lunes, 16 de marzo de 2009

Mundo Global, Medidas Globales

Al observar el panorama internacional en el que nos encontramos y como consecuencia de la crisis financiera que nos ataca ya desde hace un tiempo se nos presenta un futuro bastante preocupante. Esta crisis financiera, que se ha traducido en recesión en muchos países, nos deja muchos aspectos negativos, pero fundamentalmente hay que destacar tres: racionamiento crediticio, contracciones en el ritmo de crecimiento de la economía y destrucción del empleo.
Frente a esta situación la tentación proteccionista puede formar parte de las diversas alternativas políticas en algunos países: comprar productos nacionales, ayudas exclusivas a empresas de automóviles o bancos nacionales, dar sólo créditos a empresas del país (como en el caso del gobierno británico), no dar ayudas a empresas que se instalen en países con menores costes (como el gobierno francés)…
En este contexto proteccionista es importante recordar que el crecimiento económico de las últimas tres décadas se ha conseguido en gran parte por la caída de los aranceles (desde el 25% hasta el 10% aproximadamente), y por el consiguiente aumento del comercio, que creció a un ritmo aproximado del 6% en la última década.
La contracción que está teniendo el comercio mundial no es muy tranquilizadora. Las últimas previsiones del Banco Mundial señalan que el descenso será superior al 2%. Las economías que más van a sufrir son las menos desarrolladas, no sólo debido a la debilidad de la demanda de las economía más ricas, y por lo tanto el descenso de los precios de las materias primas, sino a las menores facilidades a la financiación de la exportaciones.
Lo que el mundo necesita es una respuesta global y coordinada a la crisis basada en varios principios: (I) evitar medidas unilaterales y promover la coordinación, (II) evitar el proteccionismo, (III) tomar medidas inmediatas y drásticas para estimular la demanda, (IV) demostrar el compromiso de reformar las instituciones y el marco regulatorio financiero global, (V) retomar la senda de la consolidación fiscal y monetaria.
En un mundo abierto y globalizado, la falta de coordinación de los gobiernos nacionales puede llevar a una mayor volatilidad de los mercados financieros.
GONZALO PÉREZ LLANO

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