viernes, 17 de julio de 2009

¿A QUIÉN CREER?


En los últimos días, y tras meses de discursos catastrofistas, algunas voces muy autorizadas han comenzado a cambiar el signo del lenguaje y han empezado a acuñar algunas frases donde el término verde se va infiltrando entre tanta tiniebla. Las dos instituciones más destacables en nuestro entorno, el FMI y el BCE han estado barajando la posibilidad del surgimiento de pequeños claros en esta tremenda crisis económica, ya que en nuestro caso, el Ejecutivo entiende exitosas sus medidas anticrisis, aunque no dé sus resultados contra el paro, pese a que éste se está ralentizando. Si bien se precisa que todavía debemos estar a la espera y no apresurarnos a ver la luz antes de llegar al fin del túnel.

Ello debe ser así porque, en realidad no es que la crisis retroceda, sino que simple y llanamente, se ha ralentizado en algunos sectores, lo que hizo que en marzo y abril pareciese denotarse una mejoría. Y es innegable que la mayoría de los expertos lo que tratan de es de buscar cualquier pequeña mejoría para acusar una evolución positiva por muy leve que sea, y máxime después del optimismo mostrado por Obama en marzo, lo que no quiere decir, a pesar de las declaraciones del presidente de los EEUU, que todo está llegando a su fin.

Por primera vez desde otoño de 2007, el índice de abril para España fue superior al del mes anterior y anticipó una caída más moderada de la actividad económica.

Y por otra parte, podemos señalar el caso de los “brotes verdes en la economía alicantina”, pues las exportaciones y la afiliación de trabajadores extranjeros ascienden por primera después de muchos meses de hundimiento, lo que se suma a otros índices menos malos como paro y venta de pisos.

Las ventas exteriores reputaron en el tercer mes del año un 3,3% y totalizaron 307,2 millones de euros. Alicante es la única provincia que registra un incremento de la exportación, ya que en Castellón, muy afectada por su excesiva dependencia de la industria azulejera, el hundimiento en marzo fue del 30,4%. En Valencia, la caída también es muy fuerte, sin duda afectadas por el parón que sufre el mercado de la automoción en toda Europa. Y además, las importaciones alicantinas, en cambio, siguen descendiendo.



ANTONIO VÁZQUEZ FERNÁNDEZ.

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