Tras la reunión mantenida este pasado fin de semana entre los principales líderes europeos en París se ha acordado encarar la crisis de manera coordinada, en el sentido de utilizar las mismas medidas o instrumentos aunque sea para afrontar cuestiones singulares en los distintos países implicados. El simple hecho de ofrecer una imagen de acción coordinada ha provocado una cierta inyección de confianza en los mercados que parece que comienzan a creerse que se están tomando las acciones adecuadas.
Las medidas adoptadas por el Eurogrupo van en la dirección de reactivar el mercado interbancario, mediante la garantía de empréstitos contratados por las entidades financieras, reforzar los fondos propios y recapitalizar los bancos comerciales, participando en el capital de las entidades, y flexibilizar las reglas contables, con la intención de facilitar la operativa bancaria en estas circunstancias de dificultad.
La atrevida acción de rescate propuesta la pasada semana por el Reino Unido, alabada por el recientemente elegido Premio Nobel de Economía Paul Krugman, ha servido, finalmente, como hoja de ruta en las medidas adoptadas por los distintos líderes europeos este pasado fin de semana mediante un acuerdo multilateral para afrontar la actual crisis financiera.
Los acontecimientos que se han producido en estas últimas semanas pueden desencadenar, en caso de que las medidas propuestas este pasado fin de semana no consigan erradicar definitivamente la desconfianza de los mercados financieros, en una total mutación del sistema financiero internacional, hasta el punto de que se produzca una nacionalización masiva del mismo con la intención de evitar un colapso financiero y que se mantenga abierta la línea de crédito al sistema productivo, imprescindible para un buen funcionamiento de la economía real.
Las medidas adoptadas por el Eurogrupo van en la dirección de reactivar el mercado interbancario, mediante la garantía de empréstitos contratados por las entidades financieras, reforzar los fondos propios y recapitalizar los bancos comerciales, participando en el capital de las entidades, y flexibilizar las reglas contables, con la intención de facilitar la operativa bancaria en estas circunstancias de dificultad.
La atrevida acción de rescate propuesta la pasada semana por el Reino Unido, alabada por el recientemente elegido Premio Nobel de Economía Paul Krugman, ha servido, finalmente, como hoja de ruta en las medidas adoptadas por los distintos líderes europeos este pasado fin de semana mediante un acuerdo multilateral para afrontar la actual crisis financiera.
Los acontecimientos que se han producido en estas últimas semanas pueden desencadenar, en caso de que las medidas propuestas este pasado fin de semana no consigan erradicar definitivamente la desconfianza de los mercados financieros, en una total mutación del sistema financiero internacional, hasta el punto de que se produzca una nacionalización masiva del mismo con la intención de evitar un colapso financiero y que se mantenga abierta la línea de crédito al sistema productivo, imprescindible para un buen funcionamiento de la economía real.
RUBÉN VÁZQUEZ
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