jueves, 28 de enero de 2010

El mal funcionamiento del mercado de crédito.

La incertidumbre a la que nos enfrentamos en esta época de crisis económica ha provocado que los bancos limitasen o incluso eliminasen la concesión de créditos de entre sus funciones principales, tanto a clientes particulares como a compañías en general.

Esto impide un consumo normal por parte de los clientes particulares, porque ya no pueden comprar ahora y pagar durante varios años después, y también provocó la quiebra de un gran número de empresas, que, aún con pérdidas, lograban la financiación necesaria para mantenerse en el mercado, a la espera de que los problemas económicos se solucionaran.

Como consecuencia, aunque en principio esta situación parecía una destrucción de la riqueza, en realidad podría ser la forma de volver a la normalidad, y dejar de invertir más de lo que teníamos ahorrado, que fue lo que estaba ocurriendo desde hacía muchos años.

Durante el 2009, aunque la oferta de crédito disminuyó considerablemente, y los requisitos para llegar a ellos son cada vez más estrictos, también es cierto que la demanda de los mismos cayó, ya que las empresas en quiebra y las familias ya no tenían ningún interés en endeudarse. Por este motivo (la disminución de la demanda de crédito) el Euribor está situado en mínimos históricos.

El desplome del sector de la construcción ha sido también una causa por la cual la demanda de créditos se ha visto disminuida.

En cuanto a los créditos hipotecarios, cabe decir que la Asociación Hipotecaria Española prevé que para 2010 los tipos de interés continúen como hasta ahora, en valores mínimos. Sin embargo, podría verse a lo largo del año una evolución favorable de los mismos. El mercado hipotecario creció en octubre de 2009 un 0,82% interanual, por debajo del 1%, al igual que en septiembre del mismo año. Estos datos confirman la desaceleración de esta actividad económica, sobre todo si lo comparamos con el crecimiento en 2008, de un 5,7%.

A pesar de la intervención del Banco Central Europeo y del Gobierno español, el mercado de crédito no termina de funcionar con normalidad, a causa de las elevadas tasas de morosidad registradas, la incertidumbre y los préstamos tan elevados que el sector financiero debe devolver.

La deuda pública se ha disparado, por el afán de los gobiernos de endeudarse para ayudar a las economías a salir de la recesión, sin embargo, esto ha provocado que los propios bancos coloquen en deuda pública el dinero que el Banco Central Europeo les proporciona. De esta manera, obtienen un rendimiento con mucho menos riesgo que si se lo prestase a particulares o empresas.

Como conclusión podríamos decir que el 2009 no ha presentado síntomas de recuperación claros en cuanto al mercado crediticio, y, por tanto, el próximo año comenzará con la situación de incertidumbre que vivimos en la actualidad. A lo largo del año se espera que la oferta financiera vaya mejorando, de forma que la propia economía nos anuncie el tan ansiado fin de la recesión.

Lucía Márquez Quiza.

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