viernes, 30 de octubre de 2009

HOMBRE RICO, HOMBRE POBRE

La polémica ha aflorado, de nuevo. Las retribuciones que reciben los altos directivos de la banca es siempre un tema controvertido que, con la crisis que estamos viviendo, vuelve a esta de moda. Y no es para menos.

Uno de los últimos ejemplos es el del consejero delegado del BBVA, el señor Goirigolzarri. Tras haber pactado su prejubilación, ésta ha quedado fijada en torno a los 3 millones de euros anuales, ¡de por vida! Realmente, ¿se han parado a pensar en todo lo que se puede hacer con ese dinero? Hay muchas personas que necesitan que alguna entidad financiera les conceda un préstamo para poder sobrevivir, y la respuesta que obtienen es la misma: no. Entiendo que no pueden dejarle dinero a todo aquel que lo solicite. Pero estos salarios tampoco son austeros.

Estas entidades alegan que si ellos no les dan lo que quieren se irán a la competencia. Pero que nos convenzan es difícil. Porque, ¿quién puede creerlos cuando hay familias enteras que no tienen lo suficiente como para poder hacer frente a sus gastos más básicos?


Beatriz Abal Rodríguez

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