miércoles, 29 de octubre de 2008

RESCATE BANCARIO: EVITAR EL COLAPSO DEL SISTEMA FINANCIERO.

Los mercados parecen moverse a través de largos ciclos en los que predomina la ambición, y otros en los que domina el miedo. La ambición se apoderó de los mercados de forma global en los últimos años, y en estos momentos el miedo es el gran protagonista.

El caso más relevante es el de Estados Unidos, en donde este verano se desveló una gran crisis financiera motivada por las hipotecas subprime. Se ofrecieron créditos a personas que tradicionalmente no eran sujetos de crédito, se fue creando un crecimiento artificial, que no sólo se ha detenido sino que está generando una de las mayores crisis financieras de la historia. Ahora quienes recibieron estos créditos no pueden pagarlos, los bancos no pueden recuperar ese dinero y al caer el mercado los miles de casas que se construyeron tampoco pueden venderse y esto es sólo la punta del iceberg.

Para intentar paliar esta situación se llegó a un acuerdo en Estados Unidos para el rescate bancario, el plan tiene como finalidad quitar de las manos de los bancos los créditos no cobrados. El gobierno adquirió la deuda de mala calidad que “intoxica” sus balances (básicamente producto de las hipotecas impagadas). El Tesoro tendrá a su disposición hasta 700.000 millones de dólares.

Se ha creado una ola de protestas ante este plan, los manifestantes reclaman que el Congreso legislativo tome medidas para proteger a los millones de personas que corren riesgo de perder sus casas, al no poder hacer frente al pago de los créditos que tomaron para comprarlas, en lugar de acudir en auxilio de las grandes compañías de inversión responsables por la debacle.

Los Gobiernos europeos también se han puesto en marcha e intentan solucionar la pésima situación del mercado financiero. La Unión Europea aprobó en una cumbre en Bruselas ampliar a los 27 miembros el plan de rescate bancario adoptado por los países de la zona euro ante la crisis financiera. Siguiendo las directrices de este plan, los Estados miembros (encabezados por Reino Unido, Alemania, Francia y España) han anunciado ayudas de casi 2 billones de euros para capitalizar con fondos públicos a los bancos en dificultades y garantizar los préstamos interbancarios.

Los 27 reiterarán su compromiso de seguir tomando las medidas necesarias para reservar la estabilidad del sistema financiero, apoyar a las instituciones financieras importantes, evitar las quiebras y garantizar la protección de los depósitos de los ahorradores. Además aprobarán la puesta en marcha de una “célula de crisis financiera”, formada por la presidencia francesa, el presidente de la Comisión, el presidente del Banco Central Europeo, Trichet, y el del Eurogrupo, Junker, que velará por la buena coordinación de los diferentes actores y propondría en su caso una reacción común.

El plan de rescate de la banca española consiste en que el gobierno español comprará a los bancos deuda de máxima calidad, que en estos momentos es imposible colocar en el mercado, con lo que les proveerá de la liquidez que ahora mismo no consiguen en los mercados mayoristas ni en el interbancario, sino tan solo en las subastas del BCE. Ante esta escasez de liquidez y la necesidad de atender a importantes vencimientos de deuda, los bancos han cortado radicalmente el crédito a empresas y familias. Por lo tanto con este plan se pretende aliviar esta situación y permitir que la banca vuelva a prestar para que la economía salga del estancamiento actual. Pero se habla de que los bancos se van a guardar ese dinero para sanear su balance, no para dar préstamos, en este caso la teórica justificación del plan sería falsa y estaríamos ante un plan de rescate bancario en toda regla.

Algunos expertos opinan que, si lo que se pretende es aumentar el crédito sería mejor que el Tesoro le preste directamente dinero a las empresas y a los ciudadanos. Sería saltarse a la banca, que según ellos no está cumpliendo su papel, y podrían hacerse a través del ICO.

En mi opinión los contundentes planes de rescate puestos en marcha son positivos para evitar el colapso del sistema financiero y conseguir impulsar la actividad financiera pero este es un proceso lento, complicado y no carente de inconvenientes y costes.

El que fuera secretario de Estado de Economía y más recientemente presidente de Lehman Brothers en España, Luis de Guindos lo define muy bien comparando la situación con la de un enfermo que tiene gangrena en una pierna. «Estábamos a punto de morir y nos hemos cortado la pierna», dijo, lo que no significa que la medida no tenga ningún coste. «Ya no vamos a bailar la yenka». De ahí que Guindos augurara una próxima recesión, así como déficit en las cuentas públicas por encima del 3% ya este año.

Para Jaime Requeijo, catedrático de economía aplicada,«es necesario superar la crisis de confianza y lograr que los mercados interbancarios vuelvan a funcionar porque «las inyecciones sólo han resuelto una parte del problema».

MARÍA TEJELO

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