viernes, 6 de febrero de 2009

¡LA QUE NOS ESPERA!

El gobernador del Banco de España lo ha pedido expresamente y ahora los expertos de la OCDE entran a la carga, el sistema público de pensiones español necesita reformar el modelo que regula las jubilaciones de casi 20 millones de trabajadores.
¿Por qué? Porque se piensa que el sistema actual se acerca a la banca rota y esto es debido fundamentalmente a un incremento de la esperanza de vida y la reducción de la fertilidad y ¿cómo nos afecta esto? Esto afecta porque en España el sistema público de pensiones se basa en el sistema de reparto, esto es, las cotizaciones que pagan los trabajadores activos se utilizan para pagar las pensiones de quienes están jubilados en el momento presente. Cuando estos trabajadores se jubilen, sus pensiones se pagarán con las cotizaciones de quienes están trabajando en ese momento, ¿se podrán sostener las jubilaciones de la generación del baby boom (desde los años 50 hasta la década de los 70)?.
Pero ¿no sería mejor un sistema de capitalización? Este sistema se basa en que las cotizaciones que paga el individuo se invierten en un activo con rentabilidad y llegada la edad de jubilación de los trabajadores recibirán una pensión que se pagaría con las cotizaciones que se realizaron y los intereses que han generado. De esta forma cada persona se paga (con su ahorro pasado) su pensión de jubilación.
Este sistema de capitalización podría ser tanto público como privado. En el caso de un sistema de capitalización público, sería el gobierno el que administrase los fondos de pensiones, pero ¿qué problemas conlleva esto? El Estado se convertiría en el inversor más grande del país y surgirían una serie de interrogantes como podrían ser: ¿Qué acciones compraría el gobierno?, ¿invertiría en empresas que contaminan?, ¿invertiría en tabaco? Por otro lado estaría el sistema de capitalización privado, y en mi opinión, el que posiblemente mejor funcione, siempre y cuando se respeten las fuertes regulaciones en cuánto al tipo de inversión. Hay que tener mucho cuidado con la especulación y la mal administración de las empresas privadas. Este sistema privado mejoraría la eficiencia ya que la competencia ya que la competencia sería muy elevada. Se podría pensar en eliminar la Seguridad Social siempre y cuando un único organismo público vigilase con mucho cuidado y detenimiento cada una de las inversiones que realizan las distintas gestoras dentro del marco que regula este tipo de fondos (tipos de activos en los que se puede invertir, % de cada activo en la cartera…).
Cada vez hay más países que cuentan con un sistema de protección donde la cobertura privada tiene más peso en el pastel de la pensión.
Si se continúa con el sistema actual, los expertos advierten que sólo hay tres finales posibles:1) subir las cotizaciones a los trabajadores o a las empresas, 2) elevar los impuestos, 3) reducir las cantidades de las pensiones.
GONZALO PÉREZ LLANO

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