lunes, 11 de mayo de 2009

¿CRECIMIENTO ECONÓMICO SOSTENIBLE?

El G-20 ha contribuido, desde 1.999, a fortalecer el sistema financiero internacional, a fomentar el desarrollo y el crecimiento económico sostenible. Pero en un principio la mayor preocupación fue la diferencia existente con respecto a los mecanismos para reactivar la economía mundial. Por un lado, EEUU, era más propenso al incentivo de programas de estímulos urgentes para salir de la crisis, mientras que Europa estaba reacia a ampliar las ayudas ofrecidas y defendía la limitación del gasto fiscal y la regulación más estricta del sistema financiero.
Los mercados financieros y la economía mundial siguen enfrentándose a graves problemas. La importancia de estos problemas y las incertidumbres existentes ponen de manifiesto la necesidad de adoptar medidas urgentes.
El G-20 se ha propuesto impulsar las economías avanzadas y emergentes para hacer frente a la crisis económica y financiera, llevar a la recuperación económica internacional y garantizar un futuro sostenible para todos los países.
Entre las medidas contempladas para fortalecer las instituciones financieras está la reforma de sistema financiero. Además, se va a poner en marcha un plan de recuperación global, que incluye medidas históricas. De momento, han anunciado que se van a triplicar los recursos disponibles para el FMI, a 750.000 millones de dólares, para ayudar a los países más golpeados por la crisis. También llegaron al acuerdo de imponer sanciones a los paraísos fiscales que no faciliten información sobre posibles evasores fiscales. Adicionalmente, han mostrado su compromiso para reactivar el comercio internacional, evitando en todo momento tomar medidas proteccionistas.
Pero, detrás de todo esto, está la firme intención de enviar una señal de confianza a todos los miembros del mercado y a los ciudadanos. La confianza no será restaurada hasta que se reconstruya la seguridad en el sistema financiero. Al mismo tiempo, el G-20 tendrá que proporcionar más apoyo macroeconómico buscando la estabilización del sistema financiero, y más soporte adicional a los mercados emergentes y de países en desarrollo.
En definitiva, el objetivo de estas reuniones es restaurar la situación existente antes del estallido de la crisis. Hasta ahora, las medias de liberalización de los mercados han favorecido la acumulación y concentración de la riqueza, sumiendo cada vez más en la pobreza a gran parte de la humanidad, especialmente a los países del tercer mundo. Con las nuevas medidas, el FMI administrará la utilización y aplicación de los fondos que el G-20 destinará a solucionar la crisis.
Actualmente nos encontramos ante la necesidad de cambiar el sistema productivo y de consumo, por lo que tratamos de crear una alternativa que satisfaga los derechos fundamentales de todos, usando de manera racional y sostenible los recursos naturales.


BEGOÑA REQUEIJO

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