Muchas son las voces que se alzan proclamando que el sistema financiero tal y como era conocido ha dejado de existir. El año 2009, se presenta como un año especialmente duro, la economía mundial estará inmersa en una profunda recesión económica, con una destrucción de empleo sin precedentes en la época moderna. Todo esto, intuye tener una difícil solución, lo único que parece estar claro es que las medidas adoptadas sean de forma unánime y consensuada entre Washington y los países de la UE.
Esta debacle en los mercados financieros a nivel mundial, se está trasladando a las economías reales de los distintos países, esta crisis será mucho más larga, complicada que la crisis financiera, y esto, en definitiva volverá a repercutir sobre los mercados financieros, con lo que el panorama que nos espera no es nada alentador.
En estos días, hemos asistido a un bombardeo de noticias sobre planes de actuación para salir de este atolladero, en rasgos generales se trata de un ambicioso rediseño de la arquitectura financiera, se ha renunciado a proponer una mayor regulación sobre la actividad de todos los actores de mercado financiero siempre que se garantice la transparencia y el buen gobierno de las instituciones, todo esto en busca de refundar las bases de la economía financiera capitalista.
En definitiva, se trata de actuar contra el “monstruo de las tres cabezas” como algunos se han aventurado a denominar: la liquidez, la solvencia y la refinanciación. Las medidas que se pretenden adoptar giran entorno a tres puntos básicos, como son los mayores organismos de control que doten de transparencia a los mercados, aplicación de medidas fiscales y el compromiso con el comercio y el mercado global.
En el primero de los casos, son medidas encaminadas a la creación de un “colegio de supervisores” y la implantación de un sistema de alerta financiera que ayude a detectar las debilidades de los mercados antes de que se produzcan nuevos colapsos internacionales. Por otro lado, se propone delimitar el trabajo de las agencias internacionales de calificación de riesgos, haciéndolas menos dependientes de los beneficios de las entidades cuyos productos califican, e incluyendo en sus estructuras a consejeros independientes. Incluso se establece la posibilidad de crear un listado de empresas de riesgo, que por su alto volumen de operaciones, supongan un eslabón débil para los mercados.
El segundo bloque, el de las medidas fiscales, está orientado a estimular la demanda de las economías domesticas e incrementar el ahorro de las familias. En líneas generales será, el aplazamiento del pago de las letras hipotecarias, por trabajadores por cuenta ajena que hayan terminado en el paro, autónomos que vean peligrar su negocio, desempleados en general y pensionistas por viudedad. Incrementar la deducción de la vivienda habitual y la base de la misma, y la vez aumentar el periodo de cuenta vivienda. Otro aspecto importante será, potenciar la vivienda de protección oficial y rehabilitación de edificios para facilitar el acceso a una vivienda a todos los ciudadanos, a la vez que se impulsa el sector inmobiliario, seriamente dañado.
El apoyo de la pequeña y mediana empresa se ve como un punto a reforzar para paliar esta crisis de la economía real y para el año 2009, se dispondrá de líneas de préstamos dirigidos a cimentar la liquidez de las mismas, refinanciar sus pasivos y ampliar su capital. En el caso español estas actuaciones ya tienen nombre y apellido. La línea ICO-Pyme, pasará de 7.000 millones de euros a 10.000 millones y se financiara el 100% del proyecto frente al 80% actual. La línea ICO-Internacionalización, que apoya a las pymes que pretenden expandirse fuera de España, dispondrá de 200 millones frente a los 150 millones actuales. La línea ICO-Emprendedores, que ayuda a quienes desean crear su propia empresa pasa de 75 a 100 millones. La dotación ICO-Crecimiento empresarial, por el contrario, se mantendrá en las cifras actuales. La línea ICO-Proinmed, destinada a financiar los proyectos de inversión en el extranjero por parte de medianas empresas, pasará de 1000 a 3000 millones de euros. Unido a ello, se prevé la rebaja del impuesto de sociedades para las pymes, reducir el tiempo de recuperación del iva en caso de cobros improbables, etc.
Otro sector seriamente dañado por el cierre del grifo de los prestamos personales, es el sector del automóvil, actualmente se están estudiando medidas que apoyen este sector clave.
Por último, en lo que se refiere al compromiso con el comercio y mercado global, existe consenso respecto al libre comercio, a rechazar cualquier síntoma de proteccionismo y de no levantar ninguna barrera de comercio. Por otro lado, cumplir los compromisos de las grandes potencias con los países del tercer mundo.
Por el momento, el Banco Central Europeo ha echado mano de la política monetaria, los mercados financieros ya han empezado a reaccionar y el precio del dinero ha caído, el euribor en todos sus plazos ha iniciado una tendencia descendente, pero siempre teniendo presente la búsqueda de un equilibrio entre el impulso a una economía al borde de la recesión y el control de la inflación. Estos días, Paul Krugman, último premio nóbel de economía, dijo en una entrevista y cito textualmente: “los lideres de la UE dicen que ya se ve la luz al final del túnel de la crisis, pero lo que no saben es que la claridad que atisban viene de una locomotora que circula a toda mecha en sentido contrario y que se los llevará por delante si no la frenan a tiempo”.
Lo que esta claro es que la crisis cambiará la banca en muchos sentidos, entre ellos, convertirá al ahorrador en el nuevo rey del sistema financiero, como antes lo era el deudor.
ALBERTO PILLADO