miércoles, 1 de abril de 2009

EL PROTECCIONISMO: UN ERROR DEL PASADO

Nos encontramos inmersos en la más grande recesión desde la crisis de 1929. En el intento por mitigar sus efectos perjudiciales para toda la economía, los países tienden a adoptar políticas de índole proteccionista. Éstas abarcan medidas que llevan a limitar el comercio internacional e incentivar la producción nacional en declive del libre comercio.
Una crisis convoca con urgencia la necesidad de un cambio. Pero, ¿es acertado llevar a cabo este tipo de política? Lo que haría sería frenar el comercio a nivel mundial, lo que provocaría que la crisis que estamos viviendo se profundizara más, y esto sería catastrófico.
Es necesario, entonces, recordar lo sucedido en la depresión de los años 30 del pasado siglo, tras el Crack de 1929, pues existen ciertos paralelismos con el momento actual. Uno de los grandes errores de política económica que se llevaron a cabo como intento de salir de la Gran Depresión y que llevó a su vez a expandir la crisis, fue el proteccionismo.
EEUU decidió en 1930 subir los aranceles de 20.000 productos, como medida para defender la actividad económica nacional y preservar el empleo. Los aranceles llegaron a tarifas de hasta un 400%. Esto se entendió como una declaración de guerra económica en el resto del mundo. Las exportaciones de EEUU se redujeron y la tasa de paro aumentó espectacularmente. Por su parte, en los países europeos condujo a una espiral de barreras arancelarias, lo que empeoró aún más el comercio a nivel mundial, haciendo más difícil salir de esa crisis.
Entonces, ¿por qué volver a caer en el mismo error? Según el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, sería un grave error una política proteccionista como medida para actuar contra la crisis, pues recuerda los “efectos desastrosos” que ha tenido anteriormente en situaciones similares.
Así, el G-20 reiterará, en la reunión que se celebrará a principios de abril en Londres, su creencia en que es necesario evitar decisiones proteccionistas.
Por su parte, los líderes de la Unión Europea han expuesto su convicción de que para superar esta situación es preciso actuar de manera conjunta y coordinada, dentro del marco del mercado único y de la UEM.
Sin embargo, el Banco Mundial habla de una intensificación del proteccionismo, basándose en que hay propuestas 78 medidas en materia comercial, de las cuales más de la mitad se refieren a restringir el comercio internacional. Han comenzado ya ha funcionar 47 de ellas. Además, 17 gobiernos del G-20, han puesto en marcha medidas para proteger sus industrias nacionales de sus competidores. Por lo tanto, se trata de teoría, puesto que en la práctica cada uno de los países intenta proteger su mercado nacional y, para ello, establece en menor o mayor medida cierto proteccionismo.
La señal de alarma la hizo saltar la aprobación de una cláusula del plan de rescate de Obama: la cláusula Buy American, que obliga al uso de material nacional para las infraestructuras públicas. Desatienden las advertencias de su propia experiencia.
Países miembros de la UE, como Francia, y EEUU han otorgado ayudas al sector de la automoción. Otros, como Argentina, Rusia o Indonesia han aumentado sus aranceles a la importación de determinados productos extranjeros. España espera que le sean aprobados sus planes de ayuda al sector del automóvil. Cada vez hay más subsidios nacionales y aranceles, a pesar de los acuerdos de evitar caer en la tentación proteccionista.
Con el libre comercio un consumidor elige un producto por su competitividad, pero con el proteccionismo se elegiría por su nacionalidad. Esto lleva a reducir la eficiencia, por lo que se retrasaría la salida de la crisis, además de que discrimina a importadores y, sobre todo, al consumidor, pues le llevará a un empobrecimiento. Se verán forzados a pagar mayores precios por el mismo producto. Si todos los países se cierran al comercio, éste se desplomaría.
Las siguientes cumbres a nivel internacional deberían tener como objetivo la resolución de la crisis, poniendo énfasis en el papel de las instituciones internacionales. De esta manera, evitaríamos una situación como la que estamos viviendo y podríamos llevar a cabo de manera coordinada las soluciones a nivel global, que nos permitan evitar la repetición de problemas del pasado y así no caer otra vez en el mismo error: el proteccionismo.

LETICIA VÁZQUEZ.

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