jueves, 29 de enero de 2009

ENDEUDAMIENTO Y MOROSIDAD

Debido al estallido del mercado de la vivienda en España y la crisis crediticia a nivel internacional, los índices de crédito morosos se han tornado preocupantes, dando lugar así, a una delicada relación entre impagos y el colchón de provisiones en balance, poniéndose de manifiesto que hasta las estructuras más sólidas también pueden derrumbarse.
La morosidad de los créditos concedidos por bancos, cajas de ahorros y cooperativas de crédito a particulares y empresas subió a finales de 2008 hasta el 3,118%, alcanzando la tasa más alta desde octubre de 1997. La cifra aún está lejos del 9,25% que alcanzó en la crisis de 1993, pero cada vez preocupa más al sector, que se ve obligado a provisionar los créditos dudosos.
Entre las principales causas para la morosidad en España podemos destacar las dificultades que atraviesan las promotoras e inmobiliarias del país.
Los últimos datos de morosidad recogen las quiebras inmobiliarias de los últimos meses, que contribuyen a que las cajas de ahorros, sus principales acreedoras, hayan llegado ya a tener una tasa de mora del 3,63%, mientras que la de los bancos, sus principales competidores, se colocó en el 2,61%, un porcentaje menor.
De una operación financiera en mora, también se derivan una serie de costes que han de ser tenido en cuenta, tales como que dicha operación debe ser provisionada, debe dotarse, las provisiones de fondos son un gasto que no suponen desembolso, pero que debe ser contabilizado como tal y que erosiona la capacidad de generar beneficios, por otra parte los intereses de los créditos morosos dejan de tenerse en cuenta como ingresos ya que no se sabe cuando ni como se van a cobrar, y por último la elevación de las tasas de morosidad produce un encarecimiento del coste de financiación en los mercados para las entidades bancarias.

Según las estimaciones del banco francés Credit Agricole la tasa de morosidad alcanzará el 6,5% a finales de 2009, por lo tanto esto forzará a las cajas de ahorro a desinvertir en su cartera de participaciones o a fusionarse con otras entidades en mejor posición en caso de que no sea suficiente.

Vanessa Lorenzo C.

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