jueves, 28 de enero de 2010

“Evolución de la morosidad en España”


Los créditos dudosos son aquellos que presentan dudas razonables sobre su reembolso total (principal e intereses) en los términos pactados contractualmente. Para el Banco de España, un crédito se considera moroso cuando se acumulan tres meses de falta de pago.

En el año 2006, el sector financiero vivía una época de prosperidad, con un Informe de estabilidad financiera muy positivo, ratios de morosidad muy reducidos y ratios de solvencia por encima de lo que exigía la ley. Esta eficiencia se debía en parte al gran crecimiento de los créditos, por tanto, el riesgo de impago de dichos créditos, se vería incrementado con respecto a períodos anteriores.

A lo largo del año, la morosidad creció un 10% respecto al 2005, año en el que el incremento anual fue del 4,6%. Aún así, el ratio de morosidad (activos de dudoso cobro / activos totales), era de un 0,6%, nivel muy bajo, que se debía a la notable expansión del crédito.

Las entidades financieras cerraron el año 2007 con el doble de hipotecas de dudoso cobro. La tasa avanzó hacia el 1% y, aunque este dato aún no era motivo de alarma, los bancos y cajas se centraron en captar depósitos. En octubre de ese mismo año, el Banco de España tenía contabilizados créditos de dudoso cobro por un importe un 83% mayor a la cifra del año 2006 en la misma fecha.

Las cajas de ahorro sufren este problema con una mayor intensidad debido a la concentración de su actividad en la concesión de créditos a hogares.

En septiembre de 2008, la tasa de morosidad, por primera vez en 10 años superaba ya el 2% (en julio estaba en un 2.148%, más de medio punto por encima de la del mes anterior, lo que suponía el mayor incremento mensual desde el año 93). Esta subida fue la decimotercera consecutiva, por lo cual, la estabilidad de las instituciones de crédito comenzó a ponerse en duda.

El gran incremento de la tasa de paro, junto con el hundimiento del sector inmobiliario han sido las dos principales causas del aumento de la morosidad en el sector financiero.

El 2008 acabó con una tasa de morosidad del 3,38%. Esta cifra aún estaba lejos de las de la crisis del 93, cuando se alcanzó el 9%, pero las perspectivas de los expertos situaban el dato en el 7% en un corto período de tiempo.

A finales de 2009, el índice de morosidad estaba situado en el 5,05%. Las entidades que lideran la clasificación, en lo que se refiere a impagos, son, los establecimientos financieros de crédito (9,79%), las cajas de ahorro (5,26%), los bancos (4,70%) y las cooperativas de crédito (3,86%).

En cuanto al año 2010, se prevé un incremento de la tasa de morosidad para el primer trimestre, y a su vez, un mayor deterioro de la tasa de impago en los bancos que en las cajas de ahorro.

Lucía Márquez Quiza.

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