viernes, 13 de marzo de 2009

LA MANZANA PROHIBIDA

Estamos atravesando una de las peores crisis económicas de la historia y nadie tiene aún claro cual puede ser el momento de empezar a ver la luz al final del túnel.
Desde mi punto de vista, a las crisis hay que verles el lado positivo y sobre todo aprender de ellas; últimamente ha salido a escena un término económico que ya parecía estar obsoleto en las economías más desarrolladas: el proteccionismo.
Observando la definición de este término nos puede parecer una definición que en las economías actuales parece estar desfasada y que no debía haber lugar para él ya que es contrario al librecambismo, la globalización, a las políticas poco restrictivas….pero ya se sabe, en épocas de vacas flacas todo cambia.
Lo definimos como aquella práctica económica que lleva a cabo un país cuando, para proteger e incentivar su industria frente a la competencia del extranjero, recurre a prohibir a sus ciudadanos la compra de productos procedentes del exterior. Si esa prohibición no es total se suelen establecer mecanismos para desincentivar el consumo de eses productos mediante tasas, impuestos, gravámenes arancelarios… alentando al mismo tiempo el consumo de artículos nacionales.
En los últimos meses hemos visto algunos brotes proteccionistas que parecen querer empezar a reanimar ese proteccionismo que dábamos por desaparecido; en el plan de recuperación económica de los EEUU se establece la cláusula “compre estadounidense” en la que se establece que en las obras públicas financiadas por el programa anticrisis se usará hierro, acero y manufacturas de producción nacional (cláusula que podría violar las reglas de la OMC). En España, el ministro de industria Miguel Sebastián, recomendó que se consumiesen productos españoles y se haga turismo en España para ayudar a salir de la crisis. En otros países vemos también como los mandatarios se ven presionados por los sindicatos que exigen medidas en contra de la contratación de mano de obra extranjera.
Estos son algunos ejemplos, y, si se empiezan a tomar estas medidas veremos las reacciones que pueden tomar los distintos gobiernos; si se empiezan a tomar medidas y contramedidas por parte de las principales potencias nos pueden conducir a una vuelta del proteccionismo económico.
Espero que todos miren un poco hacia atrás y observen que, en la crisis del 29, a la adopción de estas medidas le siguió la Gran Depresión, y, aunque los mandatarios se desesperen o se vean superados por la crisis a la hora de contener los índices de desempleo y estimular el consumo, deben pensar que este tipo de medidas sólo tienen efecto positivo en el corto plazo, y un efecto devastador a largo plazo.
Por todo esto pienso que, en este momento tan delicado, todos debemos de mantener la calma y no caer en la tentación de probar esa manzana prohibida llamada proteccionismo; que la historia nos ha enseñado que a la adopción de medidas proteccionistas por parte de algunos países le siguen el tan infantil ojo por ojo y el posterior caos en el comercio internacional. Seamos cautos y no tropecemos dos veces en la misma piedra.
DAVID MÉNDEZ

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