miércoles, 9 de enero de 2008

UN FUTURO INCIERTO

Las perspectivas futuras para los mercados de renta variable globales son a día de hoy inciertas. Nos encontramos ante una situación de gran incertidumbre que ha provocado un incremento notable de la volatilidad en los mercados bursátiles. El problema de las hipotecas “subprime” y la crisis de liquidez surgida en Agosto, afectaron de forma negativa al mercado, incluso más de lo que se creía en un principio, y mientras no se conozcan totalmente los efectos de la crisis crediticia seguirá la falta de confianza en el mercado de crédito. Por lo tanto una de las claves fundamentales para el año 2008 radicará, en si los mercados de crédito recuperarán la normalidad habitual.
Los escenarios futuros que manejan la mayoría de los analistas son los dos siguientes:
1. Un escenario de desaceleración económica compatible con subidas bursátiles. Es el escenario más manejado; si se recupera gradualmente la normalidad en los mercados financieros, se evitará una posible recesión.
2. Un segundo escenario de recesión económica. Existen serias amenazas de que la economía de EE.UU entre en recesión en los próximos trimestres; habrá que estar atento a los datos de actividad inmobiliaria, al IPC, precio de la vivienda, y a la creación de empleo en ese país; no hay que olvidar que ningún país del mundo es inmune a lo que ocurre con la principal economía del mundo. En un escenario como este, los mercados de renta variable se verán muy afectados y nos podríamos encontrar con una situación similar a la vivida tras el estallido de la burbuja tecnológica en el año 2000.
Está claro que todo dependerá de cómo la FED y el BCE reaccionen a través de sus políticas monetarias. Por eso los Bancos Centrales deberán actuar con rapidez a la hora de proporcionar liquidez al sistema, pero no olvidemos que las políticas monetarias no están preparadas para afrontar una posible situación de desaceleración económica (evitable bajando los tipos de interés) y un aumento de la inflación (que impediría realizar dicha bajada), es decir “stagflación”. Ese es el principal miedo del BCE a la hora de bajar los tipos, debido a que no tiene controlada totalmente la inflación.
En cuanto a la Bolsa española, las perspectivas son de crecimiento, aunque probablemente con una rentabilidad menor (inferior al 10%) a las obtenidas en los últimos cinco años y con una mayor volatilidad en los valores (superior al 20%, frente al 14% de media en los últimos años). Aunque los síntomas de agotamiento del ciclo alcista de la bolsa son evidentes, por lo cual es posible que a medio plazo nos encontremos con un cambio de ciclo. Por lo tanto, ante esta situación bursátil, es aconsejable que los inversores diversifiquen lo más posible su cartera, busquen valores con liquidez, roten sus carteras constantemente, y tengan en cuenta otros mercados más atractivos.
Lino Del Valle.

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