jueves, 2 de abril de 2009

¿Nos están engañando?

Esta crisis a la que hemos llegado, es consecuencia de un largo proceso interno de degradación que abarca infinitos años de una democracia constitucional que falló por haber sido falseada y por no haberse remodelado al son de los tiempos y las circunstancias que los determinan.
El proteccionismo consiste en desarrollar una política económica en la que se imponen limitaciones de entrada a productos extranjeros para proteger los del propio país y evitar una gran caída de precios para la protección de muchos sectores. La realidad es otra, ya que interviniendo en la política de precios, tan solo se asegura un estatismo económico, falta de innovación empresarial, lo que impide el desarrollo del libre comercio y favorece grandes multinacionales que ya controlan gran parte del comercio mundial.
Se intenta imponer aranceles que encarezcan el producto extranjero, cosa que desde mi punto de vista no es bueno ni para las empresas foráneas, ni para los consumidores locales; el comercio es voluntario y de mutuo acuerdo y lo importante es que ambas partes salgan ganando y que el consumidor tenga la libertad de elegir por si mismo, el consumidor es quien debe de dictar cuales son las directrices de la moda, del precio o de la calidad y de los servicios que busca.
La característica más significativa de dichas políticas es la imposición de cuotas y aranceles a las empresas de fuera. Esta diferencia impositiva al final la acaba pagando el consumidor, por tanto es un impuesto que recae directamente sobre el consumidor nacional, y en consecuencia, transfiere la riqueza del individuo al estado. El precio de los aranceles está fijado por el estado de forma arbitraria, pero curiosamente ningún gobierno puede saber cual es el precio justo de mercado de un producto. Cualquier gravamen que el estado imponga a un producto extranjero tiene como finalidad incrementar sus propias arcas usando el beneficio obtenido en interés propio.
Hace unas semanas, el presidente del Gobierno declaraba que “Las políticas proteccionistas son un espejismo económico que acaba siendo perjudicial para todos", llegando a arremeter contra el proteccionismo que están propiciando países como Francia. Zapatero considera fundamental recuperar la confianza y la estabilidad de los mercados financieros para salir de la crisis económica. Ahora solo queda saber cuánto tiempo tardaremos en empezar a recuperar esa confianza…

Catarina Yáñez Chamosa

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