martes, 3 de noviembre de 2009

¿QUIÉN DIJO CRISIS?

En la renumeración de un ejecutivo se pueden distinguir una parte fija (sueldo) y otra variable (bonus). Y es en esta última en la que surge el conflicto…

Se supone que el bonus retribuye al buen Management, que ha sabido realizar con éxito su trabajo, se podría considerar un incentivo para que el ejecutivo defienda con uñas y dientes los intereses de los accionistas de la empresa. Existe una relación positiva por tanto entre el resultado de la empresa y la retribución del directivo. Pero esto trae consigo un problema, el ejecutivo se centrará en alcanzar sus objetivos de rentabilidad en el corto plazo, estando dispuesto a asumir incluso grandes riesgos; y esta es una de las principales causas que han propiciado la situación de crisis económica-financiera en la que estamos inmersos. La avaricia rompe el saco.

Pero además existe un segundo problema que es la cuantía de estos “premios al buen hacer”, denominados bonus.

Resulta totalmente ilógico que una empresa recompense a aquellos ejecutivos que han tenido que ser rescatadas de la crisis por encontrarse en quiebra, generando enormes costes a las entidades públicas y que han reducido la prestación para muchos trabajadores... ¿Consiste eso una buena gestión de sus empresas?

Encendemos la televisión y escuchamos noticias como las siguientes: “La retribución salarial del empleado promedio de Goldman Sachs se encuentra cerca del millón de dólares en compensaciones y beneficios, apenas nueve meses después de que el banco recibiera un rescate gubernamental de 10.000 millones de dólares”, “El City está aumentando un 50% de media los bonus ejecutivos mientras reestructura su sistema de renumeraciones y sigue recibiendo ayudas de la administración”…¿Quién dijo crisis?

“Barack Obama, indignado por los miles de millones de dólares que recibieron el año pasado los ejecutivos de Wall Street en concepto de bonus, mientras esas empresas se tambaleaban a un paso del colapso y los contribuyentes tenían que pagar con sus impuestos los 700 000 millones de dólares que costo el plan de rescate…”. Estoy totalmente de acuerdo con el presidente de Estados Unidos.

Apostaría por un mayor equilibrio entre la retribución fija y la variable, y poner un máximo a esta última.

En medio de una crisis como la que estamos viviendo creo que los primeros en apretarse el cinturón deberían de ser ellos, ya que quizás su mala gestión es la que ha conducido a la situación en la que nos encontramos. Por favor… ¡más transparencia y menos cinismo!

Patricia Lancina Rouco

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