jueves, 29 de octubre de 2009

Fuga de cerebros

Tras la cumbre del G-20 en la que se habló de limitar las primas de los directivos de la banca, yo me levanto todas las mañanas pensando si algún día el G-20 limitará los sueldos a algunos futbolistas, artistas del mundo de la farándula … y así podría estar enumerando distintas “profesiones” de manera casi indefinida. Pero… ¿por qué? ¿Por qué se va a limitar las primas de los directivos que lo han hecho bien, que han tenido grandes beneficios para sus accionistas? Sí es verdad que para aquellos que no lo hayan hecho bien, aquellos que han arriesgado, desestabilizado y puesto en peligro el sistema financiero, a ellos no deberían de limitarles sus primas, a ellos deberían de prohibírselas. El problema lo encontramos cuando hemos concedido créditos pensando en lo que cobraremos a final de año, sin ningún tipo de sensatez, ni remordimiento. En realizar inversiones arriesgadas poniendo en riesgo el dinero de quién le paga (el accionista). Pero quién lo haya hecho bien ¡no! a ese no.

Uno de los problemas más importantes que puede sufrir este sector, el sector financiero, es la fuga de altos y medios directivos hacia otros sectores, es decir los altos directivos de BBVA perfectamente podrían ser los altos directivos de una empresa como ENDESA, IBERIA, REPSOL… empresas donde no se limitan sus salarios o al menos “por ahora”.

Señor Goirigolzarri coja su dinero y márchese a su casa tranquilo, dejando usted su empresa con una salud financiera envidiable. Otros no pueden decir lo mismo y mi mirada llega incluso al otro lado del charco donde Goldman Sachs, JP Morgan, Merryl Linch y otro que se hacía llamar Lehman Brothers sufrían grandes pérdidas y sus directivos recogían sus primas disfrutando de unas apetecibles vacaciones. Sus agresivas políticas de crédito han ocasionado pérdidas millonarias, han provocado que los estados tengan que recomprar todos los activos basura que han concedido de una manera fácil y sencilla.

Una solución a este problema de “gula monetaria “ la podríamos encontrar simplemente haciendo un seguimiento en el tiempo de las operaciones financieras realizadas, es decir, si las inversiones realizadas por una entidad en un año (corto plazo) es retribuida su prima al final de éste, debemos esperar en el tiempo a comprobar si dicha inversión fue realizada con éxito para poder cobrar las primas. De ese modo quien desempeñe sus funciones de manera eficaz y no ponga en riesgo el sistema podrá seguir disfrutando de jugosas comisiones.


Francisco Javier Vidal Ferro

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