntica.
En mi opinión, los mercados sufrirán ligeras caídas en los próximos meses y como mucho hasta finales de año veremos recuperar los niveles de diciembre del 2009. También podría pensarse que lo sucedido en 2010 ha sido una simple corrección para consolidar la espectacular recuperación vivida en el 2009, pero la crisis de deuda que se encuentra latente en los mercados está afectando en gran medida y en caso de que se produjera alguna noticia inesperada al respecto, o en referencia a debilidades en la recuperación de las principales economías a nivel mundial, las caídas podrían adueñarse de los mercados. Esto es así porque no olvidemos que las bolsas caen una fuerza increíble, pero las subidas son más lentas y necesitan ser consolidadas.
Lo que está claro es que en los próximos meses los mercados van a estar más pendientes que nunca de la situación macroeconómica y esperemos que me equivoque y los índices se recuperen, ya que podría ser indicativo de una recuperación económica muy necesaria.

Enrique Abuín Carnés

Buenos días Mercado de crédito

Erase una vez un conjunto de entidades financieras, que disponían de mucho, mucho dinero. Ese dinero lo prestaban a otras entidades y gente común también podían disfrutarlo para comprar lo que les diese la gana, un día muy lluvioso y casi sin avisar vino una tempestad y se llevo toda la cosecha. En ese momento el conjunto de entidades no habían sido muy previsoras y no habían almacenado nada…
Lo que podía ser perfectamente una novela infantil, se ha convertido en una realidad. Los bancos y demás entidades financieras no prestan dinero. ¿Pero… no presta porque no tiene, o porque no quiere? A grandes preguntas, grandes respuestas. No lo sabemos, cuando estalló la burbuja inmobiliaria se encontraron con que las entidades habían prestado todo su dinero para seguir financiando a las familias y a las empresas, el mercado de crédito en ese momento estaba seco, y financiarse era una misión imposible. Por ejemplo ir a descontar un pagaré de empresa al banco era un delito. Pedir dinero para comprar una vivienda, no gracias…Una situación hasta ahora nunca vista. La consecuencia de la burbuja inmobiliaria fue una crisis profunda que aun todavía no llegamos a valorar el alcance debido a que nos encontramos sumergidos en ella. Pero si te quedas sin dinero en la mitad de la noche para poder seguir bebiendo unas copas con tus amigos, pues no pasa nada vuelves a tu casa y le pides más dinero a tu padre. Eso es lo que estaban haciendo las entidades de crédito y consumidores paradójicamente, pero ahora ya no se lo prestaban con tanta facilidad, sino con una desconfianza tremenda. A esas inyecciones de dinero que los Bancos Centrales han venido cubriendo nos referimos. Para paliar los efectos de la crisis los bancos centrales han regalado el dinero para no provocar un desplome del sistema, hasta ahí bien. Ahora ese dinero tienes que trasladarlo al mercado, para que las demás empresas también se financien y los consumidores de a pie exactamente lo mismo. Pues bien parece que ese dinero se ha utilizado para tapar agujeros que las entidades de crédito tenían, por lo que el mercado de crédito está realmente seco otra vez.
La solución no es repartir el dinero a ciegas y volver a formar las bases de una nueva burbuja sino que esas inyecciones son para todo el mundo que necesite financiarse con criterios eso sí.

Otra es retribuir bien el dinero a la gente de a pie, volvemos al ahorro en nuestras casas el famoso “colchón” ese dinero tiene que salir a relucir y para ello se necesita confianza en los mercados y buenos cupones.

Javier Vidal Ferro

martes, 23 de febrero de 2010

El desplome de los índices bursátiles

Desde el año 2008 nos encontramos en un escenario bajista en los mercados de valores debido principalmente a la crisis existente que ha generado una gran desconfianza generalizada, en un ámbito en el que la confianza juega un papel fundamental.
Todo empezó en Estados Unidos (ya que es el motor de la economía internacional) y se fue contagiando al resto de las economías del mundo. También está claro que mientras Estados Unidos no consiga empezar a mejorar su situación tampoco lo conseguirán el resto de las economías.
Los índices bursátiles intentan representar las variaciones de valor de los valores por ellos compuestos. Dos de los factores que más afectan a estos índices son la situación económica del país al que “representan” y evidentemente la situación económica de las empresas cuyos valores forman parte del índice.
Todas las Bolsas están inmersas en una fase bajista debido a la delicada situación económica actual, el volumen de transacciones es más bajo de lo habitual y por lo menos a corto plazo no parece que vaya a mejorar la situación.
Si nos referimos a España, el Ibex hace unos días ha sufrido la caída más grande desde Octubre del 2008 y su evolución en este 2010 es una incógnita y en la que tendrá mucho impacto el momento en el que desde el Banco Central Europeo comience a retirar las medidas de estímulo económico presentes en la actualidad. España tiene el problema (que evidentemente tienen todos países pertenecientes a la Unión Europea) de no poder tener su propia política monetaria sino la de la propia Unión Europea, y esto lleva a que cuando se decidan, por ejemplo, subir los tipos de interés (supuestamente a finales de este año) nuestra economía se verá más afectada que por ejemplo la alemana que se empezará a recuperar antes que nosotros.
Otro problema es que la falta de financiación a las empresas no les ayuda a invertir e intentar salir de esta situación, con lo que no crean valor y que este valor se vea reflejado en los índices (Ibex, por ejemplo). Y esto no tiene vistas a cambiar a corto plazo.
Lo que está claro es que mientras la situación económica no mejore y no se vuelva a crear confianza dentro de los mercados, no se conseguirá que los índices vuelvan a subir y situarse en puntos como los alcanzados antes de estallar la presente crisis.
Alejandro Santamariña

lunes, 22 de febrero de 2010

LA RECESIÓN BURSÁTIL

Un índice bursátil es un valor numérico que trata de reflejar las variaciones de valor o rentabilidades promedio de los valores que lo componen. Podemos de alguna manera pensar que en cierto modo, la bolsa de valores y todo mercado bursátil se mueve por las emociones, de tal manera que si los inversores desconfían de la política monetaria o de la salud económica de un país esto va a traer como consecuencia una caída. La bolsa de valores también puede subir o bajar, dependiendo de si las empresas tienen o no buena salud económica, pero esto va a pasar a un plano secundario cuando la salud económica de un país se convierte en el indicador fundamental que hace que la bolsa suba o baje.

Hoy en día nos encontramos con una caída generalizada de los índices bursátiles que se remonta al año 2008. Comenzó por Estados Unidos, motor de la economía mundial ya que se produjo un miedo terrible a que la economía estadounidense entrase en un fuerte proceso de recesión tras el comienzo de la crisis de las hipotecas subprime. Esta crisis se extendió al resto del mundo lo que provoco una gran falta de confianza, y ya sabemos que la confianza es un elemento imprescindible y fundamental cuando hablamos de invertir en el mercado bursátil y si no existe confianza por parte de los inversores, la principal consecuencia es que se va a dejar de invertir y se produce la tan temida caída de los índices.

Las plazas bursátiles de casi todo el mundo se encuentran en una fase bajista, el denominado “bear market” reflejando la persistencia de la crisis financiera, los niveles de negociación bursátiles son estrepitosamente bajos y hay un pesimismo que crece día a día.

Un claro ejemplo de la gran bajada que han sufrido los índices bursátiles lo tenemos en casa, concretamente el 4 de Febrero de este mismo año la bolsa española sufría su mayor caída desde Octubre de 2008, con un retroceso de un 5,94%, cifra bastante superior a la del resto de parqués europeos debido a los miedos ante la evolución de algunas economías europeas como la portuguesa o la griega. A ello hay que sumarle la apertura en negativo que se produjo en Wall Street.

Nos preguntamos qué pasará con los índices bursátiles en el año 2010. Los analistas en el caso de España creen que será fundamental el saber cuándo y cómo se van a retirar las medidas de estímulo económico existentes y consideran que la primera mitad del año en la que nos encontramos será de absoluta continuidad.


Fernando López fenández

lunes, 8 de febrero de 2010

Volver a empezar

El sistema financiero español afronta este ejercicio 2010 sumido por completo en un proceso de reestructuración que se presume prolongado y complejo a partes iguales, pero que presentará como resultado un nuevo panorama económico y bancario en nuestro país.

Uno de los principales obstáculos para llevar a cabo este plan de reconversión lo constituyen, sin duda, los elevados niveles de morosidad que presentan las entidades financieras españolas, que en la actualidad se sitúan ya en niveles de máximos históricos. Cabe destacar que, a efectos estadísticos, el Banco de España considera un crédito como moroso cuando acumula tres meses de falta de pago.

Así, las cajas de ahorro continúan liderando las tasas de mora existentes en el sector situándose en el 5’26%, seguidas de los bancos con un 4’70% y, por último, encontramos a las cooperativas de crédito, que alcanzan el 3’86%. En términos absolutos, las cajas suman en la actualidad 46.469 millones en créditos de dudoso cobro, por los 37.249 millones de los bancos y los 96.719 de las cooperativas de crédito.

La distancia existente entre cajas de ahorros y bancos en cuanto a las cifras de morosidad, debe achacarse a la mayor exposición al riesgo de las primeras en relación al sector de la construcción. Las cajas se involucraron en su momento en mayor medida en la financiación de proyectos inmobiliarios, incluso mediante participaciones accionariales, y en esos activos ligados a inmuebles se encuentran una buena proporción de los créditos impagados. Esto no hace más que poner de manifiesto la conexión existente entre la crisis del sector inmobiliario, el paro y la morosidad en el sector bancario.

El deterioro de la actividad económica y el aumento del paro que todavía se prevé por parte de organismos y analistas, provocará que la morosidad continúe aumentando como mínimo hasta finales de año, lo que significa que probablemente el sector bancario deberá esperar por lo menos a 2011 para certificar el tan ansiado comienzo de la recuperación.

En este sentido, 2010 será fundamentalmente un año de ajustes, en el que debido a estos problemas de solvencia, al menos quince cajas de ahorros deberán consolidar distintos procesos de fusión para evitar la intervención del Banco de España. Asimismo, el sector financiero deberá afrontar el final de las ayudas en forma de inyecciones de liquidez procedentes del Banco Central Europeo, que en los últimos meses constituyeron una de las principales fuentes de financiación de las entidades.

Parece indudable que el gran reto del sector bancario español a corto plazo consistirá en contener el avance de la morosidad, indicador que permanecerá inevitablemente ligado a la evolución de la tasa de paro. El crédito impagado se seguirá viendo afectado por el aumento del número de desempleados, pero se elevará todavía más a medida que los ya parados vayan agotando sus prestaciones de desempleo.

Por tanto, nos encontramos ante un grave problema estructural que requerirá una profunda reconversión de todo el sector financiero, aunque, advirtiendo cómo se repiten determinados comportamientos y prácticas irresponsables de forma cíclica en el ámbito económico, parece que éstas no serán ni la última crisis, ni la última reestructuración profunda que la banca afrontará.

Rubén Río García

miércoles, 3 de febrero de 2010

Expectativas bursátiles

El mercado a se mueve según las expectativas de quienes venden y compran. Es más sencillo entender la bolsa si pensamos que quien vende lo hace porque piensa que ya no subirá más y quien compra porque piensa que aún lo seguirá haciendo. Por eso es tan difícil adelantarse al índice, porque depende de nuestras actuaciones.

Al principio del año pasado la crisis financiera llegó a su punto más alto y los índices bursátiles a su punto más bajo debido a una cantidad de excesos. Ya entorno a marzo comenzaron a aparecer algunos datos mejores de lo previsto (que no buenos) y las Bolsas empezaron a moverse a la alza. Lo que ahora verdaderamente preocupa es que esta posible recuperación no sea real porque ahora es cuando empezarán a subir los tipos de interés y se retirarán las ayudas, además, la recuperación de la economía americana está siendo más lenta de lo esperado y ésta es el motor del resto de las economías.

Mucha gente se pregunta qué necesidad tienen de invertir hoy en día su dinero en acciones puesto que, por la situación en la que estamos, corren algún que otro riesgo a no salir beneficiados. No les falta razón si pensamos que por ejemplo el Santander llegó a los 5 euros/acción, pero, a estas alturas, con unos beneficios de 9500 millones y con los dividendos que reparte no sería muy lógico que volviera a caer y no creo que lo vuelva a hacer porque quienes pueden evitarlo lo harán. La Reserva Federal, por ejemplo, o los grandes bancos de inversión, tras sus sonadas intervenciones no pueden dejar que ahora se les caiga otra vez todo el sistema bursátil, no saldrían muy bien parados.

Al final, como siempre hay dos teorías, la de los que piensan que las actuaciones vividas en la segunda mitad del pasado año apuntan a un mercado alcista (enviando mensajes de optimismo cuando los mercados se iban a pique, y haciendo hincapié en el largo camino que queda por recorrer, para evitar que el mercado volviera a caer) y los que piensan que vamos hacia un mercado bajista porque su duración media es de 30 meses y solo llevamos 17, por lo que piensan que estamos simplemente ante un rebote de mercado bajista.


Inés Cartelle Sáez

martes, 2 de febrero de 2010

“ENGAÑANDOSE A ELLOS MISMOS”

Cierre Septiembre de 2007

Según datos del Banco de España, los créditos dudosos rozan los 14.000 millones tras crecer este año un 34%. Entendemos aquellos créditos en los que han transcurrido más de tres meses desde el impago de una cuota. En concreto, el conjunto de las entidades financieras tenía, a esta fecha, créditos concedidos por valor de 1,695 billones de euros, un 19,97% más que un año antes.

Diciembre 2008

La tasa de morosidad alcanza el 3,5% en diciembre de 2008.

Octubre de 2009

La tasa de morosidad sube hasta el 4,99%, la más alta en los últimos trece años.

Entendiéndose el otoño de 2007 como el inicio de la hecatombe y la inalienable hipersensibilidad de los agente económicos, es comprehensible por parte de las autoridades el evitar contribuir a mayor psicosis. Precisamente en noviembre de ese mismo año , el informe del Banco de España dedicaba todo su empeño en recalcar la solidez que tienen las entidades financieras españolas para afrontar las turbulencias en los mercados internacionales. Una solidez que se basa en la fortaleza de sus cuentas de resultados, su rentabilidad, su eficiencia, sus elevados niveles de solvencia y por la normativa prudente para gestionar los riesgos de los créditos.

Pese a su prudencia, no por ello deja de hacer alusión al importante incremento que han sufrido los créditos considerados dudosos. Precisa que estos activos dudosos “se han acelerado, pasando de crecer al 7,4% en junio de 2006 a hacerlo al 22,9% en el mismo periodo de 2007”. No obstante, el documento continúa con un rosario de justificaciones y alegando ser un proceso de normalización hacia los mayores niveles de morosidad que muestran los bancos de otros países europeos. Es decir, algo así como “mal de muchos, consuelo de tontos”. Siguiendo este razonamiento, podemos entonces estar conformes ya que todavía nos queda los otros tres integrantes de los llamados “PIGS”.

Recién comenzado 2010, nada preocupa tanto ahora como el riesgo inmobiliario embalsado en los balances. Son los frutos de un crecimiento especulativo basado en el ladrillo. Y por muy bienintencionadas que sean las propuestas de cambio de modelo, lo que toca en este momento es el reparar los destrozos. El hecho de que la normativa sea más o menos permisiva en cuanto a la aplicación de porcentajes sobre tasaciones y provisiones, sólo servirá para poder maquillar en la misma medida los ratios implicados. Si al fin y al cabo, todos somos conscientes de que jamás son representativos de la realidad.

Al menos el tono y la actitud parecen haber cambiado drasticamente. Entre otras medidas, el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez ha anunciado que Bancos y Cajas de Ahorros tendrán que provisionar hasta el 20% del valor de los inmuebles que lleven más de un año en sus balances. Una forma de sanear los tocados balances del sistema financiero. De producirse, tal vez llegue a fluir de una vez el crédito a familias y empresas.

Como si de una adicción se tratara, el asimilar que esos inmuebles no se van a vender al precio de adjudicación puede ser una buena manera abarcar el problema y , de paso, darle una oportunidad al país de salir de este callejón aparentemente sin salida. Y posible, lo es. Muestra de ello, fue el gran bombazo dado por el BBVA decidiendo sacrificar por completo el beneficio del cuarto trimestre para empezar a provisionar “de verdad” el crédito promotor. Francisco González admitió lo que muchos padecen y todos se callan: “Hay 325.000 millones de euros de crédito promotor en España y no los puede pagar el contribuyente, lo tienen que solucionar los culpables, que son los promotores, los bancos y las cajas. Y cuanto antes nos pongamos a ello, mejor”. Y añadió: “provisionar lo que cada uno tenga es la única forma de que se acerquen los precios de oferta y demanda de los inmuebles, porque en España hay demanda de vivienda, aunque no a los precios actuales”. De acuerdo con el ajuste de precio , el pensar que el negocio está agotado también debería estar en la mente de todos. Copiando a nuestros vecinos, la era de alquiler y de los activos financieros debe comenzar.

Catalina Martínez

LA MOROSIDAD EN BANCOS Y CAJAS EN ESPAÑA

La nueva normativa clasifica como dudoso todo el importe de la deuda en operaciones que tengan algún importe vencido como principal, intereses o gastos pactados contractualmente, con más de tres meses de antigüedad (morosos) o cuando los saldos clasificados como dudosos sean superiores al 25% de los importes pendientes de cobro.

El sector financiero en España reconoce que la morosidad continuará aumentando hasta finales de año como consecuencia del deterioro de la actividad económica en general y del consumo en particular. Ante este escenario, las entidades han elevado sus esfuerzos para paliar los efectos de la mora y sus provisiones han crecido de manera notable en el último año. Las provisiones pueden ser de dos tipos: específicas, que se derivan de riesgos concretos, y genéricas que se dotan en función del volumen de financiación concedida y del mix de la misma en base a los baremos fijados por el Banco de España.

El tema es clave ya que es uno de los parámetros que van a determinar la capacidad de revitalización del mercado crediticio español y, al mismo tiempo, de gran parte de la actividad económica de nuestro país.

Uno de los datos más relevantes es que ahora la morosidad está subiendo a un ritmo cuatro veces mayor que en febrero de 2007. En 2008 acabó con una tasa de mora del 2% y en 2009 subió al 3%. La morosidad de los créditos concedidos por bancos, cajas de ahorro, cooperativas y establecimientos financieros de crédito a particulares y empresas volvió a repuntar en octubre hasta 4,99%, la más alta en trece años, según datos del Banco de España.

Todavía estas cifras son muy inferiores a las de la crisis de 1992. En aquella fecha los morosos llegaron al 9,2%. De cualquier forma, habrá que comparar ese dato con la morosidad de finales de 2010, cuando se hayan acumulado los morosos.

Los créditos dudosos totales se situaron en octubre en 91.531 millones, casi el doble que en octubre de 2008. Además el sector reconoce que la morosidad continuará aumentando durante 2010 como consecuencia del deterioro de la actividad económica y el aumento del paro, aunque consideran que el crecimiento ha comenzado a ralentizarse en tasa intermensual e intertrimestal.

Pese a todo esto los bancos, que abandonaron el ladrillo antes que las cajas, están en mejor situación debido al desgaste del sector inmobiliario. Las cajas presentan peores ratios de dudosidad que los bancos en el conjunto de los préstamos. Así, las cajas tenían catalogados un 0,625% de su valor como de dudoso cobro, frente al 0,607% de los bancos. Las cooperativas registraron una morosidad del 0,846% y los establecimientos de crédito, del 2,427%. Aunque las cajas se están llevando la peor parte puesto que en un año han visto triplicar la tasa de impagos de 0,6% al 1,9%.

Ante todo esto la vicepresidenta segunda del Gobierno de España, Elena Salgado, dijo: “El tema de la morosidad nos preocupa. Por eso, en la Ley de Economía Sostenible hay medidas para combatir la morosidad de las administraciones públicas, que nosotros podemos controlar; y también medidas destinadas a favorecer el pago a las pequeñas y medianas empresas por parte de empresas de mayor tamaño”.

Pienso que los problemas de morosidad en España no han hecho más que empezar debido a que los tres parámetros macroeconómicos más importantes en este tema (desempleo, actividad económica y consumo) deben equilibrarse. Mientras esto no suceda, los bancos y cajas seguirán siendo víctimas de su propia avaricia.

Miriam Yañez Fernández

¿BAJA LA MOROSIDAD O DISMINUYEN LOS CRÉDITOS?

En agosto de 2007, cuando muchos ahorradores escucharon por primera vez la palabra “subprime” la morosidad bancaria estaba en mínimos históricos, un saludable 0,65% para los bancos y un 0,68% para las cajas de ahorro; este crédito dudoso sumaba alrededor de unos 11.200 millones de euros. Por aquel entonces los españoles tenían la voluntad y la posibilidad de devolver sus créditos religiosamente, pero no sabían lo que se les venía encima.

Tras unos años de turbulencias financieras, la tasa de morosidad de los créditos concedidos por bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito cerró el año 2008 en el 3,28%. Durante el año 2008 la tasa se multiplicó por cuatro, el sistema bancario cerró con créditos de dudoso cobro por importe de 59.495 millones de euros. Se pudo percibir un rápido incremento de los créditos dudosos de las cajas de ahorro alcanzando una tasa de morosidad del 3,79% y en los bancos en torno al 2,81%.

Este año que hemos finalizado hace un mes la morosidad superó el 5%, el índice más alto desde el año 1996. La principal causa ha sido el deterioro de la actividad económica y el aumento del paro, esto ha disparado los impagos por parte de empresas y particulares. Se dice que a pesar de estos porcentajes el crecimiento mensual se ha moderado, eso yo no lo tengo muy claro.

Son datos impresionantes, por ejemplo en noviembre de este año pasado los créditos dudosos totales se situaron en 92.624 millones de euros, casi el doble del año 2008; y esto sigue creciendo, ¿hasta donde? nadie lo sabe.

Las cajas de ahorro continúan liderando la mora del sector, pero lograron contener su crecimiento en noviembre, con un 5,26%. Esta semana la prensa no dijo que los bancos recortaron distancias con respecto a las cajas, siendo ahora un 4,70% frente al 4,59% de octubre.

Algunos analistas se atreven a decir que actualmente está empezando a bajar la mora en el sector, ¿o será que en lugar de bajar la morosidad, están disminuyendo los créditos?, ya que ahora las entidades no dan hipotecas ni créditos, están más interesadas en la captación de pasivo, tarea olvidada con el boom inmobiliario. Algunas entidades han implantado la denominada “cuota de pasivo”, consistente en que tanto pasivo captas, tanto activo prestas, en fin, será un cambio de modas con la situación en la que vivimos.


Montse Gondar Lores


¿HASTA DONDE LLEGARÁ LA MOROSIDAD?

La situación actual en la que se encuentra el sistema financiera ha tenido su origen en el impago de préstamos, concedidos durante los últimos años sin apenas ningún tipo de control.

Antes del estallido de la crisis, en el año 2007 había 16.251 millones de créditos malos en el balance de las cajas y bancos españolas. Transcurrido el ejercicio 2008 dicha cifra se había multiplicado por cuatro alcanzando los 47.000 millones, lo que suponía una tasa de crecimiento jamás vista hasta ese momento.

Lo peor es que dicha situación, lejos de mejorar, ha empeorado durante el año 2009. Según datos del Banco de España, la tasa de morosidad del sistema financiero español alcanzó en octubre el 4,99%, la cifra más alta desde el año 1997. Con la diferencia de que en ese año la cifra total era de 11.500 millones, muy por debajo de la actual.

De este modo la cuantía de créditos impagados se situó en 86.535 millones de euros. La mayor parte fue correspondiente a las cajas de ahorro ya que su morosidad alcanzó el 5,26%, mientras que en el caso de los bancos fue del 4,59%.

La situación aún está lejos de la vivida durante la crisis de 1993, cuando la cifra de morosidad superó el 9%, pero las perspectivas de cara a este año no son muy favorables y se espera que el ritmo de crecimiento sea más elevado, rondando el 7% a finales de año.

Los expertos piensan que de seguir así los bancos acabarían el ejercicio actual con una tasa cercana al 6% y las cajas del 8% (lo que supondría un total de 120.000 millones de euros en créditos con problemas).

Esto es así debido a que la morosidad no se calcula en base a porcentajes sobre el total de créditos concedidos como se hacía antes. En la actualidad la normativa es mucho más inflexible. En el momento que el cliente no realiza tres pagos y no se ha producido un arreglo amistoso entre prestamista y deudor, todo el crédito se considera dudoso. Lo que supone subidas y bajadas más bruscas.

La situación actual ha provocado que las entidades financieras españolas finalizaran el 2009 con descensos en la concesión de créditos del 2,38% en el caso de los bancos y del 1,28% para las cajas.

Como podemos observar la morosidad vivida actualmente por parte de los bancos y cajas españolas puede poner en peligro la supervivencia de muchos de ellos, por lo que es de prever que durante estos meses tengan lugar fusiones entre algunas cajas españolas para intentar superar su difícil situación.

Por otra parte me gustaría comentar la necesidad de que las entidades con mayores problemas dotarán provisiones sobre aquellos créditos que en un futuro podrían situarse dentro de los impagados, para poder evitar problemas mayores. En lugar de dedicarse a refinanciar créditos con sus clientes para no inflar su cuenta de morosos.

Esto último es difícil debido a que sus beneficios se verían gravemente perjudicados, pero ayudaría a no desencadenar otra crisis como la actual, que esperemos que no se repita.

ENRIQUE ABUÍN CARNÉS

EL CRÉDITO ES NECESARIO

El mercado de crédito ha sufrido severos ajustes desde el estallido de la crisis tanto en precios como en cantidades.

Las autoridades monetarias realizaron suculentas inyecciones de liquidez para salvar al sistema financiero e intentar solucionar la sequía de crédito instaurada en la economía mundial. Por ejemplo tras la quiebra de Lehman Brothers seis bancos centrales se coordinaron para poner en circulación 180.000 millones de dólares.

Con estas medidas se esperaba que el crédito se reactivara dentro de la economía hasta llegar al tejido empresarial, para así frenar la desaceleración que se había establecido tras la crisis financiera mundial.

Por desgracia los bancos no han llevado a cabo su cometido debido a la desconfianza instaurada en el sistema.

Los bancos miran con lupa a sus clientes para la concesión de créditos, por miedo a que aumenten sus listas de morosos. Por otro lado los buenos clientes tampoco piden tantos créditos como a los bancos les gustaría conceder. Se ha producido una ruptura en el mercado que precisa tiempo para volver a la normalidad.

Según los últimos datos del 2009 las previsiones sobre ritmos negativos en la concesión de créditos se han cumplido.

Tanto los particulares como las familias españolas sufren las exigentes condiciones establecidas por los banqueros a la hora de solicitar financiación. La prueba está en que los nuevos créditos a las familias entre enero y noviembre de 2009 sumaron 137.808 millones de euros, un descenso de más del 20% comparado con el mismo período del 2008.

El caso de las empresas no es muy diferente, según datos del mes de octubre recibieron 62.585 millones de euros, un 14% menos que lo registrado en el año anterior. Aunque las cifras han ido mejorando a lo largo del año, aún están lejos de las de antes del estallido del sistema financiero.

Pero este no es el único problema, los diferenciales de spread pagados en los créditos se han visto incrementados de manera considerable. A pesar de que el BCE ha mantenido los tipos de interés por los suelos, no se ha aliviado la presión de la financiación y nos encontramos en uno de los momentos de crédito más caro desde el inicio de la crisis.

Los créditos al consumo se han situado en un interés promedio del 11% TAE, mientras que el crédito hipotecario ronda valores superiores al 3%.

Por el contrario, las empresas si ven como se van reduciendo sus tipos de interés. Los créditos inferiores al millón de euros se sitúan algo por encima del 4%, mientras que los superiores a esa cantidad soportan un 2,2%.

En mi opinión este debe ser el camino a seguir, ya que es necesario que la economía se reactive y los bancos no pueden pretender que sean los clientes quienes paguen las consecuencias de sus maniobras especulativas causantes de la grave situación en la que nos encontramos. Es necesario llevar a cabo un control sobre los clientes a la hora de conceder créditos, pero tras la crisis pasaron de un extremo a otro y su actuación es imprescindible en estos duros momentos.

ENRIQUE ABUÍN CARNÉS


LA MOROSIDAD EN EL SISTEMA FINANCIERO ESPAÑOL

El Gesif entiende como morosidad los créditos que se han dejado de pagar y han pasado más de tres meses sin haber sido devueltos ni fruto de un arreglo amistoso entre prestamista y deudor.

Según datos de Intereconomía, la morosidad de los bancos y cajas de ahorros escalará por encima del 5,2% por ciento en el primer trimestre de 2010, con un total de 39000 millones de euros impagados para los bancos, mientras que las cajas podrian mantener el nivel de octubre de 2008 con 43000 millones. El Gesif considera que el impago será superior en los bancos que en las cajas de ahorro.

Los primeros datos de morosidad, que han llevado la tasa desde el 1% hasta el 4,5%, han estado directamente relacionados con el crédito hipotecario. Se trata de familias que han tenido dificultades para hacer frente al pago de la hipoteca y que no han podido utilizar el activo inmobiliario ya que ha perdido valor para hacer frente al coste de la hipoteca. En una segunda oleada, también el crédito para vivienda sigue teniendo un peso importante en la mora, pero además, se unen empresas y particulares que encuentran dificultades para hacer frente a sus obligaciones con los bancos. No es casualidad que los establecimientos financieros de crédito que financian principalmente el consumo sean los que registran una tasa de morosidad más elevada.

Las cajas de ahorro cerraron octubre con una morosidad del 5,26%, los bancos con el 4,59% y las cooperativas de crédito con el 3,85%. Con vistas al futuro, el sector reconoce que la morosidad continuará aumentando hasta finales de año como consecuencia del deterioro de la actividad económica y el aumento del paro, aunque aseguran que su ritmo de crecimiento se ha ralentizado en tasa intermensual e intertrimestral.

Las entidades financieras clasifican los créditos como dudosos cuando su titular, sea un particular o una empresa, acumula tres meses consecutivos de impago, según marca la legislación vigente.

Para hacer frente al aumento de la cartera de créditos dudosos, las entidades han ido aumentando gradualmente sus reservas y, a 30 de noviembre de 2009, disponían de 54.258 millones de euros en provisiones, frente a los 42.762 millones de igual mes de 2008, lo que muestra un incremento del 26,8%. Con respecto a los ejercicios anteriores, los avances son bastante más abultados y equivale a multiplicar por 2,7 la cifra de 2003, cuando ascendia a 20.221 millones.

A dia de hoy la sensación de mercado sigue siendo muy pesimista y a pesar de que las entidades financieras empiezan a conceder con lupa algo más de crédito respecto a meses anteriores, la bolsa de créditos irrecuperables y de familias o empresas que ven agotadas sus posibilidades para hacer frente a sus deudas aumenta sensiblemente por lo que es difícil predecir cual será el comportamiento real de la morosidad para este año.

Jose Ramón Cundíns

MOROSIDAD ¿REAL?

Al hablar de la morosidad de los bancos y cajas de ahorro españoles debemos pensar si ciertamente los datos con los que contamos nos estan diciendo toda la verdad o si simplemente esos datos están maquillados para que la morosidad no se dispare.
La morosidad durante los últimos años anteriores a la crisis apenas alcanzaban el 1% del total de los prestamos según datos publicados en las estadísticas del Banco de España. Dentro de este porcentaje nos encontramos que los mayores impagos se producen en la financiación de actividades productivas y la financiación a los hogares españoles. Pero en esta época de bonanza ambas tienen un porcentaje de impago parecido sobre el total de prestamos para sus respectivas finalidades. Así la morosidad en la financiación de las actividades productivas en el año 2003 ronda el 1,10% y la financiación a hogares tenia una mora del 0,75%. aquí podemos observar que la diferencia entre una y otro no llega ni siquiera a 50 puntos básicos
Si comparamos estos datos con los del ultimo trimestre de 2009 podemos observar como estos porcentajes han crecido muy por encima de lo que solían estar. Así en la morosidad total nos encontramos en porcentajes del 5%. Si ahora vemos la comparación de la distribución de la morosidad según la finalidad de los prestamos podemos observar como la crisis ha afectado mucho mas a la financiación de actividades productivas que a la sustanciación a particulares. Los datos son de un 5,7 % para las actividades productivas frente a un 3,8% de los particulares.
Este mayor incremento de la morosidad en las empresas se debe en buena parte a los problemas que están teniendo los promotores a la hora de vender sus construcciones y poder pagar, ya que en estos años de crisis las compras de pisos han descendido de forma notable traduciéndose esto en una falta de liquidez de los promotores. Por todos es conocido las numerosas promotoras que no han podido hacer frente a sus deudas y han quebrado. Pero también debemos preguntarnos si las que han sobrevivido lo seguirán haciendo.
Posiblemente uno de los motivos para que estas promotoras hayan sobrevivido es que las entidades financieras les están re financiando todas las deudas (en algunos casos con impagos) para ayudarlos a que puedan hacer frente a estos pagos. En mi opinión esto no es mas que pan para hoy hambre para mañana.
Si no hubiesen hecho todas estas re financiaciones quizá ahora mismo estaríamos hablando de una morosidad mucho mayor, un 8%? un 10%? , de ahí mi pregunta sobre si la morosidad es real o no.
Y a estos datos debemos añadir que estos indices de morosidad seguramente ya hayan sido maquillados por las entidades financieras para no superar los indices del sector o por lo menos no superarlos por demasiado. Según estimaciones de AFI la morosidad real debe estar 3 puntos por encima de los datos publicados.

¿Realmente nos podemos fiar de todos estos datos?
Francisco Doval

NO TODA LA CULPA ES DE LOS BANCOS

Érase una vez la crisis financiera del 2008, nacida, en parte gracias a algunas entidades financieras; atraídas por las altas rentabilidades, invirtieron en activos sumamente peligrosos, como eran “ las Hipotecas Subprime” , incurriendo en un riesgo desmesurado. Tengo que aclarar que yo no soy partidaria que las entidades financieras tienen el peso total de la crisis, nosotros tenemos la mayor parte, por intentar vivir por encima de nuestras posibilidades. Pero bueno…, sigo con las entidades financieras.

A causa del riesgo incurrido las pérdidas fueron cuantiosas, pero se sumó el problema de la liquidez. Los bancos creían que iban a obtener unas ganancias espectaculares para poder pagar sus deudas, pero esto no fue así, por lo tanto, esto supuso su falta de liquidez. Para poder solucionar este problema tuvieron que pedir dinero a otras entidades financieras, pero a cambio de unos tipos de interés elevadísimos, incluso, algunas entidades decidieron no prestar dinero por la desconfianza de los impagos.

Esto tuvo una serie de consecuencias:

- Los bancos al no tener liquidez dejaron de dar créditos a las empresas y a particulares, con lo que el efecto dominó se cumplió, las empresas al no poder conseguir créditos, no pudieron hacer frente a sus pagos, y a su vez los que les debían dinero a ellas tampoco les podían pagar.

- Los tipos de interés del mercado empezaron a subir, también el Euribor, por lo tanto, subieron las hipotecas. El 1 octubre del 2008, la crisis financiera lleva al Euribor a marcar su mayor nivel en su historia, al alcanzar el 5.5%, una cota histórica en sus 10 años de vida.

- Muchas entidades que estaban muy justas de liquidez, corre la alarma que no van a ser capaces de devolver los depósitos de sus clientes.

Entonces, ante esta situación es cuando entra en escena el Gobierno, actuando de prestamista a los bancos, pero a cambio que se lo devuelvan en un futuro; no como se dice a nivel coloquial e incluso en prensa : “ le dan nuestro dinero a los bancos” o “cuando los bancos pierden pagamos todos, pero cuando ganan se lo quedan ellos”, incierto!! esa inyección de liquidez a los bancos pero con retorno.

El Gobierno también decidió bajar los tipos de interés oficiales a un tipo más reducido que el mercado de crédito.

Se empezó hablar del Fondo de Garantías, ya existente, para tranquilizar a las personas y evitar que se lanzasen como locos a retirar el dinero de sus entidades.

Pero a estas alturas, estas soluciones del Gobierno parece que no funcionan, porque los bancos, ahora que tienen liquidez se niegan dar créditos, por miedo a que no se los devuelvan; ya que ahora mismo la gente por el miedo generado por la crisis, no consume. Si las empresas no venden, los empleos se destruyen y alguien que está en el paro, evidentemente no va a consumir.

Aquí está el verdadero problema, los bancos ahora que tienen liquidez no quieren dar créditos por miedo a los impagos, entonces el Gobierno se enfada, pero no puede obligarles.

Montse Gondar Lores