miércoles, 2 de diciembre de 2009

FUSIÓN O NO FUSIÓN, ESA ES LA CUESTIÓN

No podemos posicionarnos radicalmente, ya que existen pros y contras, de todas maneras, expongo las razones de porque no comparto una fusión, aunque con matices:

· No comparto una fusión entre cajas de una misma Comunidad, ya que conllevaría para empezar una reestructuración laboral muy importante, y por tanto, los EREs serían la primera consecuencia, ya que al existir una duplicidad de mercado, la reducción de oficinas y la correspondiente reducción de la plantilla sería al menos de un 30%. En consecuencia, en el caso de la fusión entre Caixa Galicia y Caixa Nova, provocaría una crisis muy importante en el mercado laboral y precisamente en el mercado gallego.

· Ahora bien, si existe una posible fusión entre Caixa Galicia, Caja Madrid y la CAM, habrá seguramente una reducción importante de la plantilla, pero eso sí sensiblemente inferior a la fusión entre cajas de una misma Comunidad. Por tanto, sería de las dos opciones quizás la mejor, no solo por las razones esgrimidas, sino también porque tales “Fundaciones” fusionadas vendrían a convertirse en la segunda mayor caja de España, tras “La Caixa” catalana.

· Por último, no debemos olvidar que una fusión interprovincial provocará un desplazamiento fiscal muy serio, ya que en el ejemplo anteriormente referido, seguramente la sede fiscal de Caixa Galicia se trasladará a Madrid y con ello el rendimiento fiscal que la Comunidad Gallega venía percibiendo. En consecuencia, dicha fusión provocaría un déficit fiscal muy grave, y no solo eso sino que también pudiera ser que las obras sociales, que no olvidemos son la causa imperativa de creación de las cajas, se reduzcan trágicamente en nuestra comunidad gallega.

Respecto a este último punto, importante es el hecho referido a que las cajas son Fundaciones y como tales, sus fines son las obras sociales, hecho que evidentemente se pone en duda, ya que con las fuertísimas inversiones realizadas en bienes inmuebles, provocaron la catástrofe financiera que la mayoría de las cajas tienen en sus cuentas de resultados. Es por esto que lo primero no es una fusión, es un sentimiento de culpabilidad y de arrepentimiento por parte de sus directivos por un despilfarro excesivo y descontrolado, ya que desearía conocer el aquí firmante, a cuantas personas han concedido las cajas hipotecas con unos ingresos menores de 1000€, si bien no son hipotecas subprime “per se”, la diferencia entre ellas es de tan solo 1000€.

Las cajas como entidades con un fin social se han comportado como bancos o entidades eminentemente privadas, lo cual ha provocado desde mi humilde punto de vista, una competencia desleal, y lo que es más grave, ha provocado una facilitación del crédito que ha llevado a facilitar hipotecas a diestro y siniestro, con las consecuencias que ello ha conllevado.

Las fundaciones sociales han especulado como la Banca, o incluso peor, ya que de facto existen mayores problemas en las cajas que en bancos, y no solamente por lo anteriormente referido sino también por las manipulaciones realizadas por los respectivos gobiernos comunitarios, o por los alcaldes, especuladores hasta el enloquecimiento, de turno.

Por lo que, y en consecuencia, lo urgente no es fusionar, es regular a estas “Cajas de Satre”.

Santiago Vazquez Martinez

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