lunes, 31 de mayo de 2010

CAIDA DE RATING ESPAÑOL

Desde finales de 2007 con la aparición de la titulización de las hipotecas subprime, que afectó principalmente al sector de la construcción, las posteriores consecuencias que ha tenido en el sector financiero, como la caída de Lemman Brothers, el escándalo de Madoff,… provocó que dos de los pilares más importantes de la economía española se tambaleasen.
Por ese motivo no nos debería extrañar que España sufriera en estos últimos meses la bajada de rating de S&P y de Fitch, es más, lo más probable es que Moody’s en las próximas semanas siga el camino marcado por estas dos compañías.
Pero quizás esta situación no está únicamente provocada por cómo afectó a nuestra economía los problemas económicos mundiales, sino que principalmente creo que fue peor la desconfianza en la clase política en general. Independientemente del partido que hablemos, se ha demostrado que lo único que les importa a los partidos políticos es el poder gobernar, y que son incapaces de ponerse de acuerdo en decisiones de estado cruciales para el futuro del país a corto, medio y largo plazo.
De todos modos, una bajada de calificación a AA+ no la considero especialmente preocupante en el sentido de que los inversores puedan recuperar su deuda o que las cuentas estatales lleguen a la situación Griega de entrada en concurso.
Y además, en cuanto al coste que pagará España por la calificación, será aproximadamente el mismo que tenía en los momentos previos a la publicación de la resolución de S&P, puesto que ya se observaba que los CDS con respecto a la deuda alemana habían superado los 100 puntos con facilidad, que es lo que en la práctica nos están diciendo ambas agencias.
Personalmente, creo que deberíamos cambiar el modelo económico europeo, por que con esta situación se observa que por el momento Europa sólo es una suma de las partes en una región geográfica determinada y que actúan individualmente en su propio beneficio, y no una zona económica y fiscal poderosa a nivel mundial y que funcione de un modo armonizado, como sucede en otros casos.
Pero para llegar a ese punto nos queda un largo camino que recorrer, incluso dentro de la propia España, en donde las Comunidades Autónomas funcionan igual, en dónde el ciudadano desconoce la labor de las diputaciones, en dónde existen ayuntamientos con 100 vecinos…
Debemos pensar en grande, en una España fuerte y sólida, en dónde se reduzca el sector público innecesario, porque esa es la clave para fortalecer el país. Y si realmente queremos ser ambiciosos, esa misma idea, debemos trasladarlo a Europa.

JAVIER LEJO

¿MEDIDAS DE AJUSTE?

Actualmente la situación española me recuerda a la famosa frase de un ex presidente del gobierno español: “España no va bien”.
Hacía tiempo que la comunidad internacional, los empresarios, los trabajadores y los ciudadanos de éste país sabían (en mayor o menor medida), que ésta frase era tan contundente como cierta.
El ciudadano de a pie observa que muchísima gente que conoce está en el paro con hipotecas y préstamos que no pueden pagar, las empresas no contratan gente, no hay ayudas a quienes más las necesitan,…
Pues bien, después de que este gobierno jurara y perjurara que no se iban a reducir las prestaciones sociales, les reduce el sueldo a los funcionarios, congela las pensiones y obliga a no endeudarse a los organismos públicos.
No dudo que éstas puedan ser unas medidas sencillas y más o menos efectivas para reducir el déficit público con un impacto a corto plazo; pero ahora debería ser ese punto de inflexión para llegar a ser una verdadera economía desarrollada.
Y para ello, deberíamos realizar un gran esfuerzo en 5 principales pilares:
• Lograr una formación de primer nivel mundial, con grandísimos profesionales que estuvieran más centrados en crear profesionales de gran valía, una formación universitaria más centrada en el mundo laboral y menos en conceptos abstractos que les sirven para incrementar su prestigio internacional.
• Somos uno de los países “desarrollados” que menos invierte en I+D+I y estamos a la cola de la innovación mundial, por ello, se debería primar a las empresas que invierten en investigación y que la investigación de las universidades se centrara principalmente en ayudar a las empresas, no en crear nuevas teorías. Y para subsanar el retraso acumulado, debemos realizar inversiones superiores a los líderes.
• Promover la creación de nuevas empresas que generen valor añadido al país. En estos momentos, para crear una empresa existen unos trámites burocráticos que no favorecen la creación de las mismas, además debería ser más sencillo que estas empresas nuevas tuvieran un fácil acceso a las empresas de capital riesgo, lo que ayudaría a tener un respaldo financiero importante y una gestión más profesional por parte de los nuevos negocios.
• Dejar de subvencionar sectores como el de la construcción o el turismo, que en nuestro país son sectores saturados y maduros, y centrarse en sectores con un gran potencial de desarrollo tecnológico.
• El sistema de pensiones debería de ir reduciéndose la parte aportada por el gobierno y exigirle a las empresas la aportación al plan de pensiones de los trabajadores, para que en un plazo de 10-15 años se produzca una situación de mayor desahogo por parte de las arcas públicas.
No obstante, es prácticamente imposible poner en marcha estas medidas, debido a que son medidas estructurales para las que sería necesario el consenso político. Y por desgracia, a día de hoy, es lo más parecido a la ciencia-ficción.

JAVIER LEJO

LA DEUDA ESPAÑOLA Y SU CALIFICACIÓN

En mi opinión, la pregunta de si es justa o no la calificación de la deuda española, no es realmente lo que preocupa ahora. Hay otros temas de mayor preocupación, como es el caso de la restructuración del sector bancario; junto con la reforma del mercado de trabajo y la necesidad de reorientar el modelo de crecimiento.
Las entidades bancarias están sufriendo de manera desagradable los efectos de la crisis por su exposición al mercado inmobiliario. Por lo que es necesario llevar a cabo esa restructuración, marcándose una serie de retos a los que enfrentarse. Si empezásemos a enumerarlos, primeramente, tendría que hacer frente a la elevada concentración de riesgo en el mercado del ladrillo y al aumento de la morosidad, con una tasa del 5,4% para el total del crédito y del 10 % en crédito a la construcción y a la promoción inmobiliaria. Otro reto sería hacer frente a los vencimientos de la deuda en un contexto de dificultad en el acceso a los mercados mayoristas ( y más ahora con la retirada de las ayudas por parte del Banco Central Europeo)
Además el sector se enfrenta a una reducción de los márgenes, producidos por diversos motivos, como el descenso de la actividad o de la competencia a la hora de captar pasivo, etcétera…y unimos a esto la rebaja en el rating de la deuda soberana (que tanto preocupa), contagiada por la reducciones en la calificación de la deuda en Grecia y Portugal.
Tras la reducción de la deuda griega, ahora esta se considera de alto riesgo, el motivo de esta reducción, fue para evitar la suspensión de pagos que podría producirse debido a la alta deuda y aun deficit fiscal importante.
La situación por la que pasa Grecia es cada vez más complicada, y lo que tiene que hacer es compensar los ingresos y los gastos. Y España debería hacer lo mismo si no quiere ir por el mismo camino. Después de dos años los ingresos públicos en España han vuelto a subir un 0,2 % en el primer trimestre de este año.
Esta restructuración exige el cierre de oficinas. El objetivo fundamental es abrir “el grifo” de crédito, sobre todo en un país tan dependiente de la financiación bancaria. Las tasas negativas del crédito provocada , en parte, por la caída de la inversión y del consumo, pero también por la necesidad de hacer frente a la morosidad.
Por otra parte la ayudas del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) terminan el 30 de junio, por lo que seguramente habrá que prorrogarlo hasta finales de año.
La mayoría de los retos que he plantado afectan al sector bancario español en su conjunto; pero las cajas adquirieron un mayor protagonismo, debido a su naturaleza institucional, sobre todo en lo que se refiere a la necesidad de fomentar o abrir nuevas líneas de captación de recursos propios.
El primer paso que habría que dar es el de conocer la dimensión del problema y realizar de una vez por todas las reformas necesarias. Y el debatir si el nuevo rating de la deuda española es justo o no, acabaría salpicando a la deuda bancaria; así como ocurre con el incremento del paro, que como continúe prolongándose, acabará afectando de manera negativa a la morosidad bancaria, tanto la que afecta a los préstamos particulares como a las empresas.
Muy de acuerdo con el Sr. Emilio Ontiveros ( catedrático de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid y presidente de Analistas Financieros Internacionales AFI ) el “ problema por el que esta pasando la zona euro causados por Grecia son consecuencia de un unión política”. Y el que compara España con Grecia, no es lo correcto, ya que España tiene una economía que equivale cuatro veces la griega; una diversificación de su oferta; un defict público “inferior”; deuda pública más baja de Europa y sobre todo no ha hecho trampas contables.
Realmente lo que más le preocupa a España ahora, es; frenar el paro, procurar la normalización del sistema creditito “ lo antes posible” y preparar la economía “para el día después”.

LIDIA SANDÁ

YA ERA HORA, DE DESCUBRIR QUIENES ERAMOS

Y es que cuando el rio suena…Ya venían avisando las agencias de calidad crediticia los problemas estructurales que venían “disfrutando” el reino de España. Standard&poor´s rebajo un escalón a la calidad crediticia de España en cuanto a sus bonos y letras emitidas, y es que la situación actual de España no pinta bien. Es verdad que hasta ahora hemos devuelto todo el dinero a sus inversores y no hemos dado ningún motivo para que nos reduzcan la calidad crediticia, pero si estamos dando síntomas de una gran debilidad y de que en cualquier momento podamos romper esta situación.
¿Cuáles son esos síntomas?
El desempleo en España llegará al 20% es 2010 según las estadísticas y no se suelen equivocar. El PIB descendiendo y una deuda que supera el 62%. ¡Cómo se nos queda el cuerpo!.
A esto le sumamos que las políticas del gobierno son escasas y mal gestionadas, pues esto es como un barco sin rumbo.
El bono español se dispara frente al alemán aumentando su diferencial. Europa tiene los pies de barro y es que unos crecen y otros decrecen.
Unas importantes medidas fiscales y es que toca apretarse el cinturón, un aumento de la confianza en el consumidor, aunque con las caídas de los bancos y cajas, al consumidor lo dejan un poco intranquilo, harían sobreponernos a esta situación. Tener la triple A o no supone que la deuda se pague más cara y si no que le pregunten a Grecia.
También criticar la situación de este tipo de agencias, las cuales actualmente tienen todo el poder de los mercados, un aviso de Moody´s de que pueden bajarte la calidad crediticia y ya tienes un problema. La verdad es que son compañías americanas que pueden manejar esto a su imagen y semejanza. Por eso se pretende crear una agencia de rating europea.
Las consecuencias son las siguientes: Si a España le rebajan la calidad crediticia se supone que se está asumiendo más riesgo en la inversión por parte de los inversores, lo cual hace al país hacer un esfuerzo mayor para poder financiarse, a su vez si te reducen la calidad crediticia es que no estás pasando por un buen momento, lo cual generarte más gastos hace que tu esfuerzo sea mayor. Todo ello hasta cierto punto ya que España siempre ha pagado su deuda a través de bonos y letras del tesoro.
En fin…

Francisco Javier Vidal Ferro

¿El dólar en Uruguay se encuentra en su valor de mercado?

La reciente crisis financiera ha dejado sus secuelas en la economía a nivel mundial pero especialmente se hizo sentir en los países desarrollados y particularmente en EEUU provocando la desvalorización del dólar frente a las principales monedas del mundo.

En EEUU al momento de producirse la crisis financiera y con la finalidad de reactivar la economía, la FED redujo sus tasas de interés comenzando a inyectar liquidez en los mercados, el aumento en la oferta de dólares afectó el valor de esta moneda.

No hay ningún analista que prevea que este proceso se revierta en el corto y mediano plazo pero:
» Existe una visión de que el peor momento de la crisis ya pasó.
» Las bolsas norteamericanas se están recuperando con lo cual algunos inversores quieren posicionarse en sus activos en ese país necesitando comprar dólares.
» Los problemas económicos que afrontan algunos países europeos generan incertidumbre sobre el euro y su fluctuación, lo que hace que no existan dividas alternativas que generen confianza.

En el largo plazo el déficit y la deuda de EEUU siguen incrementándose, por lo que es probable que el dólar no siga fortaleciéndose.

El valor del dólar en Uruguay se vio influenciado por:
» Un contexto generalizado de debilitamiento de esta divisa a nivel mundial.
» Un clima de expectativas favorables para las economías emergentes, lo que provoca un mayor ingreso de capitales y la apreciación de las monedas de estos países (esto se refleja en la disminución del riesgo país).

La caída del dólar provoca impactos negativos en los sectores de exportación y los que tienen ahorros en esta moneda y positivos en los importadores y deudores en dólares lo cual produce una redistribución del ingreso negativa para la economía.

El Banco Central del Uruguay ha intentado revertir este efecto realizando compras importantes en el mercado, pero estas no pueden superar los movimientos de portafolios y el retorno de las inversiones al país cuando estos son persistentes.

Pero la situación del sector exportador, que preocupa al gobierno, no solo se debe al bajo valor del dólar por que la competitividad depende de muchos factores y el cambiario es solo uno de ellos.

El deterioro de la competitividad no ha sido tal dado que el dólar cayó también en Europa y Brasil, que son mercados importantes para Uruguay. Claro que EEUU es uno de nuestros principales comparadores pero frente a este país todos los demás también están perdiendo competitividad.

No se ha producido un aumento en nuestros precios de exportación y sí en el costo del producto exportado, lo que deteriora la rentabilidad de los exportadores.

En estos casos el Banco Central del Uruguay esta promoviendo el uso de Forward, instrumento poco utilizado en nuestro país, que le permite asegurar hoy el valor del dólar cuando tenga la necesidad de comprar o vender. Se intenta impulsar este mercado incrementado el numero de agentes y agilizando su registro.

En definitiva, el valor del dólar en nuestro país se ve afectado por los vaivenes de los mercados internacionales y por más que el gobierno no lo quiera, resulta imposible revertir esta tendencia.

Isabel Segade

Dólar y competitividad en Uruguay

El tipo de cambio frente al dólar es, en Uruguay, una variable de referencia. Afecta muchas decisiones pues la uruguaya es una economía pequeña, abierta y muy dolarizada. Tiene gran importancia para el endeudamiento y competitividad de las empresas, para el endeudamiento de las familias y por su incidencia en la inflación.

Desde Diciembre de 2008 cuando el tipo de cambio interbancario estaba a 24,362 pesos uruguayos por dólar hasta Abril de 2010 cuando se situó en 19,214 pesos por dólar, se registró una disminución del valor nominal del dólar del 21% aproximadamente.

En estos períodos, cuando el peso se aprecia frente al dólar, normalmente surgen protestas, fundamentalmente del sector exportador, reclamando una suba del tipo de cambio nominal para abaratar los precios locales en términos de dólares. Pero, ¿es esta una tendencia de la divisa norteamericana a nivel nacional o mundial?, ¿es el peso uruguayo el que se aprecia contra el dólar o éste es el que se deprecia frente al resto de las monedas del mundo?, ¿se está afectando la competitividad de las empresas locales? y ¿es el tipo de cambio nominal la variable adecuada para medir la competitividad?

Existe consenso a nivel general en que el dólar ha bajado en el mundo por el elevado desequilibrio fiscal y exterior de Estados Unidos y, porque esa economía no termina de recuperarse de la reciente crisis global.

Se puede decir entonces que, la cotización del dólar en Uruguay sigue la tendencia bajista a nivel mundial y que obedece a fundamentos propios de la economía norteamericana. Sin embargo, la moneda uruguaya está dentro de las que más se ha apreciado y esto lo explican también factores internos.

En primera instancia cabe señalar que el valor del dólar en Uruguay lo determina el mercado. El régimen cambiario es de flotación administrada por lo que la autoridad monetaria interviene puntualmente para minimizar la volatilidad del tipo de cambio. Entonces, la afluencia masiva de dólares por el mantenimiento de los altos precios de exportación de las materias primas, el turismo y el sostenido ingreso de capitales son factores que motivan también la baja de la cotización del dólar a nivel local. A su vez el desarrollo de la economía nacional genera una apreciación del peso que refleja sus fundamentos y fortalezas.

En cuanto a la competitividad de las empresas, no es el tipo de cambio nominal el indicador más adecuado para analizarla sino el tipo de cambio real. Éste índice es construido por el Banco Central y mide la relación entre los precios domésticos y los de los principales socios comerciales medidos en dólares.

El último informe emitido a Marzo de 2010 muestra que en el último año móvil la competitividad global cayó un 11%. Esto se verificó con casi la totalidad de los destinos comerciales donde el país exporta con excepción de Brasil. La mejora en términos relativos frente a este país está asociada a la fuerte valorización del real brasilero en el último año y explica la corriente exportadora hacia Brasil que concentra un 15% del total de las exportaciones uruguayas.

Aunque la caída de este índice es una luz amarilla, no parece haber aún graves problemas en la competitividad de los productos uruguayos pues se mantiene en niveles históricos relativamente adecuados, como también lo está la rentabilidad de la industria exportadora.

Si, adicionalmente, se tiene en cuenta que el Banco Central no tiene margen para influir en el valor del dólar porque iría contra los fundamentos de su evolución mundial y además porque descuidaría otros objetivos como por ejemplo la inflación, es que se debería de poner foco en otros aspectos para mantener y/o mejorar la competitividad.

A nivel macro habría que reducir el déficit fiscal para poder absorber el exceso de oferta de dólares con recursos propios, se tendrían que moderar las pautas de aumento salarial en la próxima ronda de negociación colectiva y mejorar las infraestructuras de transporte, comunicaciones y energía. A nivel micro se debería trabajar en algunos aspectos de nuestras empresas como por ejemplo: en la mejora de productividad, la capacidad de innovar y la posibilidad de contar con financiamiento adecuado entre otros.

Rodrigo Vázquez

¿El dólar está en su valor justo?

Comenzaremos a partir de una definición muy extendida del valor justo de una moneda que “es la tasa de cambio que debe corresponderse con una posición en el comercio que sea considerada sostenible".
En primer lugar para comenzar, el tema es importante señalar que si bien existen muchos estudios económicos con muchas bases teóricas al respecto, en mi opinión no existe un método seguro ni infalible para estimar el valor correcto de una moneda con relación a las otras, pero no abordaremos el tema desde el punto de vista del análisis crítico de los distintos modelos económicos sino que buscaremos un perfil más práctico.

En segundo lugar, es necesario realizar una breve composición de lugar de la situación del dólar en el Uruguay. A lo largo del 2009 el precio del dólar registró un descenso de 19,4%, el mayor anual en 36 años, y cerró a $ 19,6. Recientemente los analistas e instituciones financieras que responden a la encuesta del Banco Central sobre expectativas económicas estiman (en mediana) que sobre fin de año proyectan que el precio del dólar se ubique en el entorno de $ 20,50 con una hipótesis de mínima de $ 19 y de máxima de $ 23,75.
Ahora sí podemos comenzar el tema con el enfoque práctico que le queríamos dar. La preguntas que todos nos hacemos en estos días son dos: la primera es si hay atraso cambiario o no? y la segunda es si es necesario que el gobierno intervenga o no?.

La respuesta que la mayoría tiene en su cabeza es que existe atraso cambiario y que es necesario que el gobierno intervenga para administrar el valor del dólar. Y el problema con esta visión, es que la mayoría no considera las causas del atraso cambiario que es lo más importante en este sentido, y al hacerlo así, tampoco considera las consecuencias de atacar el síntoma, en lugar de las causas, y defienden entonces las acciones del gobierno para devaluar la moneda local. El problema no es intervencionismo en sí mismo, sino la presencia de una intervención previa que condujo al problema, lo único que hace es intentar corregir los problemas causados por otras intervenciones, pero al costo de provocar más problemas por otro lado.

En este sentido comencemos a analizar las causas de la devaluación del dólar tiene su origen en el exceso de oferta de dólares a nivel mundial, como consecuencia de una fuerte expansión de crédito en esta moneda. La devaluación del dólar, en las economías que la permiten (por ejemplo, Uruguay), cumple entonces un papel fundamental: evitar que la economía uruguaya se suba excesivamente al tren de la expansión de crédito, con lo cual las consecuencias de la contracción futura tendrán menos efectos sobre ella.


A nuestro entender existen soluciones que pueden mejorar la situación. El gobierno puede hacer muchísimo pero no solo interviniendo, sino al contrario, quitándose de en medio y buscando otras soluciones no vinculadas a la política económica.





En resumen en respuesta a la pregunta sí el dólar está a su valor justo en mi opinión esta al valor más cercano a lo justo que le permite la economía y que el mismo llegue a su valor de mercado dependerá mucho de las políticas intervencionistas que adopte el gobierno pero que en mi opinión difícilmente tomará la decisión de apegarse totalmente al valor justo.

Gabriel Sánchez

¿EL DOLAR EN URUGUAY SE ENCUENTRA A SU VALOR DE MERCADO?

La baja de tipo de cambio real divulgado por el Banco Central del Uruguay (BCU) desató una polémica entorno a la competitividad del país frente a sus socios comerciales. La Cámara de Industrias asegura que dicha caída afecta la rentabilidad de las industrias exportadoras, mientras el Gobierno asegura que la rentabilidad de la industria exportadora continúa en niveles altos, no desconociendo que los costos unitarios (de producción) han crecido , descartando pérdida de rentabilidad pese al dólar
El informe de marzo 2010 del BCU mostró que el poder de compra del peso se deterioró en casi la totalidad de los destinos comerciales donde Uruguay coloca exportaciones, con la excepción en la región de Brasil, y de Alemania, España e Italia en la zona euro. Con respecto a Argentina, es la mayor afectación por la baja del dólar en Uruguay

A la vez, se conoció la opinión de la vicepresidenta del Banco Mundial para la región, Pamela Cox, relativa al problema cambiario en Uruguay, que usó el término: atraso cambiario.
Cuando hablamos sobre el atraso cambiario el análisis debe centrarse en la definición del concepto de "nivel de equilibrio". O sea decidir sobre cuál es un nivel "razonable" de tipo de cambio real o de competitividad y a partir de allí, si el tipo de cambio es menor que ese "nivel de equilibrio" concluiríamos que estamos ante una situación de atraso cambiario.
Una parte importante de nuestra deuda neta está denominada en pesos uruguayos (casi 7.000 millones de dólares) y en particular en UI (unos 6.000 de esos 7.000 millones). En el caso de la deuda en pesos, si el dólar baja la deuda sube en dólares. Y en el caso de la deuda en UI, mucho más, porque se debe añadir el crecimiento del IPC.
La mayor parte del aumento de la deuda bruta en los últimos cinco años anteriores tiene como contrapartida la acumulación de reservas, que era necesaria dado el contexto externo. En esos cinco años, la deuda neta ajustada subió en US$ 2.990 millones. Y, en particular, de esos 2.990 millones, casi todo se debió a 2009: US$ 2.726 millones. Es decir que en cuatro años (2005 a 2008) casi no subió la deuda, pero en 2009 aumentó extraordinariamente principalmente por el fortalecimiento del peso frente al dólar y en menor medida, pero también en forma significativa, por el importante déficit fiscal del año pasado.
Hoy la política monetaria presenta limitaciones para atender los problemas de competitividad de la economía local. Hay una sensación de prosperidad en la economía uruguaya, que puede plantear problemas futuros. La política para contrarrestar estos fenómenos de expansión del consumo (que presionan al alza al peso uruguayo) no se pueden enfrentar con suficiente fuerza a través de los canales que dispone la política monetaria.
Uruguay es un país con economía altamente dolarizada, por lo cual deberíamos poner mucho mayor énfasis en un papel contracíclico de la política fiscal para evitar que el esfuerzo antiinflacionario recaiga excesivamente en el tipo de cambio.
Para un país pequeño como Uruguay es difícil manejar el atraso cambiario debiendo trabajar en otras áreas para reducir los costos como infraestructura y logística. Es mucho más importante que los costos logísticos sean menores. Hoy Uruguay tiene un buen clima de negocios pero no es suficiente esperar inversores, es importante tener una cartera de proyectos para atraer esos inversores, necesarios para el Estado que no cuenta con recursos suficientes para infraestructura y todas las otras necesidades sociales.
El gobierno se ha comprometido a asegurar niveles de inflación dentro de los rangos objetivos y a vigilar posibles desalineamientos del dólar. El plan del gobierno estima una inflación en dólares equivalente a la inflación mundial y una expectativa de expansión del 4% de la economía y el desafío de mejorar la competitividad en 2 áreas: infraestructura y educación siendo la primera prioridad las políticas de fomento de la competitividad, que priorizan la inversión y la innovación. La segunda prioridad está basada en la internacionalización de las empresas. Otras, reformas en el régimen de promoción industrial y en la ley de bancarrota y la reforma tributaria.

Graciela Romero

viernes, 28 de mayo de 2010

MENOS HABLAR Y MÁS ACTUAR

A finales del mes de abril España se veía sorprendida por la rebaja de la calificación crediticia de su deuda pública a largo plazo por parte de la agencia Standard & Poor´s.
La nota descendió desde AA+ hasta AA con perspectiva negativa, lo que dejaría la puerta abierta a nuevos recortes en el medio plazo en caso de que la situación de la economía española continuara la senda actual.
Aunque la calificación de la deuda española continúa siendo aceptable, refleja un aumento del riesgo de impago por parte del Estado español, lo que obliga a pagar un mayor spread en las nuevas emisiones de deuda.
La rebaja sufrida por la deuda soberana se produjo en un contexto de fuerte debilitamiento de otros países de la zona Euro como son Portugal y sobre todo Grecia. En este último su deuda pública se ha visto devaluada hasta la categoría de bonos basura. Cabe destacar que la situación en España dista mucho de la de estos países, pero lo cierto es que nuestro país se encuentra en una situación muy complicada y en los últimos meses no se ha visto que el Gobierno tome medidas para solucionarlo, por lo que en mi opinión la rebaja de la deuda soberana es un aviso que está más que justificado.
España presenta un grave problema estructural que con el estallido de la burbuja inmobiliaria tras la crisis ha dejado al país tremendamente tocado, con un mercado laboral tremendamente inflexible que ha situado el paro en tasas superiores al 20%. Lo que hace imposible una recuperación en el corto plazo, ya que el aumento del empleo incentivaría el consumo de las familias y ayudaría a superar la situación actual.
El fuerte incremento de políticas de gasto social para tratar de sobrellevar la grave situación de desempleo y baja productividad laboral, ha provocado un aumento de más del 11% del déficit de España en términos de PIB durante el 2009.
El 27 de mayo se produjo la aprobación de un decreto para reducir el déficit que incluye algunos recortes sociales, como rebajas en los sueldos de los funcionarios, congelación de las pensiones (excepto las mínimas y las no contributivas), supresión del cheque-bebé, recorte de salarios de los miembros del gobierno…
Ya iba siendo hora de que se comenzaran a tomar medidas, pero en mi opinión esto no es más que el comienzo y en el corto plazo serán necesarias nuevas reformas estructurales. Entre ellas destacaría la necesidad de una reforma del mercado de trabajo, estabilización del sistema financiero, reforma del sistema de pensiones, nuevos recortes del gasto público…
Esperemos que las medidas que se tomen sean las correctas y comencemos a ver nuevas señales de recuperación, pero en mi opinión aun queda un largo camino por recorrer.

Enrique Abuín

“TARJETA ROJA” PARA ESPAÑA

La situación crítica en la que se encuentran los mercados financieros y el sector económico está pasando factura a nuestro país y, con mayor agresividad, a la bolsa española. Esta débil situación ha provocado un abrumador descenso de nuestra la solvencia, lo que es confirmado por las poderosas agencias de calificación.

A finales de abril, vimos como la agencia de calificación crediticia Standard & Poor´s retiraba la calificación AA+ a la deuda española a l/p dejándola en AA con perspectivas negativas. Este hecho ha generado inmediatas y drásticas consecuencias en los mercados españoles, como la caída del IBEX por debajo de los 10.000 puntos y sin expectativas de recuperación. La nueva evaluación de la deuda española ha hecho saltar las alarmas de posibles ataques especulativos contra nuestro país. Lo cierto es que los incrementos de volatilidad han sido espectaculares, provocando grandes variaciones en todos los valores del mercado español. Otra consecuencia directa de esta nueva bajada del rating, por parte de S&P, es el aumento del coste de los CDS (Credit Default Swaps), al ser mayor el riesgo de impago.

Es preciso tener en cuenta que en nada ayudan los datos macroeconómicos de España para conseguir una valoración positiva de estas agencias de calificación. Nuestra tasa de desempleo está peligrosamente acercándose al 21%, el elevado endeudamiento del sector privado ya ronda el 178% del PIB, la significativa desaceleración de las exportaciones, la poca calidad de nuestros activos financieros y uno de los factores más decisivos, según el informe presentado por Standard & Poor´s, es el altísimo déficit fiscal. Concluye su informe diciendo que las difíciles condiciones económicas a medio plazo servirán para añadir más presión a las cuentas públicas de España y que, por tanto, es imprescindible tomar medidas urgentes sobre la consolidación fiscal del Gobierno.

No nos puede tomar por sorpresa este descenso en la calificación puesto que son evidentes las debilidades estructurales de la economía española que perduran en el tiempo. La decisión adoptada por la S&P es algo que ya veníamos escuchando en boca de los inversores avisando del riesgo de insolvencia de España. Se hacía latente pues, antes de la bajada del rating, la grave situación que atravesábamos ya que la deuda pública se incrementaba rápidamente y crecía cada vez más la incógnita de dónde se sacaría el dinero para paliarla.

En esta coyuntura, son las empresas las que están sufriendo la peor parte pues, tras conocer la valoración de la deuda española, los inversores también han dirigido sus precauciones hacia la deuda emitida por las empresas, saliendo especialmente peor paradas las empresas de menor capitalización.

A pesar de las malas noticias que nos llegaban desde la principal agencia de calificación crediticia, ninguna otra institución ve tan negro el panorama económico español, si bien es cierto que todas, tanto el FMI como otros países de la UE e, incluso, USA, analizan la situación de España y aconsejan poner con urgencia en marcha un mecanismo de restructuración feroz para que se pueda volver a generar la confianza de los inversores en nuestro país.

Si así no se hiciera, la imagen será la de un país a la deriva y las consecuencias serán catastróficas. Como dijo Warren Buffet: “El mercado, como el señor, ayuda a aquellos que se ayudan a sí mismos. Sin embargo, a diferencia del señor, el mercado no perdona a aquellos que no saben lo que hacen”.

Tania Marcos

jueves, 27 de mayo de 2010

“Rating” español.

Standard & Poor’s es, para los inversionistas de todo el mundo, el principal proveedor mundial de información sobre los mercados financieros, que lleva a cabo a través de la realización de calificaciones crediticias.
El día 12 de enero de 2010, S&P situó el rating a largo plazo de España, que era “AAA”, en vigilancia con implicación negativa, lo que implica que habrá nuevas rebajas en el rating si la situación fiscal se deteriora más de lo previsto por sus analistas, debido a los considerables desafíos a los que se enfrentaba nuestra economía.
Una semana después, el día 19, se cumplió la “amenaza” y la calificación crediticia de España se vio reducida hasta “AA”, lo que significa que los productos de deuda son de calidad superior, aunque con una más sensibilidad ante un entorno adverso que la que tiene una triple A. La revisión de la situación macroeconómica levada a cabo por el vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, le ha servido a S&P para finalmente tomar la decisión.
La rebaja de la calificación crediticia se basa en el hecho de que la economía española crecerá solo una media del 0,7% entre 2010 y 2016, frente a la previsión inicial que se situaba por encima del 1%. Además el déficit público no será de solo un 3% como promete el gobierno, sino que la previsión es que supere el 5% del PIB, la alta tasa de paro, que se prevé que alcance el 21% a final de año, y el elevado endeudamiento del sector privado, un 178% del PIB.
A pesar de esta situación, la agencia considera que la deuda española sigue manteniendo una nota excelente, y que refleja que el país tiene suficiente capacidad para hacer frente a sus compromisos financieros, por tanto, estamos todavía lejos de comparar a España con Grecia e incluso con Portugal.
Como consecuencias de la rebaja de la calificación podemos destacar la pérdida de competitividad de España, porque tendrá que remunerar la deuda que emita a un tipo de interés mayor para seguir atrayendo a los inversores, el encarecimiento de la deuda, ya que la rebaja del rating encarece los tipos de interés al que nos prestan fondos y la debilidad del euro.
Desde el Gobierno se mostraron contrarios a esta decisión, calificándola de injusta “por la trayectoria fiscal de este Gobierno, que siempre ha defendido la política de estabilidad presupuestaria” (palabras de un alto cargo del Gobierno a Reuters), y por su parte, Pedro Solbes, ministro de Economía y Hacienda, dijo que el descenso del rating reflejaba la situación del mercado.
Desde mi punto de vista, más que hablar de justicia o injusticia, debemos conocer los efectos que esta decisión, que parece tan simple, puede tener en la evolución de nuestra economía y en el período de tiempo que ha de pasar hasta que superemos la crisis, que pueden ser muy negativos.

Lucía Márquez Quiza.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Dólar: adivine el precio justo…si puede

El dólar a nivel mundial ha tenido, en los últimos tiempos, particularmente desde mediados del 2008 en adelante, una exacerbada volatilidad. La tendencia a la baja se ha venido consolidando desde 2009 en adelante. En el Uruguay, se ha notado particularmente la apreciación de la moneda local, el Peso Uruguayo, con respecto al dólar casi un 20%.
Cabe preguntarse: ¿es esto consecuencia de la intervención del Estado a través del Banco Central o es consecuencia de factores exógenos? En definitiva, ¿quién tiene la culpa? Y si hablamos de culpa, es porque hay un mal, y ese mal se traduce en pérdida de competitividad de las exportaciones del país, con sus lógicas consecuencias a nivel del empleo y los salarios.
En lo personal, creemos que no hay un culpable a nivel local. La economía de Estados Unidos ha entrado en fase de recesión, de la cual se encuentra saliendo a tímidos pasos. Con una moneda fuerte, sus exportaciones necesariamente serán poco competitivas con respecto al resto del mundo. Por lo tanto, la necesidad de “devaluar” (esto suena un poco bizarro tratándose de la primera potencia industrial del mundo…por lo menos por ahora) se vuelve imperiosa si quiere vender su producción, lo cual da como resultado un dólar más bajo con respecto a otras monedas del mundo, entre ellas la uruguaya.
¿Significa esto que hay atraso cambiario en el Uruguay? No lo creemos. Es cierto que el tipo de cambio real está en niveles muy bajos. Es cierto que el Banco Central ha estado interviniendo (mas moderadamente en los últimos tiempos) en el mercado cambiario a través de la compra de divisas y lanzando al mercado letras de regulación monetaria. Pero no creemos que haya atraso cambiario. Es cierto que este valor del dólar nos quita competitividad y nos encarece con respecto al resto del mundo. Pero ello es consecuencia de la coyuntura mundial y no local, por lo tanto no creemos que con medidas de política cambiaria se pueda hacer otra cosa que despilfarrar recursos en “fines” de sostenibilidad de la moneda local que consideramos inapropiados.
¿Hasta dónde puede llegar la baja en la moneda estadounidense con respecto a la local? Es difícil estimarlo. Lo que sí podemos decir casi con seguridad, es que con el volumen que tiene el Uruguay no logrará influir en términos reales en el valor del dólar en lo más mínimo. Si se quiere recuperar competitividad se debería hacer con medidas reales y no artificiales (léase flotación sucia por parte del Banco Central). ¿Cuáles son estas medidas? Simple: bajar el costo del estado, atar los salarios a la productividad, bajar y hacer competitivas las tarifas públicas, tener menos burocracia y más eficiencia, y así podríamos seguir por un largo rato.
En resumen, ¿dólar a su valor de mercado? Sin duda, o por lo menos, bastante cercano. Tendrá el Banco Central las agallas como para dejar que llegue a su valor puro de mercado? Es dudoso pero entendible. ¿Hasta dónde llegará la baja en su búsqueda del equilibrio perfecto? Adivínelo…si puede!

Pablo Salaburu

martes, 25 de mayo de 2010

AA+

Una calificación crediticia estima la capacidad crediticia de un individuo, corporación , o incluso un país. Por lo general, una calificación de crédito le dice al prestamista o inversor la probabilidad de que tiene la otra parte de pagar. Una mala calificación indica un alto riesgo de impago, y por lo tanto da lugar a altas tasas de interés, o a la denegación de un préstamo otorgado por el acreedor.
Cada cierto tiempo, las compañías de rating (la más conocida Standard&Poor´s) estudian la capacidad, solvencia y liquidez que tendría un Estado (en este caso) para hacer frente a sus deudas a corto plazo.

En los últimos meses ha saltado la noticia de que España ha dejado de tener la calificación de triple AAA (la deuda que emite el país tiene una calidad altísima y lo que suceda en el entorno económico prácticamente no le afecta) para pasar a ser AA+ (la deuda también tiene gran calidad pero es algo más sensible a lo que suceda en el entorno). Esto ya ha dado sus primeros coletazos y ya está presente en ámbitos como el financiero principalmente.

Siendo objetivos, la calificación no es tan mala como parece pero si la analizamos en este periodo de crisis que también está afectando al resto de los países si que lo es. Todos necesitan emitir deuda pública para poder financiar sus inversiones y esto lo que provoca es una gran oferta y una reducida demanda, o al menos no tan grande como para satisfacer a la oferta, por tanto existe la posibilidad de que, en nuestro caso el Tesoro español, no recaude el dinero suficiente como para poner en marcha todas las actividades necesarias para estimular la economía. Además, por otro lado está el inconveniente de que la gente que decida comprar esta deuda pública lo haga comprando la de los países que tengan la máxima calificación.

Por otra parte está la gran inversión que tiene que hacer España debido a la alta rentabilidad que tiene que pagar a los compradores de deuda, esto es, cuando existe cierto riesgo de solvencia, la deuda tiene que ser más barata para atraer a los compradores, y a cambio remunerar más alto debido al riesgo de impago.

Por tanto vemos que aunque la rebaja del rating sea mínima trae consecuencias severas para la economía española de cara a una posible recuperación.


Inés Cartelle Sáez

lunes, 3 de mayo de 2010

USO DE RESERVAS DEL BANCO CENTRAL DEL URUGUAY PARA CONSTRUCCION DE INFRAESTRUCTURA. CONSIDERACIONES AL RESPECTO.

En el marco de una economía que reacciono positivamente frente a la crisis global de fines de 2008, se plantea “que hacer” con activos del BCU.
A principios de diciembre el presidente José Mujica manejo públicamente la posibilidad de usar una parte de las reservas del BCU en infraestructura.
La sistemática intervención del BCU en el mercado cambiario ha hecho que alrededor de 3.800 millones de dólares estén en carácter de “libre disponibilidad” (de un total de algo más de 8 mil millones de activos de reserva) lo que pone al BCU en el centro de las miradas del gobierno que siempre necesitan recursos para financiar gastos y/o inversiones.
Estos activos de reserva están mediatizados por la gestión de las llamadas “letras de regulación monetaria” pasivos financieros en pesos o unidades indexadas (que pagan elevadas tasas de interés) que el propio BCU emite como contrapartida de la compra de divisas (en un proceso que se conoce como “esterilización”)
El país debe producir a través de su BCU claras señales de fortaleza y estabilidad financiera en una economía que experimento sobresaltos en su pasado reciente (crisis financiera 2002).
Por lo tanto estos tres puntos; la disponibilidad de una masa de divisas importante; la gestión de los pasivos de corto plazo en pesos; la preservación de la fortaleza financiera que la disponibilidad de divisas asegura; nos lleva a discutir un nuevo punto, determinar el “nivel optimo de reservas”.
Recordemos que este exceso de reservas ha sido de la acumulación de divisas realizada a partir de la necesidad de sustentar la estabilidad financiera poscrisis de 2002 y últimamente, de sostener el valor del dólar. Este proceso se da en el marco de resultados fiscales que son deficitarios en un país que continua fuertemente endeudado y con la economía dolarizada. Por este motivo se debe tener cautela.
En el caso de usar estas reservas en proyectos de inversión se estarían transformando activos líquidos en emprendimientos a largo plazo “hay que hilar muy fino” sobre el retorno de esos proyectos.
Otro uso seria la posibilidad de cancelar deuda publica, mejorando su perfil y disminuyendo su costo financiero anual.
En este escenario esta la voluntad del presidente Mujica de concretar algunas inversiones en infraestructura (vías férreas y energía) o en materia social (vivienda, escuelas de tiempo completo), categorizadas como urgentes y reiteradamente aludidas como prioridades de gobierno. Pero al mismo tiempo es consciente como lo anunció en su audición en la radio M24 “no se puede descapitalizar al Banco Central, porque las reservas en un país son parte del arte de prever esos factores (de incertidumbre) que suelen aparecer”.
Por otro lado el presidente del BCU Mario Bergara que acuso recibo del mensaje presidencial y encauzo hacia la conclusión de un estudio técnico (determinar el “nivel optimo” de reservas) y los caminos legales e institucionales a partir de los cuales se podría hacer uso del eventual excedente (dialogar con el Ministerio de Economía y por la vía legal se determinara cuál es su uso mas rentable desde el punto de vista económico, financiero y social.)
Pero hay algo que aun no hemos nombrado, esta discusión de las reservas se desarrolla al inicio de otra discusión; la presupuestal, que también hace a la determinación del gasto corriente y de inversión, así como a las formas de financiar uno y otro. Lo cual permite pensar que el estudio sobre “el nivel óptimo de reservas” se habrá de procesar en paralelo.
Esta eterna “lucha ideológica” frente a la ortodoxia económica ha logrado que diversos economistas de los distintos partidos políticos admitan algún margen para apelar a esos recursos si se preservan los roles fundamentales de la autoridad monetaria y se define el nivel adecuado de reservas liquidas que hay que mantener.
El gobierno tiene un tope regulatorio definido en la nueva carta orgánica del BCU (Art. 46) que establece que el BCU solo podrá financiar al Poder Ejecutivo a través de la compra de títulos o valores de deuda publica que emita el gobierno y cuyo monto en cada año no supere el 10% del presupuesto nacional (excluidos los gastos por intereses de la deuda pública) realizado en el ejercicio anterior. Una estimación gruesa de acuerdo al presupuesto 2009 permitirá al gobierno, si emite ese titulo, acceder a unos U$S 750 millones.
Ahora hay que esperar a saber cual es el balance real del Banco Central, el “nivel optimo” de reservas a mantener, el tema de presupuesto 2010 y la voluntad política de hacer obra de infraestructura y social con recursos “excendentarios” del BCU.
Lo que si debemos ser conscientes que los gastos en obra de infraestructura y social son “permanentes”, no por el uso de estos recursos el tema se terminó. Si hay una ayuda por esta vía bienvenido sea, pero hay que buscar el camino para que siempre haya más dinero para la educación y la vivienda. Ese camino en mi opinión se llega a través del presupuesto, lo que no quiere decir que se deje una puerta abierta para casos especiales como el que se esta tratando.

Cra. Patricia Álvarez

Uso de reservas para invertir o saldar deuda en Uruguay

El primero de marzo de 2010 Jose Mujica asumió como presidente de la República Oriental del Uruguay. En una de sus primeras declaraciones como presidente trató temas que generaron polémica en la opinión pública, entre ellos se refirió a la posibilidad de utilizar las reservas del Banco Central del Uruguay (BCU).

En los últimos meses las reservas han venido creciendo, fundamentalmente debido a la compra de dólares que realiza el BCU en el mercado local, para intentar disminuir la caída que viene sufriendo la cotización. Actualmente el BCU cuenta con unos US$ 8.088 millones en activos de reserva, de los cuales US$ 3.766 son de libre disponibilidad.

Luego de las declaraciones del presidente, el BCU anunció que determinará el nivel óptimo de reservas de libre disponibilidad que debe tener el país para enfrentar una probable crisis y en caso de existir excedente solicitará al Ministerio de Economía la promoción de una ley que defina su destino.

En cuanto al destino que podrían tener dichos fondos se ha sugerido la inversión en infraestructura o el pago de deuda.
En su discurso Mujica opinó que “sería notable poder disponer de algún recurso de las reservas para invertir en el sistema ferroviario y en las escuelas de tiempo completo” y que "nada de ello daría aplausos inmediatos, porque no significaría mayor ingreso salarial para nadie, sino que sería una capitalización cuyo rédito positivo se vería en algunos años".

Ante estos planteos, los representantes de los partidos políticos de la oposición y algunos del partido de Gobierno exigen que el tema tenga que ser sometido a discusión pública y en muchos casos se muestran contrarios a la idea.
A mi modesto entender, considero que si bien es casi imposible determinar cuál debe ser el nivel de reservas que el país necesitaría frente a una crisis, en caso que se alcancen niveles adecuados para protegerse de dichos riesgos, deberíamos cuestionarnos sobre cuál debe ser el mejor uso para el excedente.
Considero importante además que se reglamente por vía legal cuál es el uso permitido, buscando siempre que el mismo sea invertido en pos de lograr objetivos de fondo aceptados por la mayoría.

Pienso que si el país entiende que alcanzó un nivel de ahorro suficiente para protegerse razonablemente de posibles riesgos y tiene la necesidad de realizar las obras de infraestructura, es razonable utilizar los mismos para los fines referidos en lugar de solicitar préstamos internacionales, ya que en este caso nos veríamos obligados a afrontar los altos costos de intereses que para naciones como la nuestra tiene la deuda.

Ricardo Petrone

USO DE LAS RESERVAS DEL BANCO CENTRAL DEL URUGUAY PARA CONSTRUCCIÓN DE INFRAESTRUCTURA - CONSIDERACIONES AL RESPECTO

El debate de este tema se inicia cuando nuestro Presidente propone utilizar parte de las reservas de BCU para invertir en infraestructura, construir escuelas de tiempo completo y mejorar las vías férreas entre otros destinos similares para lograr los objetivos que son parte de su propuesta de Gobierno.
La proyección del gobierno para el 2010 es que el déficit fiscal baje del 1,7% al 1,2%. Uruguay tiene un nivel alto de reservas, que ha permitido sortear con calma la crisis internacional que para otros países de la región fue problemática, cuya cifra se estima en U$S 8 mil millones, la mitad son de libre disponibilidad y la otra parte pertenece a garantías de obligaciones del Estado. El gobierno deberá fijar cuál es el nivel óptimo de reservas para el período, teniendo en cuenta los aspectos económicos internacionales y así utilizar las reservas para fines urgentes. Aspectos como la efectiva disponibilidad de una importante masa de divisas por un lado y, por el otro, la gestión de los pasivos de corto plazo en pesos, junto con la preservación de la fortaleza financiera que la disponibilidad de divisas asegura– integran la discusión sobre la determinación de ese nivel óptimo de reservas que debe mantener el BCU para los fines que tiene que cumplir, que en el caso uruguayo son tres: el de cubrir una corrida bancaria, una corrida contra la deuda y una corrida cambiaria.

Uruguay, a través de su BCU debe dar claras señales de solvencia, seguridad y estabilidad financiera en una economía que experimentó sobresaltos. Los activos de reserva en Uruguay son el resultado de la acumulación de divisas realizada a partir de la necesidad de sustentar la estabilidad financiera poscrisis de 2002 y últimamente de sostener el valor del dólar. Es un proceso que se da en el marco de resultados fiscales deficitarios, fuertemente endeudado y con nuestra economía dolarizada. Si utilizamos estas reservas corremos el riesgo de descapitalizar el BCU lo que estratégicamente no es conveniente ya que las reservas forman parte de la previsión de factores adversos. En el pasado reciente asumimos costos por sequías que trajeron problemas en el Sector Agro y en el Sector Energético que afectaron nuestra Economía.
Un elemento importante cuando hablamos de utilizar las reservas para financiar inversiones es que parece que el problema estuviera en que el país no accede a financiamiento. La realidad es que el gobierno puede emitir deuda en mercados internacionales y puede obtener fondos en los mercados multilaterales de crédito
En definitiva mi opinión con respecto al uso de las reservas para inversión en infraestructura es negativa tomando en cuenta distintos aspectos:
1) Si se transfieren esas reservas excedentes al gobierno como un hecho irrevocable impactaría en una reducción del patrimonio del BCU, las reservas las ha adquirido en los últimos años emitiendo deuda, típicamente letras de regulación monetaria, notas en Unidades Indexadas (UI) que va a tener que pagar en algún momento. Ni el BCU ni el gobierno han tenido superávits en los últimos años para tener una fuente de financiamiento genuina que no sea endeudamiento para comprar esas reservas.
2) Si se considera como un préstamo del BCU al Gobierno: con esas reservas el BCU podría comprar bonos del gobierno. Sin embargo, estaría incurriendo en un descalce de plazos importante. El BCU emite letras en pesos a plazos cortos que van a lo sumo a 2 años y emite notas en UI a plazos medios de 5 y 10 años, y no tiene mucho sentido que comprara bonos largos para financiar obra de infraestructura, que tiene períodos de repago largos. El BCU estaría emitiendo deuda de corto plazo y comprando bonos de largo plazo, eso involucraría un riesgo alto.

3) Si el gobierno decidiera usar reservas, no podríamos distinguir si esas reservas se utilizan para financiar inversiones, si se utilizan para pagar salarios o gastos de funcionamiento.
El uso más conveniente sería recomprar deuda pública porque el país percibe una rentabilidad muy baja por sus reservas, al mismo tiempo que está pagando intereses elevados por su deuda, sobre todo aquella que es de corto plazo y que está asociada con la política monetaria. Hay que tener presente que eso supondría que el BCU estaría vendiendo dólares en el mercado y eso podría alentar una baja del tipo de cambio. En última instancia, si tenemos reservas excedentes para enfrentar una crisis es básicamente porque el BCU ha estado comprando reservas para evitar la caída del dólar. Si el gobierno decidiera emplear reservas para financiar inversiones, en los hechos el gobierno estaría vendiendo esas reservas en el mercado y eso también podría presionar a la baja sobre el tipo de cambio.

Graciela Romero

Uso de las reservas del Banco Central

Con diplomacia, el ex-ministro de Economía, Álvaro García, que hay "algunos impedimentos legales" que suponen que éstas no pueden ser utilizadas "en una magnitud tal como la necesita el país".
Mujica declaró con anterioridad que si se usara una parte de esas reservas (del BCU) en infraestructura serviría para generar crecimiento económico y darle más trabajo a los uruguayos,
El presidente electo quiere emplear estos recursos para obras públicas como la red de ferrocarriles, el dragado del río Uruguay y la construcción de un puerto de aguas profundas.
El vicepresidente electo, Danilo Astori, apeló a las reservas en noviembre de 2006, siendo ministro de Economía para saldar deudas por US$ 1.080 millones del país con el Fondo Monetario de manera de quedar afuera de su tutela y de los compromisos de los acuerdos stand by con el organismo multilateral de crédito. Esto se inscribió en una política de captación de recursos internacionales mediante la emisión de deuda antes y después de este paso de manera de no afectar el nivel de activos de reserva y en una coyuntura internacional muy favorable.
El Banco Central, según datos al 2 de diciembre, cuenta con US$ 8.043 millones en activos de reserva pero sólo US$ 3.189 millones son "de libre disponibilidad". La mayor parte son los encajes bancarios que pertenecen a las instituciones financieras. Por otra parte, las reservas pertenecen al banco y no al gobierno.
La carta orgánica del BCU establece un tope a lo que puede otorgar en crédito al gobierno central. En su artículo 47 se señala que "el Banco sólo podrá dar créditos al Poder Ejecutivo o a cualquier persona jurídica pública a través de la compra, por cuenta propia, de valores de emisión pública. Las compras de dichos valores en cada año por parte del Banco no podrán superar el equivalente al 10% (diez por ciento) de los egresos del Presupuesto Nacional, efectivamente realizados en el ejercicio anterior". Esto supone que el máximo de crédito que el Banco puede dar -a cambio de deuda que emita el gobierno- es de unos US$ 750 millones de dólares.
García, sutilmente, manejó la alternativa que usualmente se ha seguido en proyectos de infraestructura pública: apelar a la inversión privada si se trata de proyectos rentables.
Para el economista blanco Javier de Haedo el planteo de Mujica es "simplemente aumentar el déficit fiscal y el endeudamiento". Considera que " el Estado debe encargarse de la asistencia social, de los planes de emergencia, -que no lo harán los privados- y no aumentar el déficit fiscal".
Para el economista Juan Carlos Protasi la propuesta de Mujica es "muy inteligente" pero señala que el uso de reservas del BCU requiere una "reversión" gradual del actual enfoque del equipo económico. "Es necesario dejar de intervenir en el mercado de cambios comprando dólares, cancelar las deudas en letras de regulación monetaria y vender dólares para que el tipo de cambio no se dispare", subrayó. Señaló que el BCU está afrontando "pérdidas muy grandes" pagando altos intereses por las emisiones en unidades indexadas.
Considera factible emplear "una pequeña fracción" de las reservas sin dejar de contar con un "colchón" de US$ 2.500-3.000 millones
Estima que el gobierno puede gastar unos US$ 200 millones en proyectos "socialmente rentables", lo que "es mejor" que gastar enormes cantidades de dinero en las intervenciones en el mercado de cambio.

Inés Sanz

Las reservas y la autonomía del BCU

Dicho así, hasta parecería opinable, ¿no?. Sin embargo es mucho lo que hay que saber y entender antes de fijar posición.

A continuación enumero 10 preguntas que servirían para “situar” el tema
1. ¿Qué significa que un banco central tenga reservas? Significa que cuenta con activos líquidos.
2. Qué tenga reservas, ¿quiere decir que estén disponibles para su uso?.No.
3. ¿De qué depende? De dos aspectos: de si son o no reservas excedentarias, y/o en que calidad de qué serían entregadas al gobierno para su uso.
4. ¿Cuándo serían excedentarias? Cuando sean activos líquidos libres de contrapartida. O sea, activos líquidos producto de “utilidades” y no producto de emisión de deuda. Dicho de otro modo, que no sean necesarios para cancelar pasivos ya contraídos. Una forma genuina de generar reservas es obtener superávit en el balance. Una forma no genuina de tener reservas es cuando para controlar el tipo de cambio se interviene en el mercado comprando o vendiendo divisa.
5. ¿El gobierno puede disponer de las reservas del Banco Central? Por Carta orgánica las Reservas son del Banco Central no del gobierno. Por tanto para que el gobierno las pueda utilizar las debe recibir como préstamo del BC que debería devolver o como un hecho irrevocable sin contrapartida. Esto último, disminuiría el patrimonio del Banco Central
6. Aún en hipótesis de superávit, ¿se podrían utilizar todas las reservas? No. Se debe determinar cuánto es lo necesario mantener en caja por corresponder a encajes bancarios y cuánto lo necesario para atender los pasivos a corto plazo.
7. ¿Cuándo podría disponerse de las reservas? Cuando éstas superen el nivel óptimo, cálculo que se realiza intentando determinar la cifra que atienda las obligaciones y eventuales contingencias.
8. En el caso de que existan reservas excedentarias, ¿se deben transformar en inversión? No necesariamente. Se puede considerar la opción de recomprar deuda, lo que disminuye el pasivo y repercute en la posibilidad de obtener financiamiento más barato. Otra opción que no significa inversión es pagar deuda y/o apalancar financiamientos que pueden sí ser para infraestructura.
9. Que califiquen como excedentarias ¿es el único requisito para utilizar las reservas en infraestructura? No. Los niveles de deuda y gasto público pueden ser otra restricción. La efectiva disponibilidad de una importante masa de divisas por un lado y, por el otro, la gestión de los pasivos de corto plazo en pesos, integran la discusión sobre la determinación de ese “nivel óptimo de reservas” cuyo exceso permitiría habilitar otros usos (entre los cuales se encuentra la posibilidad de cancelar deuda pública, mejorando el perfil y disminuyendo el costo financiero anual).
10. Para un gobierno que tiene un Banco Central con reservas excedentarias más allá de los niveles óptimos necesarios, sin contrapartida en el pasivo, y sin la necesidad de intervenir en el mercado para influir sobre el tipo de cambio, ¿es correcto utilizarlas en infraestructura? En mi opinión sí es correcto. Desde el punto de vista de la rentabilidad de la inversión, podríamos determinar los ingresos futuros (por ejemplo, línea ferroviarias) y compararlo con los costos de la inversión más el costo del préstamo que el BCU realice al gobierno. De no tratarse de una inversión que genere ingresos futuros, la ecuación debería referir a la medición del retorno que deja dicha inversión a la sociedad. Éste sería el caso de construir escuelas de tiempo completo. A modo se ejemplo, se sugiere la idea de valorizar cuánto representa más niños en aulas recibiendo educación y alimentación en lugar de estar en situación de calle, o en términos de gasto para el estado por delincuencia, seguro de paro, etc.

Estrella Álvarez

Las reservas y la autonomía del BCU

En Uruguay, el resultado fiscal del gobierno es negativo y de no ser por renovaciones de vencimientos de deuda y por su incremento no sería posible amortizar ni los intereses ni la deuda que va venciendo.

En este contexto se planteó utilizar las reservas internacionales del Banco Central del Uruguay (BCU) para financiar una parte del gasto público. Más concretamente, el presidente de la República se refirió a darle un uso productivo utilizándolas para construir escuelas de tiempo completo y a rehabilitar el sistema ferroviario entre otros fines.

Este planteo generó el análisis y debate de expertos, los partidos políticos de la oposición, representantes del gobierno y la opinión pública en general. En lo que casi todo el mundo está de acuerdo es que se trata de un tema complejo que tiene varias aristas a considerar. Entre los puntos a analizar se encuentran: el nivel de las reservas disponibles, qué porción de ellas es excedentaria, si es legal que el gobierno haga uso de ellas y si la utilización más eficiente sería invertirlas en infraestructura.

Las reservas con las que cuenta el BCU actualmente están en el entorno de los 8.000 millones de dólares, pero si se depuran de los encajes de los bancos y otros ajustes los activos de reserva de libre disponibilidad serían unos 3.800 millones de dólares. Se debe tener en cuenta que estos activos de reserva son el resultado de la acumulación de divisas para sustentar la estabilidad financiera post-crisis de 2002 y, más recientemente, para sostener el tipo de cambio frente al dólar. Ya que nunca hubo un superávit fiscal genuino, estas compras de dólares se financiaron fundamentalmente, mediante emisiones de Letras de Regulación Monetaria en pesos o unidades indexadas. El costo financiero y fiscal para el Estado es muy grande por la diferencia entre las elevadas tasas de interés que se paga por las letras y el mínimo retorno que se obtiene por la inversión de los activos.

Para determinar la porción excedentaria de los activos de reserva hay que analizar cuál debería ser su nivel óptimo. Según estudios realizados este nivel a mantener depende de que puedan cumplir con: cubrir una corrida bancaria, una corrida contra la deuda y una corrida cambiaria. La autoridad monetaria está inmersa en un relevamiento técnico sobre este tema que es muy difícil y que requiere un análisis detallado de los activos y pasivos teniendo en cuenta la coyuntura actual pero también con una visión a futuro porque lo que puede parecer suficiente hoy quizá no lo sea mañana.

En la hipótesis de que ese estudio revelara que hay excedente en las reservas habría que establecer un menú de posibles usos y financiamientos, donde la utilización para infraestructura fuera una de esas posibilidades.

En cuanto a la legalidad de que el gobierno central haga uso de las reservas existen algunas restricciones. La Carta Orgánica del BCU, reformulada en 2008, establece como tope a posibles préstamos al Poder Ejecutivo el 10% del presupuesto de gastos e inversiones del año anterior, importe que estaría en el entorno de los 600 millones de dólares por año. Adicionalmente una porción de las reservas (aproximadamente unos 1.500 millones de dólares) son propiedad del sector público y el Poder Ejecutivo podría hacer uso de ellas sin necesidad de ninguna venia ni permiso. De hecho en 2006 se utilizó una parte de las mismas para cancelar deuda uruguaya con el FMI.

Un tema que está detrás de toda esta discusión es el de la autonomía del BCU. En teoría, la autonomía de los bancos centrales es el mecanismo de protección frente a decisiones políticas de corto plazo que pueden comprometer la estabilidad de la economía. Los bancos centrales deberían mantenerse alejados de intereses políticos coyunturales resguardando esa estabilidad. En el caso uruguayo luego de la reforma de la Carta Orgánica ya mencionada, el Banco tiene autonomía limitada y sus lineamientos no se apartan de las políticas que aplica el gobierno. La coordinación macroeconómica se hace a través de un comité integrado por miembros del BCU y del Ministerio de Economía y en el caso de haber discrepancias entre los miembros el que define es el Poder Ejecutivo. Si el gobierno quisiera hacer uso de las reservas no tendría impedimentos.

En resumen, parece ser que la opinión mayoritaria (incluso la del equipo económico del gobierno) es que si sobraran reservas deberían aplicarse a cancelar deuda pública para bajar los costos financieros del Estado y no a financiar gastos, siempre teniendo en cuenta el mantener una posición sólida para cubrir posibles contingencias. Las alternativas para financiar proyectos de infraestructura serían recurrir a la inversión privada o a préstamos internacionales a través de algún organismo multilateral.

Rodrigo Vázquez

Uso de las Reservas del Banco Central del Uruguay

» ARGENTINA
El gobierno argentino decidió utilizar sus reservas para pagar los gastos del Gobierno Central. Esta decisión causó luego de un largo periplo de declaraciones, destituciones, juicios, etc. la renuncia del director del Banco Central argentino.

» URUGUAY
En este marco surge la propuesta lanzada por el Presidente de la Republica de utilizar un posible excedente de reservas del Banco Central para la mejora del sistema ferroviario (tan deteriorado en nuestro país) y la construcción de aulas para las escuelas publicas de tiempo completo.

» OBJETIVO
Sin lugar a dudas el objetivo de la propuesta del Presidente uruguayo es bien distinto, no esta enfocado hacia el gasto sino hacia la inversión. Son dos inversiones que tienen un retorno diferente, uno cuantificable en cuanto a la baja de los costos del transporte en especial de bienes y de bienes exportables, lo que nos haría más competitivos y el otro se trata de un retorno de carácter “social”.

» PROCEDIMIENTO
El instrumento a crear sería un fondo de garantía que permitiría apalancar la inversión privada en proyectos para obras de infraestructura. Este fondo representa un incentivo a través de la reducción de los riesgos para el inversor que intenta de esta forma captar recursos privados.
De llevarse a cabo este proyecto una vez que el Gobierno Central se endeude con el BCU se deberán generar las garantías suficientes para el repago de la deuda como por ejemplo a través de un fideicomiso de garantía.

» MONTO DE LAS RESERVAS
Actualmente las reservas con que cuenta el BCU alcanzan a los U$S 8.000 millones. De estas reservas un porcentaje corresponde a los bancos, otro son fondos del gobierno y solo son los denominados fondos de libre disponibilidad los que se podrían utilizar con este objetivo.

» NIVEL ÓPTIMO
El primer paso es estudiar cual es el nivel optimo de reservas, con cuanto debe contar el gobierno para hacer frente a los posibles desastres económico-financieros que se puedan presentar..
Por esta razón es peligroso tener un nivel de reservas bajo, pero también es ineficiente tener un nivel alto porque ello implica un costo adicional.

» ORIGEN DE LAS RESERVAS
Todas las reservas las ha adquirido el Estado emitiendo deuda por lo que en principio el uso de las mismas para financiar esta propuesta representaría una descapitalización del Banco Central.
Entre el 2008 y el 2009 se ha incrementado la deuda neta medida esta tanto en dólares como en % del PBI. La causa de este incremento se debe al déficit fiscal, a la política de devolución de encajes y fundamentalmente al efecto cambiario.


» REPAGO
Las reservas se tienen para enfrentar situaciones criticas, si ahora se entiende que estas son excedentes y habiendo sido generadas mediante la emisión de deuda, surge como primer objetivo el repago de la misma. Esta operación también debe realizarse con sumo cuidado intentando no afectar el valor de los bonos en el mercado.

» OPINION
Si las inversiones planteadas generan un retorno económico y financiero por encima del costo de mantener la deuda publica y se garantiza adecuadamente la operación, no existe razón para negar la utilización de las reservas excedentes en estos proyectos.
En principio parecería que los rendimientos esperados de estas inversiones difícilmente superen el costo financiero que se paga por la deuda por lo que repagar la misma parece ser la opción mas conveniente.

Isabel Segade

Uso de las Reservas del Banco Central del Uruguay para construcción de Infraestructura – Consideraciones al respecto –

El pasado mes de marzo, nuestro Presidente de la República, el Sr. José Mujica, expuso su interés en poder contar con algún recurso para financiar obras de infraestructura, más específicamente mejorar las líneas ferroviarias, prácticamente inexistentes hoy en nuestro país, y crear escuelas de tiempo completo. Pero la polémica se plantea cuando ese recurso que desea utilizar se llama: reservas del Banco Central del Uruguay (BCU). Reservas que han aumentado en los últimos meses ya que la autoridad monetaria ha comprado dólares en el mercado local de cambios para evitar un aumento mayor del peso frente al dólar. En ese momento el BCU contaba con aproximadamente $8.000.- millones de activos de reserva.
Frente a esta situación se plantea un primer problema que sería en calidad de qué el BCU le daría esas reservas al Gobierno; transferencia irrevocable ó como préstamo. Si fuera una transferencia podría redundar en una disminución del patrimonio del BCU. De echo, días antes a este planteo del Sr. Presidente, el Economista Bergara, Presidente del BCU, había expresado que se estaba evaluando cual era el nivel óptimo de fondos para poder determinar si había margen excedente, ya que a la fecha no se cuenta con Balances auditados del BCU. Podemos agregar que el Balance del año 2008 no mostró un excedente significativo, de lo que podríamos concluir que ese activo, llamado reservas, tiene como contrapartida obligaciones asumidas, por tanto el Gobierno de utilizarlas debería devolverlas para que así el BCU pudiera hacer frente a sus obligaciones. Con respecto al punto de que el BCU se las entregara en préstamo, debemos tomar en cuenta que el BCU ya es un acreedor importante del Gobierno, su Carta Orgánica le permite darle préstamos en bonos del tesoro o bonos globales que emita el Gobierno en la oferta pública. Entonces el BCU con esas reservas compraría los bonos del Gobierno (bonos de largo plazo) y emitiría deuda de corto plazo, lo que se concluye que el riesgo sería alto.
Frente a esta situación, y en el entendido de que la base del crecimiento de esas reservas son la acumulación de compras, dijo el Sr. Presidente Mujica: “Estas decisiones no tienen nada sencillo ni pueden estar sometidas a un voluntarismo. En definitiva no deberíamos correr el riesgo de descapitalizar a nuestro Banco Central porque las reservas en un país son parte del arte de prever factores adversos que suelen aparecer”, y más adelante dejo un lugar para la discusión diciendo que su planteo “está condicionado a que el BCU no se descapitalice y tenga margen de solvencia, seguridad y estabilidad que le garantice al país perspectivas de seguridad.”
Somos un país por sobre todas las cosas conservador y el solo hecho de mencionar el uso de las reservas del BCU crea una gran preocupación, además siempre existe una gran incertidumbre con respecto a si realmente se destinaran a financiar inversiones o si se utilizaran para el pago de salarios y/o gastos de funcionamiento.

Noela D´ascenzi

CHINA CONTROLARÁ LAS FLUCTUACIONES DEL YUAN

China actualmente es una importante potencia económica a pesar del oscurantismo de su gobierno nacional en materia económica.
Existen diversos factores que ayudan a ese crecimiento económico, entre los que destaca sin duda el gran volumen de exportaciones que realiza el país asiático. La competitividad del mercado chino hablando de exportaciones se basa en el ahorro de costes y gana un especial valor si tenemos en cuenta los países con economías desarrolladas.
Esta afirmación la confirma el Viceministro de comercio Zhong Shan, que realizó unas declaraciones a la prensa dónde indicaba que el margen que obtenían los exportadores chinos es inferior al 2 %.
Con esos márgenes, no es de extrañar que un pequeño movimiento de divisa afecte de un modo traumático para un gran número de exportadores Chinos.
En estos momentos existen grandes críticas al gobierno chino porque desde mediados del 2008 la cotización del Yuan prácticamente no ha variado con respecto al dólar, perjudicando a las monedas que fluctúan libremente en los mercados de divisas mundiales.
Esta postura se deja entrever en las declaraciones hechas por Zhong en el mes de marzo sobre la política monetaria del gigante asiático, en dónde afirmaba que su prioridad es contener el desempleo mediante la promoción de las exportaciones.
Debido a la presión internacional que está sufriendo el gobierno de Pekin, su presidente Chino Hu Jintao se reunió con Obama y se comprometió a modificar la formación del tipo de cambio del país para que pudiera fluctuar con mayor libertad.
Si esta circunstancia se produce en los próximos meses, posiblemente veamos una clara apreciación del Yuan frente al resto de divisas, perjudicando a las exportaciones del país y creando un gran problema social provocado por el incremento del desempleo.
En mi opinión, considero que es un juego político para evitar que las presiones internacionales sobre el tipo de cambio chino se recrudezcan y perjudiquen a su imagen en el mundo occidental.
Posiblemente realicen alguna modificación encaminada a realizar alguna fluctuación, de cara a la galería, pero siendo conscientes del tipo de gobierno que posee China y de la importancia que poseen las exportaciones en su economía, van a mantener ese tipo de política cambiaria controlada.
China crece en base a costes, y no hay que ser ningún genio para saber que harán todo lo posible por mantener esa ventaja competitiva que poseen a nivel internacional, por muchas críticas y presiones que reciban desde el exterior, China seguirá jugando con reglas distintas al resto de países.

Javier Lejo

LAS TRANSACIONES CAMBIARIAS

En toda década hay un sector dominante en los mercados financieros. Pero en la de 2010 van a ser las operaciones cambiarias. El mercado cambiario es aquel donde acuden vendedores y compradores de divisas, y mediante el cual se determina el precio de una moneda con respecto a otra.

Uno de los países que más está revolucionando la política monetaria es China, debido a que con la entrada en la OMC sus productos están cada vez más presentes en el mercado internacional. A consecuencia de su gran volumen de exportaciones.
Desde hace unos años, cuantiosos políticos y gobernantes le reprochan a este país el haber estado “manipulando” su moneda en deterioro de estados Unidos.

Estados Unidos está al corriente de que el país asiático es un pilar clave en la economía de mercado mundial. Por lo que consideran que tienen que regularizar la estabilidad política y el crecimiento económico global, pero hay una cuestión que dificulta las negociaciones y es el valor del yuan (moneda China).

El pasado 11 de marzo el presidente de E.E.U.U, Barak Obama y el presidente chino Hu Jintao se reunieron para adoptar un tipo de cambio beneficioso para el mercado. De llegar a un acuerdo entre ambos, la economía mundial se vería muy favorecida.

Pero Hu Jintao, le ha dicho a Obama: “China seguirá su propio camino a la hora de determinar su régimen cambiario y no aceptaremos presiones externas al respecto”.
El gobierno asiático seguirá manteniendo bajo el yuan respecto al dólar el tiempo que estime oportuno.

Ante esta postura los estadounidenses afirman que, con la “manipulación cambiaria” los chinos tienen prioridad en sus exportaciones. Lo que implica que las exportaciones Americanas y de los demás países se ven muy afectadas debido a que sus costes en la producción son mucho más elevados.
Por este motivo numerosas fábricas de todo el mundo han optado por trasladarse a China y como consecuencia de esto, las tiendas de todo el mundo están llenas de productos “Made in China”.

Considero que es importante que cada país solucione sus propias ineficiencias económicas nacionales antes de presionar y amenazar con sanciones comerciales a un país que se está protegiendo de los efectos desestabilizadores de los flujos financieros internacionales. Este problema entre estos dos países se ve agravado porque Estados Unidos teme que a largo plazo la moneda china reemplace al dólar y China se convierta en la gran potencia mundial.

Miriam Yáñez Fernández.

¡¡Ponga un dictador en su vida!!

Pongámonos en situación: China 1.300 millones de habitantes; con una tasa de desempleo que fluctúa entre un 4,5% y un 4% (un sueño para cualquier español); con un crecimiento económico anual de dos dígitos en los últimos años (¡¡espectacular!!); un incremento de las exportaciones exponenciales cada trimestre en los últimos cinco años; (siempre y cuando tales cifras no estén manipuladas por el régimen)…, pero con un constante control sobre la economía por parte de su sistema político, y en consecuencia la ausencia de libre mercado, y el seguimiento de la doctrina comunista. Esto último requiere una matización, ya que si bien es cierto que su sistema económico ha sido vendido como comunista, las empresas que han sufrido debido a la crisis global no han sido intervenidas por el gobierno chino, paradoja del sistema auténticamente capitalista de EE.UU. que sí ha intervenido empresas y entidades financieras.
¿A dónde quiero ir a parar? Esencialmente a una cosa, esa dictadura comunista, que es comunista cuando le interesa, consigue sujetar y aflojar el Yuan a su antojo.
Recordemos años atrás, China ató su moneda al dólar, es decir, el valor del Yuan se establecía en torno a las 8,277 unidades por billete verde, y así permaneció hasta el 21 de julio de 2005; años antes Brasil, en voz de su presidente Lula Da Silva, en noviembre de 2004 anunció la intención de su Gobierno de reconocer a China como una economía de mercado, pese que era necesario que dicha intención se reflejase y se transmitiese oficialmente a la Organización Mundial del Comercio (OMC), hecho que de no realizarse podía, Brasil, solicitar plenos mecanismos de defensa comercial previstos por la OMC para protegerse de las prácticas de comercio desleal del país asiático. En palabras de su presidente y de la patronal de empresarios:
"El grado de interferencia estatal de China en su economía demuestra que el país no opera en condiciones predominantes de libre mercado"
"La intensidad de la intervención gubernamental china se refleja particularmente en su política cambiaria. Al atar el yuan a los movimientos del dólar estadounidense y desvalorizar la moneda artificialmente, China desplaza otros exportadores en terceros mercados”.
Pero un hecho era clave, Brasil cuyo principal socio comercial era EE.UU. fue desplazado por China, ya que la necesidad de éste último de materias primas convierte a Brasil en su principal socio. En consecuencia, mal que le pese a Brasil, o a todos, China se convierte en su socio, añadiendo a esto el hecho de que dichos países se encuentren en pleno desarrollo económico y empuje del bien llamado BRIC (Brasil-Rusia-India-China).
En consecuencia Brasil oficialmente reconoce a China en la OMC, así como la gran mayoría de los países industrializados, y gracias a ello se va consiguiendo muy poco a poco y por medio de la OMC, una presión suficiente para que el 21 de julio de 2005 Pekín accediese a finiquitar el anclaje de su divisa con el dólar estadounidense.
La novedad se acogió con entusiasmo. ¡China aceptaba revaluar su moneda! ¡El mundo ajustaría sus notables desequilibrios comerciales! Ilusos. En efecto, las autoridades del gigante asiático iban a dejar más margen de maniobra a su moneda, pero ese margen sería ínfimo, y bajo un férreo control. Nada de sujetarse a la oferta o demanda de divisas, que es como se altera el tipo de cambio de una divisa libremente en el mercado, sino adulterada, la evolución de la divisa es conducida y supervisada por las autoridades. Y en el caso del yuan, la mano que sujeta la divisa es muy “larga” (Fuente “El Economista”).
Por tanto, todo tipo de evolución libre de la divisa si ya era limitada, aún sería más, ya que tras la caída de Lehman Brothers, la divisa por arte de “Birli-Birloke” se detiene. Desde entonces, nada de nada. Se ha mantenido en torno a las 6,83 unidades por dólar, un nuevo anclaje que ha respondido al deseo de Pekín de defender el sector exportador en la época más turbulenta de la crisis. Y ahí sigue, en ese mismo nivel, año y medio después, en medio del enojo occidental, donde molesta sobremanera el proteccionismo cambiario chino.
Sin embargo ha habido novedades. El gobernador del Banco del Pueblo de China (BPCh), Zhou Xiaochuan, ha reconocido que la voluntad de frenar la apreciación de la moneda china, el yuan, "es parte del paquete de medidas especiales durante la crisis financiera global". Y, sobre todo, ha anticipado: "Tarde o temprano, terminaremos con estas medidas especiales". (Fuente “El Economista”)
Y parafraseando al tristemente fallecido presentador de “Un, Dos, Tres”, “hasta aquí puedo leer”. Sí, esa es toda la información dada.
Pese a ello, el mensaje de Xiao Chuan es de gran importancia, porque aunque en apariencia la moneda del gigante asiático desempeña una influencia menor comparándose con el dólar, el euro, la libra o el yen, sus movimientos son capitales para todas esas divisas y para el resto de las monedas asiáticas.
En la medida en que el yuan no se mueva, tampoco lo harán sus divisas vecinas, que no querrán perder competitividad contra China, y en consecuencia, más difícil será corregir los desequilibrios comerciales mundiales. Por el contrario, si la divisa asiática se revaloriza contra el dólar y el euro, el flujo de los movimientos de capitales y comerciales podría reequilibrarse, al tiempo que se abriría la posibilidad de que otras monedas asiáticas siguieran a la china.
Tras todo lo expuesto, debemos esperar a los hechos. Los analistas creen que Pekín reemprenderá la apaciguada apreciación del yuan, eso sí, sin prisa y con calma. Lo ven en los 6,6 yuanes por dólar a finales de 2010, un 3,3% más alto que en la presente fecha.
¿Qué les parece? ¿Qué mágico nuestro mago “Chino”? ¿Seguirá haciendo trucos de magia? O por el contrario, ¿dejará que el mercado libre maneje su divisa? La respuesta es obvia.

Santiago Vazquez Martinez

China y el mercado cambiario

Parece que China y su moneda el Yuan empieza a poner nervioso a EEUU por las políticas monetarias cambiarias que están tomando el país del sol naciente. EEUU ve amenazada sus exportaciones que se verán en competencia con la producción China por su manipulación cambiaria. China mantiene el Yuan infravaluado.
En los últimos años no solo EEUU se ve amenazado, también Europa sufre fuertes caídas en su producción. Desde entonces fuertes medidas tomadas en el comercio internacional y normas de seguridad trataban de imponer restricciones al mercado Chino.
Pero no solo China toma medidas cambiarias importantes sino que los países BRIC (Brasil, Rusia, India) también las están adoptando. Son los denominados países emergentes. Países que están desarrollándose muy rápido con crecimientos del PIB de hasta dos dígitos.
En el caso de China, esta va acumulando moneda americana (Dólar) lo que supone, esta estrategia causa una buena competitividad externa en el comercio exterior. A su vez los bancos centrales siguen interviniendo el mercado cambiario con el fin de evitar manipulaciones al gusto del país, es decir un país no puede evaluar o devaluar su moneda si realmente no lo vale en el mercado.
Mientras EEUU ve amenazada su economía el viaje de Obama previsto a China próximamente tiene mucho que ver con todo esto. Para que China revalúe su moneda frente al dólar.
El Yuan debería establecerse por la oferta y demanda del sistema monetario y no al gusto del consumidor digamos que su moneda está valorada de un modo artificial y no natural.
Todo esto comienza desde 2005 cuando opta por este tipo de política donde el banco central Chino podrá ajustar cuando sea necesaria y de acuerdo con la situación actual económica en cada caso su moneda. Esto es debido a las fuertes presiones de sus empresas y algo normal dentro de su política económica que quieren mantener a medio plazo.
De todos modos EEUU actuará con precaución y cautela ya que China cada vez es más poderosa y afronta gran parte de la deuda exterior de EEUU deuda que le hace estar en un sitio privilegiado en la economía mundial. Tampoco le interesa reducir sus exportaciones ya que es líder en el comercio exterior. China ira corrigiendo su moneda de un modo paulatino y no tomará medidas drásticas como prevé EEUU.
El dólar ve peligrar su situación actual y como siempre el que manda, manda.

Francisco Javier Vidal Ferro

EL GIGANTE Y SU POLÍTICA CAMBIARIA

Tambalea la situación de uno de los mayores países emergentes. En estos últimos meses hemos visto cómo se ha abierto el debate sobre las posibles medidas que se podrían tomar en su política cambiaria. Si analizamos brevemente los indicadores macroeconómicos del país, observamos que ha sido de los pocos países que, en estos últimos años de crisis y mientras las grandes potencias económicas mundiales presentaban resultados negativos, conseguía desmarcarse presentando unas tasas de crecimiento mayores que el resto o encabezando la lista de países de mayor superávit comercial.

El debate que hoy se nos plantea es si China debería dejar que su moneda entre en libre fluctuación. Es un tema que preocupa mucho a sus habitantes pues aseguran que, si se diera este caso, se pondría en peligro la supervivencia del sector de la exportación, principal impulsor de la recuperación y crecimiento económico del país.

Defienden la política económica que llevan a cabo y afirman que con ella están protegiendo la ingente cantidad de empleos absorbidos por este sector, lo que genera la estabilidad social que tanto necesitan. Argumentan, igualmente, que si se dejara fluctuar, en algún momento, la moneda se produciría una reacción en cadena que inevitablemente ocasionaría la reducción de sus exportaciones, el crecimiento del consumo interno y de las importaciones. No debemos olvidar, que China, a pesar de sus políticas restrictivas, ha conseguido llevar a cabo el aumento de los salarios, de la productividad y del consumo privado.

El debate está servido, unos a favor de la apreciación y otros a favor de la depreciación. Algunos economistas aseguran que si las expectativas sobre una posible revaluación fueran en aumento, los flujos de capital mundial se moverían hacia China, lo que generaría un exceso de liquidez en su economía. En el lado contrario se sitúan los que creen que sería una buena medida pues traería un equilibrio de los precios de las importaciones y exportaciones y, en consecuencia, una mayor estabilidad en los precios.

Lo cierto es que todos los desajustes y la incertidumbre que se están viviendo en el mercado cambiario chino provocan distorsiones en la economía mundial, lo que, por tanto, dificulta una recuperación mas rápida. En estas condiciones, China se ha convertido en el principal exportador de bienes a numerosos países y sin embargo no se ha incrementado su importación o demanda de bienes a otros mercados, ya que se encuentra entre los países con mayor excedente de ahorro. Como conclusión, constatamos que el crecimiento del gigante asiático no ha ayudado al crecimiento de los demás mercados en el mundo.

La solución sería llevar a cabo un gradual y equilibrado ajuste de movimientos al objeto de que no se resienta tanto, no sólo el mercado asiático, sino también el mundial.

Tania Marcos