viernes, 30 de abril de 2010

UNA BURBUJA A PUNTO DE EXPLOTAR

Hoy en día se acusa a China de manipulación cambiaria, que consiste en fijar artificialmente un tipo de cambio para obtener una ventaja desleal en el comercio exterior. Esta práctica distorsiona el comercio y está totalmente prohibida por acuerdos internacionales y por algunos países.

Durante años Estados Unidos acusó a Japón de mantener el yen artificialmente devaluado con respecto al dólar, ahora es el turno de China, el yuan chino tiene una devaluación artificial del 40%, de ahí ese volumen de exportaciones que realiza el gigante asiático.

Mucho analistas pronostican que la política cambiaria de China es una bomba de relojería, los desequilibrios que genera la tasa de cambio fija, entre el yuan y el dólar es cuanto menos preocupante. Estos analistas culpan en gran parte, a la política china de los desequilibrios internacionales actuales, por fijar el precio de su moneda, frente al dólar.

Esta política adoptada por el gobierno chino desde 2008, cuya finalidad es ayudar a sus exportaciones, que fueron e su momento perjudicadas por una caída en los pedidos, cuando la crisis financiera mundial se intensificó.

El consejo que dan los analistas es que para acabar con el desequilibrio, es permitir que el yuan fluctúe libremente. De esta manera su valor sería más elevado y el precio de los productos de exportación chinos sería mayor; lo que llevaría a sus socios comerciales a comprarlos menos; inversamente el precio de los productos importados por China sería menor, lo que daría lugar a una mayor demanda por éstos.

Esto último es la mayor preocupación de China, ya que si el yuan se apreciara el grueso de sus exportaciones e importaciones disminuiría y perjudicaría sus superávits comerciales. Si se lograse apreciar el yuan, creo que sería positivo para el país asiático, y que éste atraería flujos de capital extranjero a causa de la apreciación.

Una de las mayores preocupaciones para los estadounidenses es que China siga diversificando moneda en sus reservas internacionales, para alejarse del dólar, ya que se estima que actualmente China tiene un 60% de sus reservas internacionales en dólares, 30% en euros, el resto en libras esterlinas y yenes.

Esta devaluación del yuan, perjudica también a los países vecinos, ya que no pueden competir con una moneda tan baja, por ello, lo gobiernos de muchos países asiáticos vecinos ha decidido comprar dólares y euros.

Si el gigante asiático no cambia esta política cambiaria y el yuan no empieza a apreciarse con respecto al dólar, China podría llegar a entrar en una burbuja.

Montse Gondar Lores

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