Nadie lo sabe. A pesar de la gran variedad de soluciones que se presentan en los últimos días para paliar la crisis que estamos viviendo, aflora un pensamiento de duda sobre si estas medidas son eficaces y ayudarán a la mejora de la economía real, o si por el contrario serán un simple parche que lo único que conseguirán será que esta crisis se convierta en algo más lento y aún más profunda.
El señor Pedro Solbes manifestaba que el apoyo a la banca no es para ayudar ni sanear a los bancos, sino para contribuir a que haya un flujo de liquidez y evitar que las empresas y familias solventes no obtengan financiación. A pesar de esto, está latente el peligro de que estas inyecciones de liquidez vayan dirigidas a pagar las deudas de los bancos y cajas y no lleguen a las empresas para financiarlas. Mientras, el banco Santander anuncia una ampliación de capital por valor de 7.200 millones y aún así su valor sigue cayendo.
En este contexto el BCE bajó el precio del dinero en medio punto, del 3,75% al 3,25%. ¿Puede estar aquí la solución? En mi opinión, esta bajada de tipos está enfocada con el único objetivo de captar depósitos y ganar liquidez por parte de las entidades financieras. Los tipos pueden permanecer muy bajos y aún así que la economía no arranque. El único mercado que no es manipulable y que refleja la verdadera situación es el interbancario
Cuando logremos conseguir que los tipos de este bajen, será señal de que los bancos ya no necesitan pedir tanto dinero y volverá la confianza a la gente.
Sea como fuere, las bolsas parecen no levantar cabeza, El mercado de valores carece de posibilidad inversora y bajan los precios de las acciones. El PIB, desde el año 2007 está yendo a la baja, la creación de empleo está cayendo… esta crisis financiera internacional es mucho más profunda de lo que pensábamos y todo esto a las puertas de que se celebre la tan esperada cumbre del G-20, cuyo objetivo formal será comenzar a delinear un nuevo sistema financiero mundial. Se espera que en ella se establezcan los principios para adaptar nuestros sistemas financieros a las realidades de los mercados del siglo XXI, entra ellas más transparencia y regulación.
Esperemos que nuestros políticos sepan estar a la altura de las consecuencias, que logremos refundar el capitalismo, que las medidas que se tomen funcionen y que no suceda lo contrario y se agrave más la situación.
IÑAKI GÓMEZ
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