miércoles, 26 de mayo de 2010

Dólar: adivine el precio justo…si puede

El dólar a nivel mundial ha tenido, en los últimos tiempos, particularmente desde mediados del 2008 en adelante, una exacerbada volatilidad. La tendencia a la baja se ha venido consolidando desde 2009 en adelante. En el Uruguay, se ha notado particularmente la apreciación de la moneda local, el Peso Uruguayo, con respecto al dólar casi un 20%.
Cabe preguntarse: ¿es esto consecuencia de la intervención del Estado a través del Banco Central o es consecuencia de factores exógenos? En definitiva, ¿quién tiene la culpa? Y si hablamos de culpa, es porque hay un mal, y ese mal se traduce en pérdida de competitividad de las exportaciones del país, con sus lógicas consecuencias a nivel del empleo y los salarios.
En lo personal, creemos que no hay un culpable a nivel local. La economía de Estados Unidos ha entrado en fase de recesión, de la cual se encuentra saliendo a tímidos pasos. Con una moneda fuerte, sus exportaciones necesariamente serán poco competitivas con respecto al resto del mundo. Por lo tanto, la necesidad de “devaluar” (esto suena un poco bizarro tratándose de la primera potencia industrial del mundo…por lo menos por ahora) se vuelve imperiosa si quiere vender su producción, lo cual da como resultado un dólar más bajo con respecto a otras monedas del mundo, entre ellas la uruguaya.
¿Significa esto que hay atraso cambiario en el Uruguay? No lo creemos. Es cierto que el tipo de cambio real está en niveles muy bajos. Es cierto que el Banco Central ha estado interviniendo (mas moderadamente en los últimos tiempos) en el mercado cambiario a través de la compra de divisas y lanzando al mercado letras de regulación monetaria. Pero no creemos que haya atraso cambiario. Es cierto que este valor del dólar nos quita competitividad y nos encarece con respecto al resto del mundo. Pero ello es consecuencia de la coyuntura mundial y no local, por lo tanto no creemos que con medidas de política cambiaria se pueda hacer otra cosa que despilfarrar recursos en “fines” de sostenibilidad de la moneda local que consideramos inapropiados.
¿Hasta dónde puede llegar la baja en la moneda estadounidense con respecto a la local? Es difícil estimarlo. Lo que sí podemos decir casi con seguridad, es que con el volumen que tiene el Uruguay no logrará influir en términos reales en el valor del dólar en lo más mínimo. Si se quiere recuperar competitividad se debería hacer con medidas reales y no artificiales (léase flotación sucia por parte del Banco Central). ¿Cuáles son estas medidas? Simple: bajar el costo del estado, atar los salarios a la productividad, bajar y hacer competitivas las tarifas públicas, tener menos burocracia y más eficiencia, y así podríamos seguir por un largo rato.
En resumen, ¿dólar a su valor de mercado? Sin duda, o por lo menos, bastante cercano. Tendrá el Banco Central las agallas como para dejar que llegue a su valor puro de mercado? Es dudoso pero entendible. ¿Hasta dónde llegará la baja en su búsqueda del equilibrio perfecto? Adivínelo…si puede!

Pablo Salaburu

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