viernes, 27 de noviembre de 2009

¿Por qué una fusión?

En el momento tan profundo de crisis que estámos pasando sobre todo en el mundo financiero, las cajas de ahorro en España se encuentran en una gran y dificil encrucijada, pues están a punto de ver cómo su futuro puede decidirse en dos posibles caminos: por un lado tenemos una posible intervención del Banco de España, y como segunda opción se perfila una posible fusión con otra entidad.

Lo más lógico es por supuesto, la segunda opción, pues la intervención de las cajas por el Banco Central puede causar el pánico inicial de los acreedores de la misma, y las consecuencias de tal hecho no son demasiado buenas.

Por otra parte, y continuando con esta segunda opción que es la que nos ocupa, la fusión puede terminar o disfrazar los problemas con una adquisición por parte de otra caja, que es lo que realmente se busca en estos momentos de crisis financiera. Y es que los datos hablan por si sólos: al menos 15 de 45 cajas de ahorros estarían dispuestas a fusionarse con otras entidades para conseguir la supervivencia.

Pero; ¿Para qué una fusión? Pensando con mentalidad empresarial y fruto de un buen management, para fortalecer no sólo su la solvencia, rentabilidad y liquidez, sino para que el mercado recupere su confianza en ellas tras esta época de crisis.

El problema que aprecio es que da la impresión de que todos estos movimientos de las cajas poco tienen que ver con las citadas estrategias empresariales y financieras, y más con la política, pero no a la política económica que se estudia en la universidad.

Pero como éste es un tema que puede levantar ampollas, creo que lo principal a comentar aquí es que las fusiones deben de realizarse para mejorar la situación en la que se encuentran las entidades afectadas, dejando a un lado las manidas conveniencias políticas a las que estamos tan acostumbrados La fusión como estrategia empresarial puede tener un resultado diverso, aunque lo que se pretende en un principio es mejorar una situación, que puede empeorar si no se hace bien: pueden resultar convenientes o inconvenientes, e incluso totalmente irrelevantes, pero lo más importante es evitar que la situación inicial que pretendemos cambiar quede igual o peor, mirando con lupa el hecho de que aunque puede haber algunas fusiones muy interesantes para mejorar la eficacia de la entidad, si se terminan juntando dos empresas con dificultades, lo único que obtendremos es un problema doble, o lo que es peor, una entidad más grande y con problemas mucho más grandes.

Alejandro Pampín Saavedra

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