jueves, 12 de marzo de 2009

Y QUIÉN NOS PROTEGE DE CHNA

Cuando se habla de proteccionismo en relación con los países desarrollados no podemos más que pensar en la Política Agrícola Común de la Unión Europea y Estados Unidos, que, “yendo al grano”, busca equiparar el precio final de sus productos con aquellos que llegan de economías menos potentes.

Esta figura económica, que recurrentemente está presente en tiempos de crisis, podría parecer por su raíz semántica, una figura defensiva, sin embargo la base de la protección a los productos propios se encuentra en el ataque a las importaciones.

El mecanismo de estas políticas no puede ser más simple e intuitivo; establecen restricciones a la entrada de productos extranjeros a fin de favorecer los propios, incrementando por otro lado las arcas de una economía debido a los ingresos extra de aranceles y aduanas. Un negocio Redondo y de otro tiempo.

Las políticas proteccionistas como doctrina económica parten del axioma de que el comercio internacional es una suma cero, para que una economía pueda enriquecerse otra ha de empobrecer.

Ideológicamente el proteccionismo fue desarrollado y defendido rigurosamente a lo largo del siglo XIX, por el economista alemán Friedrich List, las ideas de List fueron aplicadas por Bismarck y Hitler.

No parece que en el mundo global esta sea la solución, - según el Director General de la Organización Mundial de Comercio, Pascal Lamy tampoco lo fue en la crisis del 29- y así se están encargando de proclamar los distintos líderes mundiales. La solución ha de ser coordinada, necesariamente. Recientemente Gordon Brown aseveró “si no hacemos nada, esto conducirá a una nueva forma de de proteccionismo, un retroceso de la globalización y una reducción del comercio y de la actividad transfronteriza, a lo que le seguirá rápidamente el viejo proteccionismo comercial del pasado; Este es un momento no sólo para medidas individuales, nacionales para responder a la crisis financiera global. Este es un momento para que el mundo se una”.

Zapatero enriquecía el discurso de Brown el pasado 22 de febrero en una reunión de la UE en la que se acordaban hasta 7 propuestas para abordar la crisis, entre las que estaba el rechazo al proteccionismo; “No puede ser que unas entidades, por tener unas ayudas públicas muy potentes, aparezcan beneficiarias en la competencia frente a otras que no han tenido ayudas públicas porque estaban en una situación de solvencia”.

Da la casualidad que en las fechas en las que se celebró la citada reunión estaba de gira por Europa –Bruselas, Madrid, Reino Unido-, el primer ministro chino, Wen Jiabao, promocionando las bondades del comercio internacional. A modo de ejemplo decir que de cada euro que España vende en China, ésta vende más de 7 en nuestro país.

Ahora bien cuando la crisis vuelva a recrudecerse estas alianzas anti-proteccionistas en pro de un mundo global, ¿Perdurarán? Por lo de pronto ya se habla de un plan francés de 6.000 millones de euros a sus fabricantes de automóviles. Alemania esta siendo el país más retincente a prestar ayudas a los miembros mas magullados de la Unión.

José Ramón Baña.

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