martes, 11 de noviembre de 2008

MÁS REGULACIÓN, POR FAVOR!

En primer lugar para solucionar la grave crisis internacional, en la que actualmente nos encontramos, hay que restablecer la confianza perdida de todos los agentes económicos: inversores, empresarios y ciudadanos en general.

Los países que más han recurrido a la innovación financiera para hacer más fácil el endeudamiento y garantizar las rentabilidades a los inversores, serán los que se lleven un mayor golpe.

La medida de ofrecer capitalización a las instituciones financieras no ha sido fácil por el hecho de lo que significa la semi-nacionalización en un mundo occidental basado en una economía de mercado donde no ha estado bien visto el intervencionismo.

Greenspan, personaje muy conocido en el mundo financiero y ex presidente de la FED, siempre había  manifestado tajantemente su oposición a que los derivados se sometiesen a examen. Ante el Comité de Banca del Senado de Estados Unidos en 2003 afirmó que “lo que hemos visto a lo largo de los años en el mercado es que los derivados han sido un vehículo tremendamente útil para transferir el riesgo de las personas que no deberían asumirlo a aquellas que están dispuestas y son capaces de hacerlo y sería un error regular estos contratos”. Algunos economistas, entre ellos Warren Buffet habían definido este tipo de contratos como “armas de destrucción masiva”.

En los últimos días el BCE se reunió para avanzar en el proyecto de creación de una Entidad de Contrapartida Central (ECC) para el mercado de derivados OTC, es decir, la operativa que funciona por contratos privados y ajenos a plataformas organizadas. Esta entidad de contrapartida canalizará las operaciones entre el comprador y el vendedor garantizando así la liquidez en el sistema. El BCE busca que los mercados OTC sean más transparentes, que se establezca un criterio normalizado en la evaluación de riesgos y que el riesgo de contrapartida se reduzca para los participantes del mercado.

Por otro lado también hay que tener en cuenta que es necesario instaurar reglas estrictas de transparencia en las agencias de rating, otra de las causas de esta crisis de confianza. Es fundamental actuar y conseguir una mayor transparencia sobre los conflicto de interés (una situación de oligopolio que ofrece pocos incentivos a la competencia sobre la calidad de sus calificaciones, esto ha llevado en muchos casos a dar una pobre calidad en sus informaciones sobre los instrumentos financieros, lo que ha contribuido a la crisis), calcular sus calificaciones y la instauración de un registro obligatorio.

Otro aspecto a tener en cuenta además de una mayor regulación es una cooperación internacional en las medidas adoptadas, ya que tenemos un sistema financiero globalizado en el que una crisis que empezó con una burbuja inmobiliaria en Estados Unidos ha causado una catástrofe monetaria en Islandia.

GONZALO PÉREZ

 

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