jueves, 13 de diciembre de 2007

A donde nos lleva la guerra del pasivo?

Paseando por cualquier calle de la ciudad u ojeando cualquier periódico especializado, podemos ver como últimamente las entidades financieras nos intentan sorprender con grandes porcentajes que nos incitan a detener la vista en ellos.

Tras el estallido de la crisis subprime, se generó una escasez de dinero en el sistema, que provoca que las entidades financieras no acudan al mercado interbancario para prestarse dinero y tienen que buscar así una forma de financiación alternativa, principalmente con depósitos al 5%. Esto ha provocado un conflicto de intereses dentro de las entidades bancarias, aconsejando a sus clientes destinar sus inversiones en fondos a este tipo de inversión, lo que ocasiona que el patrimonio de los fondos haya perdido de enero a hoy 9.1000 millones de euros. Esta reducción de suscripciones, se produce principalmente en el tercer trimestre del año; y esto, ayudado porque los tres tipos de fondos de renta fija no han conseguido batir a la inflación.

En cuanto a la Renta variable, después de que muchos inversores perdiesen dinero en los meses bajistas de agosto y septiembre, están esperando a que las aguas vuelvan a su cauce para volver a entrar. Además las bolsas no están atravesando su mejor momento, ya que están inmersas en una fuerte volatilidad, debido al temor a que aparezcan nuevas victimas dentro del sector financiero afectadas por su elevada exposición a las “subprime”. Por lo tanto, sólo queda esperar que en este mes la bolsa vuelva a repuntar en términos de actividad ya que las OPV y OPS que está habiendo estas semanas incrementarán el volumen negociado (Rovi, Tremón e Iberdrola Renovables). El pasado mes de noviembre la media del volumen negociado diario en bolsa ha rondado los 5.000 millones de euros, por debajo de los 7.000 millones del mes de octubre.

Visto esto, sólo me queda desearles a todos los ahorradores “buen provecho".


José Fariña Freijomil

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La crisis de la liquidez vivida por los mercados durante los últimos meses ha afectado en gran medida a los fondos de inversión. Desde que el pasado verano estallara la crisis subprime y a pesar de la leve recuperación de los mercados de renta variable, se ha producido una gran salida de clientes hacia otros productos por lo que las entidades financieras han tratado de obtener liquidez mediante diversos productos de pasivo

Hasta hace poco, el producto estrella era el depósito a un año o los estructurados y las preferencias de los bancos y de las cajas eran vincular y retener a sus clientes y, en menor medida, obtener liquidez. Ahora las entidades utilizan como gancho los depósitos a un mes, que ofrecen rentabilidades de hasta dos dígitos. Openbank comercializa uno al 11% solo para nuevos clientes, mientras que los de Citibank y Bancaja son al 10%. Los clientes deben tener en cuenta que sólo recibirán este rendimiento el primer mes. Otro de los reclamos más comunes es prometer una remuneración muy elevada al principio y luego más reducida.

Esto es una guerra de hasta donde están dispuestos a llegar y quien será el que sobreviva, sin embargo, esto puede cambiar en el momento que se produzca alguna variación en el mercado, cosa que a corto plazo no se prevé.

linodelvalle dijo...

La guerra del pasivo terminará cuando las entidades financieras vuelvan a tener liquidez suficiente para poder afrontar sus compromisos y por supuesto cuando el mercado interbancario vuelve a funcionar como lo venía haciendo antes de la crisis subprime. Esto no sucederá hasta que se sepa el alcance real que tuvo la crisis para cada una de las entidades financieras y el grado de exposición de cada una a las hipotecas basura. Cuando esto sea conocido las entidades financieras volverán a prestar dinero a los bancos que hayan estado menos expuestos.
Independientemente del problema de la falta de confianza en el mercado interbancario, la guerra de los depósitos dió su pistoletazo de salida por la escasez de activos a disposición de bancos y cajas de ahorro, desfase producido porque prestan más de lo que captan, debido a la financiación de la actividad hipotecaria. La subida de los tipos de interés por parte del BCE, durante el último año y medio a incentivado a las entidades financieras a ofertar más y más depósitos.
Ante esta batalla, los consumidores no deben dejarse llevar por unos reclamos que a primera vista parecen atractivos. Antes de invertir en un depósito hay que leerse bien la letra pequeña y pedir que los profesionales expliquen detalladamente el producto. Uno no puede quedarse sólo con la rentabilidad ofrecida, si no que además hay que fijarse en la duración de la rentabilidad (normalmente los depósitos renumeran el ahorro con altas rentabilidades, por ejemplo 10%, 11%; aunque sólo a un mes o en el corto plazo, pero no mantienen esas altas rentabilidades durante el año). Además, que un depósito ofrezca el 10% TAE a un mes, no significa que el particular vaya a recibir el 10% del dinero que invierta, solamente recibirá la parte del interés TAE correspondiente a un mes. Todo ello aunque pueda parecer obvio para los profesionales de las finanzas, para mucha de la gente de a pie no lo es; por esa razón los profesionales deben tratar de explicar correctamente el producto que vende, de lo contrario los clientes pueden sentirse engañados cuando vean que esa altísima rentabilidad que estaban esperando, al final no lo es tanto.
Otra conclusión que se puede extraer de esta situación es el alto grado de endeudamiento de las familias, así que en mi opinión esta batalla puede ser un incentivo para que los particulares comiencen a ahorrar.

Anónimo dijo...

Mi opinión es completamente concordante con la de mis compañeros. Para mí la guera de pasivo es, a todas luces, una guerra de liquidez. Y ésta ha provocado una curva de tipos de interés completamente atípica. Así, las inversiones a un mes son las de mayor remuneración del mercado, y las de tres y seis meses están tan remuneradas como las inversiones a cinco ó diez años, y más remuneradas que las inversiones a un año ó dos.

Siempre nos han enseñado que a mayor horizonte temporal mayor rentabilidad, porque el riesgo también es mayor. Sin embargo la realidad se vuelve a desmarcar de la lógica y de la teoría económica.

Por tanto, estamos ante una situación que a los ojos de la mayoría de nosotros carece de lógica alguna; en este punto no podemos olvidar que toda teoría económica parte de unos supuestos iniciales, y al menos uno de éstos se ha quebrantado en el entorno económico y financiero actual. Éste no es otro que el de la perfecta confianza de los actuantes en el mercado sobre el mismo y sobre el resto de participantes.

Desgraciadamente, la crisis de liquidez no es más que una crisis de confianza en el mercado intrebancario. Ésta ha sido quié ha llevado a las entidades a buscar cuasi desesperadamente financiación por otras vías: los depósitos.

Por tanto, esta situación "anómala" en la curva de tipos de interés persistirá en tanto en cuanto el tiempo no demuestre que las entidades siguen siendo solventes, y vuelva la confianza a los mercados.Sólo así la curva de tipos de interés recuperará la forma creciente y cóncava que en tantos manuales de política monetaria hemos podido ver.

Serán desde luego necesarios algunos meses para que el sistema recupere la confianza en sí mismo y la curva recupere su forma teórica. Y mientras tanto, aquellos ahorradores aversos al riesgo afloran como los principales beneficiarios de esta situación, puediendo obtener elevadas rentabilidades, sin riesgo alguno, para sus remanentes de liquidez.

Pero esto sólo es cuestión de tiempo compañeros. Asique, hay que aprovecharse de la situación.