jueves, 26 de noviembre de 2009

¿Subimos o bajamos?

Como buenos gallegos, ni en esto nos ponemos de acuerdo, pero por lo menos es de agradecer que de antemano sepamos la postura de cada una de las partes implicadas en este tema. A estas alturas, todo hijo de vecino está enterado de la noticia y las razones “oficiales” que cada parte da para mantener su postura. En pocas palabras, Caixa Galicia, más grande, del norte, en peor situación económica y deseosa de fusionarse. Por otro lado, Caixanova, recelosa de esta situación, de menor tamaño, del sur, con unos datos mejores (que no por ello buenos) pero con la tranquilidad de tener mucho que decir. Y como árbitro la Xunta, en el centro, sin dar una opinión clara (por lo menos hasta el momento en que escribo estas líneas) . Pero tome la decisión que tome, todos los que temen por la enésima huída (poco queda ya aquí) del capital a otros parajes de España, podrán seguir con esa incerteza: Si no se fusionan es porque es un favor que se le da a la dirección del partido en Madrid, y si se fusionan el gobierno se lava las manos y defiende su galleguidad en el corto plazo (véase próximas elecciones) pero en realidad puede que simplemente se le haya allanado el camino a la misma caja del caso anterior para, en vez de un gran pez, esperar un tiempo para comerse al gran pez resultante de la fusión.

En el fondo, pase lo que pase a mi me da la sensación de que con la fusión la que sale perdiendo es Galicia. Se concentraría el poder financiero en una sola mesa de decisión, las colas de paro se llenarían de empleados de ambas entidades (¿Cuántos pueblos hay en Galicia que en la misma calle tienen la oficina de turno de Caixa Galicia y la de Caixanova unos metros más adelante?) y además de que la competitividad desaparecería. Y si no hay fusión, cada uno por su lado y a arreglárselas como buenamente pueda cada una, pero ninguna de las dos con la suficiente fuerza como para seguir como hasta ahora, siendo la única solución viable pactos con otras cajas, o, como comentamos anteriormente, con otras posibles fusiones. Y es aquí a donde quería llegar. Me parece que nos han hablado tanto de fusiones, pactos y absorciones durante estos meses que tenemos asimilado que el futuro pasa por fusionarse, pactar y absorberse con quien buenamente se pueda, pero si es entre nosotros, mejor que mejor. Es decir, que estamos mal y hay que buscarse la vida. Pero esta última frase aún no se la he escuchado a ninguno de los actores principales, ni se lo voy a escuchar, me parece. Borrón y cuenta nueva, parece. Una gran caja gallega y vuelta a empezar. Y como gallega que sería, que mejor que empezar con un sonoro “Malo Será” que tan de moda está estos días.

Daniel Fernández

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