martes, 2 de febrero de 2010

Mora y Futuro

Una de las principales características de esta crisis en la que nos hallamos es la espectacular subida de la mora y de las provisiones dedicadas a ésta por parte de los bancos y cajas gallegos, españoles, europeos y mundiales.

De los tiempos de alegría y campañas de créditos para que te comprases hasta un barco se ha pasado a que, aún cumpliendo con mil requisitos, para que te confíen un crédito quedes prácticamente atado a cualquier entidad no solo con ese crédito sino con cualquier otro producto añadido, durante años y años. Hoy pagamos todos las “alegrías” del consumismo y de los excesos dados a entidades famliares con estructuras laborables inestables y que, con suerte, en estos momentos pueden por lo menos ir tirando a la vez que devolviendo intereses.

La onda que llegó de EE.UU fue a dar con nuestra economía en unos niveles que tardará años en recuperar. Todo se agrava con el hecho de que el sector inmobiliario ha sido el que más lo ha sufrido, y como sabemos, hasta que este sector no empiece a arrancar difícilmente volveremos a tirar hacia arriba. España depende mucho de todo lo relacionado con la construcción, aparte de otros sectores como el turismo

Poco a poco vamos dando pasos que nos hacen ver que, siendo optimistas, lo peor ha pasado (o más bien está pasando) y que ya a finales de año incluso veremos que los tipos empiezan a subir, una señal que podríamos considerar de alegría ya que en teoría conlleva crecimiento de la economía. Para mí la clave de la recuperación a pie de calle está en las entidades bancarias. Sabemos que hay dinero por las ayudas suministradas. Es hora de que se recupere la confianza, no es el mejor momento y que, como dije anteriormente, se dejaba antes el dinero con mucha facilidad. Si el sector finaciero abre el puño un poco (no digo que tenga la mano abierta, como ocurrió antes) habrá más seguridad y confianza en el mercado, las Pymes podrán volver a invertir o aumentar el número de proyectos y el empleo empezará a recuperarse, volviendo a moverse la rueda del tejido económico. Una idea muy simple, pero real a la vez. Obviamente la realidad es mucho más compleja y existen mil factores y mil matices, pero los pilares confío que queden puestos este año, para así volver a construir una economía puntera en Europa.

Daniel Fernández

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