viernes, 23 de octubre de 2009

Los sueldos desorbitados de los ejecutivos del sector financiero

En estos momentos “delicados” del sistema financiero, han tomado protagonismo los elevados y desorbitados sueldos de los ejecutivos del sector.

En el escenario actual en el que pedir, por ejemplo un préstamo, es toda una odisea; o la falta de liquidez existente en el sistema está a la orden del día, no es coherente la magnitud de dichos sueldos.

Va a ser una tarea difícil pero es necesario cambiar las reglas en las que se basan los sueldos en este sector. Al existir una parte fija y una parte variable (muy importante), los ejecutivos en su afán por aumentar sus ingresos pueden actuar de forma demasiado arriesgada y aun así saben que la parte fija de su sueldo no va a variar y tienen oportunidad de ganar más al arriesgar más. Esta parte variable tendría que basarse en las ganancias a largo plazo y no a corto como se está haciendo hasta ahora; es en el largo plazo donde se ven realmente los resultados de una buena o una mala gestión. Esto debería ir acompañado de un cambio en la proporción parte fija y variable del sueldo.

Otro aspecto que se debería cambiar son las indemnizaciones por despido, ya que son muy elevadas y aún después de una mala gestión, el ejecutivo se asegura un buen “pellizco” en caso de despido, lo que tampoco ayuda a que dicho ejecutivo actúe de manera racional. Estas indemnizaciones son independientes de las ganancias o pérdidas que haya generado su gestión, y deberían ser dependientes de las acciones y resultados que se hayan cosechado.

Otro de los motivos por los que está de actualidad este tema, es que en esta crisis hay entidades financieras que están siendo intervenidas con dinero público para evitar su quiebra después de una mala gestión, y evidentemente mantener estos elevados sueldos es algo más que incoherente.

Uno de los mayores problemas a la hora de contraer dichos sueldos, es que este mercado se basa en la oferta y la demanda. Actualmente ha habido recorte de personal debido a la crisis, pero una vez superada esta etapa, el mercado volverá a demandar ejecutivos y sus sueldos se multiplicarán. Es más, las retribuciones fijas de las nuevas contrataciones se están manteniendo y solo la parte variable está cayendo ya que se basa en los resultados obtenidos.

En conclusión, se debería: dar mayor proporción a la parte de retribuciones fijas, relacionar la parte variable del sueldo con los resultados a largo plazo y disminuir las indemnizaciones por despido.
Alejandro Santamariña Dörr

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