jueves, 25 de febrero de 2010

Buenos días Mercado de crédito

Erase una vez un conjunto de entidades financieras, que disponían de mucho, mucho dinero. Ese dinero lo prestaban a otras entidades y gente común también podían disfrutarlo para comprar lo que les diese la gana, un día muy lluvioso y casi sin avisar vino una tempestad y se llevo toda la cosecha. En ese momento el conjunto de entidades no habían sido muy previsoras y no habían almacenado nada…
Lo que podía ser perfectamente una novela infantil, se ha convertido en una realidad. Los bancos y demás entidades financieras no prestan dinero. ¿Pero… no presta porque no tiene, o porque no quiere? A grandes preguntas, grandes respuestas. No lo sabemos, cuando estalló la burbuja inmobiliaria se encontraron con que las entidades habían prestado todo su dinero para seguir financiando a las familias y a las empresas, el mercado de crédito en ese momento estaba seco, y financiarse era una misión imposible. Por ejemplo ir a descontar un pagaré de empresa al banco era un delito. Pedir dinero para comprar una vivienda, no gracias…Una situación hasta ahora nunca vista. La consecuencia de la burbuja inmobiliaria fue una crisis profunda que aun todavía no llegamos a valorar el alcance debido a que nos encontramos sumergidos en ella. Pero si te quedas sin dinero en la mitad de la noche para poder seguir bebiendo unas copas con tus amigos, pues no pasa nada vuelves a tu casa y le pides más dinero a tu padre. Eso es lo que estaban haciendo las entidades de crédito y consumidores paradójicamente, pero ahora ya no se lo prestaban con tanta facilidad, sino con una desconfianza tremenda. A esas inyecciones de dinero que los Bancos Centrales han venido cubriendo nos referimos. Para paliar los efectos de la crisis los bancos centrales han regalado el dinero para no provocar un desplome del sistema, hasta ahí bien. Ahora ese dinero tienes que trasladarlo al mercado, para que las demás empresas también se financien y los consumidores de a pie exactamente lo mismo. Pues bien parece que ese dinero se ha utilizado para tapar agujeros que las entidades de crédito tenían, por lo que el mercado de crédito está realmente seco otra vez.
La solución no es repartir el dinero a ciegas y volver a formar las bases de una nueva burbuja sino que esas inyecciones son para todo el mundo que necesite financiarse con criterios eso sí.

Otra es retribuir bien el dinero a la gente de a pie, volvemos al ahorro en nuestras casas el famoso “colchón” ese dinero tiene que salir a relucir y para ello se necesita confianza en los mercados y buenos cupones.

Javier Vidal Ferro

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