miércoles, 2 de diciembre de 2009

Fusión de cajas, ¿si o no?

En la actualidad unos de los temas más candentes en el sector financiero es la fusión de las cajas.

Existen opiniones para todos los gustos, pero lo que está claro es que hay casos (no todos) en los que se deben realizar dichas fusiones, por ejemplo, en el caso de entidades que realmente estén pasando momentos delicados y una fusión con otra entidad más fuerte evite su desaparición.

Entre los aspectos positivos destacan: la posibilidad de mejorar la eficacia y supervivencia a medio y largo plazo, y la potenciación de los recursos.

Los aspectos negativos más importantes son: la reducción de plantilla y en el caso de absorción de una caja por otra de otra comunidad autónoma, sería la pérdida de poder financiero de las empresas de la comunidad de la caja absorbida.

Además de las fusiones propiamente dichas, también se pueden llevar a cabo SIPs (Sistema Institucional de Protección). Se trata de una fusión “virtual” en la que las entidades afectadas tendrían que poner en común -como mínimo- la política de finanzas, tesorería, mercado de capitales y política de riesgos. Bajo esta fórmula, los consejos de las entidades se mantendrían operativos durante un tiempo determinado hasta proceder la fusión definitiva. También podrían quedar durante ese tiempo sus marcas comerciales actuales.

Otra cuestión a tener en cuenta es si la fusión se lleva a cabo entre entidades de una misma comunidad autónoma o de distintas. Como se ha comentando antes, en el caso de fusiones entre cajas de distintas comunidades se pierde poder financiero de las empresas de la comunidad de la entidad absorbida, además del traslado de los servicios centrales a la otra comunidad, lo que conlleva una reducción de plantilla importante. En el caso de fusiones entre entidades de una misma comunidad se da el problema de la existencia de demasiadas oficinas muy próximas unas a otras, lo que exige el cierre de muchas oficinas y el despedido de muchos empleados.

En el caso de estas fusiones, se llevan a cabo prejubilaciones de empleados con los que se reduce el impacto sobre el desempleo. En este caso entra en juego el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) que tiene 2 objetivos: gestionar los procesos de reestructuración de entidades y contribuir a reforzar los recursos propios en los procesos de integración. Con lo cual las entidades se verán respaldadas y ayudas en este proceso.

En definitiva, se debería proceder a fusiones sólo en los casos de entidades en mala situación y con muchas dificultades. Lo difícil es posicionarse en que es mejor, las fusiones entre entidades de una misma comunidad o de distintas comunidades, ya que las dos opciones tienen unas desventajas muy importantes (el tema del desempleo y cierre de oficinas en caso de fusiones de un mismo territorio y la pérdida de poder de financiación de las empresas de las comunidades en las que sus cajas han sido absorbidas).

Alejandro Santamariña Dörr

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