jueves, 2 de abril de 2009

Digamos NO al proteccionismo

¿Qué es el proteccionismo? no son más que medidas de política económica, tales como impuestos y aranceles sobre los productos importados, para proteger los productos de un país frente al resto del mundo, intentando reducir al máximo la entrada de productos extranjeros ya que éstos se encarecen.
Es cierto, el ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra; después de una clara demostración de que el proteccionismo sólo lleva a agudizar y profundizar una crisis, como sucedió en la Gran Depresión de 1929, cuando se aprobó la ley Smoot-Hawley, que consistía en aumentar los impuestos arancelarios y que fue una de las causas del freno del comercio internacional en los años 30; pues de repente se olvidan los errores del pasado y volvemos a oír en boca de nuestros gobernantes medidas proteccionistas para frenar la crisis.
Cuando pensábamos que el camino a seguir era hacia el comercio internacional, la globalización, el libre mercado, la libertad de inversión…pues no, los Estados Unidos de nuevo pioneros, y al frente Barack Obama aprueba una cláusula denominada “Buy American”, que consiste en obligar a las empresas nacionales a comprar acero y otras materia primas “made in EE.UU”, es decir establecen una barrera comercial.
Detrás de la gran potencia vamos todos, Gordon Brown anuncia la campaña “Empleos británicos, para trabajadores británicos”, Argentina exige requisitos de licencias a diversos productos, Ecuador eleva los aranceles y anuncia el lema “Primero Ecuador”, España lanza una campaña para promover la compra y el turismo nacional… , todas estas medidas a la larga sólo servirán para frenar el libre flujo de comercio, algo que resulta sorprendente en un mundo globalizado.
Los argumentos que sostienen las ideas proteccionistas se apoyan en que en situaciones de crisis y recesión económica como la actual, es necesario proteger el empleo nacional y no seguir incrementando el déficit comercial, y creen que una forma de conseguirlo es frenar la importación de productos extranjeros y así potenciar la compra nacional, esto puede ser cierto en un corto plazo, pero no en un medio/largo plazo.
El proteccionismo trae consigo consecuencias negativas para una economía, tales como; mayores precios, los consumidores de la UE los soportan a causa de las limitaciones que existen sobre los bienes importados y por los elevados impuestos por los subsidios a los agricultores; impuestos elevados, no sólo al comprar productos importados, también se incrementan el resto de los impuestos; a la larga desempleo, y el proteccionismo limita la libertad de elegir comprar el bien que desees.
Creo que deben hacerse importantes reformas de reconversión para superar la crisis, aunque en muchos casos resulten duras, pero no debemos volver a caer en el proteccionismo.
“El proteccionismo representa lo peor de la humanidad: miedo al cambio y al desafío, y celosa envidia del genio. El proteccionista no se opone al uso de cualquier tipo de fuerza, incluso de la guerra, con tal de aplastar a su rival. Si la humanidad va a sobrevivir, entonces todos esos temores primitivos deben ser derrotados” Ken Schoolland.

María García Otero.

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