miércoles, 4 de noviembre de 2009

LOS SUELDOS Y LA CRISIS

El estallido de la crisis financiera y sus consecuencias han puesto en entredicho el sueldo de los directivos bancarios. El “rescate” de entidades estadounidenses y las indemnizaciones a sus altos directivos, casos como el de la aseguradora AIG; el del ex presidente del consejo de administración de Bear Stearns (el cual fue adquirido por JP Morgan ante su inminente quiebra); o del ex presidente de Royal Bank of Scotland, han motivado que las prácticas de remuneración hayan sido llevadas a foros internacionales como el G-20, la Comisión Europea, el Comité de Basilea, Foro de Estabilidad Financiera (FSF) y por el Comité Europeo de Supervisores Bancarios (CEBS).

Más recientemente, ha salido a la luz pública la pensión que recibirá el ex consejero delegado del BBVA , Goirigolzarri, de 55 años, dejará el cargo por jubilación anticipada, con una pensión anual que rondará los tres millones de euros brutos anuales. Para el pago de esta cantidad, que será vitalicia, el banco tiene provisionados 52,49 millones de euros, que garantizan la pensión anual, que no se completará con ningún tipo de indemnización por cese. A partir de ahora cobrará menos que su sueldo en el banco, donde en el 2008 percibió 4,6 millones de euros entre cantidades fijas y variables (http://www.elperiodico.com/economia (13/10/09)).

Son estas indemnizaciones de “oro” y las retribuciones variables las que se encuentran en entredicho, ya que se ha puesto de manifiesto que el peso de la retribución variable, vinculada a la revalorización de los títulos en Bolsa, es excesivo. Por el contrario, la remuneración fija es escasa, lo que produce efectos indeseables en los directivos ya que tienen incentivos a asumir riesgos excesivos en las inversiones que realizan, algo que explicaría el enorme riego de crédito que han asumido las entidades financieras.

Dicho esto, los líderes europeos están centrando sus propuestas en poner freno a los bonus de los directivos bancarios, como sancionar a los bancos que paguen primas excesivas a sus directivos, o que las bonificaciones y stock options se supediten al rendimiento financiero a lo largo de varios años.

Pero si, bien es cierto que las primas variables han animado a los altos mandos de la banca mundial a tomar riesgos muy elevados, sobre todo en el ámbito de la banca de inversión, ha sido también, en mi opinión, porque los dueños y accionistas de las compañías se lo han permitido y se han beneficiado de sus actos en épocas de vacas gordas. Mencionar si cabe, que las decisiones privadas correspondientes a los sueldos o indemnizaciones se encuentran sujetas a niveles estatutarios, consejos de accionistas, etc., y supeditadas al rendimiento, beneficio, tamaño, estándares de la industria y demás variables, y no dejan de referirse al ámbito privado. ¿O acaso el traspaso y el sueldo de Cristiano Ronaldo no han sido exagerados? ¿O el sueldo que cobrará Alonso en Ferrari el próximo año? ¿Os es que los consejeros de Iberdrola, Telefónica o Repsol ganan menos que los de Santander o BBVA?, si se trata de “apretar” a los responsables de la crisis se puede entender, pero sueldos “excesivos” los hay en todas partes… Todo es opinable y discutible, aunque, éticamente, en tiempos de crisis financiera sería menos objetiva la conclusión.

Otro asunto serían las desorbitadas indemnizaciones recibidas por ejecutivos de bancos intervenidos por el Estado o la proporción de sueldo variable respeto al fijo de muchos directivos de banca que comprometen con sus actos, en muchas ocasiones, la supervivencia de la compañía. En este sentido sí se requiere mayor control por parte de las autoridades públicas, una supervisión y regulación mayor, pues no olvidemos que esa falta de regulación financiera también ha contribuido a este desenlace actual.

David Paz

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