lunes, 5 de enero de 2009

¿DEFLACIÓN O DESINFLACIÓN?

Sostiene la definición del termino deflación que esta es el movimiento contrario a la inflación, lo que implica una caída generalizada de los precios en una economía debida a una contracción de la demanda, y provoca una reducción de los ingresos de las empresas, un aumento del desempleo y por tanto una disminución del consumo entre otras consecuencias.

En principio, al pueblo llano podría no parecerle peligrosa la deflación, pues una reducción en el nivel de precios incentiva el consumo al estar los precios de los bienes y servicios más asequibles, pero la propia definición del término en cuestión nos previene de las nefastas consecuencias de la misma. La espiral comienza en la consideración por parte de los consumidores de que los precios van a seguir bajando, y por tanto no consumen aun pues era mejor hacerlo mas adelante. Esto, a lo que se conoce como trampa de la liquidez, paraliza la economía, pues el dinero se encuentra retenido y no esta como debería estar, que es en circulación.

Al titulo del artículo me encomiendo al destacar la importante diferencia existente entre la deflación y la desinflación, pues la segunda implica una reducción del crecimiento de los precios, pero esa disminución no llega a ser cero, a diferencia de lo que ocurre en la deflación en la que el crecimiento de los precios puede ser negativo. De momento, en España los precios han pasado de estar al 5,2% de crecimiento en Agosto, al 2,5% en Noviembre. No obstante, también es importante puntualizar que esta contención en los precios se debe a la caída del precio del petróleo y demás materias primas (sinónimo de recesión global), pero no a la reducción de precios en otros sectores como los servicios.

En repetidas ocasiones, al analizar la deflación, viene a la mente Japón, y es que el imperio del sol naciente con una reducción media de un 2,7% anual en el nivel de precios desde 1997 hasta 2005, es el claro ejemplo de los efectos de la deflación. Causada por la burbuja especulativa de los años 80 y la no inversión de las empresas por la caída del consumo, el Banco Central nipón tuvo que utilizar la principal herramienta en la lucha contra la deflación, que es el recorte de los tipos de interés, dejándolos en torno al 0,5% anual, sino el tigre asiático vería su economía quebrada.

Después de la lucha Japón vs Deflación, curiosa y simétricamente, ahora a finales del año 2008, y en el horizonte el año 2009, el cual se presenta “con dificultades”, los principales Bancos Centrales han intervenido reduciendo drásticamente el precio del dinero, insertando mas liquidez en el mercado, haciendo que los bancos concedan mas créditos y los ciudadanos consuman al tener mas liquidez. No obstante, el aumento de la inversión pública o la reducción de impuestos, son otras posibles soluciones para intentar llevar al gigante económico global al buen camino.

Este es el panorama global, pero mas concretamente en el caso de nuestro país, a la deflación tenemos que temerla mas si cabe, ya que debido a nuestra dependencia energética, somos mas dependientes de las oscilaciones del precio del crudo, y si este pasa de los 150 a los 45 dólares, unido a una profunda recesión-depresión, provoca exceso de paro y destrucción de empleo neto, con lo que las tasas negativas de precios, pueden estar mas cerca de lo que imaginamos.

No obstante, el debate esta abierto, pues las clases medias y bajas exclamarán el “bendita deflación”, al reducirse el ritmo de crecimiento de los precios y mientras, los expertos en la materia estarán debatiéndose entre si es una deflación o realmente es una desinflación.


GERMÁN XAVIER MARTÍN

1 comentario:

Anónimo dijo...

esta muy suave la informacion mas coincreta y mejor explicada
pues haci si le dan fanas de saber mas finanzas no verlas aburridas si no que es interesante