lunes, 31 de mayo de 2010

¿MEDIDAS DE AJUSTE?

Actualmente la situación española me recuerda a la famosa frase de un ex presidente del gobierno español: “España no va bien”.
Hacía tiempo que la comunidad internacional, los empresarios, los trabajadores y los ciudadanos de éste país sabían (en mayor o menor medida), que ésta frase era tan contundente como cierta.
El ciudadano de a pie observa que muchísima gente que conoce está en el paro con hipotecas y préstamos que no pueden pagar, las empresas no contratan gente, no hay ayudas a quienes más las necesitan,…
Pues bien, después de que este gobierno jurara y perjurara que no se iban a reducir las prestaciones sociales, les reduce el sueldo a los funcionarios, congela las pensiones y obliga a no endeudarse a los organismos públicos.
No dudo que éstas puedan ser unas medidas sencillas y más o menos efectivas para reducir el déficit público con un impacto a corto plazo; pero ahora debería ser ese punto de inflexión para llegar a ser una verdadera economía desarrollada.
Y para ello, deberíamos realizar un gran esfuerzo en 5 principales pilares:
• Lograr una formación de primer nivel mundial, con grandísimos profesionales que estuvieran más centrados en crear profesionales de gran valía, una formación universitaria más centrada en el mundo laboral y menos en conceptos abstractos que les sirven para incrementar su prestigio internacional.
• Somos uno de los países “desarrollados” que menos invierte en I+D+I y estamos a la cola de la innovación mundial, por ello, se debería primar a las empresas que invierten en investigación y que la investigación de las universidades se centrara principalmente en ayudar a las empresas, no en crear nuevas teorías. Y para subsanar el retraso acumulado, debemos realizar inversiones superiores a los líderes.
• Promover la creación de nuevas empresas que generen valor añadido al país. En estos momentos, para crear una empresa existen unos trámites burocráticos que no favorecen la creación de las mismas, además debería ser más sencillo que estas empresas nuevas tuvieran un fácil acceso a las empresas de capital riesgo, lo que ayudaría a tener un respaldo financiero importante y una gestión más profesional por parte de los nuevos negocios.
• Dejar de subvencionar sectores como el de la construcción o el turismo, que en nuestro país son sectores saturados y maduros, y centrarse en sectores con un gran potencial de desarrollo tecnológico.
• El sistema de pensiones debería de ir reduciéndose la parte aportada por el gobierno y exigirle a las empresas la aportación al plan de pensiones de los trabajadores, para que en un plazo de 10-15 años se produzca una situación de mayor desahogo por parte de las arcas públicas.
No obstante, es prácticamente imposible poner en marcha estas medidas, debido a que son medidas estructurales para las que sería necesario el consenso político. Y por desgracia, a día de hoy, es lo más parecido a la ciencia-ficción.

JAVIER LEJO

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