miércoles, 27 de mayo de 2009

MISIÓN IMPOSIBLE: COMPRARSE UNA CASA

Hoy en día se hace muy difícil tener una casa en propiedad, y esto es especialmente duro en nuestra sociedad, en la que este bien raíz está tan arraigado. La situación no es nada halagüeña, pichada la burbuja inmobiliaria que durante tantos años han alimentado especuladores, gobiernos, entidades financieras, etc, unida a la debacle financiera a nivel mundial, la creciente mora en el mercado de préstamos y quizás lo más importante, una tasa de desempleo creciente, ha provocado una estancación del mercado hipotecario, que hace que las entidades miren con lupa, cualquier préstamo destinado a la compra de una vivienda.
Analizando este problema desde el punto de vista de la oferta, observamos como las entidades financieras son cada vez más reticentes a la concesión de hipotecas, esto tiene una explicación, los crecimientos en los índices de morosidad que a estas alturas marcan máximos históricos. El Banco Central Europeo ha intentado estimular la oferta con una bajada de tipos, pero esta medida no ha tenido los efectos deseados en la oferta, sino que ha estimulado en poca medida a la demanda y sobre todo a las subrogaciones. Otras medidas adoptadas por nuestro gobierno son los Fondos para la Adquisición de Activos Financieros (FAAF), creados con la finalidad de apoyar la oferta de crédito a la actividad productiva de empresas y a los particulares, el ICO Moratoria Hipotecaria (desde el Instituto de Crédito Oficial), para financiar el aplazamiento temporal y parcial del pago del 50% de las cuotas hipotecarias de los años 2009 y 2010 para los titulares de una hipoteca sobre su vivienda habitual. Todas estas medidas por el momento no han logrado reactivar el mercado hipotecario.
Desde la demanda, las cosas no pintan mucho mejor, vemos un descenso importante en los últimos años, ya que una vez pinchada la burbuja inmobiliaria los inversores rehúyen de la vivienda nueva como forma de inversión. El precio de la vivienda ha caído un 7,57% desde Mayo del año anterior y la cifra empeora si retrocedemos a principios del año 2008 con una caída hasta hoy, de un 10,83%. En Galicia ha caído un 4,25% en lo que va de año. Pero además, la demanda se ve fuertemente perjudicada por el incremento de las tasas de desempleo, la gente no dispone de los recursos necesarios para hacer frente al pago de las cuotas mensuales que supone una hipoteca. Por otro lado, el mercado de alquiler, que el gobierno se encarga de potenciar como posible solución a la crisis del mercado hipotecario, también se ha visto afectado de manera negativa.
Pero puede que entre tanto caos se abra un nuevo nicho de mercado, las hipotecas inversas para los mayores, que nacen como respuesta a la reducción de ingresos de este sector de la población, los pensionistas, que ven reducidos sus ingresos netos pero no así sus necesidades económicas y por ello prefieren monetizar ese patrimonio vivienda (habitualmente pagada por completo). Los bancos no reclamaran ningún importe mientras la casa no sea vendida o mientras la persona no fallezca, en este caso los herederos podrán, optar por devolver las cantidades concedidas, vender la vivienda para cancelar el crédito o referenciarla con otro tipo de producto.
En resumen, el mercado hipotecario agoniza, si es que ya no está “muerto”, ya no solo ha dejado de ser un mercado de inversión que reportaba jugosas plusvalías en el pasado, sino que el español de a pie hipotecado se encuentra endeudado hasta las cejas, y lo más grave sin trabajo, y sin con suerte aún conserva su trabajo y tiene en mente comprarse una vivienda, debe saber que se enfrenta a un examen riguroso y concienzudo de las entidades prestadoras. En estos tiempos en los que el Euribor esta en continuo descenso, se generan ofertas cada vez más competitivas, las cuales benefician a los futuros compradores, pero como siempre no hay que dejarse llevar por una publicidad engañosa y no resulta acertado obviar la letra pequeña, que en estos momentos cobra quizás más importancia debido a la enorme venta cruzada que contiene.
En mi opinión, la culpa del fallecimiento del mercado hipotecario es de todos y quizás se haga necesario un juicio de reflexión para dilucidar que parte de responsabilidad es de los políticos, cuál de los especuladores, que parte de las entidades financieras y cuál de todos aquellos ciudadanos que se empeñan en vivir por encima de sus posibilidades.

Alberto Pillado Sánchez

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