viernes, 27 de noviembre de 2009

Fusiones entre cajas: ventajas e inconvenientes.

En España, al menos 15 cajas de ahorros deberían unirse con otras. Éstas son las rotundas palabras del señor Fernández Ordóñez, actualmente Gobernador del Banco de España. Quince es un tercio del total de cajas de ahorros que hay en todo el país. El objetivo de estas fusiones es reestructurar el sector y lograr la salud financiera.

Como todo en esta vida, esta cuestión también tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Empezaré por lo que, en mi opinión, son las ventajas de tales fusiones. En primer lugar, si tenemos menos cajas, éstas serán más fuertes, por lo que podrán ser más competitivas y ofrecer mejores productos y condiciones a sus clientes. Tendrán menos dificultades económicas ante otra posible crisis y su cartera de clientes será más amplia. Al tener más clientes, tienen más dinero con el que poder hacer más y mejores inversiones, así como más dinero para dejarle a la gente que necesite un préstamo. Una fusión es, además, la mejor opción para evitar que ninguna caja de ahorros española llegue a quebrar.

Siguiendo con los inconvenientes, resulta que determinadas fusiones, por ejemplo las producidas entre entidades de una misma Comunidad Autónoma, podrían destruir empleos, ya que tener varias sucursales de la misma caja en pequeños espacios, como pueden ser determinados pueblos, es innecesario. Por lo tanto, mantener a todas esas sucursales sería insostenible para la entidad resultante de la fusión. Entonces, la solución sería cerrar alguna de ellas, y su consecuencia, el despido de no pocos empleados. Por otra parte, si en un territorio sólo hay una caja de ahorros autonómica la competencia no es tan alta, los clientes tienen menos opciones entre las que elegir. Por eso, una fusión que solamente agrupe a entidades de la misma Comunidad Autónoma no es la solución más eficiente al problema.

La cuestión, entonces, no es decir un no rotundo a las fusiones. Las fusiones son necesarias, pero creo que no pueden ser el producto de las prisas. Es mejor hacer un exhaustivo examen de la situación de cada una de las cajas que necesitan unirse a otras como solución a sus problemas, analizar los pros y los contras de cada una de las opciones de fusión que se presenten y negociar hasta llegar a la mejor solución posible para todos. Para ello, es imprescindible centrarse únicamente en el sistema de cajas de ahorros que tenemos ahora y en el que queremos conseguir con las fusiones, dejando al margen todo tipo de intereses políticos.


Beatriz Abal

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