martes, 8 de junio de 2010

HACIENDO NÚMEROS

A los mercados no les interesa el color político de quienes estén gobernando. Únicamente están expectantes al contenido de los mensajes con independencia de su proveniencia. Aunque pueda parecer utópico, en el otro sentido, también debería funcionar del mismo modo. No obstante, en un mundo globalizado, no se trata de medir una posible conveniencia. O se aceptan las reglas del juego o se asume desaparecer.
El mismo veinte de mayo, aprobándose el plan de ajuste fiscal por la tarde, el debate sobre su contenido ya estaba superado. Por los pasillos las especulaciones se centraban en la fecha más propicia para su puesta en práctica. Entendiéndose como tal a aquella que evite dejar totalmente desguarnecido el discurso del Gobierno. El ala más económica del grupo socialista parece legítimamente más preocupado por nuestra credibilidad ante Europa. Inocente sería pensar que detrás de cada decisión no haya medido su correlativo coste en votos...Aunque al menos, en circunstancias críticas y excepcionales, un buen gobernante debería olvidarse de las urnas.
Si el origen de la situación está en buena parte en un desmesurado despilfarro, no debería resultar por tanto, tan difícil o doloroso encontrar destinos de recortes indoloros o asimilables.
Las tropas de Afganistán, Líbano y Somalia, la inversión en I+D de la industria militar y la prevista para armamento suman 3100 millones. Esto sin tener en cuenta al Eurofighter y los helicóteros Tigre. No obstante, mientras esperemos a que la paz mundial reine sobre la tierra, pueril sería tan sólo contemplar la idea de una nación sin Ejército. La paz mundial no está prevista en breve; no obstante, factible parece rescatar un buen pellizco de esta partida.
Aquellos afortunados premiados en loterías, apuestas o sorteos podrían compartir parte de su euforia si se eliminase las exenciones aplicadas.
Nuestros vecinos de Gran Bretaña han sometido a sus Administraciones a un riguroso plan de ahorro, pero que , a la vez, contempla pautas tan sencillas y accesibles como la reducción en el número de coches oficiales.
Por otra parte, con las directrices de un Estado laico, ¿cómo es que sigue existiendo una casilla de asignación tributaria a la iglesia católica?
En cuanto al gasto farmacéutico, quisiera plasmar mi total perplejidad ante el hecho de que fuese necesaria la urgencia de las circunstancias para aplicar algo tan burdo como una adecuación de envases.
El gran lastre sigue siendo el de la Economía Sumergida. En este sentido, Italia-plagado de este germen- ha por fin tomado cartas en el asunto basando fundamentalmente su recolección en la persecución del fraude fiscal.
España, reino de la picaresca por antonomasia, dónde eludir Hacienda denota ser habilidoso y no estafador, el lograr un avance en esta dirección parece una pretensión inalcanzable. El 23% español frente al 13% de media europea explica en parte porque el pais sigue en pie con tan monstruosa tasa de paro.

Nota: Por cierto,ayer, al recoger mi coche en el taller, el mecánico me ha preguntado si quería factura o no.

Catalina Martínez

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