Los planes de rescate son necesarios para evitar la ruptura del sistema bancario, siendo su objetivo aliviar la crisis financiera.
Iniciativas que han provocado el endeudamiento de los Estados, que se haya vuelto a poner de moda el intervencionismo y que tienen dos relevantes consecuencias:
1ª- Se ha aceptado el intervencionismo del Estado como única solución posible a la crisis.
2ª- Cuanto más intervencionista es el plan de rescate, más euforia se produce en las Bolsas.
Existiendo varios modelos de salvamento, como el británico que inspirado en la estrategia sueca de los 90 para salir de la crisis inmobiliaria, opta por la nacionalización del sistema financiero. Mecanismo que puede ser una buena inversión para el Estado, que es quien decide que bancos salva e impone las condiciones, mientras que en Alemania es el Ministro de Finanzas el que se reserva el derecho a decidir sobre la política de dividendos y la estructura de capital de las entidades que se beneficien de las ayudas.
Por su parte el plan de Bush representa la mayor intervención gubernamental en los mercados financieros estadounidenses desde
Recapitalización que se hará a través de la compra de acciones preferentes, pero sin intervenir el Tesoro en la gestión de los bancos ni tener presencia en sus consejos, debiendo este autorizar los incrementos de dividendos.
En España, el plan del Gobierno asegura el acceso a la liquidez a largo plazo adquiriendo activos de muy alta calidad y garantizando emisiones de entidades financieras en los mercados de capitales a medio y largo plazo. Plan centrado en recuperar la liquidez del sistema y dar confianza y no en subsidiar entidades con problemas, para que el sistema financiero siga prestando a familias y empresas y la economía siga funcionando.
Pero esta es también una crisis de confianza, porque sin confianza no hay crédito y sin crédito ni confianza, el sistema capitalista muere y la economía de mercado deviene en trueque sin generar crecimiento ni prosperidad.
Perdida de confianza que ha provocado la desaparición del crédito de los bancos a particulares y empresas y también entre los bancos entre si, bancos que no se fían de nadie y que ha llevado al colapso del mercado interbancario.
Estándose por tanto ante un problema de liquidez y también de solvencia, motivo por el cual el éxito del rescate no esta garantizado.
Otra cuestión es, si el rescate llegara al resto de la economía porque las crisis financieras se convierten rápidamente en crisis económicas, y nadie suele salir al rescate de fabricas y sus trabajadores, pudiendo las deudas de miles de empleados y familias acabar por derrumbar el sistema financiero que se quiere salvar.
Medidas que aliviaran la crisis financiera pero que no serán suficientes para estabilizar los mercados, por no poder corregir los excesos de la ultima década en la que el sector inmobiliario y las entidades que lo financiaron ganaron mucho dinero, mientras que los ciudadanos gastaban por encima de sus posibilidades gracias a unos tipos de interés bajo mínimos.
Fallando los controles porque nadie quiso reconocer que había una excesiva acumulación de riesgo.
Aversión al riesgo que lo paraliza todo
REBECCA T. VILARIÑO
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