miércoles, 25 de noviembre de 2009

Muchas dudas

Las cajas gallegas y en definitiva las del resto de España, se encuentran desde hace tiempo y sobre todo estos días ante un proceso de decisión. La culpable es una nueva ley sobre reestructuración bancaria (creada por el FROB) que las obliga a tomar decisiones que afectarán a su futuro. El Banco de España prefiere la fusión, porque su objetivo es conseguir que estas entidades adquieran un tamaño adecuado junto con una solvencia segura. Existe la posibilidad de que las entidades soliciten préstamos al FROB para poder mejorar su solvencia sin tener que someterse a esta reestructuración pero es algo en lo que el Banco de España no hace mucho hincapié puesto que a largo plazo no sería la mejor solución.

Esta semana, con la reunión de Feijoo con los directivos, podría quedar resuelto el futuro de las cajas. Nos encontramos ante dos posturas contrarias; el “sí” de Caixa Galicia y el “no” de Caixanova. Caixa Galicia está dispuesta a la negociación y a tener la sede de la nueva entidad en La Coruña, dice que si al final no se llega a ningún acuerdo buscará posibles fusiones con cajas de fuera de la comunidad (por ejemplo Caja Madrid). Por su parte, Caixanova que está en contra, se centra más en una alianza SIP (acuerdo de colaboración a corto o a medio plazo con otras entidades sin que tenga que haber una fusión de por medio) a parte de querer también la sede de la entidad en su ciudad, Vigo.

Para llegar a algún acuerdo hay que valorar las ventajas e inconvenientes de la fusión.

En un documento presentado hace unos días por el presidente de la Cámara de Comercio de Vigo y el presidente de la Confederación provincial de Empresarios evaluaban las posibles consecuencias de una fusión: se recortarían 2.000 millones en créditos, podrían llegar a perderse 1.800 empleos (entre cierre de oficinas y servicios centrales), sobrarían unas 300 sucursales y el impacto que causaría en la obra social de cada una de las entidades.

Por otra parte, los beneficios de la fusión también son importantes: una caja única, cuyo objetivo es la solvencia por encima de todo y el sentimiento de galleguidad para mantener en Galicia los centros de decisión ahora y en el futuro.

Lo que está claro es que estas decisiones se tienen que tomar atendiendo a la situación actual en la que se encuentran las cajas. Saber si la posible fusión se debe a una medida de protección ante la crisis y sus consecuencias o si simplemente se hace para mejorar su posición en el mercado. El debate está servido.

Inés Cartelle Sáez

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