lunes, 31 de mayo de 2010

LA DEUDA ESPAÑOLA Y SU CALIFICACIÓN

En mi opinión, la pregunta de si es justa o no la calificación de la deuda española, no es realmente lo que preocupa ahora. Hay otros temas de mayor preocupación, como es el caso de la restructuración del sector bancario; junto con la reforma del mercado de trabajo y la necesidad de reorientar el modelo de crecimiento.
Las entidades bancarias están sufriendo de manera desagradable los efectos de la crisis por su exposición al mercado inmobiliario. Por lo que es necesario llevar a cabo esa restructuración, marcándose una serie de retos a los que enfrentarse. Si empezásemos a enumerarlos, primeramente, tendría que hacer frente a la elevada concentración de riesgo en el mercado del ladrillo y al aumento de la morosidad, con una tasa del 5,4% para el total del crédito y del 10 % en crédito a la construcción y a la promoción inmobiliaria. Otro reto sería hacer frente a los vencimientos de la deuda en un contexto de dificultad en el acceso a los mercados mayoristas ( y más ahora con la retirada de las ayudas por parte del Banco Central Europeo)
Además el sector se enfrenta a una reducción de los márgenes, producidos por diversos motivos, como el descenso de la actividad o de la competencia a la hora de captar pasivo, etcétera…y unimos a esto la rebaja en el rating de la deuda soberana (que tanto preocupa), contagiada por la reducciones en la calificación de la deuda en Grecia y Portugal.
Tras la reducción de la deuda griega, ahora esta se considera de alto riesgo, el motivo de esta reducción, fue para evitar la suspensión de pagos que podría producirse debido a la alta deuda y aun deficit fiscal importante.
La situación por la que pasa Grecia es cada vez más complicada, y lo que tiene que hacer es compensar los ingresos y los gastos. Y España debería hacer lo mismo si no quiere ir por el mismo camino. Después de dos años los ingresos públicos en España han vuelto a subir un 0,2 % en el primer trimestre de este año.
Esta restructuración exige el cierre de oficinas. El objetivo fundamental es abrir “el grifo” de crédito, sobre todo en un país tan dependiente de la financiación bancaria. Las tasas negativas del crédito provocada , en parte, por la caída de la inversión y del consumo, pero también por la necesidad de hacer frente a la morosidad.
Por otra parte la ayudas del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) terminan el 30 de junio, por lo que seguramente habrá que prorrogarlo hasta finales de año.
La mayoría de los retos que he plantado afectan al sector bancario español en su conjunto; pero las cajas adquirieron un mayor protagonismo, debido a su naturaleza institucional, sobre todo en lo que se refiere a la necesidad de fomentar o abrir nuevas líneas de captación de recursos propios.
El primer paso que habría que dar es el de conocer la dimensión del problema y realizar de una vez por todas las reformas necesarias. Y el debatir si el nuevo rating de la deuda española es justo o no, acabaría salpicando a la deuda bancaria; así como ocurre con el incremento del paro, que como continúe prolongándose, acabará afectando de manera negativa a la morosidad bancaria, tanto la que afecta a los préstamos particulares como a las empresas.
Muy de acuerdo con el Sr. Emilio Ontiveros ( catedrático de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid y presidente de Analistas Financieros Internacionales AFI ) el “ problema por el que esta pasando la zona euro causados por Grecia son consecuencia de un unión política”. Y el que compara España con Grecia, no es lo correcto, ya que España tiene una economía que equivale cuatro veces la griega; una diversificación de su oferta; un defict público “inferior”; deuda pública más baja de Europa y sobre todo no ha hecho trampas contables.
Realmente lo que más le preocupa a España ahora, es; frenar el paro, procurar la normalización del sistema creditito “ lo antes posible” y preparar la economía “para el día después”.

LIDIA SANDÁ

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