Por si ya sonaban un poco caóticas las soluciones que se proponían para la recesión que estamos sufriendo, los Gobiernos centrales están saliendo al rescate de sus principales bancos y cajas en un último intento de romper el atasco económico en que estamos involucrados. Esta solución, dirigida por el primer ministro británico Gordon Brown( ya que esta basada en la que el propio ministro propuso para el rescate Británico) y apoyada por la totalidad de los presidentes de los 15 países del Eurogrupo, consiste en asegurar la liquidez de las instituciones financieras y proporcionarles recursos adicionales de capital para asegurar un adecuado funcionamiento de la economía.
De esta manera aumentará considerablemente el papel del Estado en el sistema financiero. El principal objetivo de esta solución es aportar liquidez al mercado interbancario combatiendo de este modo(a mi modo de ver) el principal problema en este momento: la desconfianza entre los propios bancos a la hora de prestarse dinero. Sin embargo, este intrusismo del Estado en el sistema financiero, no va a salir gratuito como bien indicaba el líder francés Sarkozy: "el Estado va a hacer pagar su intervención pero a un precio justo".
En cuanto a España, el presidente Zapatero cifro en 100.000 millones los avales de la nueva deuda de la banca contraída hasta el 31 de diciembre de 2009 (a cambio de una contraprestación). En otros países de la Eurozona como Alemania, la cifra alcanza la friolera de 470.000 millones (a pesar de que en un inicio Merkel no era partidaria de este plan), o los 360.000 millones que el gobierno francés destinara a este fin.
Sin embargo, de todo este batí burrillo de idas y venidas, hay gente que esta sacando un gran beneficio, aprovechando que “a perro flaco todo son pulgas”, como es el caso del Santander encabezado por Botín, que se aprovecha de la caótica situación de algunas entidades para hacerse con su control (en algunos casos como el de Sovereign Bancorp completo) y de este modo ampliar el mercado de este grupo bancario y en consecuencia su rentabilidad y poder de maniobra.
De momento, esta medida fue recibida de modo positivo como indica la subida histórica de IBEX 35 (un 10,65%) y el cambio de tendencia del Euribor que volvió a descender situándose en el 5,42%. De todos modos, no debemos dejarnos llevar por la euforia y continuar con la prudencia que esta situación exige y solo el tiempo dirá si esta solución fue la correcta o no.
LUIS MIGUEL CASTRO ÁLVAREZ
De esta manera aumentará considerablemente el papel del Estado en el sistema financiero. El principal objetivo de esta solución es aportar liquidez al mercado interbancario combatiendo de este modo(a mi modo de ver) el principal problema en este momento: la desconfianza entre los propios bancos a la hora de prestarse dinero. Sin embargo, este intrusismo del Estado en el sistema financiero, no va a salir gratuito como bien indicaba el líder francés Sarkozy: "el Estado va a hacer pagar su intervención pero a un precio justo".
En cuanto a España, el presidente Zapatero cifro en 100.000 millones los avales de la nueva deuda de la banca contraída hasta el 31 de diciembre de 2009 (a cambio de una contraprestación). En otros países de la Eurozona como Alemania, la cifra alcanza la friolera de 470.000 millones (a pesar de que en un inicio Merkel no era partidaria de este plan), o los 360.000 millones que el gobierno francés destinara a este fin.
Sin embargo, de todo este batí burrillo de idas y venidas, hay gente que esta sacando un gran beneficio, aprovechando que “a perro flaco todo son pulgas”, como es el caso del Santander encabezado por Botín, que se aprovecha de la caótica situación de algunas entidades para hacerse con su control (en algunos casos como el de Sovereign Bancorp completo) y de este modo ampliar el mercado de este grupo bancario y en consecuencia su rentabilidad y poder de maniobra.
De momento, esta medida fue recibida de modo positivo como indica la subida histórica de IBEX 35 (un 10,65%) y el cambio de tendencia del Euribor que volvió a descender situándose en el 5,42%. De todos modos, no debemos dejarnos llevar por la euforia y continuar con la prudencia que esta situación exige y solo el tiempo dirá si esta solución fue la correcta o no.
LUIS MIGUEL CASTRO ÁLVAREZ
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