miércoles, 25 de noviembre de 2009

Sobrevivir a la crisis

La última modificación sufrida por el sistema financiero español, y que se está llevando a cabo este mismo año se basa en la fusión de un gran número de Cajas de Ahorro. La idea se compone de dos fases claramente diferenciadas: la primera sería la fusión de Cajas en una misma Comunidad Autónoma y la segunda iría más allá, llegando a fusiones entre entidades de distintas regiones.

El objetivo de estos procesos de unión entre entidades es el de fortalecer la solvencia, rentabilidad y liquidez de las mismas y hacerlas nuevamente viables, tras la crisis financiera con la que convivimos y que puede poner fin a un sector tan atomizado como éste, además de evitar la intervención del Banco de España.

La principal causa de las fusiones entre Cajas de Ahorros ha sido el gran impacto que ha tenido la crisis inmobiliaria en ellas, unido a una política de riesgos demasiado “blanda” que ha propiciado que los índices de morosidad se disparen hasta un 4%, bastante superiores a los de los Bancos, en los que dicho índice se sitúa por debajo del 3%. Si además tenemos en cuenta que la diversificación geográfica de las Cajas de Ahorro es muy escasa, comprobamos la debilidad de éstas ante los efectos de la crisis.

Entre las consecuencias negativas más importantes destaca la eliminación de numerosos puestos de trabajo, derivada del cierre de sucursales y centralización del negocio. Aunque al parecer existe la “promesa”, poco creíble desde mi punto de vista, de que los puestos de trabajo se mantendrán íntegramente y se realizarán pre-jubilaciones, es un tema que preocupa, especialmente a los sindicatos, y que provoca opiniones diversas en la sociedad.

Actualmente, el proceso más avanzado es el que llevan a cabo Unicaja y Caja de Jaén, que aprobarán su fusión en el mes de diciembre, y al que se unirá también CajaSur. En Castilla y León, Caja España y Caja Duero también continúan con su integración. Y otra que está en proceso es la realizan las Cajas catalanas Caixa Sabadell, Caixa Terrassa y Caixa Manlleu.

En el caso de Galicia, las dos Cajas que operan en el territorio son Caixa Galicia y Caixanova, creadas ya a través fusiones de otras Cajas gallegas más pequeñas. Ante la situación económica actual, es posible que la mejor solución y la que más posibilidades tiene sea la fusión de ambas, tras la que se formaría una gran Caja Gallega que adquiriría un importante tamaño, con unos 76 millones de euros en volumen de activos, aproximadamente (datos de 2008 – CECA).

Sin embargo, esta idea no convence a las entidades gallegas, que se resisten a perder su independencia y liderazgo y argumentan que la competencia entre ellas es la que las hace progresar y mejorar en sus servicios.

En definitiva, y ante la inexistencia de un acuerdo, es posible que la decisión, por el momento, sea esperar a que la situación económica actual mejore y poder esquivar así la unión.

Desde mi punto de vista, las fusiones pueden ser una gran oportunidad para que las Cajas de Ahorro salgan de la crisis, siempre que se limite el fuerte impacto negativo que producirá el cierre de un elevado número de sucursales así como los despidos previstos de miles de trabajadores del sector.


Lucía Márquez Quiza.

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