lunes, 3 de mayo de 2010

Uso de las reservas del Banco Central

Con diplomacia, el ex-ministro de Economía, Álvaro García, que hay "algunos impedimentos legales" que suponen que éstas no pueden ser utilizadas "en una magnitud tal como la necesita el país".
Mujica declaró con anterioridad que si se usara una parte de esas reservas (del BCU) en infraestructura serviría para generar crecimiento económico y darle más trabajo a los uruguayos,
El presidente electo quiere emplear estos recursos para obras públicas como la red de ferrocarriles, el dragado del río Uruguay y la construcción de un puerto de aguas profundas.
El vicepresidente electo, Danilo Astori, apeló a las reservas en noviembre de 2006, siendo ministro de Economía para saldar deudas por US$ 1.080 millones del país con el Fondo Monetario de manera de quedar afuera de su tutela y de los compromisos de los acuerdos stand by con el organismo multilateral de crédito. Esto se inscribió en una política de captación de recursos internacionales mediante la emisión de deuda antes y después de este paso de manera de no afectar el nivel de activos de reserva y en una coyuntura internacional muy favorable.
El Banco Central, según datos al 2 de diciembre, cuenta con US$ 8.043 millones en activos de reserva pero sólo US$ 3.189 millones son "de libre disponibilidad". La mayor parte son los encajes bancarios que pertenecen a las instituciones financieras. Por otra parte, las reservas pertenecen al banco y no al gobierno.
La carta orgánica del BCU establece un tope a lo que puede otorgar en crédito al gobierno central. En su artículo 47 se señala que "el Banco sólo podrá dar créditos al Poder Ejecutivo o a cualquier persona jurídica pública a través de la compra, por cuenta propia, de valores de emisión pública. Las compras de dichos valores en cada año por parte del Banco no podrán superar el equivalente al 10% (diez por ciento) de los egresos del Presupuesto Nacional, efectivamente realizados en el ejercicio anterior". Esto supone que el máximo de crédito que el Banco puede dar -a cambio de deuda que emita el gobierno- es de unos US$ 750 millones de dólares.
García, sutilmente, manejó la alternativa que usualmente se ha seguido en proyectos de infraestructura pública: apelar a la inversión privada si se trata de proyectos rentables.
Para el economista blanco Javier de Haedo el planteo de Mujica es "simplemente aumentar el déficit fiscal y el endeudamiento". Considera que " el Estado debe encargarse de la asistencia social, de los planes de emergencia, -que no lo harán los privados- y no aumentar el déficit fiscal".
Para el economista Juan Carlos Protasi la propuesta de Mujica es "muy inteligente" pero señala que el uso de reservas del BCU requiere una "reversión" gradual del actual enfoque del equipo económico. "Es necesario dejar de intervenir en el mercado de cambios comprando dólares, cancelar las deudas en letras de regulación monetaria y vender dólares para que el tipo de cambio no se dispare", subrayó. Señaló que el BCU está afrontando "pérdidas muy grandes" pagando altos intereses por las emisiones en unidades indexadas.
Considera factible emplear "una pequeña fracción" de las reservas sin dejar de contar con un "colchón" de US$ 2.500-3.000 millones
Estima que el gobierno puede gastar unos US$ 200 millones en proyectos "socialmente rentables", lo que "es mejor" que gastar enormes cantidades de dinero en las intervenciones en el mercado de cambio.

Inés Sanz

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