martes, 20 de noviembre de 2007

I want to believe

Lo fácil hubiera sido empezar por el tan manido "Por que no te callas?", pero me quedo con el televisivo Mulder y su empecinada obsesión por creer. Por querer creer en la existencia de vida ahí fuera.

Con Venezuela, también quiero creer. Despues de la agitada cumbre y frasecita para la historia, se empezó a decir que las empresas españolas deberían ponerse el atillo al hombro y seguir camino hacia otro país. Discrepo, porque Venezuela es mucho más que petróleo, banca o teléfonos, para los intereses españoles. Consume camiones que salen de Valladolid, fragatas construidas en Ferrol y tecnología puntera de algún parque tecnológico del cinturón madrileño...

Las bravuconadas de Chavez y los dimes y diretes en las altas esferas son siempre cosa del champán -del exceso, entiéndase-. Sin olvidar esa manía snob de iniciar los cocktails con el Dry Martini a lo Mr. Bond. Claro, luego se entienden esas discursiones de patio de colegio.

Asi que nada de fiarse del Tom Peters, que puede ser muy gurú y eso, advirtiendo del riesgo del país latino, yo me quedo en Venezuela (con toda la que hay montada) y I want to believe.


Fernando G. Veiga

lunes, 5 de noviembre de 2007

Miedo en el Cuerpo

500.000 viviendas nuevas en España es el número que se plantea para el año que viene y la gente dice que el mercado inmobiliario está en crisis y las entidades financieras están en crisis.

Saez, el del Santander, dice que aquí SI hay hipotecas Subprime... pues amigo mío, no se qué política de riesgos tienen en su entidad, porque me extraña que el Banco de España le deje asumir esos riesgos. A los bancos medianos y pequeños no se lo permite.

No nos quieran meter el miedo en el cuerpo que tontos no somos... las cosas no van igual que antes pero ¿Dónde está la crisis de verdad? En Estados Unidos hay crisis porque la gente deja de pagar su casa con tal de no dejar de pagar su coche, que es el que les lleva al trabajo y sin el cual no consiguen trabajo. En España el coche es una comodidad, pero no una absoluta necesidad. Ya sabemos que aquí no se deja de pagar la casa.

La globalización es buena porque nos hace más competitivos, pero es asesina porque iguala patrones de comportamiento que no deben igualarse. Nos salpicará la crisis de EEUU, pero si el gobierno (y la oposición) gestiona con prudencia los escasos recursos que tenemos, entonces nuestra economía capeará el temporal. No será fácil, pero esto no se trata de evitar las caídas sino de avanzar cuando te caes.

AK